(Tablilla sumeria representando 7 seres de apariencia reptil. No se trataría, en principio, de los siete sabios que trataremos aquí, pero la curiosa coincidencia es que se muestre justamente ese número.
En futuras fotografías veremos más ejemplos)
Es una leyenda fascinante, llena de intriga y de poderosos interrogantes.
Parece que toda esta historia empieza con el dios sumerio Enki, el señor del abismo de agua dulce (Apsu/Abzu).
Ya denominado Ea en la cosmogonía acadia, se le siguió considerando el señor del Apsu, el dios del elemento líquido.
Pero también como el dios de la sabiduría y fuente de todo el conocimiento mágico que existía, y creador e instructor del hombre en las artes y los oficios. Enki era el señor de “Las Aguas Terrenas y los Cañaverales”, denominado también como “El Sabio de los Dioses” o “Apkallu-Ili”. Y es en este contexto donde surge el mito de los Siete Sabios, pues fue Enki quien los creó.
“Los siete apkallu de Eridu” (Eridu era la ciudad donde estaba el primigenio templo de Enki o “E-engur-a”), o “Los siete apkallu del Apsu”. Otra denominación con la que se los conoce es la de Annedotus o Annedoti (cuya traducción literal sería “los repulsivos”).
Este artículo se dividirá en diferentes secciones, aunque todas ellas guardan una estrecha relación entre sí.
«Los hijos de lo profundo son siete; Ellos han purificado las aguas, las han serenado; las han hecho cristalinas. (Como) antes su padre, Ea, (Como) antes su madre Damkina. Serán puros, claros, claros». Pasaje de texto acadio.
LOS SIETE SERES ABGAL O APKALLU
En la mitología de la antigua Mesopotamia, el término acadio “Apkallu” se usaba para definir a unos personajes míticos poseedores de un extraordinario saber.
La traducción de este vocablo (no he encontrado su transcripción literal fonética) vendría a ser por tanto “sabio”, “hombre sabio”, “erudito”, y en una acepción posterior (cultura asiria) se asoció a divinidades protectoras, genios (genii) o genios alados (trataremos este punto). Y este término acadio viene a su vez del vocablo sumerio “Abgallu”, “sabio” (Ab = agua, Gal = grande, Lu = hombre, sumerio).
Eran criaturas anfibias míticas, representadas en los relieves babilónicos como seres con el cuerpo de pez, pero que por debajo tenían la figura de un hombre.
Nos dice la web lampuzo.wordpress.com: “…realizaron supuestos extraordinarios aportes a las florecientes civilizaciones de la “Creciente Fértil”. En los rituales sumerios-acadios de la época amorrito-babilónica, III milenio a. C., el nombre de “Ab.gal” – apkallu en lengua sumeria – hace referencia a un erudito componente de la corte de los “Igigi del Reino del Apzu” – término sumerio-acadio para los Annunaki o Annuna paleo-babilónicos”.
Efectivamente, estos enigmáticos seres ejercieron de sacerdotes, sabios o consejeros de los reyes de la antigua Sumeria en un extensísimo período de tiempo antes del diluvio universal.
(Dos Apkallu junto al “Árbol de la vida”. Asiria, año 700 a. C)
Según el mito, los seres humanos desconocían los beneficios de la civilización, y estos enigmáticos seres surgieron de las aguas para instruirles y darles las tablillas “Me”.
Les enseñaron los fundamentos de las artes y las ciencias, de la cultura y la civilización en general (arquitectura, escritura, leyes, agricultura, medicina, diversas técnicas y oficios, pero también la videncia y la magia).
El origen de los Abgal o Apkallu entronca directamente con el mito de la creación de los seres humanos:
Los dioses del Apsu se rebelan ante los dioses del Cielo por la situación de servidumbre en la que se encuentran. Es entonces cuando el dios Enki/Ea decide crear al ser humano para aligerar de estas pesadas tareas a los dioses, pero al mismo tiempo crea a los apkallu como instructores de los humanos, para hacerlos más útiles y eficientes.
