El pasado mes de febrero, justo antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretara la pandemia mundial, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, llamó al esfuerzo de represión chino una “guerra popular”; el mes pasado Donald Trump se autodenominó “presidente en tiempos de guerra”; Emmanuel Macron declaró que Francia está “en guerra” con el COVID-19, mientras que hace unos días el presidente de España utilizó un lenguaje bélico en una de sus comparecencias en televisión, incluyen palabras como “guerra”, “posguerra”, “enemigo mortal” o “vencer”.
Esto nos demuestra que a medida que la respuesta global a la pandemia cobra fuerza, la retórica de la movilización en tiempos de guerra está en todas partes. Y, por si fuera poco, la presión sobre el presidente Donald Trump está aumentando para tomar medidas contra China por haber ocultado la gravedad del brote de coronavirus.
Y de hacerlo podría tener un gran impacto no solo en el futuro de la pandemia, sino también en la relación global más importante del mundo. Por una parte, tenemos a los republicanos quieren que Trump tome medidas duras contra Beijing, como sancionar a los líderes chinos, abrir una investigación oficial sobre los orígenes de la enfermedad, eliminar a las compañías farmacéuticas chinas de Estados Unidos y más.
Hasta ahora, la única medida de Trump por la pandemia que ha causado más de 2 millones de casos en todo el mundo ha sido contra la Organización Mundial de la Salud (OMS), suspendiendo los pagos a la agencia sanitaria. Pero esto solo sería el principio, ya que recientes informaciones señalan que el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tiene una “estrecha relación” con China.
Luego, si una de las dos principales teorías sobre el origen del virus, que se escapó de un laboratorio de máxima seguridad de Wuhan, resulta ser correcta, entonces nos encontraríamos ante el escenario perfecto para que comience la Tercera Guerra Mundial.
Inicio de la Tercera Guerra Mundial
Mientras los líderes mundiales acusan a China de encubrir el brote de coronavirus antes de que se convirtiera en una pandemia mundial, un experto turco advirtió que el enfrentamiento por el virus podría intensificarse en una nueva guerra mundial.
“La epidemia podría haberse detenido antes si China hubiera dado la información para detener el virus en su origen”, dijo Mesut Hakkı Caşın, profesor de derecho en la Universidad de Yeditepe de Estambul, a la agencia de noticias Anadolu Agency.
Según Caşın, China podría enfrentarse a cargos en un tribunal internacional por la propagación del nuevo coronavirus y sus dudosos informes sobre los primeros casos en Wuhan. A principios de esta semana, en una entrevista con el diario alemán Bild, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, insinuó que China tiene la culpa del daño causado por el virus en todo el mundo.
“Habrá un momento en que las personas responsables serán responsables”, dijo Pompeo. “Estoy muy seguro de que esto sucederá.»
Pompeo no ha sido el único político en señalar a China. El presidente francés, Emmanuel Macron, también cuestionó la actitud pasiva del brote por parte de China.
El secretario de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, dijo que habrá que hacer las preguntas difíciles sobre cómo surgió y cómo no pudo haberse detenido antes.
Y añadió que ya no van a tener el mismo trato después de esta crisis. Caşın predice una batalla entre Washington y Beijing.
“En cuanto al aspecto militar del problema, Estados Unidos tiene la mayor potencia militar del mundo con más de 700 mil millones de dólares en gastos anuales de defensa”, continuó explicando el profesor de derecho turco.
Por su parte, China ha incrementado su gasto en defensa a 181 mil millones de dólares, solo superado por Estados Unidos. Sobre el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, Caşın cree que este conflicto se reflejará en una dimensión militar, contraria a la era de la Guerra Fría, donde las tensiones no se intensificaron en una confrontación militar directa entre las superpotencias mundiales.
“China lanzó su segundo portaaviones y desafió a Estados Unidos con cuatro cruceros en el Pacífico. Desde una perspectiva numérica, China, que superó a los 287 barcos de los EE.UU. con sus propios 300, es muy difícil para los EE. UU. tanto en el Pacífico como en el Atlántico. Así que la Tercera Guerra Mundial comenzó entre las grandes potencias, y el duelo del siglo XXI será el último duelo entre Washington y Beijing”, concluyó Caşın.
¿Ha ganado China?
Pero hay otra teoría sobre la pandemia de coronavirus, y es que China ha ganado la Tercera Guerra Mundial sin haber usado armas. Expertos en la materia dicen que ahora hemos comprobado como Estados Unidos no es una potencia mundial como creíamos.
Por no decir que la nueva arma biológica estaría reduciendo la población innecesaria, ancianos, enfermos y pobres. Entonces, con los países diezmados por la enfermedad supuestamente liberada por China, se verán obligados a pedir ayuda al gigante asiático, que conseguiría el poder económico mundial.
Una guerra diferente
A mediados del siglo pasado, los estrategas estadounidenses desarrollaron planes militares para combatir lo que a menudo se caracterizó como la Tercera Guerra Mundial, una confrontación importante que implicaría a un gran número de naciones en una confrontación cataclísmica y quizás nuclear.
Siempre fueron grupos de países, Estados Unidos y sus aliados clave, frente a otros grupos de países, tal vez liderados por Rusia o China.
El mundo ahora está involucrado en lo que legítimamente puede llamarse la Tercera Guerra Mundial: dramáticamente diferente de cualquier guerra imaginada hace décadas, pero masivamente letal y destructiva. Esta no es una confrontación de países con armas nucleares y otras armas avanzadas, más bien bacteriológica y económica.
No están luchando entre sí en un campo de batalla, sino que esta Tercera Guerra Mundial es contra una amenaza invisible lanzada con la intención de librar una guerra nunca vista antes en la historia. No es así como los expertos militares habían previsto la Tercera Guerra Mundial, pero así es como está funcionando.
Hubo numerosos científicos y reconocidos médicos que advirtieron sobre una catástrofe inminente de esta naturaleza, publicando informes sobre el riesgo de las armas biológicas y las pandemias.
El problema es que gran parte del mundo estaba definiendo su «seguridad» como protegernos de una amenaza militar, no una amenaza grave y peligrosa para la salud. La mayoría de estas advertencias fueron ignoradas o fueron minimizadas como teorías de la conspiración o ciencia ficción.
Ahora estamos pagando el precio. Y tenemos que aceptar las nuevas batallas en el siglo XXI. Preocupados como estábamos con los desafíos militares, los gobiernos no pudieron o no quisieron abordar los problemas no militares globales comunes.
Y las instituciones internacionales no quisieron centrase lo suficiente en las amenazas humanas comunes, así como en las militares. Como siempre nosotros somos las victimas de un mundo controlado por unos pocos que nos ven como números.
¿Crees que estamos a las puertas de la Tercera Guerra Mundial? ¿China ha conseguido dominar el mundo?
Por MEP
Publicado el 20/04/2020