¿Quienes eran los dragones de cuera?
Pues en pocas palabras: eran la caballería de frontera del Virreinato de Nueva España –y también exploradores, y pacificadores, y colonizadores, etc…-.
Pues en pocas palabras: eran la caballería de frontera del Virreinato de Nueva España –y también exploradores, y pacificadores, y colonizadores, etc…-.
Y como podréis comprobar los que leáis los libros propuestos aquí, donde estuvieran estos recios soldados que se quiten el 7º y todos los demás regimientos de la caballería de Estados Unidos…
Los Dragones de Cuera eran un cuerpo especial dentro del ejército de la monarquía hispánica que, al igual que los dragones europeos, eran esencialmente una fuerza de caballería, que además estaba preparada para desmontar cuando fuera necesario y convertirse en infantería.
Se crearon como tales a finales del siglo XVI, y desde entonces se les encomendó la custodia de la frontera norte de la Nueva España, que llegó a incluir Texas, Arizona, Nuevo Méjico, gran parte de California y algunas zonas de Colorado, Utah y Nevada.
Además de este cometido, protegían las rutas de comunicación entre Méjico y California y entre Texas y Florida. Su misión era doble, como soldados y como policía, y residían en fortalezas –o Presidios–.
Los presidios generalmente consistían en fortalezas, fuertes o baluartes en forma cuadrada o rectangular con muros de piedra o adobe (o una combinación de ambos).
Siendo de unos 120 metros por lado y diez metros de altura, en algunos casos con pequeños salientes o torreones en sus esquinas para proteger sus flancos.
En su interior se abrió suficiente espacio para albergar caballada, almacén real, capilla y casas para oficiales, soldados y sus familias, formándose a sus alrededores un conglomerado de comerciantes, artesanos y algunos pobladores dedicados a la agricultura que dio origen al binomio presidio-villa.
Imagen idealizada del presidio de Tubac, antecesor del de San Agustín de Tucson.
Red de fortalezas o presidios
Los Dragones de Cuera eran hombres duros de frontera. Iban armados con lanza, adarga –o escudo de cuero-, espada, daga, pistola y mosquete/carabina.
Este abrigo, que al principio cubría también las piernas, no tenía mangas y era muy resistente.
Fabricado con hasta siete capas de cuero, era capaz de parar una flecha india. Inicialmente lo llevaban solo los oficiales y después se incorporó como vestimenta de toda la tropa.
Con el paso de los años los dragones de cuera adaptaron un modelo más ligero que solo cubría el torso a modo de coraza.
Además, el soldado de cuera debía contar con 6 caballos, un potro y una mula, debido a los inmensos territorios que debían controlar. Las banderas y estandartes que utilizaban también llevaban generalmente los cuarteles de Castilla, aunque también utilizaron la Cruz de San Andrés.
Ingresar en los dragones de cuera era voluntario y se firmaban periodos de permanencia de 10 años. En cuanto a su composición, el 50% del ejército era de origen español –criollo fundamentalmente-, y el otro 50% mestizo, mulato, o de procedencia india, incluyendo suboficiales y oficiales. Solo los altos mandos eran europeos –no solo españoles, también italianos, valones, y de otras partes del Imperio-.
La mayor parte de su servicio era un discurrir en soledad por los extensos territorios norteamericanos patrullando entre ranchos y misiones, protegiendo a los pueblos indios aliados, explorando, rastreando actividades hostiles y realizando cartografía.
La larga frontera cubría un vasto territorio que iba desde San Francisco en California hasta San Agustín en Florida, a lo largo 4.000 Km en línea recta, pero que sobre el terreno suponían cerca de 6.000 Km.
Es muy curioso que en su momento de mayor esplendor no sobrepasaron las 3.000 unidades y tenían que defender una frontera de 6.000 km.
Este cuerpo de caballería existió mientras duró el Virreinato, esto es, hasta la independencia de México en 1821.
Algunos de sus componentes siguieron sirviendo en el ejército mexicano tras la creación de este país.