No solamente las tradiciones asocian a los apkallu con Enki, sino también con el héroe Gilgamesh, conocido como “El Conocedor de todas las Cosas” o “Sa naqba imuru”, y que asumió también este papel de Ab-gal en la época anterior al diluvio universal, apareciendo en un cilindro-sello como “El Maestro de los Apkallu”.
Con el curso de los acontecimientos, los siete apkallu comenzaron a ser asociados como los referentes de la fundación de las siete ciudades sumerias más antiguas: Eridu, Ur, Nippur, Kullab, Kish, Lasgash y Suruppak. En la épica de Gilgamesh, los apkallu son llamados “Los Consejeros” o “Muntalki”. En los textos épicos se dice que terminada su instrucción, retornaron al Apsu, “El Reino de las Aguas Profundas”, y nunca más fueron vistos.
La primera mención hacia estos seres la hace Marduk en el Poema Épico de Erra, cuando pregunta: “¿Dónde están los Siete Sabios del Apsu, los puros peces purādu (purādu-fish), quienes, al igual que su señor Ea, han sido dotados de la sabiduría suprema?”.
«Estos siete apkallu, carpas venidas del mar..; Estos siete apkallu nacidos en el río, para asegurar el buen funcionamiento de los planes en el Cielo y en la Tierra » Orientalía 30, 1961.
(En la excelente web therealsamizdat.com se pueden encontrar infinidad de representaciones pictóricas de los Apkallu)
Podemos decir que hay unanimidad en los que serían los siete primeros apkallu. Dos fuentes que resultan coincidentes en este sentido son las series de encantamientos conocidas como Bīt mēseri (en la tercera tablilla) y la Lista de Reyes de Uruk. Los nombres difieren un poco, pero vamos a darlo por coincidente (veremos más tarde discrepancias…). Tenemos la relación hecha por la Wikipedia (entrada sobre el Bīt mēseri):
“Incantation: Uanna, “who accomplishes the plans of heaven and earth.” (mušaklil uṣurāt šamê u erṣeti).
Uannedugga, who is given broad understanding. Enmedugga, to whom a good fate is decreed.
Enmegalamma, who was born in a house. Enmebulugga, who grew up in a pasture land.
Anenlida, the conjuror from Eridu. Utuabzu, “who ascended to heaven.” (ša ana šamê ilū)
The pure purādu-fishes, the purādu-fishes from the sea, the seven of them, the seven apkallus, born in the river, who control the plans of heaven and earth”.
En la web lampuzo.wordpress.com:
“El apkallu Unanna/U-uno, el primero de los siete abgal – Los otros fueron U-un-dugga, Es-me-Duga, Es-me-galanna, En-me buluga, Un enlilda, y Utu-abzu“.
En la web reydekish.com:
“Según la tabla de Uruk W 20030,7, los nombres de los siete sabios antediluvianos son: U͗an, U͗anduga, Enmeduga, Enmegalamma, Enmebulugga, Anenlilda, y Utu ͗abzu“.
EL MITO / EL MISTERIO / LAS INFINITAS PREGUNTAS
En esta tesitura nos encontramos…Recapitulemos, rebobinemos por un momento e intentemos asimilar las informaciones vertidas hasta ahora…El mito babilónico (¿Simple y llanamente un mito?) nos está diciendo que misteriosos seres, de procedencia y naturaleza desconocida, surgieron de las aguas para enseñar e inculcar a la humanidad los rudimentos de la civilización y el saber.
Es fascinante. ¿Se está apuntando a seres más evolucionados, de procedencia en definitiva “no humana” en el sentido convencional que nos identifica?
¿Qué tipo de procedencia? ¿De fuera del planeta Tierra? ¿Seres milenarios, procedentes del fondo de los océanos? ¿Se está aludiendo quizá a una civilización que viviera en el interior de los mares, más avanzada, y que fue la causa del desarrollo intelectual de nuestra humanidad?
