La expectativa de que el Banco de Desarrollo creado por los BRICS entre en competencia directa con el Banco Mundial es el mayor argumento esgrimido por muchos para apoyar la teoría de que la “cábala bancaria” está a punto de ser derrocada.
Pero como algunos venimos sosteniendo desde hace tiempo, la división entre el este y el oeste es una ilusión y todos los países y instituciones financieras están siguiendo el mismo guión escrito por el Banco de Pagos Internacionales (BIS, Bank for international Settlements)
El BIS es la organización centralizada que establece y hace cumplir las políticas económicas de todos los bancos centrales del mundo.
El gobernador del Banco Popular de China forma parte de la junta directiva del Banco de Pagos Internacionales y ha pedido abiertamente la implantación de un sistema financiero multilateral estructurado en torno a una moneda supra-soberana: el Derecho Especial de Giro (o SDR en sus siglas en inglés).
No nos equivoquemos al respecto, esto es lo que sucederá. Ésta es la razón por la cual el Banco Mundial ha ofrecido todo su apoyo al Banco de Desarrollo de los BRICS y el ministro de Finanzas Ruso, Anton Siluanov, se refiere al Banco BRICS como al “mini-FMI”(mini fondo Monetario internacional).
La estructura del sistema multilateral es cada vez más visible. Se determinarán las zonas económicas y se establecerán nuevas alianzas monetarias agrupadas regionalmente, con el SDR actuando como moneda supra-soberana de referencia para todas las agrupaciones regionales de monedas.
Y con todas las miradas centradas en los BRICS y en el anuncio oficial de la creación de su Banco de Desarrollo y de su Fondo de Estabilización Monetaria, es el momento de introducir otra asociación económica que aún no ha sido discutida de forma suficientemente amplia.
Esta asociación se denomina Los Próximos Once (Next Eleven), o N11.
La asociación N11 es considerada como “los próximos BRICS” e incluye los siguientes países:
Bangladesh, Egipto, Indonesia, Irán, México, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Turquía, Corea del Sur y Vietnam.
Países del N11
Dentro del N11 aún existe otra asociación llamada MIKT. Esta asociación se compone de los siguientes países:
México, Indonesia, Corea del Sur y Turquía.
En conjunto, los países MIKT constituyen el 73% del PIB total de la N11.
La mayoría de lectores verán rápidamente que todos estos países, incluidos los BRICS y los N11 se están alejando agresiva o sutilmente, según el caso, del dólar de EE.UU.
Sin embargo, todos estos países tienen bancos centrales que son controlados por el Banco de Pagos Internacionales y están siendo apoyados por las llamadas “instituciones financieras occidentales” como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
El banco francés BNP Paribas Corporate and Investment Bank, junto con BNP Paribas Asset Management han creado una firma de valores de renta variable llamada EasyETF BNP Paribas. El objetivo principal de esta firma de valores es facilitar el acceso de capital a los mercados de los países del N11.
Por supuesto BNP Paribas es el banco al que los Estados Unidos ha tratado de multar absurdamente por hacer negocios con Rusia. Pero eso solo es una de las múltiples escaramuzas que se producen en el largo camino que conducirá al sistema multilateral y al establecimiento del Derecho Especial de Giro como moneda supra-soberana.
Ambos grupos, tanto los BRICS como el N11 comparten el mismo propósito de equilibrar la riqueza mundial para asegurarse de que se logre un verdadero sistema multilateral. Ningún nuevo sistema financiero multilateral se puede implementar de manera efectiva si la mayoría de riqueza sigue estando acumulada en el mundo occidental. La riqueza debe equilibrarse y compartirse, pero la gente del mundo occidental no puede despertar de repente un buen día viendo que toda esa riqueza que han obtenido a costa del mundo subdesarrollado se devuelve de nuevo a los países en vías de desarrollo. Todo deberá parecer fruto del desarrollo natural de los acontecimientos y de la modernización.
Los países que conforman estas supuestas organizaciones “opositoras”, como son los BRICS y el N11, fueron elegidos por su estabilidad macroeconómica, su madurez política y su apertura al resto del mundo.
En su momento se utilizó a EEUU y a su dólar financiado por la maquinaria de guerra para implantar bancos centrales en todos los países del mundo y ahora que el trabajo ya ha sido completado, EEUU se ha convertido en el problema y su poder deberá ser reajustado para que pase a integrarse a las nuevas estructuras socieconómicas mundiales como uno más.
Como estamos viendo últimamente, los fundamentos básicos de la economía y la tendencia de los datos financieros han dejado de ser comprensibles mediante los análisis tradicionales. Todo parece un caos.
Pero que nadie se engañe: la economía mundial no es un barco a la deriva sin rumbo. Estamos viviendo un caos orquestado y magistralmente planificado.
Esa supuesta rebelión de los BRICS y la incorporación del N11 forman parte de ese gran plan…