Todo parece indicar que hay una jerarquía superior que puede poner firmes a las distintas facciones cuando la pelea amenaza el programa general en el que dichas facciones coinciden: el control del mundo.
Cuando estalló la lucha entre el Priorato de Sión y su brazo militar, los Caballeros Templarios, ello condujo a un importante conflicto en los siglos que siguieron. En 1187, los Templarios perdieron el control de Jerusalén frente a los Turcos Sarracenos, se dice que a propósito, y lo que siguió fue un conflicto con sus ex aliados y teóricamente superiores, el Priorato de Sión. Se cree que Leonardo da Vinci escondió mensajes secretos en gran parte de su obra de arte. La mayoría de los especialistas coinciden en que sus obras más famosas, como La Mona Lisa, La Última Cena y La Virgen de las Rocas, contienen claves que parecen apuntar a un secreto histórico que, supuestamente, ha sido custodiado desde 1099 por una sociedad secreta conocida como el Priorato de Sión. Según los propios documentos del Priorato, su historia es larga y complicada.
Sus primeras raíces están en una especie de sociedad hermética llamada Orden de Ormuz. Se sabe que en 1070, veintinueve años antes de la primera cruzada, un grupo de monjes procedentes de Calabria, en la Italia meridional, llegó a las inmediaciones del bosque de las Ardenas, parte de los dominios de Godofredo de Bouillon. Según Gérard de Sede, este grupo de monjes era mandada por un personaje llamado «Ursus», nombre que se relaciona con la estirpe merovingia. Al llegar a las Ardenas, los monjes calabreses obtuvieron el patronazgo de Mathilde de Toscane, duquesa de Lorena, que era tía y madre adoptiva de Godofredo de Bouillon, uno de los principales jefes de la Primera Cruzada. De Mathilde recibieron los monjes una extensión de terreno en Orval, no lejos de Stenay, donde el rey merovingio Dagoberto II había sido asesinado unos quinientos años antes. En dicho terreno construyeron una abadía. Sin embargo, no se quedaron mucho tiempo en Orval. En 1108 ya habían desaparecido misteriosamente, y no se conserva ningún testimonio de su paradero. Cuenta la tradición que volvieron a Calabria. En 1131 Orval era ya uno de los feudos propiedad del monje cisterciense Bernardo de Claraval. Con Bernardo, la orden del Císter se expandió por toda Europa y ocupó el primer plano de la influencia religiosa.
No obstante, es posible que antes de marcharse de Orval los monjes calabreses dejasen una señal crucial en la historia de Occidente. Según Gérard de Sede, entre los monjes se encontraba el hombre al que posteriormente se conocería por el nombre de Pedro el Ermitaño. Si esto es verdad, sería extremadamente significativo, pues a menudo se cree que Pedro el Ermitaño fue el preceptor personal de Godofredo de Bouillon. Y no es esto lo único que le permite aspirar a la fama. En 1095, junto con el papa Urbano II, Pedro se dio a conocer en toda la cristiandad predicando carismáticamente la necesidad de una cruzada, una guerra santa para recuperar el sepulcro de Cristo y Tierra Santa, que estaban en manos de los infieles musulmanes. Hoy día a Pedro el Ermitaño se le considera como uno de los principales instigadores de las cruzadas. Es lícito preguntarse si habría existido alguna continuidad oscura entre los monjes de Orval, Pedro el Ermitaño y el Priorato de Sion. Ciertamente, daba la impresión de que los monjes no eran sólo un grupo de devotos itinerantes. Por el contrario, su llegada colectiva a las Ardenas procedentes de Calabria y su misteriosa desaparición atestiguan la existencia de alguna clase de cohesión, de algún tipo de organización y tal vez de una base permanente en alguna parte. Y si Pedro formaba parte de este grupo de monjes, las predicaciones sobre una cruzada pudieron ser una manifestación, no de un fanatismo rampante, sino de una política calculada. Asimismo, si era el preceptor personal de Godofredo de Bouillon, cabe la posibilidad de que contribuyese a convencer a su alumno para que se embarcase con destino a Tierra Santa. Y puede que cuando los monjes se esfumaron de Orval no volvieran a Calabria, después de todo. Quizá se instalaron en Jerusalén, tal vez en la abadía de Notre Dame de Sion. Durante unos cien años, la Orden del Temple y el Priorato de Sion estuvieron aparentemente unificados bajo una única dirección, aunque se dice que se separaron en el “corte del olmo“, en Gisors, en 1188. Posteriormente la Orden del Temple fue luego destruida, en 1307, por el rey Felipe el Hermoso de Francia. El Priorato de Sión adoptó la cruz roja usada por los Templarios como su emblema. El Priorato también adoptó el título de l’Ordre de la Rose-Cross Veritas (la Orden de la Verdadera Rosacruz). Mientras ambas coexistieron, las dos sociedades secretas aceptaron operar independientemente. Pero el Priorato de Sión quería la riqueza templaria, que creía le pertenecía y, probablemente, se apoyó en el rey Merovingio de Francia, Felipe IV, para alcanzar sus objetivos.
Felipe IV de Francia, llamado el Hermoso (1268 – 1314), fue rey de Francia y de Navarra. Miembro de la dinastía de los Capetos, fue el segundo hijo del rey Felipe III el Atrevido y de su primera esposa Isabel de Aragón. Tuvo como preceptor a Guillermo de Ercuis, antiguo capellán de su padre en su juventud. Tanto sus enemigos como sus admiradores lo apodaban “El Rey de Mármol” o “El Rey de Hierro“. Destacó por su personalidad rígida y severa. Uno de sus más acérrimos opositores, el obispo de Pamiers, Bernard Saisset, dijo de él: «No es un hombre ni una bestia. Es una estatua». El Papa Bonifacio VIII lo trató de «falsificador». La muerte de su hermano mayor, Luis, envenenado a los 11 años de edad (1276), lo convirtió en el heredero de su padre, al que sucedió a su muerte (1285). Fue un rey piadoso, aficionado a la caza y orgulloso de la grandeza de su linaje (promovió la canonización de su abuelo Luis IX de Francia). Supo rodearse de consejeros competentes que compartieran sus ideas y, gracias a ello, fortaleció el poder central del rey de Francia, tanto nacional como internacionalmente. Entre sus consejeros, cabe destacar la figura de Enguerrand de Marigny. Esa política hizo evolucionar a la Monarquía. Fortaleció la Corona, sobre todo en el aspecto financiero, con la institución de un tribunal de cuentas y la sustitución de las prestaciones militares personales de los vasallos por impuestos en dinero destinados a contratar mercenarios. La expulsión de los judíos en 1306 respondió también a móviles económicos. En cuanto a su título de Rey de Navarra, al morir en 1305 su esposa Juana, pasó el título al hijo de ambos, Luis I de Navarra. Para sanear las finanzas del reino de Francia, compró el Quercy a los ingleses por un pago de 3.000 libras. Atacó injustamente a quienes tenían dinero, lo que implicó a los religiosos de la Iglesia Católica, los lombardos, los judíos y los templarios. Para obtener el paso del ejército francés, a fin de evacuar la Guyena, Felipe prometió a su hermana, Margarita de Francia, en matrimonio al rey Eduardo I de Inglaterra. Después, comprometió a su propia hija Isabel de Francia, con el heredero inglés resultante de la primera unión, el futuro rey Eduardo II de Inglaterra. Desde el principio del reinado de Felipe el Hermoso se habían producido conflictos entre los señores eclesiásticos y los oficiales reales por el ejercicio de todo tipo de derechos sobre los hombres y las tierras, que en general se resolvieron en favor de la jurisdicción real, a pesar de las protestas de los obispos y del Papa.
El nuevo Papa Bonifacio VIII, elegido el día de Nochebuena de 1294, se propuso hacer valer suplenitudo potestatis sobre los reyes y en 1296 promulgó la epístola decretal o bula Clericis laicos,en la que prohibía a los soberanos cualquier exacción fiscal sobre el clero sin autorización pontificia, bajo pena de excomunión. La bula papal provocó un breve período de tensión con el rey Felipe que pronto se solucionó mediante un compromiso. Bonifacio VIII, que entonces tenía otras preocupaciones, como los conflictos con la Corona de Aragón en Sicilia y con los Colonna, se encontraba en la penuria y cedió pronto. Las bulas Romana mater y Etsi de statu hicieron que el rey ganara la causa. Este último documento contenía una renuncia formal a las pretensiones emitidas en la epístola decretal Clericis laicos, en defensa de los bienes eclesiásticos contra la arbitrariedad de los reyes. A finales del verano de 1301 la detención del obispo de Pamiers, Bernard Saisset, por orden del rey y bajo la acusación de traición, desencadena un gravísimo conflicto con el Papa Bonifacio VIII. La detención constituía una clara violación de los privilegios eclesiásticos, ya que únicamente el Papa podía juzgar a un obispo. El motivo inmediato del arresto fue forzar una solución del conflicto por la jurisdicción de Pamiers, que enfrentaba al Conde de Foix, que tenía el apoyo del rey, y a la Iglesia, que contaba con la intervención del Papa, que había puesto esa diócesis bajo su protección directa. Sin embargo el objetivo último tenía mucho más calado pues pretendía arrancar a Bonifacio VIII el reconocimiento de la jurisdicción suprema del rey sobre todos sus súbditos, incluidos los miembros de la alta jerarquía eclesiástica. Es decir, un reconocimiento de la superioridad absoluta del rey sobre el Papa en el interior de su reino. El 24 de octubre en Senlis, ante Felipe y su consejo, se presentaron los cargos contra el obispo, cuya gravedad, según el rey, justificaban su intervención. Saisset habría intentado arrastrar al conde de Foix en un complot dirigido al levantamiento del Languedoc contra el rey; y además habría difundido una falsa profecía de San Luis, anterior rey de Francia, según la cual la dinastía de los Capetos perderían el reino bajo el reinado de su nieto.
Sin embargo, las actas del proceso no muestran ninguna prueba que acrediten esas acusaciones. Unos días más tarde, el consejero real Guillermo de Nogaret envía una carta a Bonifacio VIII para justificar la actuación del rey. Y en ella amplía la acusación de traidor a la de hereje. De esta manera, un rebelde contra el rey se convertía también en rebelde contra Dios. Este texto es de una gran importancia histórica. Es en efecto el primero donde se manifiesta la transformación religiosa del poder real. Nogaret declaraba, en nombre de Felipe el Hermoso y dirigiéndose a Bonifacio VIII, un principio inédito y lleno de consecuencias: Lo que es cometido contra Dios, contra la fe o contra la Iglesia romana, el rey lo considera cometido contra él. El reino se convierte en un cuerpo místico cuya cabeza, es decir el rey, esta investida de todos los poderes para preservar la unidad de la fe. Felipe intentó obtener el desafuero por parte del Papa, pero Bonifacio, en la bula Ausculta fili, reprueba al rey francés por no haber tomado en cuenta otra bula, la Clericis laicos sobre los impuestos a los clérigos, y por no obedecer al obispo de Roma. En Francia, la bula fue quemada, y en lugar de la Ausculta Fili circuló inmediatamente una bula falsificada. Bonifacio VIII convoca a los obispos franceses a Roma para juzgar al rey Felipe, culpable de unos abusos inauditos contra la Iglesia. Felipe responde en 1302 acusando de herejía al papa ante la reunión de los representantes del clero y de la nobleza. El rey, en palabras de Nogaret, se había convertido en el “ángel de Dios” enviado para actuar en su nombre. Esta concepción “pontifical” del poder del rey volverá a aparecer amplificada en 1307 en el proceso contra los Templarios, durante el cual Felipe es definido como “ministro de Dios” y “campeón de la fe” al que incumbe “la defensa de la Iglesia“, de la cual el rey debía “rendir cuentas a Dios“. Bonifacio VIII, mediante la bula Unam Sanctam, declaró, por el contrario, la supremacía del poder espiritual sobre el poder temporal y, por esta vía, la superioridad del Papa sobre los reyes, siendo estos últimos responsables ante el jefe de la Iglesia. De hecho, intentó instaurar una teocracia occidental. Con el apoyo de la población y de los eclesiásticos, el rey envió a su consejero, el caballero Guillermo de Nogaret, con una pequeña escolta armada a Italia, al objeto de arrestar al Papa y de hacerlo juzgar por un Concilio. Nogaret se reunió con un enemigo personal de Bonifacio VIII, Sciarra Colonna, miembro de la nobleza romana, quien le señaló que el Papa se refugiaba en Anagni, en Italia. Nogaret y Colonna llegaron a Anagni y encontraron al Papa solo en la gran sala del palacio episcopal, abandonado por sus partidarios.
El anciano de 68 años estaba sentado sobre un escaño alto, vestido como de ceremonia y no reaccionó a la irrupción de la tropa armada. Al ver aproximarse a Guillermo de Nogaret y a Sciarra Colonna, inclinó levemente la cabeza y declaró:” He aquí mi cabeza, he aquí mi tiara: moriré, es cierto, pero moriré siendo Papa“. Guillermo de Nogaret retrocedió, impresionado, mientras que Sciarra Colonna, en su odio hacia Bonifacio VIII, avanzó insolentemente y le dio un cachetazo con su manopla de hierro. Con la violencia del golpe, el anciano cayó estrepitosamente de su trono. Poco después, la población de la ciudad, avergonzada de haber abandonado al Papa, se dirigió al palacio y detuvo a los franceses. Pero era demasiado tarde: la violencia de la que había sido víctima, había quebrantado definitivamente la razón de Bonifacio VIII. El Papa murió un mes más tarde sin reconocer a sus parientes y rehusando la extremaunción. Este episodio se denominó el «atentado de Anagni» y ocurrió en el año 1302. Este enorme escándalo salpicó a Felipe el Hermoso. Pero quedó claro que era mejor no oponerse al rey de Francia. La muerte de Bonifacio VIII permitió a Felipe IV hacer elegir a Papas franceses (Benedicto XI en 1303 y Clemente V en 1305). El rey encontró, además, en el Papa Clemente V a una personalidad más maleable. Así que, entre otras cosas, le pidió la supresión de la Orden del Temple, en 1307, tras un juicio de siete años al que estuvieron sometidos cerca de quince mil hombres, entre ellos el Gran Maestre, Jacques de Molay, que junto con otros dos templarios, fue llevado a la hoguera en la isla de los Judíos por supuesta herejía. El 13 de octubre de 1307, los templarios fueron llevados a prisión, por orden del rey Felipe, después de haberlos torturado para que admitieran su herejía. El Gran Maestre de la orden, Jacques de Molay, pereció en la hoguera en París en el año 1314. Felipe IV mantuvo un interés expansivo hacia el este, hacia las regiones de habla francesa al este del río Saona. El conde Otón IV de Borgoña pidió ayuda al rey francés para sacudirse de los lazos con el Imperio que los reyes Rodolfo I de Habsburgo y Adolfo de Nassau. El 2 de marzo de 1295, el rey francés obtuvo un tratado con el conde de Borgoña, por el que se acordaba el compromiso matrimonial de Juana, hija del conde de Borgoña, con un hijo del rey de Francia, que sería Felipe el Largo, y aportaría como dote el condado de Borgoña.