Si es así…¿Qué pasó, acaso se destruyó y desapareció, se nos está hablando de la Atlántida, o Lemuria o de alguna de estas hipotéticas civilizaciones míticas? ¿Seguirían estos seres y estas culturas existiendo a día de hoy?
¿Tendrá todo esto que ver con el avistamiento de artefactos entrando y saliendo de océanos, ríos o lagos, los OSNIS? Si todo esto resulta desconcertante, no lo es menos que este tipo de mito, con muchísimos elementos concordantes, aparece en muchas culturas repartidas por el globo. Si esto resulta desconcertante, repasemos ahora el mito de Oannes, que nos dejará con más preguntas en el tintero…
(Oannes surge de las aguas para instruir a la humanidad. Esa descripción, con unas escamas o un atuendo de pez encima de su apariencia y rostro humano…
¿Estaría aludiendo a algún tipo de equipamiento o traje, algo semejante a lo que visten los hombres-rana en sus inmersiones?¿Se trataría de un humanoide enfundado en un traje espacial?)
LA FIGURA DE OANNES / ADAPA
Adapa puede considerarse el primero, el más grande y el más sabio de estos Annedotus o Apkallu. Según el mito, fue este ser el que surgió de las aguas e instruyó a la humanidad. Adapa era también conocido con otros nombres, como por ejemplo Uan o Uanna.
Fue el historiador caldeo Beroso (o Berossos, Berosus o Berossus) quien helenizó el nombre y lo transcribió como Oannes (Ὡάννης en griego). Uan o Uanna era el nombre que usaba Adapa según textos de la Biblioteca de Ashurbanipal.
No faltan hipótesis ni líneas de investigación al respecto. Mientras algunos especulan con una posible derivación del nombre del dios Ea, otros señalan la semejanza entre Uanna y el vocablo acadio ummanu (artesano), aunque parece un simple juego de palabras.
Otras fuentes le identifican con Alulim I de Eridu, primer rey de la historia sumeria, personaje mítico que gobernó durante 28.800 años según la “lista real”, y quien vivió en el año 2900 a. C. aproximadamente, poseedor del título de “apkallu” o bien asociado a estos seres. Con el tiempo Adapa fue identificado con el término de sabio.
Hay que señalar que algunas divinidades y reyes tomaron esa denominación de apkallus y la exhibieron orgullosamente, aduciendo que era gracias a Adapa (o a estos seres) que habían alcanzado los secretos de la escritura, el conocimiento o la magia. Tenemos los ejemplos de los monarcas Senaquerib I o Assurbanipal I.
Beroso (derivación griega del nombre Bêl-rê-ušu o “El Señor es mi Pastor/Guía”) fue un historiador, escritor, astrónomo y sacerdote del templo de Bel/Marduk, y desarrolló su actividad en el siglo III a. C. Fue satammu (jefe de la organización del templo de Bel) entre el 258 a.C., y el 253 a.C. Eso le dio acceso a los archivos de Esagila en dicho templo, y a textos cuneiformes como “las crónicas babilónicas”.
Escribió tres libros llamados “La historia de Babilonia”, y según sus propias palabras: “traduje muchos libros que se habían preservado con gran cuidado en Babilonia y que trataban de un periodo de más de 150.000 años.” Estos libros incluyeron cuentas de diez reyes legendarios “antes del diluvio” (2348 a.C.)…
…con extensiones absolutamente exageradas de los reinados. Es ni más ni menos que la famosa lista de reyes de Beroso, de la cual mucho se ha escrito y se ha debatido.
Famosa por esa inverosímil duración de los reinados de dichos monarcas antes del Diluvio Universal. Los reinados están medidos en períodos de 3.600 años o shars.
Otros historiadores respaldaron la validez de los testimonios recogidos por Beroso, entre ellos Alejandro Polihistor (o Polyhistor, erudito griego), que al respecto escribió: “En el segundo libro estaba la historia de los diez reyes de los caldeos, y los períodos de cada reinado, que sumaban en total 120 shars, es decir, 432.000 años; para llegar a la época del Diluvio».
