El presidente fundador de CiU, Jordi Pujol (i), y el presidente de la Federación y de la Generalitat, Artur Mas. (EFE)
Desde que a media tarde del pasado viernes 25 de julio Jordi Pujol remitiera a la prensa
una confusa declaración en la que se hacía responsable de que la herencia que su padre, Florenci Pujol, dejó en el extranjero a su mujer Marta Ferrusola y a sus siete hijos se mantuviera oculta al fisco durante 34 años, esta inesperada confesión sacude con fuerza a la sociedad catalana y a toda España.
Y es que la admisión de cuentas en paraísos fiscales por parte de quien fue presidente de la Generalitat durante 23 años, ganó siete elecciones catalanas consecutivas y se erigió en algo así como el Sumo Sacerdote que dictaminaba, casi como si fuera ex catedra, sobre lo que era bueno o malo para Cataluña, ha implicado que se abrieran las compuertas de la credibilidad a las noticias que la prensa de Madrid –basándose en fuentes policiales– había publicado sobre las actividades y la fortuna de los hijos de Jordi Pujol y en especial del primogénito, Jordi Pujol Ferrusola.
Cuando El Mundo destapaba presuntas comisiones y negocios de la familia Pujol la noticia podía tener bastante o mucha credibilidad en España, pero la tenía escasa en Cataluña. Porque el medio tiene poca circulación, es considerado ‘anticatalán’ (fue beligerante contra el Estatut) y la Policía española es vista por una parte significativa de la sociedad catalana como un instrumento dócil del Estado. Pero cuando el propio Pujol confiesa que su familia ha regularizado cuentas en el extranjero provenientes de una extraña herencia (que su propia hermana ha declarado desconocer hasta ese mismo viernes), es la credibilidad de Pujol la que se viene abajo.
Más todavía cuando tras el fin de semana
es su propio partido el que le fuerza(debe tener más datos y siente en el cogote el huracán que agita a la opinión pública catalana) a renunciar al título de honorable, a la oficina habilitada para los expresidentes y a su condición de presidente honorario de CiU y CDC con derecho a asistir y presidir todos sus órganos de gobierno.
De repente el ‘Padre de la Patria’ podía ser no sólo un delincuente fiscal sinoun cacique que había permitido que su familia amasara una fortuna en base a comisiones de obra pública y chanchullos. Y la sospecha se agrandaba al relacionarla con el hecho de que el único hijo que se dedicaba a la política, Oriol Pujol –al que muchos apuntaban como el sucesor de Mas y que era secretario general de CDC pese a estar imputado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en el caso ITV–
había renunciado pocos días antes. Sin olvidar que la propia CDC tiene su sede embargada por un juzgado por su presunta financiación irregular, a través de Fèlix Millet, en el famosocaso del Palau de la Música.Los obstáculos se acumulan sobre la apuesta independentista de Artur Mas, pero el último –la creencia cada día más extendida de que la familia Pujol se enriqueció de forma indebida durante su presidencia– amenaza con hacerle perder legitimidad. Tanto a él como a su partido
Captando este terremoto en la opinión catalana,El Periódico de Cataluña abría su edición del domingo con una gran foto de Pujol bajo el título: “Jordi Pujol, el espejo roto” y se hacía eco de “la gran decepción” de los militantes y votantes de CiU. Ahora cuando El Mundo publica (también el domingo) que la fortuna de los Pujol asciende a 1.800 millones y que serían la séptima fortuna española en lista de los más ricos de Forbes, la credibilidad es mucho más alta y la duda corroe hasta a los convergentes más incondicionales. Máxime cuando Victoria Álvarez, novia de Jordi Pujol Ferrusola durante algunos años, afirma que saldrán muchas cosas más, que tiene mucha información y que de la confesión de Jordi Pujol “lo único que hay de cierto es que tienen cuentas fuera” (El Periódico del lunes 4).
Y de repente prensa, radio y televisión son invadidas por un aluvión de noticias que hacen de las andanzas y la pretendida fortuna de la familia del expresidente de la Generalitat una especie de Pujol Crest catalana con mucho más morbo que la Falcon Crest originaria. La gran pregunta es si la Pujol Crestacarreará la defunción de su heredero político, Artur Mas, del partido que fundó, e incluso del proceso independentista.