La guerra civil comenzó en el condado. El dinero francés consiguió que el rey alemán rompiese su alianza con Inglaterra. El rey Felipe IV de Francia intervino en el condado y en 1297 asumió el control del territorio. En abril de 1314, meses antes de la muerte de Felipe el Hermoso, explotó un gran escándalo: Margarita de Borgoña, esposa de Luis X de Francia, ya rey de Navarra, y Blanca de Borgoña, mujer del futuro Carlos IV de Francia, fueron denunciadas por Isabel de Francia, hija de Felipe el Hermoso y reina de Inglaterra. Las nueras del rey habrían engañado a sus maridos con los hermanos Felipe de Aunay y Gauthier de Aunay, ambos caballeros del palacio real. Las implicaciones políticas fueron tan graves que el castigo que se les dio fue ejemplar. Los dos amantes fueron juzgados y condenados, siendo ejecutados en la plaza pública de Pontoise. Margarita de Borgoña fue condenada a llevar el cabello rapado y conducida en un carro cubierto de sábanas negras hacia Château-Gaillard. Ocupó una celda abierta a los vientos en la cima del torreón, donde murió en 1315. Blanca de Borgoña también fue rapada, pero se benefició de un “tratamiento favorable“, en comparación con el de su prima Margarita, debido a que era la mujer del hijo menor, pero no del futuro rey de Francia. La encerraron bajo tierra por siete años y luego obtuvo la autorización de tomar el hábito de religiosa. Se convirtió en reina de Francia en prisión el 21 de febrero hasta que su matrimonio fue anulado el 19 de mayo por el Papa Juan XXII. La condesa Juana de Borgoña, hermana de Blanca, esposa del futuro rey de Francia Felipe V, fue encerrada en Dourdan como cómplice por haber guardado secreto sobre los amoríos. Apoyada por su madre, Mahaut de Artois, se reconcilió con su marido, cuando este ya era el rey Felipe V, y se convirtió en reina de Francia en 1317. Felipe el Hermoso murió tras un accidente de caza el 29 de noviembre de 1314 en Fontainebleau. Sus restos fueron enterrados en la basílica de Saint-Denis. A petición propia, su corazón fue llevado al monasterio de Poissy junto con la Gran Cruz de los Templarios. Su sepultura, como la de otros príncipes y dignatarios que reposaban en ese lugar, fue profanada por los revolucionarios en 1793. Le sucedió su hijo Luis X de Francia, llamado “Luis el Obstinado”. Felipe IV transformó un estado feudal en una monarquía absolutista, en la que la voluntad del rey se imponía a todos. Instauró un impuesto nacional sobre todo el reino francés. Igualmente, extendió el territorio del reino con la anexión de Lille, después de la firma del tratado de Athis-sur-Orge. Sus contemporáneos lo juzgaron como poseedor de una extraña expresión facial, pues su mirada era fija y no parpadeaba durante mucho tiempo. Se decía que su rara belleza y su físico “parecían una viva imagen de la grandeza y majestad de los Reyes de Francia“.
Tal como ya hemos indicado, Felipe el Hermoso conspiró contra dos Papas hasta que encontró a un Papa que obedeciera sus órdenes. El primero en sufrir las intrigas de Felipe fue el Papa Bonifacio VIII, que murió. Luego ordenó envenenar al Papa Benedicto XI. Ello le permitió instalar en el trono papal al Arzobispo de Burdeos, que se convirtió en el Papa Clemente V. Su primera decisión fue mover la sede papal a Aviñón, causando un cisma en la Iglesia Católica Romana durante 68 años. Habiendo establecido a su propio Papa, Felipe movió su atención hacia los Caballeros Templarios. Codiciaba su riqueza, odiaba su poder y era miembro del Priorato de Sión. Los Templarios perdieron gran parte de su influencia con la iglesia después de 1291, cuando los sarracenos derrotaron a los defensores cristianos y los expulsaron de Tierra Santa. Felipe, confabulado con el Papa Clemente V, se dispuso a destruir los Templarios. En 1306 había arrestado a numerosos judíos en Francia, a los que echó del país y se apropió de todas sus propiedades. Planeó entonces una operación secreta para que todos los Templarios en Francia fueran arrestados al amanecer del viernes 13 de octubre de 1307. Muchos Templarios fueron arrestados, incluyendo su Gran Maestre Jacques de Molay, y fueron sometidos a tortura por parte de la Inquisición. Pero hay pruebas claras de que muchos Templarios conocían el plan y escaparon a tiempo. Los documentos que detallaban sus reglas y rituales fueron retirados o destruidos antes de las incursiones y cuando fueron abiertas las bóvedas de las oficinas centrales templarias en París, la vasta fortuna que Felipe tanto codiciaba había desaparecido. Felipe y el Papa Clemente V presionaron a otros monarcas para que arrestaran a los Templarios, pero esto no era fácil. En la región alemana y después francesa de Lorena, el duque apoyaba a los Templarios y en otras partes de Alemania los Templarios se fueron sin ser perseguidos. Otros cambiaron su nombre de Caballeros Templarios y continuaron bajo otra apariencia. Algunos se unieron a la orden de San Juan de Jerusalén (Malta) o la Orden Teutónica. Mientras oficialmente estas órdenes estaban desconectadas, en sus niveles superiores eran la misma organización. Eduardo II, el rey inglés, hizo todo lo posible para hacer caso omiso de la orden papal de arrestar a los Templarios y, cuando fue presionado, fue tan indulgente con ellos como fue posible. Escocia e Irlanda hicieron lo mismo. Al final, sin embargo, los Inquisidores llegaron y los Templarios que pudieron dejaron Inglaterra e Irlanda. Pero Escocia fue un caso diferente.
La flota templaria escapó de Francia a tiempo, desde La Rochelle, y se llevaron su tesoro. Hay, sin embargo, la posibilidad de que Felipe el Hermoso fuese engañado por el Priorato de Sión, que había organizado que la flota inglesa interceptase las embarcaciones templarias en fuga. Los Templarios huyeron hacia Escocia, Portugal, y muy probablemente, el Continente Americano, ya que, antes de Colón, sabían que ese continente existía porque tenían acceso a conocimientos antiguos y sabían que los fenicios habían estado en el Continente Americano miles de años antes. La elección de Escocia era obvia por muchas razones. Los Sinclair estaban ahí y también los otros herederos de la Hermandad de Babilonia, que llegaron con los fenicios originales o más tarde vinieron desde Bélgica y Francia para asentarse allí. La cabeza de una de estas familias, Robert the Bruce, estaba en guerra con los ingleses por el control de Escocia y fue excomulgado por el Papa. Esto significaba que la orden papal de destruir a los Templarios no era aplicable en las áreas controladas por Bruce. Por esta razón fue hacia allí donde muchos Templarios se dirigieron después de la purga en Francia. Navegaron alrededor de la costa oeste de Irlanda para atracar en la costa noroeste de Escocia, entre Islay, Jura y el Mull of Kintyre. A lo largo de esta costa han sido encontradas muchas tumbas y reliquias templarias, en lugares como Kilmory y Kilmartin. Los Templarios también se instalaron en la región llamada Dalnada, ahora Argyll, e iban a tener una participación crucial en la batalla más famosa en la historia escocesa. Roberto I Bruce (Robert the Bruce) (1274 – 1329), fue rey de Escocia de 1306 a 1329. Noble escocés, era hijo de Roberto VII Bruce, tataranieto del rey David I, y de Marjorie, Condesa de Carrick e hija de Niall, Conde de Carrick. Por lo tanto, Bruce heredó de su madre el Condado de Carrick y de su padre un linaje real que le daría derecho al trono de Escocia. Aunque se conoce su fecha de nacimiento, el lugar de su nacimiento es incierto. Muy poco se sabe de su juventud. Pudo haber sido enviado a educarse con una familia local, como era la costumbre. Podemos presumir que Bruce dominaba el francés gálico, el normando y el latín. Aunque no hay pruebas directas, es muy probable que también supiera inglés. En 1292, la Corona de Escocia fue cedida a su pariente lejano, Juan de Baliol. Bruce lo consideró injusto. A su juicio, se impidió que la rama de su familia tomara el lugar que les correspondía en el trono de Escocia. Poco después, su abuelo, Roberto V Bruce, Señor de Annandale, cedió su señorío a Roberto VII Bruce, el padre de Bruce. Roberto VII ya había cedido el Condado de Carrick a Roberto Bruce, su hijo, el día de la muerte de su esposa en 1292, con lo que Roberto Bruce, Señor de Carrick, y su padre se unieron a la causa de Eduardo I de Inglaterra contra Baliol. En 1295, Roberto se casó en primeras nupcias con Isabella de la Mar, hija de Domhnall I, Conde de Mar, y de su esposa Helen.
En agosto de 1296, Bruce y su padre juraron lealtad a Eduardo I de Inglaterra en Berwick-upon-Tweed. Pero el joven Roberto se sumaría a la rebelión escocesa contra el Rey Eduardo al año siguiente. Ese mismo año su esposa, Isabella de la Mar, murió tras dar a luz a su hija, Marjorie Bruce. Cuando William Wallace renunció como Guardián de Escocia, después de la batalla de Falkirk, fue sucedido por Roberto Bruce y John Comyn, pero no pudieron superar sus diferencias personales del pasado, ya que este último era sobrino de Juan de Baliol. En 1299, William Lamberton, Obispo de St Andrews, fue nombrado tercer guardián, neutral, para tratar de mantener la paz entre Bruce y Comyn. Al año siguiente, Bruce dimitió como Guardián y fue sustituido por Sir Gilbert, Señor de Umfraville. En mayo de 1301, Gilbert de Umfraville, así como Comyn y Lamberton, también dimitieron como guardianes y fueron reemplazados por Sir John de Soules como único Guardián. Soules fue nombrado en gran medida porque no era partidario de Bruce ni de Comyn. En julio, el rey Eduardo I inició su sexta campaña en Escocia, aunque infligió poco daño a los escoceses. En enero de 1302 se acordó una tregua de nueve meses. Hubo rumores de que Juan de Baliol volvería a recuperar el trono de Escocia. Soules apoyó su regreso como Rey, al igual que la mayoría de los demás nobles, pero si esto se producía llevaría a Bruce a perder toda posibilidad de ganar el trono. En 1302 Bruce se casó en segundas nupcias con Isabel de Burgh, hija de Richard de Burgh, Conde de Ulster. Mientras Inglaterra y Escocia acordaban varios tratados, William Wallace fue finalmente capturado cerca de Glasgow y ejecutado el 23 de agosto de 1305. La ambición de Bruce al trono podía verse frustrada en favor de John Comyn, que había sido mucho más firme en su oposición a Inglaterra. John Comyn era el más poderoso noble de Escocia y se relacionó con los nobles más pudientes de ambos países. También podía apelar a otros argumentos para reclamar el trono de Escocia, como su ascendencia celta de la antigua monarquía y el hecho de ser el sobrino de John Balliol. Para neutralizar esta amenaza, Bruce le invitó a una reunión en virtud de una tregua en Dumfries el 10 de febrero de 1306. Bruce atacó a Comyn ante el altar mayor de la iglesia del monasterio Greyfriars y huyó. Al ser informado de que Comyn había sobrevivido a su ataque, dos de los seguidores de Bruce, Roger de Kirkpatrick y John Lindsay, volvieron a la iglesia y mataron a Comyn. Bruce fue excomulgado por este crimen, que condujo finalmente a la excomunión de los Barones que le habían apoyado y, a continuación, a la excomunión de todo el país.
Al darse cuenta de que la “suerte estaba echada” y que no tenía más alternativas que convertirse en Rey o en fugitivo, Bruce afirmó su pretensión a la corona escocesa. Fue coronado como Roberto I en Scone, cerca de Perth, el 27 de marzo, por Isabella MacDuff, condesa de Buchan. Aunque ya era Rey, Bruce todavía no tenía un Reino, y sus esfuerzos por obtenerlo no dieron fruto hasta después de la muerte del rey Eduardo I. En junio de 1306, Bruce fue derrotado en la Batalla de Methven y, en agosto, fue sorprendido en Strathfillan, donde se había refugiado. Las damas de su familia fueron enviadas a Kildrummy en enero de 1307. Bruce, casi sin seguidores, huyó a la isla de Rathlin frente a la costa septentrional de Irlanda. Las fuerzas del rey Eduardo I marcharon de nuevo al norte durante la primavera. Bruce fue capturado en un santuario en Tain y su hermano Niall fue ejecutado. Pero el 7 de julio, el rey Eduardo I murió, dejando a su débil hijo Eduardo II de Inglaterra en el trono. Bruce y sus seguidores escoceses regresaron a la península, en febrero, en dos grupos. Uno, dirigido por él mismo y por su hermano Edward, inició una guerra de guerrillas en el suroeste de Escocia. El otro, al mando de los hermanos Alexander y Thomas, actuaron un poco más al sur, en Loch Ryan, pero pronto fueron capturados y ejecutados. En abril, Bruce obtuvo una pequeña victoria sobre los ingleses en la Batalla de Glen Trool, antes de derrotar a Aymer de Valence, conde de Pembroke, en la Batalla de Loudoun Hill. En marzo de 1309, Roberto celebró su primer Parlamento en St Andrews, y al año siguiente el clero de Escocia reconoció a Bruce como Rey en un consejo general. El apoyo que le dio la Iglesia a pesar de su excomunión tuvo gran importancia política. En la primavera de 1314, el hermano de Bruce sitió el castillo de Stirling. Con la batalla de Bannockburn, Bruce garantizó la independencia escocesa. Liberada de las amenazas inglesas, Escocia envió tropas para invadir el norte de Inglaterra y lanzó incursiones en Lancashire y Yorkshire. Roberto Bruce murió el 7 de junio de 1329 en Cardross. Se cree que había sufrido durante algunos años la lepra, al igual que lo había hecho su padre. Tras su muerte, sus compañeros de armas, encabezados por sir James Douglas, quisieron cumplir su deseo de que su corazón reposara en el Santo Sepulcro de Jerusalén, en Tierra Santa. Los caballeros escoceses pasaron por España llevando su corazón embalsamado en una pequeña urna de plata. En la batalla de Teba en la que participaron, Douglas, que llevaba el corazón de su rey colgado al cuello, al verse irremediablemente rodeado de enemigos, lo lanzó para ponerlo a salvo de los mismos exclamando: «Ahora muéstranos el camino, ya que venciste, y yo te seguiré o moriré».
Tras ser capturados tanto su cuerpo como el corazón, el rey musulmán Muhammed IV fue advertido de que el último pertenecía al rey de Escocia, y se los envió a Alfonso XI de Castilla. Tanto el corazón como el cuerpo fueron llevados de vuelta a Escocia, siendo inhumados en la abadía de Melrose. El rey Roberto Bruce es considerado como una figura de gran relevancia para algunas obediencias masónicas, que lo vinculan al origen de la francmasonería, a través de la supervivencia de los Caballeros Templarios. Hasta el momento, dicha hipótesis no se ha podido demostrar históricamente, aunque crónicas medievales, tanto escocesas como inglesas, afirman que 432 templarios participaron con el rey Roberto I Bruce en la batalla de Bannockburn. Antes de que los Templarios llegaran desde Francia, la campaña en contra de los ingleses de Roberto el Bruce había sido desastrosa. Fue forzado a pedir refugio en las montañas de Perthshire y después en Argyll. Desde allí fue hacia Kintyre y el norte de Irlanda. Bruce tenía conexiones muy cercanas con el Ulster y poseía tierra allí. El título de Bruce, el Conde de Carrick, puede ser visto en varios lugares en esta parte de Irlanda, incluyendo Carrickfergus. Las gente del Ulster tienen antiguas relaciones políticas y de sangre con los escoceses, particularmente de la costa oeste de Escocia. En los disturbios en Ulster hasta la actualidad están implicados los irlandeses católicos y los escoceses e irlandeses protestantes, que emigraron desde Escocia al Ulster. Con el apoyo de familias nobles irlandesas, Bruce regresó a Escocia en 1307, el año de la purga templaria en Francia, y pronto se encontró luchando contra un nuevo rey inglés, cuando Eduardo II reemplazó a Eduardo I. La campaña de Bruce adquirió impulso gracias al apoyo y las armas de los Templarios que huían de Francia, y culminó en la batalla de Bannockburn, cerca de Stirling Castle, el día de Juan Bautista, también día de Nimrod, monarca mítico de Mesopotamia, el 24 de Junio de 1314. Los escoceses derrotaron a los ingleses cuando una fuerza de jinetes desconocidos llegó para ayudar a las filas escocesas. Por alguna razón, nunca explicada, los ingleses entraron en pánico al ver estos refuerzos. Este grupo desconocido tenían que ser los Caballeros Templarios, los guerreros tan temidos durante las cruzadas, que ahora se habían reagrupado en Escocia. La victoria en Bannockburn aseguraría la independencia de Escocia durante los siguientes 289 años y entre aquellos que pelearon con Bruce ese día estaba Sir William St Clair de Rosslyn. Cuando Bruce murió en 1329, la dinastía de empezó Stuart, los Estuardo.