Otro que le menciona es por ejemplo Abideno, discípulo de Aristóteles. Esas crónicas escritas en griego, o Babyloniaca, recogen también la aparición de Oannes entre los humanos, que es el punto que nos interesa. Polihistor transcribe también las enseñanzas de Berossus:
“En aquellos tiempos, había en Babilonia una gran cantidad de personas de distintas naciones, que habitaban Caldea y vivían sin orden ni concierto, como las bestias de campo. En el primer año, de la parte del Golfo Pérsico que bordea a Babilonia, apareció un animal dotado de razón llamado Oannes.
Su cuerpo era como el de un pez, tenía una cabeza humana y arriba otra de pez, y asimismo, más allá de la cola de pez, se extendían sus pies humanos. También su voz era humana.
La bestia pasaba el día entero con los humanos pero no ingería comida alguna. Les brindó a los hombres el conocimiento de las letras y las ciencias y técnicas de todo tipo.
También les enseñó cómo fundar ciudades, establecer templos, legislar leyes y medir la tierra. Asimismo, les reveló la siembra y la cosecha de frutas, y en suma, les develó todo lo que involucra la vida civilizada.
Desde aquel entonces, tan universales fueron sus enseñanzas, que nada se ha necesitado añadirles para mejorarlas. Cuando el Sol se ponía, la bestia volvía al mar para pasar las noches en las profundidades, dado que era un ser anfibio. Con el tiempo, otras bestias aparecieron”.
Otros seres le siguieron…Efectivamente, otros seres anfibios fueron apareciendo, es posible que cada uno de ellos estuviera asociado con un rey, pero así como tenemos 10 reyes antediluvianos, no ha trascendido el nombre de todos esos Annedoti.
Sin embargo, otras líneas de investigación sí recalcan que esos 7 Apkallu nombrados antes estaban asociados cada uno a un monarca distinto. En todo caso esto es lo que los historiadores pudieron recoger: Apollodorus se refiere al primero de ellos, “el Musarus Oannes, el Annedotus del Golfo Pérsico”.
Este historiador también griego nombra a “un cuarto Annedotus (sin nombre), que tenía la misma forma que los anteriores, la de un pez mezclada con la de un hombre”. Después tenemos a otra criatura llamada Odacon.
Abideno nos dice a su vez que “un semidemonio llamado Annedotus, muy parecido a Oannes, apareció del mar por segunda vez” (reinado de Amilarus), y en tiempo de Daos “pasaron del mar al suelo cuatro personajes de doble forma, cuyos nombres fueron Euedocus, Eneugamus, Eneuboulos y Anementus”. Y aún Apollodorus nos menciona al último de estos seres, de nombre Anodaphus.
Incluso Carl Sagan e Iósif S. Shklovski en su libro “Vida inteligente en el universo” se hacen eco de esta lista de reyes sumerios y de las extrañas menciones de los historiadores a estos seres anfibios. Especulando sobre posibles contactos con seres alienígenas en los albores de la humanidad, dicen textualmente:
(Enormes piletas o lavamanos en diferentes templos muestran a Ea rodeado de Apkallus del tipo peces-purādu)
¿SIETE APKALLUS, DIEZ U ONCE APKALLUS, UNA LISTA, DOS LISTAS…?
Sin duda, la mayoría de las veces se trabaja con fuentes, vestigios e informaciones que son parciales e incompletas. Nos encontramos a menudo con distintas líneas de investigación, diversos autores y distintas hipótesis. No es de extrañar entonces que surjan las discrepancias y cierta confusión, algo que ya vimos al tratar el mito de Tiamat y la relación de dioses mesopotámicos.