Los territorios de la frontera Norte de Nueva España eran muy variados, alternando montañas y valles profundos con durísimos desiertos; enormes llanuras con pantanos y ríos enormes; estaban habitados además por tribus indias nómadas, en general hostiles, como los Apaches (Lipanes, Chiricahuas y Mescaleros), Comanches, Siouxs, Navajos, Utes, Wichitas, Yumas y Pawnnees.
Cacique apache, por Claudio Linati (1790-1832), del libro Costumes civils, militaires et réligieux du Mexique (Bruselas, 1828).
Algunos hechos de armas destacados de los dragones:
– A mediados de siglo, unos 200 comanches se retiraron abandonando una manada de caballos que habían robado, tras perder 40 hombres en un largo y duro combate cuerpo a cuerpo con una compañía de menos de 50 dragones. Por parte española solo hubo una baja
– La campaña del Río Rojo, en 1759, contra los comanches.
– En 1775, la resistencia de tres dragones contra un numeroso contingente de indios en San Diego -California-.
– El 26 de abril de 1776, un alférez con sus 42 dragones formados en cuadro resistieron durante 5 horas frente a 300 apaches provocando su retirada después de infructusos intentos de romper su formación. Los apaches dejaron 40 bajas.
– En el año 1779 los comanches atacaron Taos repetidas veces. Las autoridades de Nueva España decidieron acabar con el problema y prepararon una fuerte expedición. Concentraron una gran tropa de 600 hombres de los cuales 150 eran Soldados de Cuera, que fueron acompañados por 200 apaches y yutes.
o Al mando de Juan Bautista de Anza partieron de Santa Fe el 15 de Agosto, y persiguieron a los comanches utilizando sus mismas tácticas para poder sorprenderlos. Todo el recorrido se hizo viajando de noche y ocultándose de día, forrando los cascos de sus caballos con trapos para hacer una marcha silenciosa. Después de recorrer casi 1.000 km los alcanzaron en Colorado el 3 de septiembre.
o Encabezados por Cuerno Verde –Tabivo Naritgant-, los comanches les hicieron frente, pero fueron derrotados y el jefe indio cayó en combate; su curioso tocado fue enviado como trofeo al rey de España, que posteriormente lo regaló al Papa, estando hoy depositado en los Museos Vaticanos.
o Esta victoria española tuvo gran repercusión, ya que Cuerno Verde tenía mucho prestigio entre las tribus y se le consideraba muy hábil.
– El 6 de diciembre 1779 una partida de guerra del jefe Quilcho formada por unos 350 guerreros atacó Tucson.
La guarnición estaba al mando del capitán Pedro Allande y Saavedra, el cual, en vez de quedarse al amparo de los muros del Presidio de Tucson, sorprendió a los indios cargando contra ellos con 15 lanceros y derrotándolos e hiriendo al hermano del jefe Quilcho.
La guarnición estaba al mando del capitán Pedro Allande y Saavedra, el cual, en vez de quedarse al amparo de los muros del Presidio de Tucson, sorprendió a los indios cargando contra ellos con 15 lanceros y derrotándolos e hiriendo al hermano del jefe Quilcho.
– El 1 de mayo de 1782, los apaches nuevamente atacaron Tucson, esta vez con 600 guerreros.
La mayor parte de la caballería española estaba fuera del presidio en misiones de patrulla, por lo que los españoles sólo disponían de unos 42 lanceros, 20 dragones de cuera, 10 exploradores indios aliados y 1 pieza de artillería. Fueron suficientes, pues el ataque pudo ser rechazado.
La mayor parte de la caballería española estaba fuera del presidio en misiones de patrulla, por lo que los españoles sólo disponían de unos 42 lanceros, 20 dragones de cuera, 10 exploradores indios aliados y 1 pieza de artillería. Fueron suficientes, pues el ataque pudo ser rechazado.
Con el fin de la Guerra apache y española en 1793 y la firma de la paz, navajos, chiricauas, yumas, los propios apaches y otras tribus comenzaron a convivir y entenderse con los españoles, a comerciar e integrarse, en muchos casos, en los mismos asentamientos.
Los dragones de cuera, en las tierras pacificadas, les fueron encomendadas misiones cada vez más al norte, hasta la frontera rusa de Alaska.
23 agosto, 2019