Declaraciones de Paul Hellyer, ex ministro de defensa de Canadá (Traducción de Qbeac). Estaría bien que alguien incrustara esta traducción en el vídeo.
En definitiva, la solución es tan sencilla como que la Humanidad (y no los vampiros) emitan el dinero con el que se funciona. Evidentemente, el sistema informático entero por el que “corren” las transacciones debería “migrar” a uno justo.
Si pudieras poner fin a la depresión con un solo golpe de bolígrafo, ¿lo harías?
Bueno, es casi así de fácil. El Gobierno Federal [de Canadá] tiene el poder de hacer que eso suceda. La Constitución de Canadá le da al Parlamento Federal la total jurisdicción en relación al dinero y a la banca, por lo que el Gobierno Federal puede crear todo el dinero que desee.
O puede hacerlo como lo hace ahora: puede [usar sus licencias para] pedírselo prestado a los bancos privados, y luego tener que devolvérselo, tanto el capital como el interés.
Con este período de austeridad y recortes y reducciones en los servicios del gobierno, podríais preguntar: “¿Hay una mejor manera de hacerlo?”
Bueno, la respuesta es sí. Podemos adoptar una política similar a la que tuvimos entre 1939 y 1974. En aquel momento, el Banco de Canadá le suministraba al Gobierno Federal grandes sumas de dinero a costo casi cero. El gobierno gastaba ese dinero poniéndolo en circulación y eso es lo que nos sacó de la Gran Depresión y luego ayudó a financiar la Segunda Guerra Mundial, y después de la guerra, el gran programa de infraestructuras, la Sub-? Autopista Marítima [Sub---Seaway], la autopista Trans Canadá, nuestros grandes y nuevos terminales de aeropuertos, y una serie de otros proyectos. También nos permitió lanzar nuestro programa de atención médica y los servicios sociales que se convirtieron en la envidia del mundo.
Lo que realmente estaba sucediendo era una política donde la función de creación del dinero se repartía entre el Gobierno Federal, por una parte, y los bancos privados, por otra parte. El sistema funcionó a las mil maravillas y nos dio los mejores años del siglo 20.
Bueno, después, en 1974, todo cambió. El Banco de Canadá les dio la espalda a sus accionistas, que somos nosotros. Y empezó a recibir órdenes del Banco de Pagos Internacionales (BIS. Bank for International Settlements) en Zurich, Suiza.
El BIS, que es la cúpula del cartel de la banca internacional decidió que el Banco de Canadá, junto con otros bancos centrales de todo el mundo, debían dejar de prestar dinero a sus gobiernos a bajo costo. En efecto, ellos les dieron a los bancos privados el monopolio de crear dinero. Y los gobiernos, que son los dueños de las patentes para crear dinero en nombre de las personas, se ven obligados a salir a pedir dinero prestado según las tasas de interés actuales, sean las que sean en cada momento.
Bueno, el resultado fue una bonanza para los bancos y una catástrofe para el pueblo.
En 1974 no había prácticamente ninguna deuda en Canadá. Ahora (2013), la deuda Federal por sí sola es de unos 600 billones de dólares. Peor aún, los presionados contribuyentes canadienses han tenido que pagar entre el año fiscal 1974-1975 y el año fiscal 2010-11, 1,1 trillones (eso son trillones) de dólares en intereses solamente de la deuda Federal. Eso equivale a unos 1.700 dólares por persona por cada hombre y mujer en la fuerza de trabajo, y no hay alivio a la vista.
Nuestro gobierno, en lugar de utilizar su poder para poner fin a la recesión, está negociando un acuerdo comercial con la Unión Europea que, si se firma, le impedirá a él mismo o a cualquier otro futuro gobierno canadiense, manejar nuestra economía para el mejor interés del pueblo canadiense. Seremos esclavos permanentes del cartel de la banca internacional, la cábala más avariciosa y cruel [o despiadada, ruthless] de la historia.
Será una traición comprometer nuestro derecho a crear nuestro propio dinero y robarnos el bien más preciado que cualquier gobierno tiene. La pérdida, en términos monetarios, se contará en trillones. Aún más importante es la pérdida de libertad para gestionar nuestros propios asuntos, que no tiene precio.
Si perdemos esta batalla, Estados Unidos, que ahora está negociando (o empezando a negociar) un tratado con la Unión Europea, será el próximo, porque los europeos usarán el acuerdo con Canadá como un precedente. Y después de eso vendrá un país detrás del otro, hasta que, finalmente, la cábala [o élite], el cartel internacional, izará la bandera de la victoria en su guerra de 40 años contra el auto-gobierno [Nota: el derecho de la gente a auto-gobernarse]. Ellos [la élite] entonces impondrán su propia marca de “esclavitud por la deuda” sobre todos nosotros.
A estas alturas, nuestra única esperanza es conseguir una orden judicial para impedir que el gobierno Federal cometa esta traición, y eliminar todas las disposiciones financieras de lo que se supone que era un tratado de comercio antes de que sea firmado.
Nosotros, el Comité de Reforma Monetaria y Económica (¿falta nombre completo?), pondremos en marcha la acción. Por eso necesitamos vuestra ayuda. Id a:
www.victoryfortheworld.net
… Y seguid el enlace para donar a través de Paypal. Sed lo más generosos que podáis, y pedirles a vuestros amigos y socios que hagan lo mismo. Los beneficios monetarios ascenderán a decenas de miles de dólares, pero mucho más importante, en cierto sentido, es una nueva esperanza para los más de un millón de jóvenes canadienses que buscan puestos de trabajo y oportunidades en sus carreras.
Te lo debes a ti mismo. Se lo debes a Canadá. Se lo debes al mundo.
Tenemos que impedir que la pandilla [Otra connotación de “gang”: asociación de criminales] del “Nuevo Orden Mundial” [o New World Order] use a Canadá como un conejillo de indias una vez más. Así pues, id a:www.victoryfortheworld.net