En Francia, durante la época merovingia, nombraban Mayordomos Reales para asistir al monarca. De la misma manera, desde la época del Rey David I, Escocia tenía un sistema similar. Fueron llamados Royal Stewards (Mayordomos Reales) y estos puestos se hicieron hereditarios. El nombre evolucionó a Stewart y, posteriormente derivó en los Stuart. Otra vez, como con los merovingios, los mayordomos reales hereditarios al final se convirtieron la línea real ellos mismos. Esto vino después de que la hija de Bruce se casó con Walter el Mayordomo (o Stewart). A la muerte de Bruce, el primer hijo de esta unión se convirtió en Roberto II de Escocia. La línea Estuardo tenía su primer rey. Una derivación de los oficialmente disueltos Caballeros Templarios fue la Order of the Garter, la Orden de la Jarretera, orden de caballería creada por Eduardo III en 1348 y todavía dirigida por los monarcas británicos. Se dice que son herederos de la Hermandad de Babilonia y la orden está dedicada a Semíramis, reina de la antigua Asiria y Babilonia, y a la diosa sumeria Ninkharsag. Bajo el reinado de Eduardo III tuvieron lugar reuniones de la orden en el Castillo de Windsor, alrededor de una mesa modelada según la de la leyenda del Rey Arturo. El Castillo de Windsor está construido sobre un antiguo y muy poderoso vórtice de energía sagrado. El nombre de Eduardo III era Windsor y cuando la familia real actual decidió cambiar su nombre alemán por uno inglés durante la Primera Guerra Mundial, escogieron Windsor, en honor al hombre que fundó esta orden de la Hermandad. La insignia de la Orden de la Jarretera es un collar enjoyado con rosas rojas, alternándose con 26 nudos de oro representando a 26 caballeros, en dos grupos de 13. Órdenes similares aparecieron en Francia, como la Orden de la Estrella, la Orden del Vellón Dorado, y la Orden de San Miguel. Los francmasones son los herederos de los Caballeros Templarios. Y el Priorato de Sión, bajo otro nombre, así como los Jesuitas, están basados en la misma estructura que los Templarios y con los mismos objetivos. Los Jesuitas y los Caballeros de Malta son sociedades secretas que utilizan conocimientos esotéricos mientras externamente afirman ser católicos. Están haciendo lo mismo que hicieron los Templarios durante la época de las Cruzadas. Juntos, con los niveles más altos de la Masonería, controlan el Vaticano, el Papa y la Iglesia Católica Romana. En otras palabras, controlan los movimientos esotéricos y la Iglesia, que condena estos movimientos. Una prueba de ello se obtuvo después de la purga papal contra los Templarios. En 1312, todas las tierras y propiedades poseídas por los Templarios fueron dadas por el Papa a sus supuesto rivales, los Caballeros Hospitalarios de San Juan, después llamados los Caballeros de Rodas y actualmente losCaballeros de Malta, en su rama católica, y los Caballeros de San Juan, en su rama protestante.
Los Caballeros de Malta y los Caballeros de San Juan eran partes de un todo, como eran, y son, los Caballeros Teutónicos. Todos estaban involucrados en las mismas actividades, incluyendo la banca, y usaron los mismos métodos para conseguir sus metas. Por más de 200 años, hasta la mitad del siglo XVI, los Hospitalarios y los Templarios estuvieron unidos en una orden conjunta, y muchas tierras y propiedades templarias no fueron absorbidas por los Caballeros Hospitalarios. Los Templarios restauraron su influencia en Francia bajo el título de la Guardia Escocesa a mediados del siglo XV. Cuando Roberto I Bruce fue nombrado rey indiscutido de Escocia, firmó un pacto con Carlos IV de Francia, renovando lo que era conocido como la Alianza de Auld. Esto no fue ninguna sorpresa, dado que los linajes que controlaron Escocia, incluyendo Bruce y los Sinclairs, vinieron de Francia y Flandes. En 1445, Carlos VII formó el primer ejército permanente en Europa desde la época de los Templarios y, de hecho, eran los Templarios. Orgullosa del lugar que ocupaban en el ejército de Carlos estaba la Compañía Escocesa , que estaba en todos los desfiles. Aún más poderosa e influyente, sin embargo, era la selecta Guardia Escocesa, que estaba constituida por 33 hombres. Éste es un número esotérico muy importante, que se manifestaría otra vez en los 33 grados del Rito Escocés de la Masonería. La Guardia Escocesaestaba allí para proteger al rey e incluso algunos de ellos dormían en su dormitorio. Cuando laGuardia Escocesa incrementaba el número de efectivos, ello se efectuaba en múltiplos de 13, de acuerdo con leyes numerológicas esotéricas y un número clave para los Caballeros Templarios. Los comandantes de la Guardia Escocesa eran automáticamente miembros de una sociedad secreta llamada la Orden de San Miguel, que posteriormente fundó una rama en Escocia. La Guardia Escocesa, o antiguos Templarios, ha demostrado ser experta en la técnica de la infiltración. Se infiltraron y se apoderaron de la administración de Francia como consejeros. Carlos era su marioneta y los miembros de esta élite de la Guardia Escocesa incluían nombres importantes, como Sinclair, Stuart, Hamilton, Hay, Montgomery, Cunningham, Cockburn y Seton. Éstos eran las familias que vinieron a Escocia desde Francia y Flandes y de las que se podía rastrear sus orígenes hasta la antigua sumeria de los Anunnaki. Se apoderaron de Escocia y establecieron su influencia en Francia. La Guardia Escocesa era una fachada para el despliegue del programa templario. Los Templarios resurgirían bajo el Rito Escocés de la Masonería.
Otra conexión importante era la Casa de Lorena, dinastía de la nobleza europea, fundada en el siglo XI por los condes de Metz y los condes de Alsacia. El Duque de Lorena, conocido como René d’Anjou, nació en 1408. Se hizo Gran Maestre del Priorato de Sión y operó bajo la orientación de su tío, Louis Cardenal de Bar, hasta que llegó a la edad de 20 años. Su larga lista de títulos incluía la de Conde de Provenza, en la región de Rennes le Chateau, Conde de Guise, Duque de Anjou, Rey de Hungría, Rey de Nápoles y Sicilia, Rey de Aragón, Valencia, Mallorca y Cerdeña, y el de Rey de Jerusalén, un título simbólico. Este último título es muy importante para la Hermandad de Babilonia. Una de las hijas de René d’Anjou se casó con Enrique VI de Inglaterra en 1445, que participó en la Guerra de las Dos Rosas, en que la rosa roja de Enrique de Lancaster se enfrentó con la rosa blanca de York. Durante el reinado de Enrique VI, las grandes familias se enfrentaron entre sí, y en 1455 estalló la llamada Guerra de las Dos Rosas, justificándose en los ataques de locura que padecía el rey desde 1453 y a los intentos de la reina Margarita de ejercer la regencia, y a la que consideraban como una intrusa en el ámbito inglés. René d’Anjou tenía múltiples conexiones y era una figura clave de la Hermandad de Babilonia. Entre los personajes famosos con los que estaba conectado, figuran Cristóbal Colón y Juana de Arco. Juana de Arco nació como un súbdito de René d’Anjou en el ducado de Bar. De acuerdo con la Historia oficial, en 1429 anunció su “misión divina” para salvar Francia de los invasores ingleses y asegurar que Carlos se hiciera rey de Francia, como Carlos VII. Pidió una audiencia con el suegro y el tío abuelo de René d’Anjou y cuando la reunión tuvo lugar, René, estaba presente. Para cumplir su misión, dijo, de acuerdo con el relato oficial, que ella necesitaba a René, un caballo, y: “algunos buenos hombres para llevarme a Francia“. Los historiadores sugieren que René d’Anjou salió con Juana para reunirse con Carlos y que estaba al lado de ella en sus batallas victoriosas contra de los ingleses. Su paradero no puede ser explicado entre los años 1429 y 1431, los mismos años en que Juana de Arco estaba en la cumbre de su actividad militar. Finalmente Juana fue quemada en la hoguera por la Inquisición, que la condenó como bruja. Pero quién estaba realmente detrás de esa campaña militar era René d’Anjou. La historia de Juana de Arco, basada en la leyenda de la Virgen de Lorena, simplemente era una manera conveniente de esconder las intenciones verdaderas.
Fue René d’Anjou quien diseñó la cruz con dos barras horizontales, que se hizo conocida como la Cruz de Lorena. El símbolo esta cruz doble fue después utilizado por la Iglesia Católica. René d’Anjou estaba familiarizado con movimientos esotéricos y era un estudioso de las leyendas del rey Arturo y del Santo Grial. A través de sus conexiones en Italia trabó relación con la Nobleza Negra y otras familias aristocráticas. La Nobleza Negra estaba constituida por las familias oligárquicas de Venecia y Génova, Italia, que en el siglo XII tenía derechos comerciales privilegiados o monopolios. La primera de las tres cruzadas, desde 1063 hasta 1123, estableció el poder de la Nobleza Negra veneciana y solidificó el poder de la clase gobernante rica. La Nobleza Negra logra un control completo sobre Venecia en 1171, cuando el nombramiento del Duque fue trasladado a lo que se conoce como el Gran Consejo, compuesto por miembros de la aristocracia comercial, entre los que se cuenta la célebre familia Medici. Venecia se ha mantenido en sus manos desde entonces, pero el poder y la influencia de la Nobleza Negra veneciana se extiende mucho más allá de sus fronteras, y hoy se sitúa en cada rincón del planeta. Hay que recordar que nuestro sistema bancario se originó en Italia. René d’Anjou influyó en el surgimiento del Renacimiento, cuando los antiguos conocimientos de Egipto y Grecia fueron traducidos a lenguas europeas. En la corte de René d’Anjou estaba un astrólogo llamado Jean de Saint – Remy, que era abuelo de uno de los astrólogos más famosos de todos los tiempos: Nostradamus. Esto cobra sentido cuando se sabe que, en el siglo XVI, Nostradamus estaba estrechamente conectado con la Casa de Lorena y, la Casa de Guise. El nombre real de Nostradamus era Michel de Notre Dame (Miguel de Nuestra Señora). El escritor e investigador francés, Gerard de Sede (1921 – 2004), afirmó que Nostradamus era un agente de las Casas de Lorena y Guise, y que estaba utilizando su puesto como astrólogo en la corte francesa para poderla manipular. Gerard de Sede sugiere, además, que muchas de las predicciones o cuartetas de Nostradamus no eran tanto predicciones como mensajes y simbolismo de eventos. Dice que Nostradamus pasó mucho tiempo en Lorena, siendo entrenado antes de que entrara en la corte real. Durante este período le fue dado acceso a un antiguo libro sobre el que se basó todo su trabajo. Se trataba del De Misteris Egiptorum. No es ninguna sorpresa que fuera un brillante astrólogo, ya que sabía lo que pocos privilegiados conocían. Gerard de Sede también afirma, sorprendentemente, que el linaje merovingio es de origen extraterrestre.
Durante los siglos XVI y XVII se desplegaron una serie de eventos dentro del programa de la Hermandad de Babilonia. La influencia de las redes esotéricas había continuado expandiéndose y ahora era posible empezar la fase de la toma del poder global. René d’Anjou era uno de los personajes clave del Renacimiento que, a través de sus muchos contactos en Italia y particularmente Florencia, ayudó a organizar la traducción, publicación y distribución de antiguas obras griegas, egipcias y gnósticas, incluyendo obras de Platón y Pitágoras. Esto transformó el arte y cultura entre las clases privilegiadas de Europa y el poder de la Iglesia estaba más amenazado que nunca antes. También enroló a muchas personas influyentes en la creciente red de sociedades secretas. La presión sobre la Iglesia se incrementó todavía más mediante la publicación de los Manifiestos Rosacruces, en 1614, que se dice fueron publicados por un grupo secreto de iniciados en Alemania y Francia. Prometían transformar el mundo mediante conocimientos esotéricos y presagiaban una nueva era de libertad religiosa y política. La Iglesia Católica y el extinto Imperio Romano fueron condenados. La orden de la Rosa Cruz o Rosacruces, sin embargo, no era ninguna novedad. Fue fundada, aparentemente en el siglo XV a.C. Los Rosacruces están relacionados con la Corte Real del Dragón en el antiguo Egipto. Los investigadores creen que los Manifiestos Rosacruces fueron escritos por Johann Valentin Andrea, Gran Maestre del Priorato de Sión. Otra voz muy influyente en el pensamiento rosacruz fue Robert Fludd, que también fue Gran Maestre del Priorato de Sión. Uno de los hombres más importantes de esta época fue el rosacruz Francis Bacon. Su influencia era enorme. Fue Gran Maestre de los Rosacruces en Inglaterra, una organización básica en la creación de la Masonería. Francis Bacon fue el padre de la ciencia moderna y el posible autor de las obras atribuidas a Shakespeare. Era también un miembro de una sociedad secreta llamada la Orden del Casco, dedicada a la adoración de la diosa de la sabiduría, Palas Atenea, representada con un casco y sujetando una lanza. Investigadores como Manly P. Hall tienen pocas dudas de que Bacon nació de una unión entre la reina Isabel (Elizabeth) I, la “Reina Virgen“, y su amante Robert Dudley, Conde de Leicester. Fue criado por Nicholas y Anne Bacon y se convertiría en el hombre más influyente del país, con el título de vizconde de St Albans y su papel de Presidente de la Cámara de los Lores de Inglaterra. Si Bacon fue hijo de la Reina Elizabeth, ello explicaría su rápido ascenso en la política y las sociedades secretas.
Francis Bacon trabajó en secreto en algunos lugares escondidos, entre otros el Inns of Court, centro de la abogacía controlada por la Hermandad, que está ubicado en anteriores tierras templarias, llamadas Temple Bar, en Londres. En un tiempo de conflictos, la Hermandad de Babilonia trató de utilizar la Iglesia como un medio para extender la guerra y el caos. Uno de sus portavoces fue Martín Lutero, miembro de sociedades secretas alemanas y un rosacruz. Su sello personal era una rosa y una cruz. En 1517, este catedrático de teología en la universidad de Wittenberg expuso una lista 95 quejas contra el Vaticano, por vender bulas por dinero a fin de construir la iglesia de San Pedro. Lutero fue excomulgado, pero quemó el decreto y creó su propia Iglesia Luterana. El protestantismo había comenzado y el conflicto se extendió por toda Europa cuando protestantes y católicos fueron a la guerra para defender sus ideas. Martín Lutero odiaba la investigación librepensadora. Escribió: “Maldito sea el amor en el abismo del infierno, si es mantenido al daño de la fe. Es mejor que los tiranos deban pecar cien veces contra las personas a que las personas deban pecar una vez contra los tiranos. Los asnos quieren ser azotados, la muchedumbre ser gobernada por la fuerza“. Un francés, conocido como Juan Calvino, también produjo su versión del protestantismo, el Calvinismo. Creó un movimiento puritano que fue muy influyente en la ocupación europea de América del Norte. La Iglesia Protestante llegó a Inglaterra porque el Rey Enrique VIII quería a un hijo y heredero, y su primera esposa, Catalina de Aragón, habían tenido sólo una hija. Quería divorciarse de ella, pero el Papa Clemente VII se negó a autorizarlo. En aquel momento Enrique era un católico comprometido, por lo menos en público, y el Papa le había otorgado el título de Defensor de la Fe. Enrique, muy molesto por la negativa del Papa a autorizar su divorcio, ordenó al Parlamento crear una Iglesia de Inglaterra, independiente de Roma. Se nombró la cabeza de la nueva iglesia en el Acta de Supremacía de 1534 y desencadenó una purga sangrienta contra los católicos. Enrique fue sucedido por su único hijo, Eduardo, pero murió a la edad de 15 años, por lo que fue sucedido por la hija de Enrique, María. Era una católica incondicional que se ganó el título deBloody Mary (“Sangrienta María“) por su purga de protestantes. María había afianzado el trono ejecutando a su rival, Lady Jane Grey, “la reina de seis días“. Con la muerte de María vino el legendario reinado de Elizabeth I (Isabel I), hija de Enrique VIII y Ana Bolena. Elizabeth ejecutó a su rival, la reina María de Escocia, de la Casa de Stuart (Estuardo), y Elizabeth procedió a restaurar la Iglesia de Inglaterra con ella como cabeza. Ordenó una purga contra católicos que, en este caso, iba a valerle el título de “Sangrienta Elizabeth“. Fue en este ambiente que Francis Bacon surgió como un muy alto iniciado en conocimientos secretos.
