El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa (EFE)
C. Guindal
El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid ha decretado prisión provisional con fianza de 2,5 millones para Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, por posibles irregularidades en la compra del City National Bank de Florida al apreciar riesgo de fuga. Este negocio podría haber acarreado pérdidas superiores a los 500 millones de euros, según informan fuentes jurídicas. Se da la circunstancia de que Blesa cobró 2,8 millones de indemnización tras su salida de la caja.
El ex presidente de Caja Madrid Miguel Blesa pasará hoy su primera noche en prisión después de que dos agentes de la Guardia Civil le hayan conducido esposado del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid. Los agentes del Instituto Armado han acudido al juzgado al filo de las 20.30 horas después de que Blesa haya permanecido en dependencias judiciales durante cerca de siete horas. Su entorno se movilizará desde esta misma hora para tratar de buscar los 2,5 millones de euros de fianza que ha acordado el juez Elpidio José Silva para eludir su permanencia en prisión, que será la de Soto del Real.
El magistrado también ha ordenado la retirada del pasaporte del que fuera el máximo responsable de la caja madrileña, tal y como solicitó el sindicato Manos Limpias, que amplió su denuncia sobre el crédito de 26,6 millones de euros concedido al empresario Gerardo Díaz Ferrán para que se investigara también la millonaria operación para la compra de la entidad estadounidense.
El juez Elpidio José Silva Pacheco ha adoptado sendas medidas cautelares después de haber interrogado de urgencia al máximo responsable de la caja madrileña por la adquisición en abril de 2008 del 83% del que fuera el sexto mayor banco privado del estado de Florida por un importe de 927 millones de dólares, tras haber recibido un informe del Banco de España cuestionando la viabilidad de la operación. Caja Madrid se hizo con la totalidad de la entidad estadounidense en 2010 aportando otros 190 millones de dólares.
En su auto, el magistrado señala que establece la prisión por un "evidente riesgo de fuga". También indica sobre la operación de compra del City National Bank que "no se entiende por qué se fraccionó la operación ni por qué en tan poco tiempo surgió tan mala valoración". Hoy, además, se ha celebrado una vista en la que el sindicato Manos Limpias ha solicitado prisión provisional bajo fianza de 3 millones de euros y el fiscal se ha opuesto a la fijación de esta medida cautelar.
Trato de favor en el crédito a Díaz Ferrán
Blesa había sido citado hoy de urgencia para declarar ante el juez Silva Pacheco, que investiga el crédito concedido por Caja Madrid a Díaz Ferrán. Los peritos designados de la consultora KPMG ratificaron el pasado lunes ante el juez que Blesa dio trato de favor al empresario, al concederle un préstamo de 26,6 millones de euros cuando este ya tenía empresas al borde de la quiebra. Precisamente, el expresidente de la CEOE se encuentra en prisión bajo fianza de diez millones de euros por la venta fraudulenta de Viajes Marsans, que se investiga en la Audiencia Nacional.
En la causa que tiene abierta el titular del juzgado número 9 de Madrid, los peritos comparecieron este lunes para señalar que Blesa dio el visto bueno a un crédito en 2009 que no cumplía los requisitos necesarios.
Según fuentes jurídicas, los peritos han analizado los datos y han confirmado que el expresidente de la entidad bancaria, imputado por varios delitos, entre otros uno societario y de falsedad documental, no respetó la garantía legal exigida para entregar tal suma de dinero al empresario, también imputado en esta causa. A Díaz Ferrán se le ha retirado el pasaporte en el marco de este proceso.
Durante su declaración el pasado mes de diciembre, Blesa indicó que el consejo de administración de la entidad financiera, en el que Díaz Ferrán tenía un puesto de vocal, fue informado sobre el crédito por los propios servicios de la caja y aseguró que el préstamo también fue autorizado antes de su concesión por la Comunidad de Madrid, tal y como estipula la legislación vigente.
