Por mucho tiempo fue director de la reserva Thula Thula en Zululand, Sud Africa y el fundador de The Earth Organization, un organización privada de protección al medio ambiente y desarrollo científico.
En su libro “The elephant whisperer” relata como se dedicó a salvar y rehabilitar elefantes salvajes.
Su fama como experto en elefantes se extendió y elefante que había que curar, se lo enviaban a él.
Lo realmente sorprendente fue que al fallecer su gran amigo Lawrence Anthony en marzo del año pasado, dos de las manadas salvajes que estuvieron hacia mucho tiempo bajo su cuidado, rehabilitación y cariño, en procesión solemne, como lo muestra la primera foto, marcharon durante 12 horas unos 20 km, hasta la reserva de Thula Thula a rendir tributo a su amigo muerto.
Primero llegó una manada, luego la otra y estuvieron dando vueltas en la propiedad durante dos días sin comer ni beber y luego se fueron por donde vinieron. Pero… ¿Cómo supieron que su amigo había fallecido? ¡Y después que me digan que los animales no tienen corazón….!
Fuente : http://deamoresyrelaciones.blogspot.com.es/2013/02/lawrence-anthony-y-el-tributo-que-le.html
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