El sucesor de Elizabeth fue James I, el rey escocés que unió la monarquía inglesa y escocesa cuando fue coronado en 1603 como el primer rey de ambos países. Fue Bacon, con Robert Fludd, Gran Maestre del Priorato de Sión, que supervisó la traducción de la versión del Rey James de la Biblia. Bacon también retiró los dos libros de los Macabeos que, significativamente, eran hostiles hacia la sociedad secreta llamada los Nazarenos, relacionada con la Hermandad de Babilonia en la época del mítico Jesús. Bacon también ha sido llamado el padre de la ciencia moderna, ciencia que se ha concentrado básicamente en el nivel físico de la existencia. Es curioso que Bacon apoyara esta versión de la ciencia cuando era un iniciado avanzado en los conocimientos secretos. Es todavía más significativo si pensamos que otros padres de la ciencia moderna, como Isaac Newton y Robert Boyle, eran también iniciados avanzados como Grandes Maestres del Priorato de Sión. Tenemos, pues, a Bacon, un iniciado en los conocimientos secretos, involucrado, vía los Rosacruces y otras sociedades, en la división de la iglesia Cristiana, la escritura de una Biblia cristiana, y la creación de la ciencia moderna, que desafiaba muchos de los principios básicos del Cristianismo. Aparentemente estaba jugando a dos bandas. Una gran masacre se extendió a través de toda Europa como consecuencia de las guerras entre protestantes y católicos, mientras que, al mismo tiempo, ambas religiones estaban siendo desafiadas por el nuevo dogma científico. También fue bajo la influencia de Bacon y otros magos esotéricos, como John Dee y Sir Francis Walsingham, que fueron creadas redes de espías en toda Europa, destacando la Inteligencia Británica. La Inteligencia Británica fue creada por los herederos de la Hermandad Babilónica. Y los servicios de Inteligencia británicos crearían después los servicios de inteligencia estadounidenses y redes similares por todo el Imperio Británico en expansión. La CIA fue creada por miembros de élite de la Inteligencia Británica durante la presidencia del francmasón de grado 33, Harry S. Truman, el hombre que ordenó oficialmente el bombardeo atómico sobre Japón. Los organismos de inteligencia del mundo, en sus niveles más altos, son sociedades secretas trabajando para el mismo programa de control mundial.
Las Islas Británicas se destacaron durante los siglos XVI al XVIII por su hegemonía marítima. La idea de lanzarse la conquista de los mares fue de un hombre llamado John Dee. Con él se inicia el misterio del papiro Voynich. Pero, ¿quién era John Dee? Vale la pena detenerse un buen rato en explicar quien fue este extraordinario y enigmático personaje. Es importante conocer la personalidad de John Dee para poderlo relacionar con el papiro Voynich. Solo su vida y obras ya merecen todo un artículo. Para ello debemos adentrarnos en un terreno esotérico y mágico. John Dee nació el 13 de julio de 1527, en una casa de Mortlake, en Inglaterra. Sus padres se percataron enseguida de que era un niño superdotado y comenzó a estudiar astrología y magia astral. Desde la edad de 15 años, gracias a su excepcional naturaleza estudiosa, siguió las clases del Saint-John College de la Universidad de Cambridge, devorando con avidez el tratado de astrología de Robert Fludd. El resultado no se hizo esperar: y se convirtió, a pesar de su juventud, en un excelente astrólogo. Continuó con entusiasmo sus estudios en ese colegio hasta 1545, año en que se graduó con las mejores calificaciones. Estuvo tan obsesionado por sus estudios que solo dedicaba 4 horas al sueño cada noche, Estudió la “Kabbala”, en particular “De Arte Cabalistica” de John Reuchlin, pero fue con el descubrimiento de la magistral obra de Cornelius Agrippa de Nettesheim “De Occulta Philosophia”, publicada en Amberes en 1530, cuando John Dee se convirtió en un maestro de la magia. Gracias a las enseñanzas de Agrippa, Dee aprendió que los estrechos lazos que unen las diferentes ciencias herméticas son las matemáticas, pues Agrippa afirmaba en su obra que: “las doctrinas matemáticas son tales que presentan una necesaria afinidad con la magia, y aquellos que enseñan esta última sin ellas van por un camino erróneo, obran en vano y nunca obtendrán el efecto deseado“. El gran mago, antiguo profesor de la Universidad de Lovaina, exponía una teoría de los números operando en los 3 mundos, “el natural o elemental, donde el mago opera por la magia natural, el mundo celestial o medio, donde el mago opera por la magia matemática, y el mundo super celestial, donde opera por las configuraciones numéricas“. Existe sin embargo, un 4º volumen apócrifo donde el mago opera mediante la magia negra. Aquellas teorías revelaron a Dee lo que concebía desde hacía un tiempo: la concentración en el estudio de las matemáticas, llave de todas las ciencias, que incluía necesariamente la operación gracias a los números en la configuración de los ángeles y de los demonios.
Fue, sin problema alguno, que John pudo seguir profundizando en sus estudios. En 1546, fue nombrado primer alumno del Trinity College. Sus lecturas cotidianas consistían en obras de Ramon Llull, Paracelso, Homero, entre muchos otros. Paulatinamente, John Dee acumuló gran saber y constató que la enseñanza oficial ya no podía aportarle más, pensando que solo los viajes y los encuentros interesantes enriquecerían sus conocimientos. Fue una auténtica sorpresa que decidiera entonces interrumpir sus brillantes estudios. Aquel año escolar debía clausurarse con una obra de teatro de Aristófanes llamada “La Paz“, y se pidió a Dee que escenificara la obra. Fue entonces cuando se le ocurrió construir una pequeña maravilla mecánica cuya técnica era totalmente desconocida en Inglaterra: los espectadores vieron elevarse, durante la representación, un enorme insecto plateado movido por hilos invisibles y un mecanismo secreto que nadie pudo averiguar. Aquel alucinante insecto, llevaba encima, a horcajadas, a un hombre de carne y hueso. Después de aquella aparición, considerada diabólica, Dee escapó por los pelos de una acusación de brujería en toda regla, y aprovechó para responder a una invitación hecha por el célebre astrónomo y geógrafo Gerardus Mercator, que le convidaba a venir a la Universidad de Lovaina, fuente inagotable del saber de la época. Llegado a Lovaina en 1548, se encontró de inmediato con numerosos acólitos del célebre Cornelius Agrippa, mago que había dedicado toda su vida a trabajar en la Gran Obra de la Alquimia y que afirmó haber conseguido materializar apariciones de demonios, declaraciones que alentaron a Dee en sus estudios sobre las ciencias herméticas y los rituales mágicos. En adelante, se consagró a sus viajes y a ir al encuentro de numerosas personas que podían ayudarle a evolucionar. Decidió no acabar su rectorado y, sin embargo, se convirtió en un excelente cartógrafo y un alquimista de renombre y, para colmo, encontró tiempo suficiente para escribir 4 libros en el espacio de tres años, de los cuales dos eran en latín. Sus prolíficos estudios le valieron la invitación de volver a su tierra natal, en la corte del rey Eduardo VI quien le concedió los rectorados de Upton-Upon Severn, en el condado de Worcester y el de Long Leadenham, en el condado de Lincoln. Además, el rey le acordó una pensión a cambio de un servicio cuya naturaleza permanece aún en el misterio, pero que se sospecha que estuvo ligada a la práctica de la magia.
Al acceder al trono María I de Inglaterra, llamada María la Sanguinaria (en inglés, Bloody Mary), hermana del fallecido Eduardo VI y esposa del muy católico Felipe II de España, el viento giró en su contra ya que el anatema cayó sobre todo estudiante de matemáticas y artes mágicas, siendo ambas disciplinas consideradas como heréticas en aquella época. De poco escapó Dee a una acusación de brujería contra la reina, ya que se decía que la había embrujado. Consiguió convencer al tenebroso arzobispo Bonneur de su inocencia, lo que le permitió escapar de la acusación de herejía, aunque de todos modos no escapó de verse encarcelado durante un tiempo. Propuso trabajar como asistente de un inquisidor, lo que le permitió recuperar numerosos pergaminos y obras requisadas en los domicilios de los acusados. Acumuló en su casa de Mortlake, una impresionante biblioteca que reunía las obras completas de los mayores filósofos y ocultistas conocidos. Y mientras su fama de brujo creció y a la muerte de María I se convirtió en el principal astrólogo y mago de la reina Elizabeth I (Isabel I). Y la nueva soberana le tuvo en tal aprecio que Dee se convirtió en el oráculo consultado para tomar las más importantes decisiones del reino. Isabel rendía a menudo visita a Dee en su casa de Mortlake, donde éste iba acumulando toda suerte de objetos insólitos destinados a sus estudios y a sus invocaciones mágicas. En el curso de una estancia en Amberes, Dee descubre un manuscrito (todavía incompleto en aquel periodo), que acrecentará aún más su preferencia por las ciencias ocultas. Ese famoso documento escrito por el abad Trithema, llevaba el título de “la Estenografía“. Trataba de criptografía y ofrecía esa descripción: “los ángeles de los dos primeros libros, pueden ciertamente ser interpretados como medios de codificar el texto, pero aquellos que descubrimos en el tercero, no parecen permitir similar interpretación, es pues probable que las partes supuestamente escritas con códigos, no estén allí más que para esconder el verdadero objetivo de proceder a la invocación de los ángeles que gobiernan las regiones de la tierra; la segunda parte trata de aquellos que gobiernan el tiempo, la última concierne la manera de invocar a los ángeles superiores“. He aquí, ciertamente, una obra que influenció a Dee a lo largo de su vida. Se dice que Dee solo necesitó siete días para redactar su obra magna “La Mónada Jeroglífica“, libro cuya interpretación fue controvertida y que daría, entre otros, el medio de comunicar a distancia o de influir sobre el espíritu de las gentes. Tenía 51 años cuando la reina Isabel le presenta a su futura esposa, de la cual llegaría a tener 5 hijos. Se llamaba Jane Fromond. Llevando por fin una vida apacible en el cuadro familiar, consagró todas sus energías y sus estudios en la búsqueda de la piedra filosofal, al menos durante unos años.
El año 1582 marcó la vida de John Dee con dos acontecimientos que cambiarían su existencia. En noviembre, se afirma que vio aparecer al Angel Uriel, apodado el “Angel Verde“. Ese acontecimiento inspiró a Gustav Meyrink para su novela “el Angel en la ventana de Occidente”. Se dice que le entregó una piedra negra, pulida, convexa, cuya singularidad era la de darle la oportunidad de conversar con seres que se encontraban en otro plano de existencia. Bastaba con fijarla con la mirada, intensamente, y los seres aparecían en la superficie de la roca y predecían el futuro. La piedra se encuentra actualmente expuesta en el British Museum. En ese mismo momento, aparece en la vida de John un extraño compañero de estudios, un hombre que se llamaba Edward Kelly Talbot, ese mismo Kelly del cual un tal Alaister Crowley afirmó ser su reencarnación. John Dee andaba buscando a un buen médium para sus trabajos y, desde la primera sesión, Kelly tuvo la visión del Angel Uriel que le reveló su sello secreto, así como las instrucciones para fabricar dos talismanes de la más alta importancia: el Sigilium Aeifmeth (el Sello Divino de la Verdad), y la Tabula Sancta (la Tabla Santa). El Sigilium Aeifmeth era un pentáculo complicado de cera roja, mientras que la Tabula Sancta debía ser fabricada con maderas preciosas, ornamentada con letras enoquianas y con los 7 sellos planetarios. Los dos talismanes eran empleados simultáneamente para invocar a los espíritus. Algún tiempo después, el Angel Michaël se les apareció con el fin de darles sus instrucciones en cuanto a la fabricación de un anillo mágico de oro con el sello idéntico al del rey Salomón , que había recibido para llevar a cabo sus milagros. Uriel regresó con el fin de comunicarles una serie de cuadrados mágicos, así como las 21 letras del alfabeto enoquiano. El arcángel les dictó también un voluminoso manuscrito titulado Liber Logoeth, que sirvió para formar las célebres tabletas enoquianas elementarias. Una aparición importante, fue también la de un espíritu niño, un medio elfo de cabellos rubios llamado Madimi. Fue a partir de entonces, que Dee empezó a anotar en un gran libro, llamado Libri Mysteriorum, todas las sesiones de invocaciones. Pusieron en pie un sistema mágico, revelando la existencia de los espacios paralelos conteniendo las jerarquías de las entidades que se pueden asimilar a los ángeles y a los demonios del dogma judeo-cristiano. Fue en el British Museum que MacGregor Mathers redescubrió los documentos y readaptó las prácticas y las ceremonias de la Golden Dawn, pero fue Crowley quien desveló públicamente la magia enoquiana. Las cosas se precipitaron a partir de aquella época. Dee estaba convencido de la veracidad de los mensajes de su médium, y fue sobre sus consejos que empezó con dudosas prácticas de magia. Se les vio errantes en los cementerios, con el fin de practicar sus rituales.
Para colmo, inquietos por sus problemas económicos, decidieron viajar con sus respectivas esposas y con los hijos de John. Se les vio en numerosos sitios: en Venecia, en Bohemia, en Praga, en Polonia, dónde fueron invitados por el Príncipe Laski. La influencia satánica de Kelly se hizo cada vez más importante en los trabajos de Dee, y el escándalo no tardó en llegar, provocando su huída. Dee aprovechó la ocasión para separarse de su médium y, arruinado, volvió a Inglaterra, donde Isabel I le ayudará una última vez, nombrándole para un cargo en el Christ College de Manchester. En 1604, su esposa Jane falleció tras una penosa enfermedad. Solo, volvió a su casa de Mortlake pero acuciado por nuevos problemas económicos tuvo que ir vendiendo por lotes su impresionante biblioteca, lo que no le impidió permanecer en la esperanza de encontrar a otro médium que le ayudara en sus investigaciones. El Angel Gabriel se le apareció en el mes de diciembre, anunciándole que pronto iría a descansar cerca del Emperador de los Emperadores. El 22 de diciembre de 1608, se encontró su cadáver a orillas del río de su casa de Mortlake. Una vez más, la profecía se había cumplido. John Dee dedicó gran parte de su vida a recorrer el mundo y coleccionar extraños escritos, que, por lo general, eran de papiros muy antiguos. Nunca se supo de dónde los sacaba, o quién se los conseguía. Durante el reinado de Enrique VIII, el duque de Northumberland se dedicó a quitar de circulación todo escrito cuyo contenido fuese poco claro o tocase el tema de la brujería. Para ello requisó todos los monasterios del reino, que eran los lugares por excelencia donde se guardaban semejantes obras. El duque era amigo de John Dee y en una oportunidad, realizando requisas, encontró en una pequeña abadía del Condado de Essex un manuscrito cuyas páginas semejaban papiro. El texto estaba escrito en forma cifrada y había sido copiado del original (según rezaba el Prólogo) por Roger Bacon, considerado el gran mago de su siglo. El Prólogo decía lo siguiente: “Esta es copia fiel del original que se encuentra guardado bajo las montañas que corren sobre la costa Oeste de un lejano lugar situado en el extremo sur del planeta“. Teniendo en cuenta que el copista del manuscrito era Roger Bacon, que había nacido en 1214 y dejado de existir en 1294, queda bien claro que aún no se había descubierto América. Y sin embargo, de acuerdo a la mención del Prólogo, ese “lejano lugar” que tiene una cadena montañosa que corre sobre su límite Oeste, sería la Cordillera de los Andes, sería un país del extremo Sur de América.
