La poca rapidez de la policía a pesar de estar a menos de 200 metros, el surrealista vídeo de reivindicación del atentado y cómo se eligió a la víctima, principales dudas.
Dos hombres de raza negra, presuntamente musulmanes, viajan en un coche azul por una calle del este de Londres. Sobre la marcha, identifican a un miembro de las fuerzas armadas británicas, supuestamente por la camiseta de apoyo a los veteranos del ejército que llevaba puesta. Lo atropellan. Tras empotrar el vehículo contra una farola, ambos hombres se bajan y mutilan al joven soldado con cuchillos de carnicero.
Acto seguido se dirigen a los testigos agitando cuchillos y pidiéndoles a voces que les saquen fotos o les graben con sus teléfonos móviles. Un transeúnte se acerca y uno de los atacantes justifica el asesinato asegurando que “los musulmanes mueren todos los días” y que el ajusticiamiento del soldado británico no era más que “un ojo por ojo y diente por diente”.
El presunto terrorista islamista también tiene tiempo para gritar “Alá es grande” y pedir perdón ante la cámara "por que las mujeres tengan que ver esto, pero en nuestra tierra nuestras mujeres tienen que ver lo mismo”. Además, lanza una última amenaza antes de marcharse: “vuestra gente nunca estará a salvo. Cambiad vuestro gobierno. A ellos no les importáis".
Tras reivindicar el crimen, ambos atacantes se reúnen y vuelven a mover el cuerpo ensangrentado de la víctima antes de la llegada de la policía, momento en el que vuelven a enloquecer y, presuntamente, cargan contra los agentes antes de ser reducidos a tiros.
Hasta aquí la versión oficial del ataque terrorista que ayer conmocionó a los británicos, y a medio mundo. Sin embargo, los relatos de los testigos y los vídeos que han ido apareciendo en las últimas horas plantean ciertas incógnitas.
Estas son las cinco preguntas sin respuesta del atentado en Woolwich que únicamente podrán aclarar los autores del ataque si sobreviven:
¿Por qué la policía tardó 20 minutos en llagar a la escena del crimen si hay una comisaría a menos de 200 metros?
Desde que los dos presuntos terroristas islamistas atropellan al soldado e inician la carnicería hasta que los primeros agentes de policía llegan al lugar del asalto pasan 20 minutos. Un tiempo que se revela excesivo teniendo en cuenta que los testigos avisaron inmediatamente a los servicios de emergencia y que el tiempo medio de respuesta de Scotland Yard en los casos en los que hay vidas en peligro es de un máximo de 12 minutos en el 90% de sus intervenciones, según afirma la web de laPolicía Metropolitana.
Además, aún más sorprendente es que los agentes tardasen tanto tiempo cuando la comisaría de Woolwich, situada en el número 29 de la calle Market, se encuentra a poco más de una manzana del lugar del crimen.Menos de 200 metros –distancia que se tarda apenas un minuto en recorrer en coche, o cuatro andando– separaban a los policías de los asesinos.
¿Cómo es posible que el autor del vídeo estuviera tan tranquilo grabando a menos de un metro a un asesino que acaba de decapitar a una persona?
Las imágenes de uno de los asaltantes portando en sus manos los cuchillos ensangrentados con los que acababa de mutilar a su víctima dieron la vuelta al mundo ayer por la tarde. Al parecer, las grabó un testigo con la cámara de su teléfono móvil. El autor del vídeo, que ha preferido permanecer en el anonimato, muestra una inusual tranquilidadpara estar a menos de un metro de un tipo que acaba de intentar decapitar a una persona.
Según ha afirmado en una entrevista concedida al diario Daily Mail, “cuando vio que estaba grabando, [el atacante] se acercó a mí y me dijo que todo estaba bien, que sólo quería hablar conmigo”. Según su relato, le pidió que continuase filmando, algo que hizo “a pesar de estar muy asustado”.
Lo extraño del asunto es que la grabación es sorprendentemente estable para haberse realizado con la cámara de un teléfono móvil sujetado por la mano temblorosa del testigo de un sangriento asesinato.
¿Por qué la escena acaba en un tiroteo si, aparentemente, los presuntos terroristas estaban ya tranquilos y esperando su detención?
Tras reivindicar el asesinato del soldado, los asaltantes hablan con aparente tranquilidad con todos los viandantes que se les acercan. Entre ellos dos jóvenes e Ingrid Loyau-Kennett, una madre de dos hijos y líder local de la organización infantil Club Scouts de 53 años.
