CRISIS DEL CORONAVIRUS
Así Miente el Gobierno con 14.555 muertos ya por el Coronavirus
El Gobierno de España reaccionó tarde y mal ante la amenaza del coronavirus. La secuencia de las declaraciones oficiales desde enero de los dos máximos responsables de la salud pública en nuestro país, recogidas en el vídeo que acompaña esta información, deja en evidencia cómo se enfrentó España a la epidemia que ya ha dejado cerca de 15.000 muertos.
Primero negando cualquier peligro. Después, incurriendo en contradicciones flagrantes que sembraron la desconfianza en la opinión pública y ha terminado costando la salud y la vida a decenas de miles de compatriotas.
Nadie como Fernando Simón, jefe del Centro de Coordinación de Alertas y Epidemias Sanitarias, erró tanto y tan pronto. El 30 de enero afirmó sobre el coronavirus: «Nosotros creemos que España no va a tener como mucho más allá de algún caso diagnosticado».
Las palabras de Simón, escuchadas tres meses después, dejan retratado al piloto con el que España se enfrentó a la pandemia. «Esperemos que no haya transmisión local. Si la hay, será transmisión muy limitada y muy controlada», dijo.
No se quedó a la zaga el ministro de Sanidad. «Estamos preparados para hacer frente a cualquier situación. No hay ninguna razón de salud pública que aconseje tomar ninguna medida» en relación a los eventos multitudinarios, aseguró Salvador Illa el 14 de febrero.
Un mes después, ya con 289 muertos por coronavirus, el Gobierno decretaba el estado de alarma por segunda vez en la historia de la democracia en España. Pedro Sánchez decidía confinar a más de 40 millones de españoles en sus casas apenas una semana después de que su Gobierno animara a salir a la calle con motivo de las manifestaciones multitudinarias del 8M y mantuviera el permiso para seguir celebrando otros actos de masas, como los partidos de fútbol.
El Palacio de la Moncloa llegó a convertirse en la zona cero de la pandemia, con la esposa del presidente, Begoña Gómez, su madre y la vicepresidenta primera de su Gobierno, Carmen Calvo, infectadas. Todas habían participado en la manifestación.
El 8 de abril, un mes después del día que se convirtió en icono del desgobierno ante la pandemia, las cifras oficiales de muertos por el virus alcanzaban los 14.555. Y no hay previsión de que el fin de confinamiento esté a la vuelta de la esquina para los millones de españoles que miran con inquietud su futuro.
Sánchez lanza a los sanitarios con síntomas a una ratonera: les obliga a volver con mascarillas de baja protección
Estas prendas quirúrgicas no resguardan al profesional de contagiarse de los cientos de casos que llegan a los hospitales
Sanitarios en el hospital de campaña en Asturias.
09/04/2020 06:50
El Gobierno no sólo obligará a los sanitarios con síntomas de coronavirus a volver a los hospitales a los siete días, sin llegar a los 14 exigidos a todo el mundo. Además les acaba de reclamar, por medio de un documento del Ministerio de Sanidad, que regresen equipados con mascarillas de baja protección.
Esas prendas, las denominadas quirúrgicas, protegen al resto de personas de la posibilidad de contagio por el enfermo. Pero no resguardan al propio sanitario de contagiarse de los cientos de casos que llegan a los hospitales.
El Gobierno envía a una ratonera al personal sanitario. Todos los colegios profesionales que representan a los colectivos sanitarios clamaron recientemente contra el Gobierno por obligarles a volver a los hospitales a los siete días pese a tener síntomas de coronavirus y no haberles confirmado su estado de salud con tests.
Y ahora, un documento que publica OKDIARIO, prueba que no sólo les piden acudir antes de los 14 días de periodo de confinamiento exigido a todo el mundo, además, les obliga a acudir con el escudo de las mascarillas de más baja protección: las quirúrgicas.
El texto del documento del Ministerio de Sanidad señala los siguientes escenarios para los médicos, enfermeros y demás personal sanitario.
«Si no se realiza una prueba diagnóstica: en caso de que no se realice la prueba de diagnóstico microbiológico, el trabajador se incorporará a su puesto de trabajo transcurridos siete días desde el inicio de síntomas en ausencia de fiebre sin necesidad de toma de antitérmicos en los últimos tres días y siempre que se haya resuelto la clínica respiratoria».
Esa exigencia, incluida tras la última ampliación del estado de alarma, encendió las quejas de los sanitarios. Pero ahora han descubierto un segundo párrafo: «se incorporará a su actividad con mascarilla quirúrgica hasta completar 14 días desde el inicio de síntomas, evitando durante este tiempo el contacto con pacientes inmunodeprimidos».
Traducido: se busca la protección de los pacientes, pero no de los sanitarios. Y es que, sin test que confirme si son positivos o no por coronavirus, se les dota de una mascarilla que protege a los demás del contagio, pero que no filtra el posible contagio del sanitario desde el exterior.
El propio Ministerio de Sanidad ha avalado esta explicación el 30 de marzo en su documento firmado con los sindicatos y titulado «Procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales frente a la exposición al SARS.CoV-2».
Allí, Sanidad señala que «la protección respiratoria generalmente recomendada para el personal sanitario que pueda estar en contacto a menos de dos metros con casos en investigación o confirmados es una mascarilla autofiltrante tipo FFP2 o media máscara provista con filtro contra partículas P2″, no las quirúrgicas. Sólo «en caso de escasez de equipos de protección el personal sanitario también podrá usar mascarillas quirúrgicas en combinación con otras medidas preventivas», señala el propio documento.
Es más, «cuando de la evaluación de riesgos se derive que en el desarrollo de la actividad se realizan procedimientos asistenciales en los que se puedan generar bioaerosoles en concentraciones elevadas, se recomienda el uso por el personal sanitario de mascarillas autofiltrantes contra partículas FFP3 o media máscara provista con filtro contra partículas P3″.