Vamos por partes. Muchos creen que Artur Mas sucumbió cuando, tras diluir el tradicional pragmatismo de CDC y sustituirlo por un independentismo improvisado y descafeinado (en comparación con el de ERC), convocó elecciones anticipadas en el 2012, esperando la mayoría absoluta, y perdió 12 diputados. Había apostado y había perdido, pero insistió en el error al suscribir un pacto con ERC que le obligaba a convocar un referéndum independentista en el 2014.
En aquel momento Mas perdió la partida, pero como es un luchador está dando la batalla hasta el final. Por eso pacta con ERC, ICV y las CUP la doble pregunta que le corta los puentes con Rajoy y que alarma al mundo económico e incluso a la UE. Su cálculo es que Rajoy se puede asustar y ofrecer un ‘bocado’ razonable o que, en caso contrario, la negativa a la consulta (a dejar votar a los catalanes sobre su futuro) haga pegar otro salto al sentimiento independentista (entre el 2012 y el 2013 pasó del 23% a más del 40%) y después poder ganar las elecciones catalanas (anticipadas o no) y negociar desde una posición de fuerza.
Pero esta aventura desesperada se le complica cada día más porque tiene que hacer ver que atiende las alarmas del mundo económico y de todo el ‘partido de la distensión’ (Duran i Lleida, PSC, Rubalcaba y liberales de Madrid tipo Garrigues Walker), se queda sin aliados sólidos en España (ni el PNV le quiere seguir) y ve como si se trata de romper con España porque España no tiene solución, una parte creciente del electorado convergente (especialmente el joven) se apunta al mensaje más radical (y menos comprometido por las pasadas alianzas con el PP y el PSOE) de Oriol Junqueras, sin duda un político muy hábil y oportunista (en el mejor sentido de la palabra). Está por ver si consistente a medio plazo.
Y naturalmente el Pujol Crest no va a favorecer ni a Artur Mas ni a CDC. Al contrario, va a hacer que se afiance el trasvase de votos hacia ERC. CDC no puede refundarse improvisadamente, por decreto, sin celebrar ni un congreso extraordinario y pasteleando un nuevo arreglo en la dirección como pretenden Mas, Homs y Rull, la estrella ascendente del partido. Ahora se ve que Artur Mas y CDC han desencadenado un arriesgado intento de ruptura con España sin tener la consistencia ni la fuerza para poder liderarlo.Artur Mas es un luchador y va a dar la batalla hasta el final, aunque quizás sabe que la tiene perdida. Ayer dio una rueda de prensa de casi dos horas en las que –pese a algunos fallos– volvió a insistir en celebrar la consulta, afirmó que la recuperación española tiene ''acento catalán'' e incluso se permitió presumir de ''transparencia''
Es difícil que el Pujol Crest y la gran decepción que invade a la militancia y al electorado de CiU y que –como reconoce Miquel Iceta– sacude también a todo el catalanismo, permita que CDC siga al frente de un proceso que tenderá a radicalizarse y puede acabar descarrilando. Mas quizás está muerto –
muchos lo aseguran– pero va a seguir combatiendo. Ayer no tuvo reparos en afrontar una larga rueda de prensa (casi dos horas de duración) en la que insistió en los asuntos sociales (del business friendly a la refundación), en la mejora económica (como Rajoy el viernes) aunque añadió (con suficiencia algo pueblerina) que la recuperación tenía “acento catalán” (en la onda de Rajoy, que ninguneó el papel de la política de Draghi en el BCE) e insistió en que no había ‘plan B’ y que el único objetivo es votar.
A Rajoy, que esgrimió lo de “ley y diálogo”, le respondió (sin cerrar la puerta a negociar las 23 propuestas) que “ley y diálogo sí, pero también democracia”, como si los catalanes no votáramos regularmente cada cuatro años al parlamento catalán y al español. Lo cierto es que ayer Mas pareció a ratos plúmbleo, charlatán…pero estuvo y dio la cara. Sin arrugarse, o arrugándose poco, e insistiendo en la consulta.
Quiere creer que puede superar los límites que fija la Constitución (que CDC votó y de la Miquel Roca fue uno de los ‘padres’), la normativa de la Unión Europea, que es antes que nada una Unión de Estados en la que el órgano principal es el Consejo Europeo (los veintiocho jefes de Gobierno de los estados), el escándalo Pujol que es una bomba sobre su carrera política y CDC, y el ascenso de ERC como consecuencia de haber legitimado –desde el catalanismo conservador– el discurso independentista.
