Ya Rothschild se adjudicó el control de la tesorería del Vaticano hacia 1850 (junto a sus jesuitas). Mucho ha llovido desde entonces aunque siempre en el mismo lugar.
De mientras, el Vaticano (que no la iglesia de los fieles, los que tienen el don de la fe en algo) ha seguido respondiendo a los avatares de las premisas impuestas por la usura. O sea de nuestros amos. Los de siempre.
Tema delicado es éste, como el cancer y el sida, temas que afectan a miles de millones en extremo y, ante lo cual uno debe ser en extremo cuidadoso, precisamente por los afectados.
Y es que lo son.
Vaticano, cuadruplicando beneficios en 2012, según auditoría reciente propia y descarada, a pesar de la pedofília hacia los creyentes, mientras sus acólitos (los más desfavorecidos) siguen pasándolas putas en aras de la venida de un salvador, que no vendrá precisamente por él (el Vaticano)
De reciente creación, 1500 años, lo tenemos aquí, dispuesto a putear nuestros más íntimos anhelos y pretensiones en aras de sus propios intereses, los de ellos y para nada los nuestros.
Vaticano, la espada de damocles de los fieles que tienen un don que nunca tuvieron ellos (los del Vaticano), exterminados por él, sojuzgados, quemados y reducidos a la mínima expresión del ser humano.
Pero no nos engañemos. Es propósito de ellos exterminar ese anhelo, esa creencia junto a la del Islám también sagrado, a fín de desorientar completamente a ese creyente ancestral, Sagrado és, pues és humano.
Así como Jesús fue usado políticamente para crear “el reino de los creyentes” hacia la consecución del “Gran Israel” también lo fue Mohamed (la vía Sufi) 500 años antes para, vía Islám, crear otra ilusión acerca de esa fe que es la misma en todos lados.
Pero ahora ya les sobra. Una vez que hemos o han creado, los creyentes, su realidad (pues ese es nuestro poder) ahora ya les sobra.
Pike ya lo dijo, destruir el cristianismo, el Islám y aún el sionismo, ateos y nihilistas incluidos, para una vez realizado esto proclamar el advenimiento demente de su Lucifer.
Prácticamente ya lo han conseguido.
Banco del Vaticano (IOR) “rescatado” ya como paises al uso como España, por ejemplo, y que defenestra a Ratzinguer, al igual que a Papandreu, y pone en su lugar a Francisco (vía Ernest Von Freyberg) , al igual que a Monti (Goldman Sachs) en Italia y mediante ejecutores como la auditoría Ernst and Young y el Promotory Financial Group. Ahora, sobre el final de diciembre, se anunció que se integra al pelotón de banqueros “controladores” otra de las mayores consultoras del planeta: la KPMG.
Días atrás, una de las órdenes más reaccionarias de la Iglesia, el Opus Dei, llamó a darle todo el apoyo a Francisco. Poco antes lo había hecho otra orden del mismo tenor, Comunidad y Liberación. Así estamos con el Papa “revolucionario”.
Hasta que no me saquen a Francisco de toda esta ralea cuestionaré, y mucho, sus palabras y mensajes, que calan y muy hondo en el común, aunque todo me dice, mirando bajo el cedazo de esas palabras rompedoras, que todo esto es pura cosmética al servicio de intereses más profundos y de siempre, y destinados a vestir en lenguaje común el mismo tipo de transformación que está sufriendo el resto de ese común, que dejará todo igual, aunque refundado bajo los intereses de ellos, los de siempre.
Y es que nada se escapa a tito, salvo la Presencia, nuestra “Presencia”.
De mientras Rotshchild se apresta a destruir Arabia Saudí (Volvogrado), su propia Israel (via Iran, como restos que son de su anterior dominio, pues ahora ya tiene a Rusia y aún a China bajo sus ordenes y por tanto a “resto mundo” mal que les pese a unos.
La Patagonia Argentina y Chilena esperan a sus ocupantes, del nuevo “Gran Israel”, aunque uno se pregunta para qué coño les hace falta si ya dominan todo el orbe potencial de hidrocarburos y minas via Ártico, Canadá, Australia y Malvinas y aún otros (que se lo pregunten, hablando de actualidad a la República Centroafricana, a Mali, a la eterna Sudáfrica, a Venezuela, a Brasil, a México (Rosneft), a Europa y Asia Oriental (Gazprom), el dominio absoluto de la Antártida, el gran tapado)
Y todo en aras de refrendar el dominio absoluto de ellos, mientras perdemos los demás, miserablemente, el tiempo siguiéndoles la pista. Y es que ya lo dice el maestro Bush padre:
“Es que nosotros somos ya un imperio y cuando actuamos creamos nuestra propia realidad. Y mientras usteden estudian eso, juiciosamente si gustan, nosotros actuaremos de nuevo, creando nuestras propias realidades, las que pueden ustedes estudiar también: así son las cosas. Nosotros somos actores de la Historia, a todos ustedes sólo les queda estudiar lo que hacemos”.
