Todo comenzó cuando llegó al ese entonces pueblo de Salem, Samuel Parris, un reverendo proveniente de las Antillas, junto a su hija Elizabeth de nueve años y su prima Abigail de 12.
Pero no fueron las únicas que llegaron hasta Salem, junto a la familia Parris llegó Tituba, la fiel y eficiente esclava negra que, por sus raíces antillanas, practicaba una serie de ritos como el vudú y la lectura de la suerte. En ese entonces el reverendo Parris no veía que tuviera nada de malo que las niñas jugaran con Tituba, ya que no estaba al tanto de que ésta realizaba prácticas que en ese entonces eran condenadas por la Iglesia Católica.
Pero, de acuerdo a los escritos recopilados de ese tiempo, las niñas comenzaron a tener actitudes extrañas, por ejemplo, rompían a llorar sin motivo aparente, incluso se dice que colocaban en cuatro patas y comenzaban a ladrar como perros.
Lentamente estas conductas erráticas comenzaron a ser pan de cada día en otras jovencitas que se juntaban con Elizabeth y Abigail, por ejemplo, se cuenta que, otra chica llamada Ann Putman, aseguró a sus familiares que había peleado con una bruja, porque ésta la quería decapitar.
Ante esto, William Griggs, el médico de Salem fue llamado para que examinara a estas jóvenes. Sin embargo, fue incapaz de descifrar cuál era el mal que aquejaba a las jovencitas. Fue así que el doctor, al verse superado, determinó de que se trataba de un caso de brujería.
Tras este diagnóstico, el reverendo Parris comenzó a investigar y a hilar situaciones, fue así que descubrió que su hija y su sobrina participaban en los rituales de Tituba e incluso llegó a la curiosa conclusión que el marido de Tituba, elaboraba un pastel de brujas que estaba hecho de harina de centeno y orina de niño.
Luego de estos acontecimientos fue que comenzó la historia más oscura y delirante de Salem: la caza de brujas.
A la caza
Elizabeht, Abigail y sus amigas entraron en pánico y aseguraron que no sólo Tituba las había embrujado, sino que también Sarah Good, una indigente, que según se dice, tenía problemas mentales, y Sarah Osborne, una inválida que convivía con un hombre sin estar casada, algo que para la época era pecaminoso.
Todo esto provocó histeria entre la población, por lo que se realizó una audiencia en marzo de 1693 en donde Tituba confesó que efectivamente era una bruja y que a raíz de un embrujo suyo, un espectro maligno había atacado con un cuchillo a Ann Putman. Pero eso no fue todo lo que dijo en esa ocasión, agregó que un hombre le había entregado un libro en donde aparecían los hombres de todas las brujas que habían en Salem.
Como era de esperarse, sus palabras provocaron aún más histeria en Salem, fue así que tanto Ann Putman como su madre Rebecca Nurse, fueron acusadas de brujas. Más tarde otra mujer llamada Susanna Martin, también fue acusada de bruja ¿la razón? De acuerdo a su vecino, ella había embrujado a sus bueyes. Pero en esta caza histérica de brujas, también hubo hombres que fueron acusados, entre ellos estuvo el reverendo George Burroughs quien fue señalado como jefe de las brujas y más tarde John Alden quien fue identificado como el hombre que le habría entregado a Tituba en libro en donde aparecía todas las brujas de Salem.
En estos juicios que se realizaban, se aceptaba la existencia de fantasmas, espectros malignos y de por supuesto, del diablo. Los acusadores podían ser cualquier persona que pensara que había sido testigo de alguna brujería. Es por esto, que el grupo de niñas que iniciaron esta histeria colectiva, muchas veces señalaba y acusaban a diversas personas.
¿Y cómo hacían que los demás les creyeran? En varias ocasiones, este grupo de adolescentes al divisar a una bruja o a alguien que tuviera algún pacto maligno, se quedaban mudas, paralizadas e incluso hasta se tiraban al piso y se retorcían. Era tal el espectáculo que sus acusaciones de inmediato eran creídas.
Comenzaron a existir tantas personas, especialmente mujeres, acusadas de brujería que se debió crear un tribunal especial que se concentraba en esta caza de brujas y que fue presidido por el juez William Stoughton, un hombre, extremadamente religioso y que no tuvo ningún problema en sentenciar a quienes era acusados de realizar prácticas malévolas.
El horror en Salem
Ahora, el hecho que una persona fuera acusada de bruja implicaba no sólo ser encarcelada, sino que además ejecutada. Y la primera persona que fue ahorcada por bruja fue Bridget Bishop, una mujer extrovertida de 60 años que se había casado tres veces y que, si bien en el juicio aseguró que no sabía lo que era una bruja, finalmente fue ahorcada el 10 de junio de 1692.
Tras su muerte vinieron muchas más tanto de hombres y mujeres, los ahorcados más emblemáticos fueron el reverendo George Burroghs, Alice y Mary Parker (jóvenes que se juntaban con Elizabeth y Abigail), Martha Cory, acusada de enseñarle a Tituba a leer la suerte en una clara de huevo, Giles Cory, ejecutado por intentar defender a su esposa, Martha Carrier, John Williard, George Jacobs, Margaret Scott, Ann Pudeator, entre otros. En total murieron ahorcados 20 personas – 13 mujeres y 7 hombres – 200 fueron apresados 200 más fueron acusados de practicar la brujería. Pero según se dice, esta caza decayó cuando los acusados comenzaron a pertenecer a las clases altas, por lo que el Gobernador de Salem, Williams Pipps, decidió disolver el tribunal especial y dejó de admitir la existencia de espectros como prueba para acusar a alguien de brujo.
Y aunque parezca una burla para las familias afectadas por estas muertes, años más tarde los jurados de estos mismos juicios firmaron una “confesión de error” y suplicaron clemencia por haber condenado a muerte a tantos inocentes.
Pero ¿cómo es que pudo ocurrir todo esto? eso es aún un misterio, sin embargo, hay varias teorías. Una de ellas indica que Salem en ese tiempo estaba atravesando por un período de fanatismo religioso, en donde cualquier cosa extraña era sinónimo de diabólico, otra explicación tiene una base un poquito más lógica y esta es que existía entre las familias colonizadoras muchas rivalidades, por lo que había un complot para destruir a determinadas familias, por su parte, los amantes de los fenómenos paranormales, aseguran que efectivamente habían brujas en Salem.
Por último está la teoría que esto en verdad fue simplemente una forma para someter a las mujeres.
Les contamos a modo de dato, que por más espeluznante que parezca, actualmente el lugar que fue Salem recibe miles de visitas años tras años, incluso es considerado un lugar turístico, especialmente en estas fechas cercanas a Halloween.
Fuente: FC