La situación actual en Siria no le importa a EEUU: es evidente que los estadounidenses bombardearán el país árabe bajo cualquier circunstancia, escribe Iván Danílov, columnista de Sputnik.
© AP Photo / Hassan Ammar
Ataque de EEUU, Francia y el Reino Unido contra Siria en abril 2018Recientemente, la cadena CNN publicó que los servicios especiales de EEUU ya habían compilado la lista de objetivos que serían bombardeados en Siria luego de que el Ejército del país fuera acusado de usar armas químicas contra los civiles y la llamada oposición moderada.
El experto opina que ninguna de las medidas preventivas será capaz de detener a los 'halcones' estadounidenses. La causa no está relacionada con el presidente sirio, Bashar Asad, ni tampoco con el conflicto sirio en general.
"Desgraciadamente, Siria será bombardeada por razones relacionadas exclusivamente con la política interna de EEUU", escribe el autor.
Según Danílov, hay una oportunidad para poder evitar este desenlace: que aparezca otro tema en la agenda estadounidense capaz de reemplazar la cuestión siria. El bloguero sostiene que la filtración de CNN fue una especie de chantaje, cuya víctima sería el mismísimo presidente de EEUU, Donald Trump.
"Trump será sometido a una situación embarazosa, cuando los Cascos Blancos, con apoyo y bajo la dirección de la Inteligencia británica, organicen la escenificación [de un ataque químico] en Siria, el mandatario estadounidense
no podrá negarse a atacar Siria", enfatiza Danílov.
De acuerdo con el analista, la nueva escalada de la crisis siria coincide con el periodo de máxima vulnerabilidad del líder estadounidense de cara a las elecciones de la Cámara de Representantes de EEUU, conocidas como las elecciones de mitad de mandato, que se celebrarán en noviembre de 2018.
"Las elecciones de mitad de mandato es un invento específico que muestra el carácter caótico del sistema político estadounidense. Las elecciones presidenciales se celebran cada 4 años pero entre ellas cada dos años se efectúa la reelección de 435 congresistas", explica.
Danílov considera que Trump puede correr el riesgo de que los congresistas reelegidos, en mayor parte demócratas, inicien un procedimiento de 'impeachment' contra él, lo acusen de alta traición y de estar en complot con Rusia. El tema de la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 se convirtió en la principal cuestión de la agenda electoral en EEUU.
"Si el líder estadounidense se niega a bombardear Siria, podemos pronosticar que aparecerán imágenes con niños sirios moribundos a causa de la intoxicación con gas sarín. Estas fotos serían difundidas por todas las cadenas estadounidenses durante la campaña electoral", sostiene.
Sin embargo, Danílov recalca que es poco probable que Washington emprenda algo más que una simple demostración de fuerza para declarar posteriormente que el enemigo sirio, al fin y al cabo, fue derrotado y la justicia, restablecida.
"Los estadounidenses van a bombardear Damasco, pero es poco probable que se atrevan a librar combates [duraderos] en Siria para tratar de revertir el curso de guerra civil y arrebatar la victoria de las manos de la coalición ruso-siria. Esto se debe a las acciones del Ejército y la Administración rusa que durante muchos años no ha escatimado fuerzas y recursos para desarrollar su propio arsenal militar y la llamada triada nuclear", señala.
Asimismo Danílov apunta que el único objetivo que los estadounidenses podrán alcanzar en Siria es una profunda satisfacción moral y poder decir que si Washington hubiera querido, habría ganado la guerra.
"Podemos estar 100% seguros que en varios años Hollywood grabará una serie de películas sobre las victorias heroicas que han sido alcanzadas por las fuerzas especiales de EEUU en Siria, sobre los salvajes rusos, iraníes y sirios armados con Kalashnikov y en 2020 un estadounidense promedio estará seguro de que EEUU habrá ganado la guerra en el país árabe tal y como ahora los estadounidenses creen que Washington ganó en el conflicto con Vietnam", recalca.
Sin embargo, el bloguero considera que la principal victoria es la victoria física y no la virtual y esta victoria con todos sus beneficios económicos se atribuye precisamente a Rusia.
Gracias a sus éxitos en Siria, Rusia pudo hacer fracasar el proyecto catarí relacionado con la construcción de un gasoducto en Europa, así como realizó una magnífica campaña de promoción de sus armas.
"Además, lo principal es que Moscú pudo demostrar con hechos reales a los jugadores regionales, como Arabia Saudí, que es beneficioso y seguro llegar a un acuerdo sobre cosas serias con el Kremlin, como los precios del petróleo. En estas circunstancias, cualquier acción y bombardeo de Siria por parte de EEUU es una baratija incapaz de cambiar algo. Rusia está poco a poco desbancando a EEUU de una región clave del planeta", concluye.
Los editores trataron este tema en su más reciente emisión de Sott Radio Network en español:
lun, 03 sep 2018 10:48 UTC
https://es.sott.net/article/62095-La-razon-por-la-que-Trump-esta-condenado-a-bombardear-Damasco
¿Quién quiere reactivar la guerra en Siria?
Siete años después del inicio de la guerra contra Siria, a través de grupos yihadistas, los partidarios de la destrucción de este país árabe pretenden reactivar el conflicto a pesar de la indiscutible derrota que ya han sufrido en el terreno, donde la población –después de un momento de vacilación– optó masivamente por respaldar la República Árabe Siria.
