Si Ud. fuera un astronauta expedicionario de otro mundo y está en una misión de exploración y conquista en un planeta llamado tierra, cuyo nombre no se compagina con su composición, porque el 25% es tierra y el 75% es agua, además la raza que lo habita es hostil a sus intereses?
Y esta raza aun no domina las profundidades oceánicas, ni las del subsuelo terrestre, ni la energía magnética del planeta
Los teóricos de los antiguos astronautas creen que el mejor sitio, esta en las profundidades de los océanos y en las del subsuelo terrestre, porque desde allí podría operar segura y eficientemente las actividades de su expedición.
En ese contexto sabemos que el hombre aun no puede sumergirse a una profundidad de 1200 metros porque explotaría el mejor submarino nuclear jamás construido, así como también, debido a que aún no cuenta con la tecnología de supervivencia para iguales profundidades en el subsuelo terrestre. Estas son las condiciones que presentan las áreas del triángulo de las bermudas y el triángulo del dragón. Desde hace un milenio los japoneses son conscientes de lo que significa esta peligrosa zona.
La han llamado Ma-No Umi: El mar del diablo. Durante años los pescadores han atribuido las repetidas pérdidas de pesqueros a demonios marinos, agitados dragones que suben a la superficie del océano para apoderarse de los barcos y arrastrarlos con sus tripulantes a sus guaridas submarinas.
Se trata de una zona de gran actividad sísmica, con un fondo marino en continua transformación y fosas de 12000 metros de profundidad.
Otra peculiaridad de la zona es la relativa a línea agónica que significa que los polos magnéticos del norte y los del sur no tienen ninguna desviación como sucede en el resto del planeta. En el triángulo, el magnetismo, afecta a menudo las brújulas y puede hacer que barcos y aviones pierdan la orientación. Islotes y masas de tierra emergen y desaparecen antes de poder ser cartografiadas. Existen cartas de navegación en las que los marinos experimentados han incluido trozos de tierra en los que han desembarcado y que ya no existen. En el caso del Triángulo del Dragón, toda la costa este de Japón se encuentra cerca de los grandes abismos del suelo marino: las profundidades de Ogasawara y las fosas de Ryukyu, de las Marianas y de Filipinas.
El Triángulo del Dragón, también conocido como Mar del Diablo o Triangulo del Diablo, es una región del Océano Pacífico alrededor de la isla Miyake, más o menos 100 kilómetros al sur de Tokio. El área se extiende como un triángulo entre Japón y las islas Bonin. Se dice que una de las esquinas del triángulo está en la isla de Guam. En esta zona se ha asegurado que actúan las mismas fuerzas misteriosas que parecen actuar en el Triángulo de las Bermudas. Desde hace siglos centenares de naves desaparecieron allí sin dejar rastros.
En 1967 las tripulaciones de tres barcos mercantes vieron “ruedas submarinas fosforescentes”, como bandas luminosas que se movían rápidamente bajo la superficie de las aguas y que irradiaban luz desde un foco central giratorio.
Según una leyenda japonesa, existe bajo el “Mar del Diablo” un reino donde el tiempo se detuvo. En la antigüedad se ha afirmado que se avistaron naves que salían de las profundidades del océano y desaparecían sin dejar rastro. Los habitantes de la zona pensaban que existían dragones que desaparecían las embarcaciones.
Este triángulo despertó el interés mundial científico y naval cuando se observaron que barcos patrulleros, pesqueros y aeronaves se desvanecían sin dejar rastro de las naves ni tripulación.
Tanto en el Triángulo del Dragón como en el de las Bermudas, existe la posibilidad de encontrar criaturas desconocidas y fuerzas insospechadas en las profundidades de estos agujeros negros oceánicos. Otro elemento que tienen en común los dos triángulos concierne a las líneas ágonas (del griego, que significa sin ángulos).
Si bien son invisibles, reflejan una peculiaridad mensurable del campo magnético de la Tierra.Entre los fenómenos reportados en el mar del diablo están la pérdida de barcos y aviones (más que en el triángulo de las Bermudas), numerosos barcos fantasma, y tiempo perdido.
Se dice que el conquistador Kublai Khan trató de abrirse paso en Japón en el año 1200 pero no pudo hacerlo debido a la pérdida de sus buques y la tripulación, siendo estos 40.000 hombres.
En 1853 una “gran esfera azul” se observó en el cielo según varios testigos. La esfera voló durante un largo tiempo antes de caer en el mar. En 1881, según los diarios de abordo de un buque de la Marina Real Inglesa, dijeron haber visto al Holandés Errante, rodeado por una luz misteriosa.