Es por esto que, en cuanto a los Apkallu, algunos autores e investigaciones señalan una única lista, mientras que otros afirman que habría dos listas distintas de 7 seres. Incluso alguna fuente postula 5 listas de 7 apkallus. Sobre las dos listas, podríamos decir que tenemos una bastante confirmada, por distintos autores y fuentes, y que es la primera que hemos mencionado:
Uan (Adapa), Uanduga, Enmeduga, Enmegalamma, Anenlilda, Enmebulugga y Utuabzu.
Mientras que si nos fijamos en esa lista de 10 reyes antediluvianos con esos reinados increíblemente largos, tendríamos 10 apkallus si cada rey hubiera tenido su consejero, y si se hubieran conservado todos los nombres, pero la casualidad hace que tengamos otra lista de siete:
Uan, Annedotus, Euedocus, Eneugamus, Eneubolus, Anementus y Anodaphus.
En cuanto al mencionado ser con el nombre de Odacon, algunos investigadores sugieren que podría ser una réplica u otro nombre del mismo Oannes, pero bien pudiera ser un apkallu totalmente diferente. Por otro lado, hay líneas de investigación que sugieren que antes de los 7 apkallus antediluvianos (la 1ª lista) habría otros 10 distintos (como vemos, vendrían a encajar las piezas).
Por ejemplo, Iván Martínez, de granmisterio.org(haciendo una serie de programas sobre los mitos sumerios), sugiere esta idea, parece que basándose en los trabajos de Federico Lara Peinado…
(Iván Martínez, en una captura de pantalla)
Sin embargo, propone unos nombres totalmente distintos. Podría haber una explicación, y es la siguiente, sugerida por varios autores, refrendada por las tablillas del Bīt mēseri (y reflejado en la Wikipedia): Habría 7 apkallus antediluvianos y 4 posteriores al diluvio, que serían Nungalpiriggaldim, Piriggalnungal, Piriggalabzu y Lu-Nanna. Adapa quedaría fuera para no repetirlo, mientras que todo parece indicar que E-Ninkiagnunna es el nombre de un lugar.
El ritual Bīt Mēseri
Nungalpiriggaldim, the apkallu of Enmerkar, who brought down Ištar from heaven into the sanctuary (“que hizo bajar a Ishtar desde el cielo al santuario”).
Piriggalnungal, born in Kiš, who angered the god Adad in heaven, so he allowed neither rain nor growth in the land for three years (“nacido en Kish, quien enojó al dios Adad en el cielo, de tal forma que éste no permitió la lluvia ni el crecimiento en la tierra -de las plantas, las cosechas- durante tres años”).
Piriggalabzu, born in Adab, who hung his seal on a “goat fish” and thereby angered the god Ea in the fresh water sea, so that a fuller struck him with his own seal (“nacido en Adad, que puso su sello en un pez múlido y de esa forma hizo enojar al dios Ea en el océano de agua dulce, de manera que una espada le golpeó a él con su propio sello”).
The fourth, Lu-Nanna, two-thirds apkallu, who expelled a dragon from É-Ninkiagnunna, the Ištar temple of Šulgi (“dos tercios apkallu, que expulsó a un dragón de É-Ninkiagnunna, el templo de Ishtar en Sulgi”);
The four apkallus, of human descent, whom the Lord Ea has endowed with broad understanding (“Los cuatro apkallus, de descendientes humanos, a los que el señor Ea ha dotado de un amplio conocimiento”).
Éstas son las explicaciones que se nos da de estos cuatro apkallu posteriores al diluvio en la tercera tablilla del Bīt Mēseri, y también en la Wikipedia (las traducciones son mías). Pero…¿De qué trata este antiguo texto mesopotámico, escrito en lenguaje cuneiforme y repartido en cuatro tablillas?
Se trata de un ritual de encantamiento que significa “Casa de confinamiento” o “Detención” y que consistiría en una serie de ceremonias y ritos para mantener a los espíritus malignos, al mal, alejado de una casa. Las copias más antiguas que se conservan son del período neo-asirio (de la Biblioteca de Assurbanipal) o del babilónico (de la casa de un sacerdote en Uruk).
