Artur Mas y el presidente de Marruecos.
EM.- La Generalidad aprobó el pasado lunes el Plan Marruecos 2014-17 que prevé reforzar la relación de Cataluña con ese país y dar satisfacción a algunas de las aspiraciones de los 270.000 marroquíes que residen en esa comunidad -algo más del 3% de su población- a los que hay que añadir varias decenas de miles de inmigrantes originarios de Marruecos que obtuvieron la nacionalidad española. Entre otras medidas ofrece a Rabat tutelar el islam en Cataluña y a los inmigrantes introducir el árabe y el tamazig o bereber -la lengua de las montañas del Rif y del Atlas- en horario lectivo, informa El Mundo en su edición de hoy.
La ley de consultas que se dispone a aprobar el Parlament catalán prevé que la mayoría de los inmigrantes puedan votar. El plan adoptado anteayer trata de atraer a los marroquíes a las urnas y de apaciguar la hostilidad de Marruecos ante el proyecto independentista por temor a que la autodeterminación se contagie al Sáhara Occidental, según señalan fuentes diplomáticas y destacados miembros de la comunidad marroquí en Barcelona.
Lejos quedan los tiempos, hace ya una década, en los que Marta Ferrusola, esposa del entonces presidente Jordi Pujol, arremetía contra los inmigrantes musulmanes mientras que Josep Antoni Duran Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, pedía que no se concediese el derecho al voto en las municipales a los marroquíes residentes en España.
El portavoz del Govern, Francesc Homs, explicó tras el Consejo Ejecutivo del lunes que el plan aprobado establecía “cinco grandes ámbitos de cooperación” con Marruecos y sus inmigrantes, pero no dio detalles ni lo repartió. Fue elaborado con la colaboración de varios departamentos de la Generalitat, empezando por la Consejería de Enseñanza, la dirección general de inmigración, los Mossos d’Esquadra, así como colectivos marroquíes y la Fundació Nous Catalans. Vinculada a Convergència Democràtica de Catalunya intenta atraer a los inmigrantes al independentismo.
El plan otorga un papel clave a Marruecos en la elaboración de los contenidos religiosos destinados a la mayoría de los musulmanes en Cataluña así como en su difusión a través, probablemente, de la enseñanza en escuelas y mezquitas. En ningún lugar de Europa las autoridades marroquíes gozan de estas atribuciones con las que siempre han soñado.
“Iniciativas para esta comunidad”
El siniestro Jordi Pujol, condecorado por Mohamed VI.
Dadas “las especificidades idiomáticas y culturales del colectivo marroquí, así como su importancia numérica” es “conveniente impulsar iniciativas diseñadas especialmente para esta comunidad”, reza el documento aprobado. “En este sentido, la colaboración con el Gobierno de Marruecos puede redundar en una mejora en cuanto al diseño de los contenidos educativos que se dirijan específicamente a las entidades marroquíes, así como en una mayor eficacia a la hora de difundir estas propuestas de formación”.
Las principales comunidades musulmanas de España han intentado estos años emanciparse de la tutela religiosa de Marruecos, pero la Generalitat propone ahora que en Cataluña suceda lo contrario. La Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas estuvo, por ejemplo, en manos de una dirección pro marroquí, pero ahora está encabezada por un presidente de origen marroquí, Mounir Benjelloun, al que el Ministerio de Justicia español considera afín al movimiento islamista Justicia y Caridad opuesto a la monarquía alauí. En Ceuta y, más recientemente, en Melilla, se han producido cambios similares reprobados discretamente por Rabat.
Pese a que hay casi 24.000 alumnos marroquíes escolarizados en Cataluña ningún centro público ofrece, por ahora, clases de religión islámica. La Generalitat propone poner una comisión mixta [catalano-marroquí] para introducir, por fin, la enseñanza del islam. Comunidades tan dispares como Andalucía, Cantabria o el País Vasco llevan años impartiendo clases de islam sin haber tenido que crear ningún órgano conjunto con Marruecos.