Este intento de reanudar la guerra, como partiendo de cero, sólo tendría sentido si el objetivo ya no fuese el mismo.
Hala, una niña de 6 años, es la portavoz que el MI6 británico ha escogido para “denunciar” un futuro ataque químico contra la población de Idlib, atribuyéndolo al “régimen sirio”. Como en los casos anteriores, se trata de justificar una intervención militar extranjera contra Siria.
Creado en enero de 2018 en Washington, bajo la presidencia del estadounidense David Satterfield, el «Pequeño Grupo» (Small Group) buscaba reactivar el proyecto Rumsfeld-Cebrowski de destrucción de los Estados y sociedades en los países del Medio Oriente en general y, en particular, en Siria. El Pequeño Grupo se componía inicialmente de Arabia Saudita, Estados Unidos, Francia, Jordania y Reino Unido –dándose por sentado que los países árabes miembros no serían destruidos a corto plazo.
Secreto en el momento de su creación, el Pequeño Grupo se ha convertido poco a poco en una entidad pública a la que se integraron Alemania y Egipto. Al parecer se hizo también más razonable y ahora da la impresión de estar buscando una salida honorable a la crisis. Incluso ha entrado en contacto con el Grupo de Astaná (Irán, Rusia y Turquía).
Pero el Reino Unido ha reactivado el proyecto contra Siria con la preparación de una operación bajo bandera falsa en la zona de Kfar Zita. Para realizar esa nueva provocación, varios especialistas de la firma Olive han sido enviados al terreno y cierta cantidad de armas químicas han llegado a la provincia siria de Idlib mientras que los White Helmets (Cascos Blancos) secuestraban 44 niños, que el MI6 británico piensa sacrificar para atribuir sus muertes a un «ataque químico» del Ejército Árabe Sirio contra los «rebeldes».
El MI6 ya tenía organizada la divulgación de esta nueva intoxicación mediante el «testimonio» que ofrecería Hala [la niña de 6 años cuya foto acompaña este trabajo]. Para eso creó, el 29 de julio, una cuenta en Twitter a nombre de Hala, cuenta a la que se suscribieron de inmediato unos 30 medios de prensa, en espera de la señal de inicio de la Operación «Eyes on Idlib». Entre esos medios de propaganda aparecen la BBC [
1], Radio Free Europe/Radio Liberty [
2], BuzzFeed y The Huffington Post [
3], que participan todos, de manera activa y consciente, en la propaganda de guerra británica.
Simultáneamente, el Pentágono ha desplegado en el Golfo Pérsico el destructor USS The Sullivans (DDG-68), con 56 misiles crucero a bordo, y ha enviado a la base aérea de Al-Udeid, en Qatar, un bombardero estratégico B1-B, armado con 24 misiles crucero aire-tierra AGM-158 JASSM.
Está demostrada la responsabilidad de la primer ministro británica Theresa May en las acciones del MI6. Pero no se sabe quién ordenó el despliegue militar estadounidense.
Marchando –como siempre– tras los pasos de Londres, el presidente francés Emmanuel Macron teorizó la semana pasada sobre la reanudación de la guerra contra Siria ante los embajadores franceses reunidos en su encuentro anual en París. Ignorando la decisión del pueblo sirio, que eligió a su actual presidente acudiendo masivamente a las urnas en 2014, el presidente francés Macron hizo una declaración especialmente hipócrita en la que en realidad propone decidir en lugar de los sirios: «Respetemos la soberanía de Siria. Pero respetémosla verdaderamente, permitiendo al pueblo expresarse y encarnarla.» [
4]
Los autores del plan destinado a justificar una nueva agresión occidental contra Siria saben perfectamente que, ante el pueblo sirio, ya perdieron la guerra. Lo que quieren ahora es provocar un enfrentamiento con Rusia, que se convertiría rápidamente en una guerra mundial.
Siria y Rusia reaccionaron sin demora, denunciando los hechos, o sea todos los preparativos de la provocación. Rusia ha enviado además importantes cantidades de material militar al puerto sirio de Tartús, en el portacontenedores Sparta-3. Moscú ha reforzado también su presencia naval frente a la costa de Siria –10 navíos de guerra y 2 submarinos rusos– y ha iniciado en la zona una gran maniobra aeronaval en la que participan 25 barcos de guerra y unos 30 aviones.
Extremadamente inquieto, el Departamento de Estado estadounidense acaba de enviar el embajador James Jeffrey a calmar los ánimos en los países de la región. Jeffrey visitará Israel, Jordania y Turquía en compañía del coronel de la inteligencia militar Joel Rayburn, adjunto del asistente del secretario de Estado a cargo del Medio Oriente, David Satterfield. Los dos enviados estadounidenses deben asegurar a sus interlocutores que Washington no se prepara para bombardear Siria bajo un nuevo pretexto fabricado.
Pero si los interlocutores regionales de la delegación estadounidense reúnen el coraje necesario, tendrán que solicitar algunas precisiones. Por ejemplo, ¿el asistente del secretario de Estado a cargo del Medio Oriente –David Satterfield– está aplicando la nueva política del presidente Donald Trump o en realidad prosigue la política de George Bush hijo y de Barack Obama?
Y tendrían que hacer también una pregunta que puede parecer todavía más extraña. La posición de Londres es claramente anti-rusa y la de la Casa Blanca evidentemente proestadounidense. Pero, ¿cuál es exactamente la línea del Pentágono? [
5]
4 DE SEPTIEMBRE DE 2018
Fuente