Como ya se ha dicho, el Duque de Northunberland y John Dee eran amigos. Cuando el primero encontró en Essex el manuscrito de Roger Bacon, después de leer el Prólogo y ver que las páginas interiores estaban escritas de forma cifrada, recordó que John Dee era aficionado a coleccionar papeles extraños y se lo regaló. John Dee trató de descifrarlo, pero no pudo. Sólo logró establecer que la primera parte del escrito decía que ese libro contenía “los secretos de los mundos olvidados y subyacentes“. En 1586 John Dee regala al emperador Rodolfo II, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, el famoso libro-papiro. A partir de 1666 el misterioso documento pasa de mano en mano y recorre el mundo gratuitamente, aunque nadie logra descifrarlo. Hasta que en 1962 llega a Estados Unidos y se encuentra a la venta hasta nuestros días. Su valor sobrepasa el millón de dólares. Un tal Kraus, alemán residente en Nueva York, es quien lo tiene, esperando un posible comprador. La historia del manuscrito, denominado en la actualidad Documento Voynich, es la siguiente: Luego de la desaparición de Dee en 1608, nadie se ocupa del Documento Voynich hasta el año 1666, en que el doctor Marcue Marci, rector de la Universidad de Praga, envía el escrito al jesuita Kircher, experto en criptografía y codificación, para su interpretación. Fue inútil, no logró desentrañar el misterio. Luego se pierde el rastro del documento hasta 1914, en que se lo vuelve a encontrar en el pueblo de Frascatti, Italia, como propiedad de unos jesuitas que tenían un convento allí. El famoso e indescifrable escrito tomará el nombre que actualmente lleva: Voynich, a causa de que el editorialista, W. Voynich, es quien compra a estos jesuitas el extraño documento y se lo lleva a Estados Unidos. En 1916, un caballero de los tantos que habían sido consultados con la finalidad de descifrar el documento, el señor Adolph Cyrus Roidingereht, pide poder hacerlo, pues uno de sus antepasados había sido amigo de Roger Bacon y regaló a su pariente una guía de traducción de un código secreto que utilizaban los habitantes protohistóricos del extremo Sur del planeta y que actualmente obraba en su poder por derecho de legado. Al poner el señor Roidingereht manos a la obra descubre que el libro hablaba de una civilización desaparecida cuyos integrantes eran seres de no más de un metro de altura, y que dominaban la fuerza de gravedad, que poseían máquinas que les permitían horadar la roca construyendo grandes ciudades subterráneas y que intercomunicaban con el resto del planeta por debajo de la Tierra; inclusive nombra una máquina llamada “Nilotrosa“. Asimismo muestra un mapa celeste de un sector desconocido del firmamento donde aparentemente figuran dos lunas y dos soles.
Tal como ya hemos indicado, John Dee era el astrólogo de la Reina, además de un Gran Maestre Rosacruz, un mago negro, y un agente secreto de la nueva red de inteligencia británica. Parece haber tenido una copia del Libro de Enoc. Y junto al vidente Edward Kelley desarrollaron un lenguaje escrito que llamaron “escritura Enoquiana” a partir de las comunicaciones con unos supuestos ángeles. Dee firmaba sus informes como 007,- el mismo código que James Bond, cuyas historias fueron escritas por un agente del siglo XX de esta misma Inteligencia Británica, Ian Fleming, un amigo del mago negro, Aleister Crowley. Dee viajó por toda Europa recogiendo información y dinamizando las redes. Uno de los sitios más frecuentados por Dee era Bohemia, en dónde mantenía una estrecha relación con el Emperador Rodolfo II, de la dinastía de Habsburgo, que también era ocultista. Dee estaba entre los personajes influyentes que estaban organizando una política de expansionismo británico de lo que sería el Imperio Británico. Tal como ya hemos dicho, mientras estaba en Praga, Dee dio al Emperador Rodolfo II un manuscrito ilustrado escrito en clave y afirmando ser el trabajo de Roger Bacon, el monje Franciscano del siglo XIII que perturbó a las autoridades de la iglesia con sus opiniones e ideas. Éstas incluían profecías sobre el microscopio, telescopio, automóvil, submarino, avión y la creencia de que la tierra era una esfera y no plana. Los mejores descifradores de claves disponibles para los servicios de inteligencia de Estados Unidos en la Primera y Segunda Guerras Mundiales trataron de descifrar lo que llamaron: “el manuscrito más misterioso del mundo“, pero ninguno de ellos pudo hacerlo. William Romaine Newbold, un catedrático en la Universidad de Pennsylvania, afirmó haberlo descifrado parcialmente en 1921. Dijo que en parte del texto leyó: “En un espejo cóncavo, vi una estrella en forma de un caracol entre el ombligo de Pegaso, el cinto de Andrómeda, y la cabeza de Casiopea“. En este círculo de John Dee y Francis Bacon estaban todas las figuras importantes de la sociedad de la reina Isabel, incluyendo a Sir Walter Raleigh.
Los rituales y los símbolos de la Masonería pueden ser rastreados hasta el antiguo Egipto y aún hasta tiempos más remotos . Sus conocimientos de geometría, números y forma sagrados, se remontan a antes del último cataclismo de la Atlántida. La más famosas de las fraternidades antiguas de artesanos fue el de los Arquitectos Dionisiacos. Esta organización secreta fue formada exclusivamente de iniciados en el culto a Baco-Dionisos y fue adscrito a la ciencia de la construcción y el arte de decoración de Templos y Edificios Públicos. Eran los guardianes de un conocimiento secreto y sagrado en arquitectura, y a sus miembros les fueron confiados el diseño y la construcción de edificios religiosos y públicos , así como de monumentos. La excelencia superlativa de su obra elevó a los miembros del gremio a una posición de una dignidad superior. Los Arquitectos Dionisiacos salvaguardaban los secretos de su arte, por lo que sólo existen textos completos en algunas logias masónicas. Se afirma que Salomón los empleó en la construcción de su templo y palacios. También fueron empleados en la construcción del Templo de Diana. De ellos, indudablemente, surgieron las organizaciones masónicas de la Edad Media. Los Arquitectos Dionisiacos estaban relacionados con una sociedad secreta llamada los Jonios, que eran aparentemente las personas que encargaron el Templo de Diana. Bajo otros nombres, los Arquitectos Dionisiacos y los iniciados de la escuela de misteriosFrater Salomonis también construyeron grandes catedrales cristianas financiadas por los Caballeros Templarios. Podemos ver muchos emblemas rosacruces y masónicos en las esculturas de diversas catedrales, como la de Notre Dame, en París. Los Arquitectos Dionisiaco se dividieron en comunidades dirigidas por Maestres, como la Masonería actual, y se instalaron en Israel donde algunos investigadores los conectan con los Esenios, la secta que produjo los Rollos del Mar Muerto. Baco, o Dionisio, eran dos nombres para la misma deidad. Se les representaba como un símbolo del Sol y se decía que había nacido de una virgen un 25 de diciembre. La fundación de la leyenda masónica se centra en la construcción del simbólico templo del Rey Salomón, en Jerusalén, realizada por Hiram Abiff. La creación de la Masonería conectó los Rosacruces y los Templarios en Inglaterra, representados por Francis Bacon, con la historia de los Templarios después de su llegada desde Francia en la época de Felipe el Hermoso, así como su regreso a Francia como la Guardia Escocesa. La Masonería también conecta con el Priorato de Sión. El personaje que representaba estas conexiones era James VI de Escocia, que sucedió a Isabel I y se convirtió en James I de Inglaterra y Escocia.
James I era el único hijo de la reina María de Escocia. El linaje de Estuardo, con sus conexiones con los Merovingios, estaba ahora en el trono de Inglaterra y Escocia. Bajo el patrocinio de James I, los conocimientos de los escoceses y Templarios y los conocimientos de los Rosacruces de Francis Bacon pudieron fusionarse y unirse bajo el nombre de Masonería. Así se pudieron unir a los conocimientos de la Casa de Lorena, relacionada también con el Rey James. Uno de sus primeros actos como Rey James I de Inglaterra y Escocia fue otorgar un título de caballero a Francis Bacon, y James I lo nombraría después Guardián del Gran Sello y, en 1618, Lord Canciller. Después Bacon fue enjuiciado por cargos de corrupción y retirado de la vida pública oficial. James I empleó a Bacon para editar la versión del Rey James de la Biblia e inició una condena cruel de brujas y magos, aquellos que usaban y comunicaban conocimientos esotéricos. Se embarcó en una masacre, matando a miles de ellos e incluso escribió un libro que explicaba cómo debían ser identificados y tratados. La jerarquía de los grupos que detentan el poder no quieren poner el conocimiento a disposición del pueblo, ya que quieren acapararlo y usarlo para ganar más poder a escala mundial. Saben que conocimiento es poder, así que la última cosa que su jerarquía quiere es una población informada. A lo largo de Europa, los supuestos magos y las brujas eran encarcelados, torturados y quemados por orden de personas como el Rey James y Martín Lutero. Pero curiosamente usaban los mismos conocimientos que los magos y brujas condenados. Unas 250.000 personas fueron asesinados por ser magos y brujas, 30.000 de ellos sólo en las Islas Británicas. El movimiento Masónico iba a hacerse una suerte de coordinador de las distintas sociedades de la red de la Hermandad de Babilonia. William Wynn Westcott, fundador de la Orden Hermética de la Golden Dawn, sabía el trasfondo verdadero de la Masonería debido a sus conexiones con el movimiento clandestino esotérico. Escribió que los francmasones surgen de los esenios, los levitas judíos, las escuelas de misterios antiguas de Egipto y Grecia, y los Rosacruces. La Historia oficial nos dice que la Masonería surgió de las logias de mamposteros de la piedra que trabajaron en las grandes iglesias y catedrales, y que eran los artesanos con conocimientos de geometría sagrada. De hecho habían tenido una conexión cercana a los Caballeros Templarios desde la construcción de las catedrales Góticas. Pero en la época de Enrique VIII, su trabajo estaba en decadencia. Lejos de construir más catedrales, Enrique VII empezó a saquear los monasterios y las fraternidades, hermandades y gremios.
Para sobrevivir, los gremios masónicos empezaron a abrir sus puertas a personas de clases profesionales, a hombres de negocios, comerciantes, terratenientes y aristócratas. Se había convertido en la francmasonería y los recién llegados se apoderaron de la organización. Lo que ocurrió, en verdad, es que la Hermandad de Babilónica creó su propia estructura de iniciación para pasar los conocimientos secretos a unos pocos elegidos. Los gremios de mamposteros eran sólo la cobertura oficial. La masonería realmente surgió en Escocia, entre las familias del linaje de la Hermandad de Babilonia, especialmente los St Clair / Sinclairs. Estaban basados en Rosslyn, en una región rica en tradición templaria. La Capilla Rosslyn (Rosslyn Chapel), originalmente Capilla de San Mateo, es una iglesia de mediados del siglo XV situada en el pueblo de Roslin, Midlothian, Escocia. La capilla fue fundada por Guillermo Saintclair, el 1º Conde de Caithness, también llamado “Sainteclaire/Saintclair/Sinclair/St. Clair“, del clan Sinclair, una familia noble escocesa descendiente de caballeros Normandos. La Capilla Rosslyn es el tercer lugar de culto en Roslin. En primer lugar se encontraría en el castillo y en segundo lugar lo que actualmente es el cementerio de Roslin. Tras la Reforma Escocesa en 1560, el culto católico en la capilla llegó a su fin, aunque los Sinclair continuaron siendo formalmente católicos romanos hasta el siglo XVIII. A partir de ese momento la capilla se cerró al culto público hasta 1861, cuando se abrió de nuevo como lugar de culto de acuerdo con los ritos de la Iglesia Episcopal Escocesa. Algunos han dicho que las excavaciones realizadas en el siglo XIX sugieren que la capilla existente fuera parte de una estructura mucho más grande, el edificio cuya construcción fue detenida cuando Guillermo Sinclair murió. Sin embargo, Robert Lomas y Cristóbal Knight creen que la pared oeste de la Capilla es en realidad un modelo del Muro de las Lamentaciones en Jerusalén y parte de la estructura según el diseño, más bien que pruebas de otra etapa del edificio, que habría hecho el sitio sobre el tamaño de una Catedral. La capilla se sostiene sobre catorce pilares, que forman una arcada de doce arcos puntiagudos sobre tres lados de la nave. Los tres pilares al extremo este de la capilla son llamados, del norte al sur, el Pilar Maestro, el Pilar Oficial, y el más famoso,el Pilar del Aprendiz. Al extremo oeste, otros tres pilares dividen la nave y la Capilla de la Virgen. El Pilar de Aprendiz debe su nombre a una leyenda que implica al albañil responsable de la cantería en la capilla y a su joven aprendiz. Según la leyenda, el albañil fue en busca de inspiración de un pilar hacia Roma y no se atrevía a realizar el trabajo sin haber visto la columna original. Así que emprendió un largo viaje con esa finalidad. El aprendiz del albañil tuvo un sueño donde vio el pilar terminado, lo dibujó y comenzó a realizar el trabajo. El albañil al volver de Roma, vio la columna terminada, preguntó quién había sido, a lo que respondieron, su aprendiz. Preso de la ira y la envidia, lo atacó con una maza hasta matarlo. El maestro fue ahorcado por tal cruel acto, y la capilla tuvo que ser re-consagrada.
Entre las muchas intrincadas esculturas de Rosslyn encontramos una secuencia de 213 cajas que sobresalen de pilares y arcos, siguiendo un modelo simétrico. Es desconocido si este modelo tiene algún significado particular. Algunas personas han intentado encontrar la información cifrada en ellos, pero ninguna interpretación ha sido considerada concluyente. Una de las ideas más prometedoras es interpretándolos como una cuenta musical. Las cajas realmente se parecen al modelo Chladni, que son las formas geométricas que se forman cuando una placa cubierta de polvo vibra en frecuencias específicas. Thomas Mitchell y su hijo Stuart ha emparejado el modelo con apuntes musicales para producir una melodía que Stuart llama el Motete de Rosslyn. Enrique I de Sinclair, conde de Orcadas y barón feudal de Roslin (c. 1345 – c. 1400) fue un noble escocés. Es mejor conocido hoy debido a una leyenda moderna que afirma que participó en las exploraciones de Groenlandia y América del Norte casi 100 años antes de Cristóbal Colón. Escribió: “Ha sido el destino singular del Conde Henry que disfruta de una reputación cada vez mayor póstuma que tiene muy poco que ver con lo que logró en su vida“. Henry fue el abuelo de William Sinclair. Los autores Robert Lomas y Christopher Knight creen que algunos grabados en la capilla son maíz del Nuevo Mundo. Este cultivo era desconocido en Europa en el momento de la construcción de la capilla, y no se cultivó allí hasta varios cientos de años más tarde. Knight y Lomas ver estas esculturas como evidencia que apoya la idea de que Henry Sinclair viajó a las Américas mucho antes de Colón. Los académicos medievales interpretan estas tallas como representaciones estilizadas de trigo, fresas o lirios. El viaje de Sinclair se supone que fue más o menos por la misma ruta que la de los nórdicos, es decir, a través del Atlántico Norte, por Islandia y Groenlandia, y algunos conjeturan que esto es evidencia de que esta vía nunca fue olvidada. Algunas personas sostienen que las 213 cajas de la capilla son la base para un portal hacia otra dimensión, ya que se dice que algunos habitantes de la región habrían visto presencias de ovnis por los alrededores del pueblo. Se dice que este portal solo se abrirá cuando se reproduzcan las figuras que están en los cubos. Algunos dicen que si el portal se abriera, sería el fin del mundo, pues saldrían terribles monstruos de otras dimensiones. También se dice que en el jardín de la capilla o por los alrededores de ella se estrelló una nave ovni, pero no han logrado comprobar dicha historia. Sobre la Capilla se han tejido toda una serie de leyendas o mitos.
