Medallón formado por un disco de plata con grabado de una estrella de ocho puntas descubierto en Tel Gezer.
Un tesoro de raros objetos de oro y plata que datan del período cananeo de 3.600 años de antigüedad, se ha desenterrado en una excavación en el Parque Nacional Tel Gezer, en las colinas de Judea.
Entre los hallazgos se encuentran un colgante de plata con un disco grabado en relieve con una estrella de ocho puntas y un escarabajo egipcio cubierto de oro. Los arqueólogos creen que el tesoro es de naturaleza ritual, y fue colocado dentro de los cimientos de un edificio de varias habitaciones como una ofrenda religiosa.
Colgante con escarabajo que data del periodo cananeo descubierto en Tel Gezer.
El tesoro fue encontrado en un recipiente de arcilla con tapa, envuelto en lino tejido cuyos patrones son todavía parcialmente visibles. La torsión de dos hilos típicos de tejido de lino de la época se puede ver en la tela, que está inusualmente bien conservado al haber sido presionado contra los metales preciosos a lo largo de los milenios.
Hasta la fecha, solo se han encontrado en Israel otros dos paquetes textiles del período del Bronce Medio: en Jericó, en el valle del Jordán, y en Rishon Lezion, en la llanura costera. El depósito de metales, se dividió en cinco partes en el laboratorio de metal de la Autoridad de Antigüedades.
Tres de las piezas estaban compuestas de piezas de plata, como anillos y una cadena, pero muchos no podían separarse del grupo debido a la corrosión.
Las otras dos partes rodean el colgante de plata con un disco redondo de 3,8 cms. de diámetro, grabado en relieve con una estrella de ocho puntas en medio de la cual hay una esfera. En el borde del disco hay dos cilindros huecos finos para atar una cadena, y una media luna que es de 5,3 cms.
La profesora Irit Ziffer de la Universidad de Tel Aviv reconoció los símbolos como representantes de dioses cananeos similares a los dioses acadios de Mesopotamia, Ishtar y Sin. Ishtar era la diosa de la fertilidad, el amor y el sexo, mientras que Sin era el dios de la luna. La excavación la lleva la Autoridad de Parques Nacionales y el Seminario Teológico Bautista de Nueva Orleans, bajo la supervisión de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Este hallazgo es un logro significativo que arroja luz sobre la cultura cananea en Israel hace más de 3.600 años, y consolida aún más la posición del Parque Nacional Tel Gezer como una joya arqueológica de gran importancia para Israel.
En Génesis 12:6 se menciona la presencia cananea en esta región en vida de Abraham: “Pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encinar de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra”.
En el libro de Josué 10:32-34 se relata su conquista: “Y Dios entregó a Laquis en mano de Israel, y la tomó al día siguiente… Entonces Horam rey de Gezer subió en ayuda de Laquis; mas a él y a su pueblo destruyó Josué.” Aunque como relata Josué 16:9-10 “no arrojaron al cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el cananeo en medio de Efraín”.
En 1 Reyes 9:16-17: “Faraón el rey de Egipto había subido y tomado Gezer, y la quemó, y dio muerte a los cananeos que habitaban la ciudad, y la dio en dote a su hija la mujer de Salomón. Restauró pues, Salomón a Gezer”.
La antigua ciudad de Gezer fue un enclave importante desde la Edad de Bronce, ya que estaba situada en la Ruta del Mar, una ruta comercial que conectaba a Egipto, Siria, Anatolia y Mesopotamia. Según el relato de Génesis, fue entre el 1.700 y el 1.200 a.C. cuando se calcula que vivió Abraham; fecha que sería posterior a la de los objetos encontrados.
Tesoros de Canaán (II)
Sello de Jacob
Los jeroglíficos en el centro de este escarabajo cananeo se leen Yqb, la transcripción egipcia del nombre semítico Yaqub, una variante de Yakob o Jacob. Fue encontrado cerca de Haifa, Israel y data del siglo XVIII a.C. Se cree que perteneció a algún rey cananeo de ese nombre.
El signo jeroglífico egipcio Ankh significa “vida” o la vida eterna del espíritu. Como amuleto, favorece la longevidad y la sabiduría de quien ha vivido muchas vidas. Llevar un talismán con el Ankh significa solicitar fertilidad y abundancia, pero también ir en pos de la espiritualidad.
El símbolo Ankh combina los principios generativos del hombre y de la mujer en un solo diseño. El lazo o curva representa los órganos de la reproducción femenina y el resto lo masculino.
Su imagen es similar a la cruz cristiana, solo varía la parte superior en forma ovalada a modo de asa. La argolla superior representa la entrada del agua que inundaba el valle del Nilo y producía la fertilidad. Era uno de los principales atributos de la diosa Isis, quien consiguió devolver la vida a su esposo y hermano Osiris. Aunque la mayoría de los dioses, en su calidad de inmortales, la llevaban. Son muy numerosos los grabados y esculturas en los que aparece un dios o diosa con la cruz en la mano, acercándosela a la nariz de algún otro dios o protegido. Con este gesto el portador de la cruz insuflaba aliento de vida al otro, quien a su vez, lo recibía a través de las ventanas de su nariz.
A menudo se la representó en la mano de los faraones egipcios, en cuya coronación jugaba un importante papel. Es la vida con mayúscula, la que no acaba con la muerte, la que resurge y continúa. Se aplicaba a la frente de los faraones, para que su visión de la eternidad prevaleciera durante todo su mandato por encima de cualquier contratiempo.
Un antiguo escarabajo egipcio datado en 3.500 años que perteneció al Faraón Tutmosis III, fue descubierto recientemente por un explorador en Galilea, Israel. Cerca de un volcán extinto conocido como los Cuernos de Hattin en la Galilea Baja, Amit Haklai lo vió en medio de rocas de basalto negro. El escarabajo muestra al Rey Tutmosis III sentado en su trono y en frente de él, un cartucho que dice su nombre”.
Un cartucho es un antiguo símbolo egipcio en el cual un marco ovalado circunda el nombre de un rey egipcio en jeroglíficos. Tutmosis III fue el sexto faraón de la XVIII Dinastía (1479-1425 a.C.) en el Reino Nuevo de Egipto. Durante los 22 años de su reinado, él gobernó como corregente con la Reina Hatshepsut, su madrastra y tía. Tutmosis III dirigió varias campañas militares en el Cercano Oriente y en el Medio Oriente; durante su reinado Canaán llegó a estar bajo el dominio egipcio.
Las conquistas de Tutmosis, incluyendo una exitosa batalla en Megido, están registradas en los muros del Templo de Amón en Karnak.
En el artículo “In Pharaoh’s Footsteps” (En las huellas del Faraón) de la revista Archaeology Odyssey, Eric H. Cline describe la importancia del ataque de Tutmosis III a Megido en el 1479 a.C.
Las 17 campañas de Tutmosis III en Palestina, se llevaron a cabo casi cada año durante las siguientes dos décadas. La campaña de Megido podría haber sido la más significativa, porque inmediatamente reestableció la autoridad egipcia en el área y les mostró a los cananeos que sus señores de la guerra estaban allí para quedarse. La presencia egipcia en el sur del Levante permaneció firme durante los siguientes 200 años.