La realidad es que ERC ganó las europeas antes del Pujol Crest y
el último sondeo del CIS (conocido el lunes pero realizado también antes del escándalo) dice que ERC superaría a CiU incluso en unas legislativas españolas. Ayer una inteligente señora de la alta burguesía catalana me preguntaba inquieta y consternada: “¿Ahora, en qué manos vamos a caer?”
Mas aparenta la “fortaleza psicológica” que ayer pidió a los catalanes que mantuvieran. Pero le falta realismo político. Se niega tanto a sacar las conclusiones de la situación, al creer que el Pujol Crest puede ser anulado por una buena calificación de Transparencia Internacional entre las autonomías españolas, y ha planteado un órdago a lo grande al Estado español teniendo los pies de barro.
Claro que el Gobierno de Madrid también demostraría estulticia si lanzara las campanas al vuelo. Su actitud cuando el Estatut (que fue mucho más lejos que su oposición) fomentó la desafección de Cataluña respecto a España, contribuyó al deslizamiento de CDC del pragmatismo al independentismo y puede acabar con la victoria de ERC en las próximas elecciones. Mal negocio. Pero el panorama no es forzosamente negativo. Al margen del Pujol Crest, el ‘partido de la distensión’ se apuntó la semana pasada un tanto frente al ‘partido del conflicto’ cuando Rajoy y Mas admitieron que tenían que discutir y arreglar algunas cosas además de enfrentarse por la consulta. Habrá que analizarlo un día de estos… si el Pujol Crest nos lo permite.
http://blogs.elconfidencial.com/espana/confidencias-catalanas/2014-08-06/sera-el-pujol-crest-el-final-de-mas_172686/
Oriol Pujol vetó informes de Medio Ambiente para lucrar a altos cargos de CDC
EN BENEFICIO DE SUS NEGOCIOS EÓLICOS
El exsecretario general de CDC Oriol Pujol. (EFE)
El 13 de marzo del 2002, tenía lugar en Barcelona una importante reunión entre los departamentos de Medio Ambiente y de Industria. En el cónclave estaban presentes Oriol Pujol Ferrusola, que había sido nombrado secretario de Industria, y Albert Mitjà, director general de Energía y Minas. La intención era desbloquear el visto bueno para la apertura de tres parques eólicos que la consejería de Medio Ambiente había paralizado. Lo malo del caso es que dos de ellos soportaban un informe negativo de los servicios de esa consejería, que desaconsejaba su apertura por razones ecológicas.
Oriol Pujol apeló a otros argumentos más ‘contundentes’: el president Pujol tenía interés personal en conceder esas licencias. Punto y final. El 8 de mayo siguiente, el entonces conseller en cap (consejero jefe), Artur Mas, enviaba una carta al consejero de Medio Ambiente, Ramon Espadaler, en la que le decía textualmente: “En las últimas semanas, he ido insistiendo en la necesidad de autorizar la instalación de algunos parques eólicos (…) Me gustaría que me informases lo más pronto posible de la situación de los proyectos siguientes: Prat del Compte (parques eólicos de Carena de la Tossa y Coll Ventós), Ascó (parque eólico de Barbers), Colldejou (parque eólico de Les Costes) y Portbou (parque eólico de Tramuntana). ¿Qué razones impiden conceder estas autorizaciones?” Mano de santo: el 17 de mayo,nueve días más tarde, eran aprobados los proyectos de Portbou y Ascó y una semana después, los dos de Prat del Compte.
Tres de esos parques eran los aludidos por Oriol Pujol y donde su padre tenía interés personal. ¿Por qué ese interés? Paradójicamente, dos de ellos pertenecían a un veterano militante de CDC y fundador de CiU, Joan Fages. El nombre de éste figura en los documentos oficiales de la constitución de la Federación de CiU, en representación de CDC, juntamente con los de Jordi Pujol Soley, Francesc Caminal, Maria Eugènia Cuenca, Marta Ferrusola,Jordi Pujol Ferrusola, Miquel Roca Junyent, Antoni Subirà, Pere Sagarra Trias, Núria Claverol o Carles Sumarroca Coixet.