Los St Clairs cambiaron su nombre mientras estaban viviendo en Normandía, antes de que cruzaran el Canal de la Mancha con Guillermo el Conquistador para combatir en la Batalla de Hastings, en 1066, y se convirtieron en los Sinclairs escoceses. Cinco de los nueve St Clairs que tomaron parte en la batalla eran primos hermanos de Guillermo el Conquistador y uno de ellos se instaló en Escocia para fundar la dinastía escocesa. El nombre St Clair se decidió en honor a un ermitaño martirizado llamado Clare. Eran escandinavos que bajaron de Escandinavia para ocupar lo que llamaron Normandía, pero su origen verdadero estaba en el Cercano Oriente y el Cáucaso. La Capilla Rosslyn se empezó a construir en 1446 y fue terminada en la década de 1480. Contiene un gran simbolismo esotérico y posteriormente masónico, siendo un santuario para la Hermandad de Babilonia. Un Sinclair fue a América del Norte con Nicolo Zeno, de la Nobleza Negra veneciano, un siglo antes de que Cristóbal Colón lo hiciese oficialmente. Uno de los símbolos en la Capilla Rosslyn es el dios pagano de la vegetación o “Green Man” (Hombre Verde). Tim Wallace Murphy, en su historia de la Capilla Rosslyn, escribió que el Hombre Verdepuede ser asociado a Tammuz, que era una divinidad babilónica, consorte de Inanna, e hijo de Nemrod y Ninsun. Es el dios pastor y de la fertilidad. También Talmuz entre los semitas y Adonis para los fenicios y sirios. En el panteón sumerio, recibía el nombre de Dumuzi, y era llamado “El Pastor“. Su compañero eterno fue Ningizzida; ambos custodiaban las puertas del cielo. Él era un mortal, y su casamiento con Inanna le garantizó la fertilidad de la tierra y la fecundidad de la matriz. Pero más tarde, debido al comportamiento desaprensivo de Tammuz hacia Inanna, ésta lo envía al inframundo durante los seis meses más calurosos. Al volver, coincidiendo con el equinoccio de otoño, se dio su nombre al mes del calendario de la antigua Mesopotamia en su honor. Dumuzi, habría sido el quinto o el sexto rey de la dinastía de Bad-Tibira, de los reyes antediluvianos. Tammuz, y otros nombres para la misma deidad, fueron retratados a menudo como teniendo una cara verde. Esto incluye a Osiris, el marido hermano de Isis. La historia de Robin Hood en su “Verde de Lincoln” se originó con esta deidad Hombre Verde. La historia de Robin Hood era otro relato simbólico para mantener actualizada la memoria del ritual pagano. Una obra dramática llamada Robin Hood y el Pequeño Juan era representada cada mayo y junio en Rosslyn por parte de gitanos itinerantes. Sir William Sinclair se hizo, por un tiempo, protector de los gitanos. Pero en Escocia fue aprobada una legislación para deshacerse de ellos.
Se dice que los gitanos se originaron en Egipto y llevaban sus conocimientos de un lugar a lugar y de generación en generación. Esta es la razón por las que han sido perseguidos y acosados hasta que la mayor parte de sus conocimientos se extinguieron. Los mayores niveles de iniciación de la masonería llegan a los 33 grados, llamados del Rito Escocés. Se produce en Escocia, porque es dónde muchos de los linajes antiguos se establecieron para perpetuar los conocimientos templarios en la época de Felipe el Hermoso. Ahora los Templarios habían resurgido públicamente bajo otro nombre: la Masonería. La otra corriente principal es el Rito de York, por el que Nueva York fue nombrada centro de la masonería de los Estados Unidos hasta la actualidad. Algunos investigadores creen que el Priorato de Sión arrebató el control de los ritos Escocés y de York a los Templarios, que después cruzaron el Canal de La Mancha para fundar la masonería francesa. Pero, al final, son todas la misma organización. Todavía puede verse la influencia de los Templarios en los grados del Rito de York. El máximo grado es el Grado Caballero Templario, seguido por el Grado Caballero de Malta y el Grado de la Cruz Roja. Pero los grados oficiales son sólo los que confiesan. Encima de estos niveles están los grados Illuminati, de los que pocas personas están al corriente. La gran mayoría de francmasones nunca va más allá de los tres niveles inferiores, los llamados grados azules, que son una fachada para esconder el programa real, del que las bases no son conscientes. Albert Pike (1809 – 1891) fue un abogado estadounidense, militar, escritor y destacado activista francmasón, en 1859 fue electo Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de grado 33 para la Southern Jurisdiction o “jurisdicción meridional”, una de las dos divisiones orgánicas del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en los EE.UU., que ejerció hasta su fallecimiento. Como oficial participó en la guerra mexicano-estadounidense y por los Estados Confederados de América, durante la Guerra Civil Estadounidense. Es autor de la obra Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry, que publicada en 1871 se convirtió en una guía para la interpretación del simbolismo francmasónico, pero también utilizada por sectores antimasónicos críticos o contrarios a éste movimiento, especialmente de la Iglesia Católica Romana.. Su estatua está en Washington, DC. En su libro Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry, escribe: “Los grados azules no son, sino el patio exterior o el pórtico del templo. Parte de los símbolos son exhibidos allí al iniciado, pero es intencionadamente engañado por interpretaciones falsas. No se piensa que él los entendiera, pero se piensa que él imaginará que los entiende“
En las sociedades secretas sólo los niveles más altos saben qué está ocurriendo realmente. A mediados del siglo XVII, la Guerra Los Treinta Años entre protestantes y católicos había convertido Europa en un territorio de muerte y caos. Se llegó a creer que el nuevo movimiento protestante sería derrotado y el dominio de Roma restaurado. Gran Bretaña se convirtió en un lugar seguro para la causa protestante, particularmente bajo la casa real de los Estuardo. Pero convenía a la Hermandad de Babilonia el cisma que crearon los protestantes en la iglesia católica y la manera en que se redujo el poder de Roma. Las Islas Británicas se convirtieron en el foco del pensamiento esotérico en Europa y la creación de la Masonería le dio solidez. La Masonería se convirtió en un vehículo para la manipulación política y económica. El programa de la Masonería tenía como objetivo disminuir el poder de las monarquías en Europa y reemplazarlos con sistemas políticos que permitieran que la Hermandad los controlara. Estaba basada en la estructura de la antigua Sumeria y Babilonia y ello ha continuado hasta hoy. Fueron provocadas en toda Europa una serie de guerras civiles que eliminó las monarquías o las convirtió en marionetas. En la Guerra Civil Inglesa de 1642-1646, el rey Carlos I Estuardo, que era francmasón, fue derrotado y ejecutado. La monarquía fue derrocada y reemplazada durante cierto tiempo por un Señor Protector, Oliver Cromwell, también francmasón. Esto puede sonar contradictorio, pero no lo es. El programa es la principal motivación de la Hermandad de Babilonia. Si eso implica reemplazar a un francmasón y un Estuardo que no sigue el programa con un francmasón que lo seguirá, entonces se hace de esta manera. El final de la línea real de los Estuardo no es tan importante como parecería. A la élite de la Hermandad no les importa quién sigue su programa. Los Estuardo estaban bien durante un cierto tiempo, pero todos son sacrificables para la causa y las estructuras estaban preparadas para gobernar países vía las redes de sociedades secretas. El poder de un solo monarca había terminado y ese era ciertamente el caso en las Islas Británicas después de la decapitación de Carlos I. Incluso cuando la monarquía fue restituida con Carlos II, éste era una marioneta de la Hermandad de Babilonia y seguía ordenes de la misma forma que Oliver Cromwell lo hizo cuándo, en 1655, permitió que los judíos regresaran a Inglaterra por primera vez desde fueron expulsados por Eduardo I, en 1290. Durante todo el reinado de Eduardo I, las dificultades financieras fueron constantes, debido a las continuas campañas militares del monarca. Los ingresos provenían de varias fuentes, principalmente aranceles e impuestos indirectos, préstamos e imposición directa. Durante su reinado, Eduardo I adoptó numerosas medidas para lograr la financiación que necesitaba.
El pueblo judío también constituía una importante fuente de ingresos para el rey. Como propiedad privada suya, podía gravarlos a su conveniencia. Sin embargo, en 1280, los judíos ingleses habían sido explotados hasta extraer todo el rendimiento que de ellos se podía, aunque aún conservaban cierto valor político. Ya en 1275, el rey había promulgado el Estatuto de Judaísmo, que prohibía la usura e incentivaba al pueblo hebreo a dedicarse a otras actividades. En 1280, se ordenó a este grupo a asistir a sermones especiales de los frailes dominicos con la esperanza de lograr la conversión, aunque sin resultado. Finalmente, en 1290, Eduardo ordenó la expulsión formal de los judíos de Inglaterra. Esto le permitió apropiarse de los préstamos y propiedades que estaban en poder de los judíos, además de darle un capital político que le permitió obtener un nuevo subsidio del Parlamento. Los miembros de la Nobleza Negra en Ámsterdam se estaban preparando para poner a su hombre, Guillermo de Orange, en el trono británico. Guillermo nació en La Haya, el 14 de noviembre de 1650, siendo el único hijo de Guillermo II, príncipe de Orange-Nassau y de María Estuardo, Princess Royal. Ocho días antes de nacer, el 6 de noviembre, su padre murió víctima de viruelas; así, Guillermo le sucedió como príncipe soberano de Orange desde el mismo momento de su nacimiento. El 23 de diciembre de 1660, cuando Guillermo tenía apenas 10 años de edad, su madre murió de viruelas mientras visitaba a su hermano, el rey Carlos II, en Inglaterra. En su testamento, María designó a Carlos II como el tutor legal de Guillermo. Carlos delegó esta responsabilidad en la abuela paterna de Guillermo, la princesa Amalia de Solms-Braunfels, con la condición de que el consejo de Carlos en los asuntos de gobierno sería buscado siempre que fuera necesario. El año 1672 fue tan calamitoso para los Países Bajos, que llegó a ser conocido como el “año del desastre“. Los Países Bajos fueron invadidos por Francia, por orden de su rey Luis XIV, que tenía la ayuda de Inglaterra, , Münster, y Colonia. El ejército francés tomó rápidamente la mayoría de los Países Bajos, aunque Holanda se las arregló para seguir siendo segura. De Witt falló al no poder asegurar la paz con Francia, y fue derrocado. Luego, él y su hermano, Cornelis de Witt, fueron asesinados brutalmente por una multitud enojada en La Haya. Hoy, la mayoría de los historiadores asumen que Guillermo estuvo implicado en el asesinato. La victoria para el partido de Orange era completa; el Decreto Eterno fue declarado nulo, y Guillermo elegido estatúder de Holanda, de Zelandia y Utrecht. También lo designaron Capitán General y Almirante General de los Países Bajos.
Guillermo de Orange continuó luchando contra los invasores de Inglaterra y Francia, aliándose luego con España. Después de que el almirante Michiel de Ruyter hubiera derrotado a la Marina de Guerra Real inglesa, Guillermo firmó la paz con la nación que más adelante gobernaría en 1674, Inglaterra. Para consolidar su posición, se compromete con su prima María, la hija de Jacobo, duque de York, futuro Jacobo (o James) II de Inglaterra). El matrimonio se celebra en el palacio de St. James, en Londres, el 4 de noviembre de 1677. La unión fue infeliz e infructuosa, pues la princesa perdió los tres embarazos que tuvo. Encontrando que una guerra con Inglaterra y los Países Bajos sería desventajosa, el rey Luis XIV de Francia firmó la paz en 1678. Luis, sin embargo, continuó su agresión, haciendo que Guillermo se uniera a la Liga de Augsburgo, una coalición anti-francesa que también incluyó al Sacro Imperio Romano Germánico, Suecia, España y varios estados alemanes, en 1686. En 1685, el suegro de Guillermo subió al trono inglés como Jacobo II, un católico que era impopular en sus reinos protestantes. Guillermo procuró un acuerdo con Jacobo, que él esperaba que se uniría a Liga de Augsburgo, mientras que al mismo tiempo intentaba no ofender el partido protestante en Inglaterra. Pero antes de 1687, llegó a estar claro que Jacobo II no se uniría a la Liga. Para ganar el favor de los protestantes ingleses, Guillermo expresó su desaprobación a las políticas religiosas de Jacobo. Viéndolo como amigo, muchos políticos ingleses comenzaron a negociar con él una invasión armada a Inglaterra. Guillermo al principio se oponía al proyecto de invasión. Mientras tanto, en Inglaterra, la segunda esposa de Jacobo II, la reina María de Módena, da a luz un hijo, Jacobo Francisco Eduardo, que desplazó a la esposa de Guillermo para convertirse en el primero en la línea de la sucesión. La cólera pública también aumentó debido al juicio de siete obispos que se habían opuesto en público a las políticas religiosas de Jacobo II y le habían solicitado reformarlas. La absolución de los obispos señaló una derrota importante para el gobierno de Jacobo II, y animó una resistencia adicional a sus actividades. No obstante, Guillermo aún era renuente a invadir, creyendo que el pueblo inglés no reaccionaría bien ante un invasor extranjero. Por lo tanto exigió que los protestantes ingleses más eminentes lo invitaran primero a que invadiera el país.
El 30 de junio de 1688, el mismo día que los obispos eran absueltos, un grupo conformado por figuras políticas conocidos como los “Siete Inmortales” cumplen con su petición, enviándole una invitación formal. Guillermo comenzó a hacer los preparativos para la invasión. Con un ejército holandés, Guillermo arribó en Brixham, en el sudoeste de Inglaterra, el 5 de noviembre de 1688. Llegó a tierra en la nave “Brill” conducida por un pescador local, Peter Varwell, para proclamar “las libertades de Inglaterra y de la religión protestante que mantendré“. Guillermo había traído consigo 15.500 soldados y hasta 4000 caballos. Los leales a Jacobo se dispersaron casi inmediatamente; Los oficiales protestantes desertaron del ejército inglés y los nobles influyentes a través del país declararon su ayuda al invasor. El más notable de ellos fue John Churchill, el comandante más eficaz de Jacobo. Aunque la invasión y el derrocamiento subsecuente de Jacobo II se conoce comúnmente como la Revolución Gloriosa, fue en realidad un (golpe de estado. Jacobo, al principio, había tratado de resistir a Guillermo, pero vio que sus esfuerzos eran en vano. Envió representantes para negociar con Guillermo, pero trató secretamente de huir el 11 de diciembre. Un grupo de pescadores lo capturó. Traído de nuevo a Londres, logró escapar con éxito en un segundo intento, el 23 de diciembre. En realidad, Guillermo había permitido que Jacobo huyera del país porque no deseaba hacerlo un mártir para la causa católica. Guillermo de Orange se convirtió en rey de Inglaterra e Irlanda –como Guillermo III– desde el 13 de febrero de 1689, y rey de Escocia –como Guillermo II– desde el 11 de abril de 1689, hasta su muerte en 1702. El Cristianismo se había dividido en facciones rivales gracias al rosacruz Martín Lutero. También surgió el Calvinismo, después conocido como los Puritanos. Su fundador, Juan Calvino, era en realidad Jean Caum, de Noyons, Francia, que fue educado en el College du Montagu controlado por la Hermandad de Babilonia. Era el mismo centro en donde fue educado Ignacio de Loyola, el fundador de la Sociedad de Jesús, los Jesuitas. Jean Caum se mudó a París y luego a Ginebra, Suiza, donde fue conocido como Cohen. Este nombre se relaciona con la palabra sacerdote y se remonta a las escuelas de misterios egipcias. En Ginebra desarrolló el Calvinismo. Cambió otra vez su nombre de Cohen a Calvino para hacerlo más aceptable para los ingleses, que eran el objetivo principal de esta nueva religión.