Caja Madrid concedió entre 2003 y 2010 a los familiares y empresas vinculados al expresidente de la CEOE y dueño del Grupo Marsans financiación por un total de 131 millones de euros, de los que 8.745.506 euros se corresponden con operaciones a favor de sus hijos.
En la cantidad global está incluido el préstamo por 26,6 millones que la entidad, entonces presidida por Miguel Blesa, otorgó a Díaz Ferrán en 2008 y que investiga el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, Elpidio José Silva, que ha imputado a ambos por delitos societarios y falsedad documental.
El juez envía a prisión al expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa
El banquero ha ingresado esta noche en la prisión de Soto del Real
El juez acusa a Miguel Blesa de haber llevado a Caja Madrid al colapso
El entonces presidente de la caja pagó mil millones de dólares por un banco americano que valía la mitad
El que fuera presidente de Caja Madrid entre 1996 y 2009, Miguel Blesa, ha ingresado esta noche en la prisión de Soto del Real después de no abonar los 2,5 millones de euros de fianza que le ha impuesto el juez Elpidio José Silva, titular del juzgado de instrucción nº 9 de Madrid, por la compra en 2008 del City National Bank of Florida (CNBF). La caja pagó 927 millones de dólares por una entidad que valía 581, según estimaciones del Banco de España, con unas pérdidas que en este momento ascienden a más de quinientos millones de euros.
El juez ha tomado declaración a Blesa las 13,40 horas y ha decretado su ingreso en prisión por dicha compra que, en su opinión, ha llevado a Caja Madrid al colapso. La adquisición del City National Bank se ejecutó el 7 de noviembre de 2008, menos de dos meses después de que Lehman Brothers, el cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos, se declarara en bancarrota, pese a lo cual la entidad madrileña pagó 927 millones de dólares por él. La compra se llevó a cabo sin ningún estudio estratégico o de viabilidad previos, pese a “la cognición (algo más que una sospecha) de que la aventura inversora fracasaría”, dice el juez.
En el auto en el que justificaba la citación del expresidente de Caja Madrid, se alude a un informe del Departamento de Inspección del Banco de España fechado el 19 de abril de 2010, que sostiene que el precio de compra excedió del pagado anteriormente por el Banco Popular y el Banco Sabadell por la compra de sendos bancos domiciliados también en Florida. Asimismo, había constancia de que los servicios de inspección del Tesoro de los Estados Unidos habían constatado “déficits muy relevantes” en la supervisión del equipo directivo del banco que habían dejado la entidad en una situación de “alto y creciente riesgo estratégico”, sin capacidad para hacer frente a la competencia en la actual situación de crisis. Con estas evidencia, el Banco de España determinó que el ritmo de crecimiento propuesto en su día por Caja Madrid para los ejercicios 2009 a 2014 estaba “seriamente desorientado, e ignora manifiestamente la atonía económica imperante”.
Con estas premisas, los responsables de la adquisición del City National Bank of Florida pueden haber incurrir en un delito de administración desleal ante la evidencia de que no se realizó un análisis “mínimamente solvente de viabilidad y de riesgo asumible”; se pagó “un sobreprecio”, y se eludió el control de la Comunidad de Madrid. Para el juez esta manera de proceder “incurre, como poco, en un nivel de ignorancia deliberada constitutivo, al menos, de dolo eventual”, por parte de quienes “de sobra gozan de experiencia en materia bancaria a nivel de expertos, de tal modo que no puede basarse el error en la mera ignorancia, sino en el incumplimiento de protocolos de eminente relevancia a la hora de aquilatar el riesgo asumible”.
El juez dice que lo ocurrido no es un evento fortuito ni algo inesperado, sino de una ausencia total de diligencia en la gestión de los fondos de Caja Madrid, “en la hipótesis más favorable al imputado Blesa”, al que acusa de haber conducido al colapso a la entidad financiera. “En definitiva –dice el auto- aquí la ‘tormenta perfecta’ no dependió de constantes climatológicas, sino del propio proceder del imputado Miguel Blesa”.
