Los corales de la isla Fiji demostraron
que no se necesita tener un cerebro para tener conciencia del peligro
de las algas tóxicas, y cuando se sienten amenazados piden auxilio a los
peces, según un estudio publicado por el Instituto Tecnológico de
Georgia Tech, el 8 de noviembre.
Las señales que emiten estos corales son químicas “como una llamada de emergencia al 911”, y los peces gobio,
que viven en estos territorios, responden de inmediato, demostrando una
relación simbiótica entre ambos para eliminar a los intrusos, destaca
el equipo de científicos.
“Esta especie de coral está reclutando guardaespaldas”, dijo Mark Hay, profesor de la Escuela de Biología de Georgia Tech.
“Hay una danza cuidadosa y matizada con los olores, que permite que todo esto suceda”, explica el profesor Hay.
“Los peces han evolucionado para recibir
las señales de olor que libera el coral en el agua, y muy rápidamente se
hacen cargo del problema”, agrega el científico.
“Esto tiene lugar muy rápidamente, lo que
significa que debe ser muy importante, tanto para el coral como para
los peces. El coral libera una sustancia química y los peces responden
de inmediato”, reporta en su informe.
Las algas compiten con los corales por el
espacio submarino, las dañan e incluso las cubren y matan a través del
sobrecrecimiento.
Los corales proporcionan a su vez un
hábitat para los gobios, y los protegen de otros depredadores. Estos
peces se alimentan del mucus de coral, las algas, así como del plancton
en el agua.
El equipo de investigación comprobó que al colocar filamentos del alga tóxica fastigiata Chlorodesmis, en el coral Acropora nasuta, diferentes especies de gobios se movieron hacia el lugar de contacto en cuestión de minutos y comenzaron a recortar las algas.
El grupo científico demostró que la señal que atrae a los peces la emiten los corales y no el alga invasora.
Para determinar esto realizaron pruebas
en que los peces sólo se acercaron cuando se desarrollaron reacciones
químicas por parte del coral.
Estas reacciones químicas olorosas del
coral fueron en respuesta a la sustancia tóxica expulsada por el alga.
Los investigadores aislaron las sustancias tóxicas para crear muestras
simuladas con y sin este elemento y detectaron que no es el alga la que
llama a los peces.
El pez logró reducir el daño que producen
las algas a sus anfitriones en una relación simbiótica mutualista. En
los lugares ocupados con estos peces, los investigadores observaron que
las algas disminuyeron un 30% en un período de días y la cantidad de
daño se redujo en un 70 a un 80%, en comparación con los lugares donde
los corales no contaron con este auxilio, donde fueron dañados
severamente.
Un estudio más profundo demostró que la especie de Gobidon histrio es la que realmente se come a las algas nocivas, mientras que los demás peces solo las muerden sin comerlas.
Otra particularidad que destaca el estudio es que los peces Gobidon histrio al comer estas algas tóxicas se vuelven menos atractivos a los depredadores.
El profesor Hay y el investigador
Danielle Dixson de Girogia Tech anunciaron que esperan continuar con sus
investigaciones en otros arrecifes y observar si estas respuestas
simbióticas se dan con otras especies.
“Este tipo de interacciones positivas
necesita ser mejor entendido porque nos dicen algo acerca de las
presiones que han pasado a través del tiempo en estos corales”, dice
Hay.
“Si ellos han evolucionado para enviar
señales a estos gobios cuando un competidor se presenta, entonces la
competencia ha sido importante a lo largo del tiempo evolutivo”.
La investigación se realizó como parte de
un estudio a largo plazo de las señales químicas en los arrecifes de la
isla Fiji dirigida para la comprensión de estos ecosistemas que se
encuentran amenazados y para el descubrimiento de sustancias químicas
que puedan ser útiles como productos farmacéuticos.
El estudio contó con el apoyo de la
Fundación Nacional de Ciencias, los Institutos Nacionales de Salud y la
Fundación Teasley en Georgia Tech.
http://www.lagranepoca.com/26126-corales-piden-auxilio-peces-frente-ataques-algas-toxicas
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