El Calvinismo era una religión diseñada para la próxima fase del plan. Hasta entonces la religión cristiana había prohibido la usura y el cobro de intereses sobre préstamos. Ahora, con los banqueros de la Nobleza Negra maniobrando para apoderarse de Inglaterra, un país cristiano, había llegado el tiempo para terminar con esta regla y hacer de la usura la norma. El Calvinismo, por lo tanto, apoyaba el cobro de intereses y uno de los grandes beneficiarios era Suiza, donde fue concebida la trama, ya que se convirtió en el centro del sistema bancario privado del mundo. Otro objetivo del Calvinismo era insistir en la quema de brujas y evitar la publicidad de los conocimientos secretos. La Nobleza Negra quería a su hombre, Guillermo de Orange, en el trono británico. Y para ello tuvieron que retirar a Carlos I, a quien decapitaron en 1649. El Calvinismo fue usado para fomentar el descontento hacia la monarquía y provocar la entrada en escena del francmasón y calvinista Oliver Cromwell. El 3 de septiembre de 1921, una publicación de Lord Alfred Douglas, llamada Plain English, presentó el contenido de la correspondencia relacionada con la trama que había habido contra Carlos I. Una nota del 6 de Junio de 1647, dirigida por Oliver Cromwell a Ebenezer Pratt, dice: “A cambio de apoyo financiero propugnaré la admisión de Judíos en Inglaterra; esto es, sin embargo, imposible mientras Carlos viva. Carlos no puede ser ejecutado sin juicio, los fundamentos para el cuál actualmente no existen. Por lo tanto, aconsejo que Carlos sea asesinado, pero no tendré nada que ver con procurar un asesino, aunque deseando ayudar con su escape“. La réplica de Ebenezer Pratt, el 12 de julio de 1647, fue: “Concederé ayuda financiera tan pronto como Carlos eliminado y Judíos admitidos. Asesinato demasiado peligroso. A Carlos le debe ser dada la oportunidad de escaparse. Su recaptura harán entonces posibles el juicio y la ejecución. El apoyo será total, pero inútil discutir términos hasta que el juicio comience“. Esta publicación era tan reveladora que la red de la Hermandad de Babilonia tuvo al editor, Lord Alfred Douglas, encarcelado sobre la base de injurias en su trabajo sobre Winston Churchill (1874 –1965), político y estadista británico, conocido por su liderazgo del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial. Esta correspondencia entre Cromwell y Pratt fue confirmada por los hechos.
El 12 de noviembre de 1647 a Carlos I le fue permitido escapar y fue escondido en la Isla de Wight, en la costa sur de Inglaterra. Pero volvieron a capturar a Carlos I cuando el Parlamento parecía estar cerca de un acuerdo que le perdonaría su vida, Cromwell, ya Lord Protector, despidió a todos los miembros que respaldaban un acuerdo y ordenó otro juicio, ya que su acuerdo con sus patrocinadores en Ámsterdam era que Carlos I sería ejecutado. La acusación en contra de Carlos fue conducida por Isaac Dorislaus, agente en Inglaterra de Manasseh ben Israel, uno de los financiadores principales de la revolución de Cromwell desde Ámsterdam. El resultado del juicio fue la decapitación pública de Carlos y ll permitiendo que los judíos regresasen a Inglaterra. Pero no se trataba realmente de los judíos, sino la jerarquía financiera de la Nobleza Negra y la Hermandad de Babilonia, que se escondían detrás del concepto de judíos. Después de la muerte de Cromwell en 1661, muchos de sus seguidores emigraron hacia América para librarse de la persecución religiosa de calvinistas y protestantes que se produjo tras la restitución de la monarquía bajo Carlos II. Parte de estos emigrantes fueron los fanáticos religiosos que masacraron a los nativos americanos en el nombre de Dios. Los banqueros de la Nobleza Negra en Ámsterdam causaron una depresión financiera en Inglaterra para socavar el poder de Carlos II. Al final, en 1667, fue firmado un tratado de paz entre Holanda e Inglaterra en el que Guillermo de Orange, miembro de la Nobleza Negra, se casaría con Mary, hija del Duque de York. Cuando Carlos II murió en 1685, fue el Duque de York el que se convirtió en el rey James (Jocobo) II. Ahora todo lo que la Hermandad tenía que hacer era destituirlo y sustituirlo por Guillermo de Orange. Empezaron a sobornar a los aristócratas más influyentes en la corte de James II y el primero en sucumbir fue John Churchill, Duque de Marlborough. ElComisionado de Cuentas Públicas reveló que Churchill había aceptado sobornos por unas 60.000 libras, una fortuna en aquella época, por parte de representantes de familias financieras holandesas y españolas, como Sir Salomón de Medina y Antonio Machado. John Churchill fue un antepasado del futuro Primer Ministro de Gran Bretaña, Sir Winston Churchill, y las conexiones entre la familia Churchill y la Hermandad de Babilonia continúan hasta hoy. La versión moderna de la Masonería se extendió rápidamente desde sus orígenes templarios. La Gran Logia de Inglaterra, núcleo de la red de la Hermandad, se creó el 24 de Junio de 1717. Éste es el día de San Juan el Bautista, un día sagrado para los Caballeros Templarios y para los Caballeros de San Juan de Jerusalén (Malta). Juan el Bautista es el santo patrón tanto de los francmasones como los Templarios porque Oannes era un equivalente de Juan en Babilonia. Y Oannes era otro nombre para Nimrod, monarca mítico de Mesopotamia, mencionado en el capítulo 10 del libro de Génesis.
La Gran Logia Irlandesa le siguió siete años después. La mayoría de las logias que aparecieron entre los regimientos del ejército británico fueron avaladas por la Gran Logia Irlandesa y no por la Gran Logia Inglesa. Los clanes escoceses introdujeron la Masonería entre sus hermanos de sangre en Francia, entre los que destaca Andrew Michael Ramsey, tutor del pretendiente escocés al trono. Ramsey nació en Escocia en la década de 1680 y era amigo íntimo de Isaac Newton, Gran Maestre del Priorato de Sión. Era miembro de muchas agrupaciones relacionadas con la Hermandad de Babilonia, incluyendo una sociedad Rosacruz y la orden de caballería francesa de St Lazarus. Muchos de estos grupos daban a sus iniciados nombres esotéricos y el nombre de Ramsey en la Hermandad era Chevalier. Ramsey fue un actor importante en la extensión de la Masonería y es recordado particularmente en círculos Masónicos por un discurso que realizó en 1737. Confirmó que la Masonería derivaba de las escuelas de misterios de la antigüedad que veneraron a Diana, Minerva e Isis (o Semíramis). Dijo que la Masonería tenía sus orígenes en la Tierra Santa en la época de las Cruzadas, a través de los Caballeros Templarios, y no se originó con los mamposteros de la piedra. Ramsey dijo “Nuestra orden (los Templarios) había formado una unión íntima con los Caballeros de San Juan de Jerusalén (Malta) y desde ese tiempo nuestras logias tomaron el nombre de Logias de San Juan“. En Francia, la Masonería, con el apoyo de Ramsey, propició una fusión entre la Masonería y el movimiento Jacobita, que se dio a conocer como Masonería Gran Oriente. El jacobismo fue un movimiento político que intentó conseguir la restauración en los tronos de Inglaterra y Escocia de los miembros de la Casa de Estuardo, incluso con posterioridad a 1707 cuando ambos títulos se unieron de facto en el trono del Reino Unido por medio del Acta de Unión. El movimiento toma su nombre del rey católico Jacobo (James) II, destronado en 1688 y reemplazado por su yerno protestante Guillermo de Orange, quien reinó con el apelativo de Guillermo III, y su hija María Estuardo, cuyo nombre como reina fue María II. Los rituales del Gran Oriente estaban inspirados por la adoración de Zoroastro en Persia, de Ishtar y Tammuz (Semíramis y Nimrod) en Babilonia, de Démeter, Perséfone y Dionisio en Grecia, de Afrodita y Adonis en Siria, de Isis y Osiris en Egipto, y de Mithra en Persia.
El Gran Oriente en Francia iba a manipular y coordinar la Revolución Francesa. Desde el punto de vista de la Hermandad de Babilonia, esta revolución no tenía nada que ver con la libertad y en cambio sí que tenía que ver con su programa para el control mundial. El famoso grito de los revolucionarios franceses: “Libertad, Igualdad, Fraternidad“, es una lema Masónico. Cuando el poder de la religión empezó a disminuir, se creó la ciencia oficial, la que dice que este mundo es todo lo que hay y que no hay continuación de la vida después de la muerte. La Hermandad de Babilonia tuvo que encontrar una alternativa para que la gente no se percatara de que somos parte de una conciencia infinita multidimensional, encarnada en un cuerpo físico para un período de experiencia en el camino de la evolución. Así que, a través de las redes Masónicas, en 1662 se creó la Royal Society en Londres, mediante un decreto real de Carlos II. La Royal Society se origina cuando doce hombres cultivados adoptaron la costumbre, poco después de 1640, de reunirse esporádicamente en Londres para conversar y discutir en la residencia de uno de ellos o bien en una taberna próxima al Gresham College. Al poco tiempo, bajo patrocinio del monarca, decidieron crear una asociación para el estudio de los mecanismos de la naturaleza. En la Royal Society se convocó la primera asamblea del mundo de científicos, que iba a influir de manera decisiva en la dirección que debería seguir la ciencia. Los primeros miembros de la Royal Society eran francmasones. El padre de la Royal Society, era Francis Bacon, el rosacruz arquitecto de la Masonería. Otros miembros de la Royal Society fueron Isaac Newton, rosacruz y Gran Maestre del Priorato de Sión, Lord Moray, un francmasón escocés, Elias Ashmole, uno de los primeros francmasones, y Andrew Michael “Chevalier” Ramsey, figura principal de la Masonería, que fue admitido en la Royal Society sin ningún requisito científico. Otro miembro era John Byrom, un francmasón y miembro del Club de la Cábala, también conocido como el Club del Sol. En 1984, más de 500 de sus trabajos fueron encontrados en una casa en Manchester e incluían información sobre sagrada geometría, arquitectura y cabalística, además de símbolos esotéricos masónicos y alquímicos. Entre los nombres de los primeros miembros de la Royal Society se encuentran científicos que dieron nombre a sus descubrimientos; así, la Ley de Hooke, la Ley de Boyle, la construcción de Huygens, las leyes de Newton, el movimiento browniano, y esto sin contar a científicos de menor talla como Christopher Wren, John Eveyn, John Wilkins, John Flamsteed o Edmund Halley. Sin embargo, los hombres que fundaron esta Sociedad no sólo fueron los primeros científicos, sino, al mismo tiempo, los últimos magos. De hecho, Ashmole pertenecía a una sociedad de rosacruces y practicaba la astrología, Newton estudió y escribió acerca de los conceptos alquímicos de los rosacruces, y Hooke llevó a cabo experimentos con arañas y cuernos de unicornio.
Ashmole, un alquimista y rosacruz con muchos contactos esotéricos en Alemania, era un amigo íntimo del rey Carlos II y un Caballero del Orden de la Jarretera, orden dirigida por el propio monarca inglés. Ashmole y Arthur Dee, hijo de John Dee y médico de cabecera del Zar ruso Iván el Terrible, escribieron un libro. Cuando Iván el Terrible murió, probablemente asesinado, Arthur Dee manipuló lo suficiente para instalar la dinastía Romanof en el trono ruso. Ashmole estaba sumamente bien relacionado y mantuvo contactos cercanos con el Colegio Invisible, que se reunía en Oxford desde 1650. Para asegurarse de que los dogmas no fueran un obstáculo en la Royal Society, desterraron de sus asambleas toda discusión sobre temas religiosos y políticos. Desde su primera reunión, el 26 de noviembre de 1662, la Sociedad llevó un diario. En esa primera reunión se reunieron en Gresham College y se acordó que la Royal Society celebraría reuniones semanales los miércoles en el propio Gresham College. Veamos quienes fueron los doce fundadores: El reverendo John Wilkins, que presidió la primera asamblea, era hijo de un herrero de Oxford. En el momento de su muerte, en 1672, era obispo de Chester. El vizconde William Brouncker fue elegido primer presidente de la Royal Society, porque el rey insistió en que él ocupase ese puesto. Brouncker dedicó años a traducir al inglés las teorías de Descartes sobre la música. También era un matemático y masón. Robert Boyle había pasado la mayor parte de la guerra civil escribiendo tratados teológicos. Físico extremadamente competente, dio su nombre a la ley que relaciona la presión y el volumen de los gases. Alexander Bruce, conde de Kincardine, había apoyado a los Estuardo durante toda la guerra civil y se había visto obligado a huir de Gran Bretaña. Acudió a La Haya para acompañar a Carlos II en su regreso a Londres, formando parte de su séquito. Era masón. Sir Robert Moray había estudiado en la Universidad de St. Andrews. Era masón. Sir Paul Neile, cortesano de Carlos I, fue hecho caballero en 1633. En 1640 fue elegido diputado por Ripon; era gran amante de la ciencia y especialista en el pulido de lentes ópticas para telescopios. El médico Jonathan Goddard había obtenido su doctorado por Cambridge en 1643. Era catedrático de Física en el Gresham College y rector del Merton College de Oxford. El doctor William Petty inventó la estadística moderna. Desarrolló técnicas de registro y análisis que supusieron el origen de la actual Oficina Nacional de Estadística. Fue a París a estudiar Medicina y Química. Petty ingresó en el Brasenose College (Oxford), y se doctoró. En 1650 asumió la cátedra de Anatomía en Brasenose y además fue nombrado catedrático de Música del Gresham College. William Ball era monárquico y científico. Carlos II le escogió como primer tesorero. Fue el primer responsable de magnética de la Sociedad. Laurence Rooke era catedrático de Geometría del Gresham College. Sir Christopher Wren fue un científico y el mejor arquitecto de su generación. Su padre fue secretario de la Orden de la Jarretera. Era masón. Abraham Hill, tenía más de hombre de negocios que de científico. Empezó a interesarse por la teoría monetaria y por las finanzas.