El instructor dice que de lo instruido hasta ahora no puede dilucidarse “con la suficiente determinación, ni las personas intervinientes respecto de la conducta imputada con la adquisición del CNBF”, ni si las mismas habrían incurrido en un delito de apropiación indebida o un delito societario.
El mismo juzgado que investiga la compra del mencionado banco norteamericano por Caja Madrid mantiene imputados a Miguel Blesa y a Gerardo Díaz Ferrán, expresidentes de la CEOE, actualmente en prisión por el ‘caso Marsans’, por un crédito de 26,6 millones que la entidad concedió al empresario de manera irregular.
Fuente: http://www.meneame.net/story/blesa-ingresa-soto-real
Un banquero va a la cárcel esposado por la Guardia Civil
En el marco de las relaciones de poder es normal el cruce del banquero con la política. O la del político con la banca, que para el caso viene a ser lo mismo. Dicho sea con carácter general. Pero lo de Miguel Blesa, expresidente de Cajamadrid (1996-2009), transpira política por arriba y por abajo, por la derecha y por la izquierda, en el pasado y en el presente.
Antes de irse concedió un crédito fallido a la ruinosa Marsans de Díaz Ferrán (en prisión), con el apoyo del entonces presidente Zapatero y la presidenta madrileña,Esperanza Aguirre. Dejó la entidad por una pelea de gallos entre esta y Gallardon(Alcaldía). O sea, política y politiqueo por todas partes. Ahora el juez que lo mete en la cárcel, por presuntos delitos de administración desleal, apropiación indebida y delitos societarios, no descarta que tenga la tentación de fugarse sin afrontar su responsabilidad judicial. Y por eso le retira el pasaporte.
Hablamos de alguien que llegó a la presidencia de Cajamadrid en septiembre de 1996 (aznarización de empresas públicas) por haber sido compañero de oposición del presidente del Gobierno, José María Aznar, y por ninguna otra razón. Y hablamos de una entidad financiera escasamente profesionalizada porque su consejo de administración -como tantas otras cajas de ahorros-, era el aparcamiento dorado de políticos, sindicalistas y representantes de la patronal. Un informe del Banco de España (2010) dijo que el plan de crecimiento propuesto por Blesa para Cajamadrid estaba “seriamente desorientado” e ignoraba la “atonía económica imperante”.
Hablamos de una entidad escasamente profesionalizada, porque su consejo era el aparcamiento dorado de políticos, sindicalistas y representantes de la patronal. Un informe del BdE dijo que el plan de crecimiento de Blesa para Cajamadrid ignoraba la “atonía económica imperante”
Tampoco sorprende que el juez Silva Pacheco, que ha dictado para Blesa prisión provisional eludible con fianza de 2,5 millonesde euros, hable en su auto de ayer de “pésima gestión bancaria” en la compra del City Nacional Bank de Florida en abril de 2008, que provocó pérdidas de 500 millones, porque “no se analizó de forma mínimamente solvente” la viabilidad, el riesgo y el nicho de mercado. Nadie lo vio, aunque ya había empezado a descargar la tormenta financiera en EEUU. Una lástima que en ninguna parte del auto se mencione el desplazamiento a Miami de aquellos consejeros para celebrarlo. No consta que los representantes del Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad, UGT, CCOO, CEOE, hicieran ascos al viaje de placer con cargo a los fondos de la entidad o protestaran por semejante dispendio.
Mezcla tóxica esta de la política y la banca. Sin embargo, es mucho más excitante el cruce del banquero con la justicia como calmante ocasional de los indignados, tipoAda Colau, que un día llamó criminales a los banqueros. Es tanto como decir que deberían estar todos en la cárcel. Y lo cierto es que un banquero entró ayer esposado por la Guardia Civil en la prisión de Soto del Real (Madrid). El efecto placebo queda asegurado, al menos en el sentir de los seguidores del 15-M y movimientos afines, colgados del estupor por la facilidad con la que se habla de miles de millones de euros para rescatar a los bancos mientras se recorta en hospitales en nombre de la austeridad o se expulsa de su casa a las familias que no pueden pagar la hipoteca.