El árabe y también el tamazig (la lengua hablada en el Rif y en el Atlas) ya se enseñan en algunos centros escolares en Cataluña pero en horario extraescolar. El plan abre la vía a que, con la colaboración de la Consejería de Educación y de la Casa Amaziga de Barcelona, los centros que lo deseen puedan “incluirlos en el horario lectivo de forma continua”. El objetivo es “preservar la lengua de la familia” inmigrante.
A lo largo de sus 24 páginas del plan la Generalitat ofrece también “potenciar el papel de los colectivos de inmigrantes” y “hacer llegar propuestas de mejora de la Administración General del Estado” a la hora de tramitar los permisos de residencia y trabajo que son competencia del Gobierno central. De cara a Marruecos propone impulsar los intercambios “con vistas a futuras relaciones de cooperación en el marco de la seguridad ciudadana”.
Las asociaciones de inmigrantes, al margen
Marruecos no se ha pronunciado públicamente sobre el proceso soberanista, pero las asociaciones de inmigrantes afines al Consulado de Marruecos en Barcelona se han mantenido al margen y, a veces, han mostrado sus reticencias. El que fue durante años el brazo derecho del cónsul, Noredine Ziani, presidente de la Unión de Centres Culturals Islàmics de Cataluya, fue expulsado de España hace 16 meses a instancias del Centro Nacional de Inteligencia. Rabat no rechistó porque desaprobaba su evolución.
Ziani se había incorporado con su asociación a la Fundació Nous Catalans, que dirige Ángel Colom, y juntos recorrieron, durante la campaña electoral autonómica de 2012, numerosos mezquitas. Explicaban a sus “fieles” que “un Estado catalán puede proporcionar mayor bienestar al inmigrante”, según reconoció entonces Colom en conversación telefónica. “Esta perspectiva les acerca al catalanismo”, recalcó.
El nacionalismo “ofrece un modelo alternativo para gentes que buscan su identidad porque ya no son del todo de allí, pero tampoco son aun plenamente de aquí”, comentó el antropólogo catalán Jordi Moreras tras observar el desarrollo de aquella campaña hace dos años. “Se les dice para integrarte, para ser de verdad catalán tienes que ser independentista”, añade.
El independentismo inquieta, sin embargo, a buena parte de la inmigración en opinión de algunos trabajadores sociales que conviven con ella. Algunos inmigrantes están tramitando la nacionalidad española y temen perderla antes de haberla adquirido, otros sospechan que Cataluña puede dejar de pertenecer a la Unión Europea y que ya no podrán circular libremente por ella.
Fuente: http://www.alertadigital.com/2014/09/17/la-generalidad-ofrece-a-marruecos-regentar-el-islam-en-cataluna-y-ensenar-lengua-arabe-en-horario-escolar/
Antes moros que españoles: CiU pretende adoctrinar a 500.000 musulmanes para su plan secesionista
Convergencia i Unió (CiU) pretende adoctrinar en el ideario secesionista a los 500.000 musulmanes que en la actualidad residen en Cataluña, para que secunden y blinden socialmente la hoja de ruta hacia la independencia emprendida por Artur Mas y sus aliados de ERC, según informa ABC.
Según fuentes de los servicios de información, la afluencia de musulmanes a Cataluña se ha visto favorecida por la política migratoria de CiU. Una política encaminada a primar la llegada de extranjeros que no hablan castellano, en su mayor parte procedentes del Magreb, con el objetivo de «catalanizarlos» más fácilmente a través de la lengua. Es decir, se les impone el catalán, sin conocimiento, básico siquiera, del español.
En este sentido, el 25 de marzo de 2003 el entonces consejero en Cap de la Generalitat, Artur Mas, inauguró en Casablanca (Marruecos) una «embajada» dirigida por el independentista republicano Ángel Colom. Se trataba ya de potenciar la inmigración desde ese país a Cataluña y, de paso, que Rabat apoyara el entramado de empresas catalanas.
