Los líderes de la eurozona han lanzado al Gobierno de Syriza, tras meses de avisos e intentos fallidos, un ultimátum que esta vez sí parece final con la amenaza de una salida inminente de Grecia del euro. La cuenta atrás se ha acelerado vertiginosamente tras el no en el referéndum a las reformas que piden los acreedores.
El plazo vence el domingo 12 de julio. Para ese día se han convocado dos cumbres en Bruselas: una de los líderes de los 19 países de la eurozona y otra de los 28 estados miembros, que deberán decidir si firman un principio de acuerdo sobre un tercer rescate o fuerzan la salida de Grecia del euro.
¿Ha reforzado el ‘no’ la posición de Tsipras?
Todo lo contrario. Los líderes de la eurozona reclaman ahora a Tsipras un plan de ajuste mucho más duro que el que rechazaron los votantes griegos en la consulta del 5 de julio. La nueva propuesta griega debe incluir reformas que vayan todavía “más lejos”, según avisó este martes la canciller alemana, Angela Merkel. Las condiciones a las que Grecia dijo no iban asociadas a una prórroga a corto plazo del segundo rescate, que ya no está sobre la mesa porque expiró el 30 de junio. Atenas acaba de pedir un tercer rescate, con una duración de tres años, que requerirá dinero nuevo de sus socios europeos. Por ello debe ofrecer a sus socios una lista mucho más amplia de concesiones. Pero el rotundo resultado del referéndum, en el que el 61% de los votantes han mostrado su oposición a la austeridad, reduce al máximo el margen de maniobra del primer ministro griego.
Además, desde el anuncio del referéndum, la situación económica en Grecia no ha parado de empeorar. Los bancos están cerrados desde el 29 de junio, con controles de capital que limitan a 60 euros al día el dinero que cada griego puede sacar de los cajeros. La economía helena está en “caída libre”, según ha dicho gráficamente el ministro belga de Finanzas, Johan Van Overtveldt. Estabilizar ahora la situación exigirá medidas mucho más exigentes que las rechazadas en la consulta.
¿Quiere Tsipras aún un acuerdo?
Así lo ha asegurado en un discurso pronunciado este miércoles ante el pleno de la Eurocámara después del ultimátum de sus socios y también en la carta que ha enviado a Bruselas para pedir el tercer rescate. El primer ministro griego asegura que no tiene ningún “plan secreto” para dejar el euro. El no en el referéndum “no es una decisión de ruptura con Europa” sino un “mandato para redoblar los esfuerzos con el fin de lograr una solución socialmente justa y económicamente sostenible”. Y su intención es presentar un plan de reformas “creíble” que impulse el crecimiento y reparta las cargas entre todos los sectores de la población.
Pero la retórica combativa que ha utilizado Tsipras, evitando cualquier propuesta concreta, deja claro que sigue muy lejos de lo que le piden los acreedores. “Mi país fue utilizado para experimentar con la austeridad. El experimento, debemos admitir, ha fracasado”, ha dicho en un nuevo ataque a la troika formada por la Comisión, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Y el mayor ejemplo de solidaridad de la historia europea no es el rescate de Grecia sino el alivio de la deuda a Alemania tras la II Guerra Mundial.
¿Se creen en la UE las promesas de Tsipras?
La desconfianza entre las dos partes es máxima, como se ha evidenciado en el debate en la Eurocámara, que se ha convertido en un cruce de reproches entre Tsipras y Jean-Claude Juncker Donald Tusk, presidentes de la Comisión y del Consejo Europeo. Juncker ha acusado de nuevo al premier de mentir sobre las negociaciones. Ha asegurado que ha sido la Comisión y no el Gobierno de Syriza la que ha pedido que se obligue a los armadores griegos a pagar impuestos “de una vez por todas” y que se recorte el presupuesto de Defensa.
“Es imposible seguir gastando mucho más de lo que se ingresa. Ése es el origen de la crisis en Grecia, no el euro”, ha señalado Tusk en una lapidaria intervención contra Tsipras en la que ha censurado su flirteo con Rusia. “Pide ayuda a tus amigos y no a tus enemigos, especialmente si éstos no pueden prestártela”, le ha aconsejado. “Si pides ayuda a tus amigos, no les humilles”.
Gráfico: Martín González
¿Aún es posible un acuerdo?
El hecho de que Grecia haya enviado este miércoles a Bruselas su carta de solicitud de un tercer rescate es un paso positivo, según ha dicho Tusk. En la misiva, Atenas se compromete a empezar a aplicar, ya desde la semana que viene, medidas en materia de pensiones y tributos. Además, dice que pagará su deuda (aunque no ha abonado los 1.500 millones de euros que debía pagar al Fondo Monetario Internacional el 30 de junio) y suaviza su exigencia de reestructurarla, aunque sigue pidiendo medidas para “hacerla sostenible y viable”.
El gesto de Tsipras no ha ablandado a los líderes europeos, que son muy escépticos, sobre todo los que mantienen posiciones más duras. El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha dicho que todavía espera un “milagro” sobre Grecia. La canciller alemana, Angela Merkel, ha señalado que no es “una persona que sea muy optimista”. El hecho de que se hayan convocado ya dos cumbres para el domingo tampoco invita al optimismo. Si el Eurogrupo extraordinario del sábado logra cerrar el acuerdo con Grecia, no sería necesario celebrarlas.
¿Qué ocurrirá si no hay acuerdo el domingo?
“Nuestra incapacidad de llegar a un acuerdo podría llevar a la quiebra de Grecia y a la insolvencia de su sector bancario. Y por supuesto será muy doloroso para el pueblo griego”, ha respondido el propio presidente del Consejo Europeo ante la Eurocámara. “No tengo ninguna duda de que esto afectará a Europa, también en el sentido geopolítico”, ha agregado Tusk en una referencia tácita a Rusia.
La Comisión tiene “un escenario para el ‘Grexit’ [la salida del euro de Grecia] preparado en detalle” y también otro para prestar ayuda humanitaria de emergencia a los griegos, según ha explicado Juncker.
El Banco Central Europeo también ha dejado claro que, si no hay acuerdo el domingo, desconectará la línea de liquidez de emergencia que mantiene con vida a la banca griega. “La economía griega está al borde de la catástrofe, necesitamos absolutamente un acuerdo el domingo. Es el plazo final, después será más tarde”, ha dicho Christina Noyer, que pertenece al consejo de gobierno del BCE.
No existe ningún procedimiento legal previsto en los Tratados para que un país salga de la eurozona. El ‘Grexit’ se produciría por la vía de los hechos consumados. Sin liquidez del BCE, los bancos griegos sólo podrían sobrevivir si Atenas pone en circulación una nueva moneda para recapitalizarlos. De este medio de pago paralelo ya se habló en el Eurogrupo de este martes.
http://www.elespanol.com/actualidad/cinco-dias-para-salvar-a-grecia-asi-es-el-ultimatum-de-la-ue-a-tsipras/