El tercer parque era propiedad de este último, fundador junto a Jordi Pujol de CDC en los años 70. Sumarroca siempre ha hecho negocios a la sombra del poder y dos de sus constructoras (Teyco y Emte) están en el top ten de las privilegiadas compañías que reciben las adjudicaciones de obra pública de Cataluña. Además, Sumarroca compró a finales de los 90 la empresa Entorn, que había realizado el informe de impacto ambiental de su parque precisamente. Y Entorn era la compañía que había creado años antes Pere Pujol Ferrusola. Después de que Sumarroca la comprase, Pere Pujol siguió como director de la misma, aunque con el bolsillo un poco más lleno.
Una evolución sorprendente
De los dos proyectos que Artur Mas añadía en su carta, el de Barbers contaba con un informe medioambiental redactado por la compañía Codema, también propiedad de Sumarroca. Y el de Tramuntana era propiedad de Joan Fages. Lo cierto es que Codema y Entorn eran las compañías reinas de los informes en el sector eólico. La pequeña firma de Pere Pujol Ferrusola, uno de los hijos del todopoderoso president, había realizado los pertinentes dosieres de un buen puñado de parques eólicos, aunque le sobrepasaba en número Codema. Cuando Pujol dejó el poder, ambas compañías se habían encargado de 25 de los 67 informes que habían llegado al Gobierno, un 37,31% del total(normalmente, cada parque eólico contrataba a una compañía diferente para los informes).
La evolución de Entorn no deja de ser curiosa: en el año 2000, facturó 850.143,64 euros; en el año 2001, 990.398 euros; y en el año 2002, 1.699.217,23 euros. No es de extrañar porque comenzaron a lloverle contratos con la Administración: realizó los informes de impacto medioambiental del canal Segarra-Garrigues, la mayor obra civil de Europa; del canal Xerta-La Sènia; del campo de golf de Vilanera, en L’Escala (después de que una primera auditoría desvelase el severo impacto del proyecto); y del impacto ambiental de la variante de Cardedeu a Llinars. Además, obtuvo dos encargos de Medio Ambiente sobre el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) y numerosos contratos de consejos comarcales, controlados por CiU.Fotografía de archivo del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y Oriol Pujol. (EFE)
Entorn ya nació con estrella: en su primer año de rodaje, realizó el censo ganadero de las comarcas de Osona, Conca de Barberà, Urgell y Les Garrigues por un monto global de 38,5 millones de pesetas (unos 232.000 euros) y el censo industrial de las comarcas de Gironès, Alt Camp y Maresme (en total, unos 35,5 millones de pesetas, o sea, casi 200.000 euros). El mayor encargo fue el de Osona y se lo hizo Jacint Codina, entonces diputado de CiU, por 28 millones de pesetas. Claro que era el año 1994, lo que da una idea de las estratosféricas cifras que ello suponía. Paralelamente, realizó un informe a la carta para habilitar una planta embotelladora de agua mineral en el Montseny, argumentando que no había déficit de agua para extraer 56.000 metros cúbicos.
Posteriormente, comenzó también a recibir encargos de las empresas públicas Gisa y Regsa (encargadas de la obra pública y del regadío de Cataluña) por valor de cientos de miles de euros. A principios del 2000, sus principales clientes eran la Autoridad Portuaria de Barcelona (controlada por CiU), Ferrovial y Generación de Energía SA, un holding controlado por Joan Fages.
Durante el último gobierno de Jordi Pujol, en el año 2003, a la empresa de Pere Pujol el gabinete de su padre le hizo un último favor: le encargó el estudio de impacto ambiental del alargamiento de la línea 4 de Metro, que luego pasaría a ser la línea 2. En el 2005, Entorn fue la empresa que realizó el impacto ambiental del proyecto de ampliación del puerto deportivo de Sitges.
Otro vástago de los Pujol, Oleguer, comenzó a hacer negocios fuera de Cataluña. Era, precisamente, el más radical de los hermanos, un independentista acérrimo que participó en la campaña Freedom for Cataloniay en la gran pitada al Rey. Pero la pela es la pela y su negocio fue hecho, precisamente, en las tierras españolas de las que tanto abominan él y algunos miembros de su familia. Actualmente, está en el punto de mira de Anticorrupción por varias operaciones extrañas, entre otras la
compra de la red de oficinas del Banco Santander en 2008 y la compra de varios inmuebles del Grupo Prisa en Madrid y Barcelona. La Udef le atribuye una fortuna de 137 millones de euros en Suiza y otros activos que pueden alcanzar los 400 millones de euros.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2014-08-06/oriol-pujol-veto-informes-de-medio-ambiente-para-lucrar-a-altos-cargos-de-cdc_172673/