Guardaba relación con la curación de enfermedades y males y con los conocimientos que habían de tener los “āšipu” o “mašmašu”, que podríamos traducir como exorcistas.
(Estatuillas usadas en el ritual)
En contraste con el ritual conocido como “šēp lemutti ina bīt amēli parāsu”, que servía para prevenir la entrada del mal o de fuerzas demoníacas dentro de una casa, el Bīt Mēseri se utilizaba cuando ya alguien había caído enfermo o en desgracia por el presunto ataque de fuerzas maléficas.
Los āšipu eran estudiosos y practicantes de la magia blanca y del tratamiento y curación de enfermedades, en una disciplina que abarcaba ciencias, religión, brujería o diagnosis, y en la que se aplicaban rituales técnicamente conocidos como “apotropaicos” (destinados a ahuyentar fuerzas malignas, maleficios, etc., concepto que también se aplica a amuletos, frases o gestos).
(Recreación de un ritual de purificación. Hombres ataviados de pez)
Se invocaba a varios dioses, entre ellos a Marduk, y lo interesante es que se colocaban en esa casa, en distintos puntos de la estancia (cerca de la puerta, de la cama, y también en los cimientos de la casa) figurillas o pinturas de los siete sabios apkallu, a los que se invocaba para encarnarse y combatir el mal.
Y en estos encantamientos se citaba a esos 11 apkallu a los que hemos aludido antes:
Los siete antediluvianos y los cuatro postdiluvianos. Es en este contexto, ya mucho más tardío al de aquellos primigenios abgal anfibios instructores de los humanos, que se asoció el término apkallu al de divinidad protectora o genio para curar o “exorcizar”…
(La antigua Mesopotamia, enfermedades, maleficios y los seres apkallu o abgal como sanadores…)
LOS TRES TIPOS DE APKALLU
Y es también en este contexto de los rituales para curar o sanar donde encontramos diferenciados claramente tres tipos distintos de apkallu…
A la izquierda, los apkallu ummânū o humanos (esta palabra ya nos apareció antes, significa “artesano”), aunque en el ritual Bīt Mēseri se habla del tipo ūmu-apkallus, que podría significar luz o día.
En el centro, el apkallu con forma de ave o águila, asociado a una divinidad llamada Nisroc o Nisroch.
Y a la derecha, los apkallu con forma de pez, los ya conocidos purādu-fish, seres antediluvianos con una capa en forma de carpa, basándose en los testimonios y descripciones de Beroso y otros historiadores.
Por supuesto, hay varias investigaciones y publicaciones de gran valor en torno a estas figuras protectoras en la antigua Mesopotamia.
Hay que decir que su aparición no se limitaba al contexto de esas ceremonias de curación o exorcismo que tenían lugar en casas.
También aparecen estas figuras en muchos palacios de diferentes épocas, como la neo-asiria, por ejemplo.
Y hay un contexto en el que aparecen muchas veces, ampliamente estudiado y profusamente representado…
Estas imágenes representan, como algunos sabrán, a los seres apkallu realizando algún tipo de ritual en torno a ese misterioso Árbol de la Vida (“The Assyrian Tree of Life” para los eruditos e investigadores). Se les ve guardando ese árbol, en algún acto de purificación, exorcismo o alejamiento de energías maléficas o pecados.
Debemos decir que los misteriosos objetos que portan son el mullilu (cono o piña de árbol en la mano derecha) y el banduddu en la izquierda (especie de cubilete o recipiente).
Se especula que era algún tipo de ceremonia para honrar al árbol, con agua o quizá incienso. También se les ve portando esos extraños brazaletes que se asemejan a modernos relojes.
Ese cono o mullilu podría ser una especie de esponja empapada en agua, y algunos también han querido ver una alusión a la forma de la piña y por tanto a la glándula pineal, puerta de percepciones extrasensoriales para el ser humano.
https://denderapumapunkusumeria.wordpress.com/2016/01/06/los-siete-sabios-sumerios-simple-mito-o-seres-reales/