Mediante esta política migratoria, de los 70.000 musulmanes que residían en Cataluña a principios de 2.000, se ha pasado en 2014 a prácticamente 500.000. Es decir, un tercio de toda la población musulmana afincada en España se concentra en esa Comunidad Autónoma. Y el efecto llamada, sin duda, se hará notar en los próximos años si se mantiene la misma estrategia desde la Generalitat.
¿A qué obedece esta generosidad de CiU? El caso es que desde que a finales de 2010 comenzaron a intensificarse los pronunciamientos de dirigentes nacionalistas a favor de mayores cuotas de autogobierno, han ido creciendo también las muestras de apoyo al proceso soberanista llevadas a cabo por amplios sectores de la comunidad musulmana asentada en Cataluña. Es más, a partir de que se fijara la fecha y la pregunta de la pretendida consulta independentista, CiU ha ido aumentando los contactos con esta comunidad religiosa, a través de sus líderes o imanes.
Todo ello encaminado a buscar apoyos a la citada consulta -con el voto el que pueda hacerlo y, si no, con otro tipo de manifestaciones-. Los gestos amistosos, cada vez más frecuentes, entre los partidos nacionalistas catalanes y determinados líderes de la comunidad musulmana, algunos en la órbita del salafismo wahabí -una de las corrientes más integrista y medieval del Islam- van dirigidos en una dirección: el rechazo a lo que es y representa España, la ruptura de su integridad territorial.
Asentar la religión
Este particular guiño dirigido a la comunidad musulmana, a fin de facilitar las condiciones adecuadas para asentar una religión en la Comunidad Autónoma, no tendría mayor trascendencia si no fuera porque entre los más radicales de sus visionarios se contempla en un futuro la posibilidad de crear un «estado islámico catalán».
Extraños compañeros de viaje. En el verano de 2010 los medios de comunicación se hicieron eco de unas sorprendentes declaraciones de Abdelwalhab Houizi, imán de la mezquita Ibn Hazn de la calle Nord, en Lérida. Era, entonces, la más grande del municipio. Ante un auditorio atónito, instaba a la comunidad islámica residente en Cataluña a aprovecharse de los independentistas. «Ellos se apoyan en nosotros para conseguir votos, pero lo que ellos no saben es que cuando nos dejen votar, todos votaremos a los partidos islámicos, pues nosotros no pensamos en izquierdas ni derechas. Esto nos hará ganar alcaldías y a partir de ahí, con las grandes competencias de las autonomías, empezará a implantarse el Islam».
El discurso del imán trascendió porque la mujer de uno de los asistentes al rezo lo relató a los medios de comunicación. Pero las delirantes declaraciones no activaron las alarmas en los cuarteles generales de los partidos nacionalistas. Antes al contrario, algunos de sus miembros afirmaron que preferían «ser moros antes que españoles».
Expulsado de España
Moureddine Ziani, presidente de la Unión de Centros Culturales Islámicos de Cataluña, fue nombrado responsable del área marroquí de la fundación Nous Catalans, creada por Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) para promover el independentismo catalán entre los inmigrantes.
Esta fundación recibe subvenciones de la Generalitat en concepto de «realización de programas y actividades de integración social de personas extranjeras inmigradas y catalanes retornados». Pues bien, la persona que CDC colocó al frente de su fundación recibió el 3 de mayo de 2013 una orden de expulsión de España por poner en riesgo la seguridad del Estado, comprometer la política exterior y constituir una amenaza a la estabilidad de las instituciones. Todo ello, a raíz de una denuncia del CNI, que le acusaba de ser un colaborador muy relevante de un servicio de inteligencia extranjero, en alusión a la Dirección General de Estudios y Documentación de Marruecos.
Los nacionalistas, y la Asamblea Nacional Catalana, en lugar de entonar el «mea culpa», acusaron al CNI de realizar una maniobra para amedrentar a los inmigrantes que se interesan e implican en el proceso soberanista de Cataluña.
Fuente: http://www.alertadigital.com/2014/09/12/cataluna-mas-cerca-de-ala-que-de-aca-ciu-pretende-adoctrinar-para-su-plan-secesionista-a-500-000-musulmanes/