Pecho, vientre y cabeza, señores.
Recomponerlos, recomponer al guerrero que sea capaz de luchar con la oscuridad de tú a tú y a través de generaciones y sin prisas. Están, de esa manera, ya vencidos. Y en un instante, pues son humo frente a nosotros.
Se llaman ARIOS, tienen nombre y apellidos y viven de nuestra ignorancia, producto de lo que nos esconden, nuestra propia naturaleza.
Esto es solo un ardid de los muy listos pero no humanos.
Solo nosotros heredamos esta tierra como inquilinos. Ellos son los verdaderos “okupas”. Hay que hecharlos a ellos de sus casas “okupadas”, a ningún otro, como ahora ellos hacen y una y otra vez.
Que no nos dejen, en este sentido, sin Iglesia, sin Corán, sin Induismo, sin Sufismo, ateísmo y nihilismo y aún sin otros igualmente importantes.
Ellos los crearon como ismos, y nosotros los hicimos realidad, y se les escapó de las manos pues no contaban con La Presencia, que hace realidad lo que hace realidad al ser humano. Somos producto de ellos pero el producto se les ha escapado fuera de control pues no conocen nada de nuestra naturaleza y aún de la suya.
Están vencidos antes de hora.
Solo nos hace falta darnos cuenta.
Sencillo.
Aquí sendos artículos acerca del Vaticano:
1.-
Revelaciones sobre el rescate del Vaticano comandado por el gran capital
Ni dios ni el diablo. Lo que impulsó al Papa a cambiar las cosas en el Banco del Vaticano (IOR) fue la irresistible presión del Deutsche Bank, actuando en yunta con los yanquis del JP Morgan. Ambos jugaron un rol clave para imponer una suerte de intervención sobre el mentado IOR, envuelto en los crímenes más diversos y no sólo financieros. El dato acaba de ser revelado por el diario más importante del capital financiero, el Financial Times.
El informe de marras, divulgado días antes de las fiestas, puso de relieve que los banqueros alemanes dejaron prácticamente fuera de juego al IOR en enero pasado, al suspender servicios de asistencia financiera que provocaron de hecho una interrupción de sus operaciones. Una medida sin precedentes, que provocó un “shock” en el Vaticano al punto de paralizar toda su operatoria económica, según puntualiza el medio inglés.
Y algo más, si se tiene en cuenta la renuncia de Ratzinger y la operación de emergencia que llevó a Bergoglio a la jefatura de la Iglesia.
No había pasado un mes del flamante reinado de Francesco, cuando en abril fue eyectado de su puesto el presidente del “Banco de Dios” -Ettore Gotti Tedeschi-, en medio de un escándalo sobre las disputas por el manejo delictivo de la institución por parte de los clanes rivales del alto clero italiano. Se ve que la mano del Deutsche Bank se había movido con rapidez: al frente del IOR fue colocado un poderoso aristócrata y banquero… alemán, Ernest Von Freyberg.
La alusión del Financial Times al papel protagónico que tuvo en este tumultuoso proceso el JP Morgan tiene su interés, porque el episcopado norteamericano fue uno de los grandes electores de don Francisco. No sólo esto: para el llamado saneamiento de las finanzas vaticanas fueron convocadas poderosas consultoras financieras… norteamericanas: la auditoría Ernst and Young y el Promotory Financial Group. Ahora, sobre el final de diciembre, se anunció que se integra al pelotón de banqueros “controladores” otra de las mayores consultoras del planeta: la KPMG.
Lo que plantea todo esto es que la gran banca, capitaneada por el Deutsche Bank, se abocó a una verdadera operación de “bail out” (rescate, en inglés) del Vaticano, en línea con el panorama de crisis que recorre de conjunto al capitalismo mundial. Sin demasiadas vueltas, los banqueros teutones plantearon que, frente a las reestructuraciones bancarias que se vienen en la vieja Europa, la puesta en caja del IOR era impostergable. El Vaticano y sus negocios son parte de la bancarrota general.