Estos fundadores originales de la Royal Society formaban dos grupos principales. La mitad de ellos eran monárquicos, que se marginaron de la vida pública durante el mandato de Cromwell y que habían vuelto a Londres una vez entronizado el rey Carlos II. La otra mitad eran profesores universitarios del bando parlamentario bajo el mandato de Cromwell, pero que al volver Carlos II al trono habían sido expulsados de todas partes, excepto del Gresham College. El último acto de la primera reunión de la Royal Society consistió en elaborar un listado de cuarenta personas consideradas apropiadas para convertirse en miembros del recién creado grupo. De los cuarenta socios iniciales, veinticuatro pertenecían al mundo universitario y dieciséis ocupaban influyentes cargos políticos. Robert Boyle lo denominó el Colegio invisible, y a sus miembros “piedras angulares del Colegio Invisible”. También añadía que «Son personas que han decidido esforzarse por dejar al margen la estrechez de miras, mediante la praxis de una caridad tan extensiva que llega a todo lo que pueda llamarse hombre, a lo cual no puede sino tildarse de universal buena voluntad. Y tal es su preocupación por la necesidad de buenas obras, que toman bajo su cuidado a la humanidad entera». El Gresham College se creó en 1579 como consecuencia de un legado estipulado en el testamento de sir Thomas Gresham. Y no menos de diez titulares de cátedras del Gresham se hicieron miembros de la Royal Society. A saber: Christopher Wren, Walter Pope, Daniel Whistler, Laurence Rooke, Isaac Barrow, Robert Hooke, William Petty, Thomas Baynes, Jonathan Goddard y William Croome. Ahora bien, Sir Thomas Gresham había sido Guardián General de los masones, junto al conde de Bedford. Poco después, el rey Jacobo (James) VI nombraba al arquitecto Inigo Jones como Guardián General de los masones y topógrafo de la Corona. A continuación, Jones fue designado por su soberano para presidir logias. En 1607 el rey Jacobo colocó la piedra angular de un nuevo salón de banquetes en el palacio de Whitehall, en presencia del maestro Jones, de William Herbert, el conde de Pembroke y el señor don Nicholas Stone, maestro masón de Inglaterra, acompañados por numerosos hermanos masones y por otras eminentes personas invitadas para la ocasión. Inigo Jones permaneció en el cargo masónico hasta 1618, año en que le sucedió el conde de Pembroke. El 27 de diciembre de 1663 se celebró en St. Albans una asamblea general de masones, en la que sir John Denham fue nombrado Guardian General del Oficio. Sir John Denham era uno de los integrantes de la lista de miembros propuestos para ingresar en la Royal Society. Pero también lo eran ya Christopher Wren, William Hammond y Alexander Bruce.
En la logia de Scoon y Perth hay un cuadro que retrata la iniciación del rey Jacobo VI de Escocia. La Carta de la logia afirma: “Su Majestad el rey Jacobo VI, ingresó como hombre libres, masón y miembro del Oficio en 1601” presidiendo la reunión John Mylne. En 1631 otro John Mylne, hijo del John que inició al rey Jacobo, fue nombrado maestro masón de Carlos I. El tercer John Mylne participó en la reunión masónica de Newcastle en 1641 en la que sir Robert Moray se hizo masón. Elias Ashmole menciona en su diario para la fecha del 3 de enero de 1661: “Esta tarde se votó mi admisión en la Royal Society”. Años antes, su primo, el coronel Henry Manwaring, había presentado Ashmole a una logia de francmasones que se reunía en Warrington, de modo que Ashmole se había convertido en masón la tarde del 16 de octubre de 1646. De hecho, en su diario anota para el 16 de octubre de 1646 que: “Me he hecho libre masón en Warrington, Lancashire, con el coronel Henry Manwaring de Karincham, Cheshire”. Ashmole dice en su anotación del 11 de marzo de 1682 que «recibió una convocatoria para presentase en una logia que se celebraría al día siguiente, en Masons Hall, Londres». En dicha logia estaba presente William Hammond, mienbro de la Royal Society. En una de las reuniones de la Sociedad, el masón John Wilkins presentó el 10 de octubre de 1667 la primera copia del recién terminado libro oficial, A History of the Royal Society, de Thomas Spratt. En la portada de esta obra había un grabado de John Evelyn que ponía de manifiesto la relevancia que tenía Francis Bacon para los fundadores de la Royal Society. La lámina muestra una habitación. La parte frontal del saliente se apoya en un arco y en dos pilares. El suelo de la habitación es como un juego de damas blanco y negro. En las paredes hay muchas herramientas colgadas, entre las que destacan cuatro compases, tres escuadras y dos plomadas. A la izquierda de Carlos II aparece sentado William Brouncker, entonces presidente de la Royal Society. A la derecha se sienta Francis Bacon. ¿A qué se debía ese interés en Francis Bacon? Sin duda por ser el autor deLa Nueva Atlántida obra publicada en 1626 en la que Bacon establece novedosas ideas sobre la organización de la investigación y la ciencia. El libro es una historia de aventuras de los pasajeros de un barco que se pierde en los Mares del Sur. Los aventureros llegan a una isla perdida llamada Bensalem cuyos habitantes poseen el primer sistema económico basado en la información. En el lugar central de su civilización se encuentra la Casa de Salomón, o Colegio de los Trabajos de los Seis Días. Todo el personal empleado en la Casa de Salomón tiene asignada una tarea concreta, y todas ellas combinadas forman un vasto estudio de la ciencia. Unos extraen material de los libros, otros realizan experimentos, otros cotejan los resultados de éstos. Otro grupo hace viajes, y otros se dedican a investigar las aplicaciones técnicas o a diseñar nuevos experimentos. Los maestros de la Casa de Salomón convierten todas las tareas cooperativas en teorías coherentes y organizadas.
La institución ejemplar imaginada por Bacon en la Nueva Atlántida fue bautizada como Casa de Salomón. A través de ella se pretendía «mostrar un modelo de casa de estudios, para beneficio de la Humanidad». Sus habitantes hacían juramento de no revelar ciertos secretos. Los detalles del Colegio de los Seis Días de la Creación debían ser ignorados por el resto de la Humanidad y descubiertos tan sólo a los iniciados. El extranjero adquiría un primer grado de conocimiento por las revelaciones de los iniciados, pero antes había sido sometido a pruebas y entrevistas no desprovistas de ritualismo. El símbolo de la luz es otro rasgo que asemeja las utopías masónica y de Francis Bacon: «Pero de ese modo veis que mantenemos comercio, no de oro, plata o joyas, ni de sedas o especies, sino sólo de la primera criatura de Dios que fue la luz. Y os digo que nuestro comercio era sólo para obtener la luz en todas las partes del mundo donde fuera posible encontrarla». La utopía baconiana recogía también el simbolismo de la palmera que, como la acacia masónica, auspiciaba la inmortalidad; y los miembros del Colegio de los Seis Días de la Creación debían llamarse entre sí hermanos. La Nueva Atlántida, de Francis Bacon, fue una de las principales fuentes de inspiración de la masonería del XVII y XVIII. En el mismo siglo XVII elTemplo de Salomón espiritualizado había sido tomado como figura alegórica en la literatura puritana inglesa, de la que es buen ejemplo el libro de John Buyan, Salomon´s Temple Spiritualized. Desde la misma perspectiva cabe analizar La Ciudad del Sol, de Campanella, laChristianapolis, de Valentín Andrea, o la Europa unida, de Comenius (1592-1671). En 1890 se fundaba en Alemania la Sociedad Comenius. Su primer presidente e impulsor fue Ludwing Keller. Resulta evidente que la idea de la Casa de Salomón estaba en la mente de los fundadores de la Royal Society. El famoso científico Robert Boyle fue otro Gran Maestre del Priorato de Sión, mientras que Sir Christopher Wren fue el arquitecto de la catedral de Saint Paul, en la City de Londres, el centro financiero de la Nobleza Negra y la Hermandad de Babilónica. Ambos eran Grandes Maestres de la Orden Rosacruz. La catedral de Saint Paul, y la reconstrucción de Londres fueron posibles por el Gran Incendio de 1666. Ello permitió que Robert Hooke, uno de tres topógrafos de la ciudad después del fuego, y Sir Christopher Wren, diseñasen la catedral de Saint Paul sobre un anterior lugar de culto de Diana, la diosa virgen de la caza, protectora de la naturaleza y lunar. Su diosa griega equivalente es Artemisa, si bien su culto era de origen itálico. Ambos eran miembros de la Royal Society y altos iniciados de sociedades secretas. La nueva Ciudad de Londres fue construida según un plan masónico, con el diseño de los edificios basado en un conocimiento de las cuadrículas de energía en esta área. La Royal Society era y es algo más que una agrupación de científicos. En su núcleo es una sociedad secreta creada y controlada por la Hermandad de Babilonia, a fin de limitar la visión del conocimiento científico y espiritual.
Es curioso cómo pueden verse iniciados esotéricos detrás de organizaciones que niegan lo esotérico. Esto es aún más obvio cuando se analiza otro grupo de iniciados esotéricos que se fusionó con la Royal Society. Se llamaron la Sociedad Lunar porque se reunían una vez al mes en la noche de la Luna llena. Entre sus miembros estaba Benjamin Franklin, francmasón de alto nivel, rosacruz y uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos. Asimismo estaba estrechamente conectado a los francmasones que provocaron y lideraron la Revolución Francesa. Otros miembros de la Sociedad Lunar eran Erasmus Darwin, abuelo de Charles Darwin, el padre de la Teoría de la Evolución. De todos modos, la idea de que Charles Darwin descubrió la teoría de la selección natural y de la supervivencia del más apto no es correcta. Su abuelo, Erasmus Darwin, de la Sociedad Lunar, escribió un libro llamado Zoonomia en 1794, en el que expuso una idea general de lo que sería la Teoría de la Evolución. Josiah Wedgwood era otro miembro de la Sociedad Lunar y su hija se casó con el hijo de Erasmus Darwin, Robert Darwin, y fue la madre de Charles Darwin. De este mismo linaje procedía Thomas Malthus, (1766 – 1834), clérigo anglicano y erudito británico con gran influencia en la economía política y la demografía. Fue miembro, desde 1819, de la Royal Society. Popularizó la teoría de la renta económica y es célebre por la publicación en 1798 del libro Ensayo sobre el principio de la población, en la que desarrolla la influyente teoría de que la población crece más rápidamente que los recursos, conduciendo a una progresiva pauperización de la población. El trabajo de Malthus era tremendamente reaccionario y pretendía interpretar la desigualdad económica, la miseria y la pobreza de las masas trabajadoras bajo el capitalismo como una consecuencia práctica del crecimiento de la población y la escasez de recursos. Malthus afirmaba que la población se duplicaba cada 25 años, es decir, crecía en progresión geométrica, presentando un crecimiento exponencial. Para ello se basó en los datos de crecimiento de población en Estados Unidos durante el siglo XVIII. Por otra parte Malthus supuso que los medios de subsistencia, en el mejor de los casos, aumentan en progresión aritmética, es decir, presentan un crecimiento lineal. Su método habla de buscar el camino del equilibrio mediante la muerte, con sus diferentes formas de alcanzarla como son las epidemias, el hambre y las guerras. Para Malthus, el alimento más barato debía ser el pan, pues sacia el apetito sin aportar demasiados nutrientes al organismo (de los marginados). afirmaba que “en vez de recomendarles limpieza a los pobres, hemos de aconsejarles lo contrario, haremos más estrechas las calles, meteremos más gente en las casas y trataremos de provocar la reaparición de alguna epidemia“.
Así, Malthus pretendía que los proletarios construyesen sus viviendas en los terrenos pantanosos e insalubres, viendo con malos ojos a los individuos compasivos que creen hacerle un gran beneficio a la humanidad estudiando la manera de extirpar para siempre ciertas enfermedades. Malthus creía que la miseria es una ley natural e inconmovible, contra la cual es inútil actuar. Por el contrario, si no bastan los cataclismos de la naturaleza, el Estado debe “contribuir” poniendo su ingrediente de guerras, desentendiéndose de la sanidad pública y de cualquier norma de protección humana. De ahí que se opusiera a las llamadas Poor Laws (‘leyes de pobreza’), estableciendo que los subsidios a los pobres no pueden impedir ni la pobreza ni el hambre: “Si los alimentos no alcanzan para todos, un subsidio a los pobres no puede aumentar su volumen, ya que lo único que puede traer consigo es el aumento de la cantidad de pobres, pero en ningún caso más riquezas“. La teoría de Malthus sobre el crecimiento de la población afirmaba que: “Considerando aceptados mis postulados, afirmo que la capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra para producir alimentos para el hombre. La Población, si no encuentra obstáculos, aumenta en progresión geométrica. Los alimentos tan sólo aumentan en progresión aritmética. Basta con poseer las más elementales nociones de números para poder apreciar la inmensa diferencia a favor de la primera de estas dos fuerzas. No veo manera por la que el hombre pueda eludir el peso de esta ley, que abarca y penetra toda la naturaleza animada. Ninguna pretendida igualdad, ninguna reglamentación agraria, por radical que sea, podrá eliminar, durante un siglo siquiera, la presión de esta ley, que aparece, pues, como decididamente opuesta a la posible existencia de una sociedad cuyos miembros puedan todos tener una vida de reposo, felicidad y relativa holganza y no sientan ansiedad ante la dificultad de proveerse de los medios de subsistencia que necesitan ellos y sus familias“. Muchas políticas de control demográfico han sido inspiradas por los principios genocidas de Malthus.
Otra vez aparece la conexión escocesa. Seis de los miembros de la Sociedad Lunar fueron educados en Edimburgo, así como también Charles Darwin. Otro destacado personaje que filosofaba sobre la negación del alma eterna era René Descartes, (1596 – 1650), filósofo, matemático y físico francés, considerado como el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución científica. Es también conocido como Cartesius, que era la forma latinizada en la cual escribía su nombre, nombre del que deriva la palabra cartesiano. Hizo famoso el célebre principio ”pienso, luego existo“, elemento esencial del racionalismo occidental, y formuló el conocido como “Método cartesiano“. En física está considerado como el creador del mecanicismo, y en matemática, de la geometría analítica. Se lo asocia con los ejes cartesianos en geometría, con la fisiología mecanicista en medicina, con el principio de inercia en física, con el dualismo filosófico mente/cuerpo y el dualismo metafísico materia/espíritu. No obstante parte de sus teorías han sido rebatidas. Su método filosófico y científico, que expone en Reglas para la dirección de la mente (1628) y más explícitamente en su Discurso del método (1637), establece una clara ruptura con la escolástica que se enseñaba en las universidades. La influencia cartesiana estará presente durante todo el siglo XVII. Los más importantes pensadores posteriores desarrollaron sistemas filosóficos basados en el suyo. Establece un dualismo sustancial entre alma y cuerpo. Descartes fue educado por los Jesuitas, la rama católica de la Hermandad de Babilonia. A pesar de considerarse católico, sus libros fueron puestos en el índice católico de libros prohibidos. Sus opiniones serían continuadas por Isaac Newton. Tanto Descartes como Isaac Newton estaban fascinados por lo esotérico y por la alquimia. Esta tradición es continuada hoy por el movimiento conocido como el Humanismo. Su manifiesto, publicado en 1953, dice que el universo es auto existente y no creado. La ciencia moderna brinda la única definición aceptada del universo y los valores humanos. Y se afirma que cuando alguien muere, deja de existir. Estas dos visiones opuestas, religión y ciencia, tienen muchas cosas en común, excepto una. Ambas niegan la naturaleza verdadera de quiénes somos y el poder que tenemos nosotros mismos para controlar nuestro destino. En cuanto nos demos cuenta de ello y utilicemos este poder, nadie podrá controlarnos. La Hermandad de Babilonia tiene múltiples caras interconectadas, y la creación de la Masonería proveyó una red que podía actuar como un coordinador mundial de todas ellas. Algunas operan dentro de un grupo de la sociedad, pero la mayoría, especialmente la Masonería, operan en organizaciones y grupos que aparentemente parecen ser opuestos unos a otros. Éste ha sido un medio para manipular conflictos y guerras, y dirigir la ciencia, política y religión para promover el programa de la Hermandad. La estructura estaba a punto para la próxima etapa del plan. El control de África, Australia, Nueva Zelanda y, su mayor premio: América.
Fuentes:
David Icke – El Mayor Secreto
Louis Pauwels & Jacques Bergier – El Retorno de los Brujos
Robert Lomas - El Colegio Invisible
Lynn Picknett y Clive Prince – La revelación de los templarios
Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln – El enigma sagrado
Gérard de Sède – Les Templiers sont parmi nous
http://oldcivilizations.wordpress.com