En 1937, Amelia Earhart, la célebre aviadora, envió su último SOS en la zona del Triángulo del Dragón, antes de que su brújula e instrumentos dejaran de funcionar, nunca más se supo de ella.
Este triángulo despertó por primera vez el interés científico y naval en Japón cuando se observó que varios barcos patrulleros y pesqueros comerciales de tonelaje bastante ligero (de hasta 190 toneladas) se habían desvanecido, pocos años después de 1945 en la costa este de Japón.
En los años de paz entre 1952 y 1954 Japón perdió 5 buques militares con un total de tripulación perdida que supera las 700 personas;
En 1955 el gobierno japonés, curioso por saber por qué se perdieron barcos y personal, financiaron un buque de investigación abordado por más de 100 científicos para estudiar el mar del diablo, y finalmente desapareció el buque, por lo que Japón etiquetó el área como zona peligrosa.
Este fue el buque de investigación Kaio Maru N º 5, que partió para obtener información acerca de los buques y tripulantes desaparecidos, y desapareció sin dejar rastro, en un área localizada en el sureste del Japón.
Todos sus tripulantes desaparecieron. En 1960 el batiscafo norteamericano Trieste tocó suelo a 12,000 metros.
Y mientras las autoridades japonesas habían declarado zona de peligro marino, tras el incidente sin precedentes de la nave de la investigación, todos los proyectos para obtener información sobre el misterio fueron abortados por completo.
Este triángulo y once más fueron ya señalados por el investigador y biólogo Iván Sanderson y sus colaboradores de SITU (sociedad para la explicación de lo inexplicable), de Nueva Jersey. Este grupo estaba formado por científicos especializados en distintas disciplinas: geólogos, meteorólogos, físicos, astrónomos, entre otros.
Según ellos, existen en el planeta doce zonas de grandes perturbaciones geomagnéticas. Dos de ellas son los Polos y las restantes son todas marítimas. Se encuentran repartidas muy regularmente: cinco de ellasalrededor del paralelo 30 grados de latitud norte, y otras cinco en el paralelo 30 grados sur. Están separadas por distancias de 72 grados en cuanto a longitud.
Todas ellas son zonas donde los avistamientos de ovnis son frecuentes; en todas ellas se registran extraños fenómenos de distorsión del espacio-tiempo; en todas ellas la brújula se desvía unos cinco grados del Norte magnético; en todas ellas se registran hechos inexplicables y misteriosas desapariciones de barcos y aviones.
¿Por qué se menciona únicamente una de estas zonas, el Triángulo de las Bermudas? Es muy sencillo: esta zona, por su ubicacióngeográfica, es la que registra un mayor tráfico marítimo y aéreo.
Los restantes «triángulos» caen en zonas marítimas de escaso o nulo tráfico marítimo o aéreo. Se señala que estos doce puntos sobre el globo terráqueo, y las líneas que los unen, definen un objeto sólido con quince lados triangulares.
Este objeto sería parecido a un cristal o a una piedra preciosa perfectamente tallada. Para explicar esta extraña disposición podemos plantearnos tres posibilidades: 1-Es un fenómeno natural de rara simetría, cuyo ejemplo más claro lo encontramos en los cristales. 2-Es el establecimiento deliberado de una configuración simétrica por parte de seres inteligentes, con fines que no comprendemos aun. 3-Es una combinación de los dos primeros, o sea el establecimiento de una configuración simétrica por seres inteligentes, aprovechando un fenómeno natural preexistente de naturaleza simétrica.
En la actualidad, a pesar de todo tipo de explicaciones más o menos científicas, incluyendo, raptos, agujeros negros, puertas dimensionales, abducciones, maremotos, olas gigantescas, experimentos militares, fraudes a compañías de seguros, el misterio sobre lo que verdaderamente ocurre allí, permanece sin explicación. En cualquier caso, parece que un número significativo de barcos y aeronaves han desaparecido bajo circunstancias inusuales y resulta escalofriante la coincidencia del alto número de desapariciones en determinadas zonas del planeta, casi siempre sin dejar rastro. La única explicación que nos queda, es que existen misterios que la naturaleza se resiste a revelar o como afirman los teóricos de los antiguos astronautas, una civilización extraterrestre muy avanzada está operando con fuerzas magnéticas en el planeta con fines desconocidos para la especie humana.
RECOPILACION INVESTIGATIVA: ING. REYNALDO PEREZ MONAGAS
Fuente: http://rey55.wordpress.com