Los hombres de la banca ya han cerrado centenares de cuentas del IOR, sospechosas por sus vínculos con el lavado de dinero, la mafia y el narcotráfico. Por supuesto, en todo esto se guarda el “secreto” profesional y se aseguran los negocios que corresponden. Banqueros y hombres de sotana saben que los trapos sucios se lavan en casa.
La operación de rescate del Vaticano operó sobre el filo de la navaja. La descomposición en la cúpula de la Iglesia había llegado a tal punto que, como recuerda un suplemento especial de La Nación de este 22 de diciembre, “la Iglesia se encaminaba al suicidio”, tornando imprescindible la novedad de un “reformador”. Bergoglio, el Deutsche Bank y el JP Morgan abordaron, entonces, un rescate impostergable. Al modo inglés, la revista Time, que designó a Bergoglio “el hombre del año”, sintetizó: “Sin cambiar la letra, logró cambiar la música”. Gatopardismo, dicen los italianos, como recordamos alguna nota en estas páginas.
Los “bail out” de la gran banca no han logrado sacar al capitalismo del marasmo. Tampoco el del Vaticano sacará a la Iglesia de su pantano histórico, que es, asimismo, el del capital. Días atrás, una de las órdenes más reaccionarias de la Iglesia, el Opus Dei, llamó a darle todo el apoyo a Francisco. Poco antes lo había hecho otra orden del mismo tenor, Comunidad y Liberación. Así estamos con el Papa “revolucionario”.
2.- El papa pecador
JAVIER PéREZ DE ALBéNIZ | 26/9/2013
El Papa Francisco, ayer, día 25, durante la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro./ Clauidio Peri (Efe)
Mi hija acaba de empezar primero de la ESO en un colegio concertado de Talavera de la Reina. Está en clase con otros 25 chavales. Cuando comenzó el curso, hace poco más de una semana, solo tres se habían apuntado a Religión. Pues nueve días después ya se han dado de baja los tres. Ni un solo alumno asiste a Religión. Parece que las últimas palabras del papa Francisco, de corte claramente progresista, han causado un profundo efecto entre los ciudadanos, que se toman muy en serio esta rauda y eficaz modernización de la iglesia católica.
No es para menos. Y es que el papa tiene los santos cojones, que diría uno de mi pueblo, de sugerir en una entrevista que está dirigiendo la organización equivocada:
“Jamás he sido de derechas”, aseguró a “
La Civiltà Cattolica”, una publicación de la Compañía de Jesús.
¿Jamás he sido de derechas? Imagino que nada más despedirse del periodista el santo padre, que presume de pecador e indisciplinado, buscaría un cura de guardia para confesar la mentirijilla. De no ser así, debería haber presentado la dimisión: me temo que no se puede liderar la organización más de derechas del planeta desde otra posición geográfica. Y es que últimamente el Papa habla y habla, en un alarde de verborrea sin precedentes:
“Que el poder del mal penetre en el mundo interior de la fe es para nosotros un sufrimiento”, afirmó el martes, en unas declaraciones sobre la pederastia que hubiera firmado el mismísimo Darth Vader.
Francisco va demasiado rápido. Tiene prisa: el chiringuito se derrumba, no hay tiempo para medias tintas, nunca fui de derechas, jamás encubrí la pederastia, existió el Holocausto, es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia… Todo sirve, en este tsunami de declaraciones sorprendentes e innovadoras. “
Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, quién soy yo para juzgarla”, asegura Francisco. Otra cosa es que el gay en cuestión no busque al Señor y tenga la voluntad torcida, y sea entonces un pedazo de maricón.
Las reformas verdaderas, las que se basan en hechos y no en aspavientos, requieren un tiempo del que la Iglesia no dispone. El lavado de cara que han encargado a Francisco tiene que ir a toda mecha, y va desde los gestos de humildad y sencillez más obvios a
conducir un cuatro latas del 84 por las calles del Vaticano. Vaya por dios, ¡otro campechano! Apenas gestos, insisto. Puro marketing. Es demasiado pronto para ser optimistas. No se pueden borrar en apenas seis meses 2.000 años de abusos, mentiras, corrupción y atrocidades. 2.000 años dedicados a acumular poder, tanto económico como político, a ocultar asesinos y pederastas, apadrinar dictaduras y adoctrinar “en nombre de dios” a los más débiles y sugestionables.
Me temo que algo más que declaraciones efectistas, ajenas quizá al voto de obediencia, deberá hacer el papa Francisco para que los compañeros de mi hija regresen a clase de Religión.
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