Mujeres hablan con los asesinos de Londres
En declaraciones a distintos medios británicos, Loyau-Kennettha asegurado que en ningún momento pasó miedo: “no me asusté porque no le veía borracho, ni estaba bajo el influjo de drogas. Era alguien normal. Pude hablar con él porque quería hablar con alguien”.
Además, la grabación que recoge el incidente muestra cómo varias mujeres pasan como si nada junto al presunto terrorista mientras, ensangrentado y con dos cuchillos de gran tamaño en las manos, profiere distintas amenazas y reivindica el crimen.
¿Cómo es posible que no haya ni una sola imagen de la detención?
Al menos una treintena de personas asistió en directo al ataque. Hay imágenes de los asesinos dialogando con los viandantes o justificando su acción, pero no hay ni un solo fotograma de la llegada de la policía y el tiroteo que se desencadenó en ese momento.
La versión oficial afirma que los dos sospechosos enloquecieron de nuevo y cargaron contra los agentes, a los que no les quedó más remedio que abatirles a tiros antes de detenerles. Las únicas imágenes de este momento las colgó en YouTube un usuario bajo el nombre Woolwich finest y únicamente se ve a los terroristas heridos de gravedad en el suelo. ¿Es posible que en la era del ‘smartphone’ nadie sacase su móvil para grabar la intervención policial?
¿Sabían que era militar sólo por una camiseta?
Según el testimonio de Ingrid Loyau-Kennett , uno de los asesinos confesó “que le había matado porque era un soldado británico que había matado mujeres y niños en Irak y Afganistán”.
Sin embargo, el joven militar estaba fuera de servicio y no llevaba ninguna divisa que le identificase como miembro activo del ejército. Lo único que sus verdugos pudieron ver desde un coche en marcha es la camiseta con el eslogan 'Help the heroes' que llevaba puesta.
Esa prenda es una de las más vendidas por la ONG del mismo nombre fundada en 2007 para prestar apoyo a los veteranos del Ejército con lesiones permanentes y a sus familias. Esta organización sin lazos con el gobierno británico o las fuerzas armadas vende todo tipo de merchandising, muy popular entre la población civil.
Demasiado parecido a una película de los Hermanos Coen o Tarantino, ¿verdad? Un asesino sin motivo, que deambula sonámbulo por la calle mientras las cámaras de televisión le filman en primer plano, una heroína que se le acerca y le increpa sin que le pase nada… Ha sido tan descarado que algunos diarios digitales han comenzado a cuestionar el reality show, atendiendo, por ejemplo, a la cercanía de la comisaría (y sin embargo, tardó 20 minutos en llegar); por no hablar de que los hechos se producen al lado de un cuartel. ¿A qué asesino se le ocurre matar a un soldado al lado de un cuartel? Esta misma información española también se pregunta cómo es que el asesino sabía que su víctima era militar si sólo llevaba una camiseta…
Como os avisé desde el primer momento, los fallos de “raccord” de este filme (es decir, las inconsistencias) deberían aparecer, y este blog inglés es el primero, que yo sepa, que ha comenzado a destacarlas.
La más obvia es que el asesino carece de manchas de sangre en su ropa y lleva SOSPECHOSAMENTE EMBADURNADAS DE COLOR ROJO, las manos. Demasiado rojas las manos y demasiado limpio el jersey.
Luego tenemos a la heroína, Ingrid Loyau-Kennet que salta de un autobús, chequea si el soldado está todavía vivo (supuestamente ya le habían cortado la cabeza) y se pone a hablar con uno de los asesinos, con unas frases de película: “vais a perder, qué es lo que queréis hacer?”. Lo más probable es que en unos días conozcamos a qué se dedica esta señora, y estoy por aseguraros que formara parte de alguna empresa dedicada a seguridad…
Y, por último y más importante, tenemos el propio Set de Rodaje o, perdón, el comportamiento de la policía en el auto del crimen.
La tienda está a la izquierda del rascacielos
Lo primero que hace la policía en estos casos es acordonar la zona pero aquí, o se les ha olvidado, o han llegado primero las cámaras de TV (cosa que me sucedía alguna vez cuando trabajaba en Sucedió en Madrid): en cualquiera de los dos casos hay una connivencia en que el reality show quede perfectamente grabado. Una vez más, os exhorto a que visionéis la película “Ocurrió cerca de su casa” porque se va a convertir en pieza clave para descifrar este absurdo.
La tienda ahora está DEBAJO del rascacielos
El autor del blog que menciono se ha fijado en un detalle: la policía no sólo no acordona la escena del crimen sino que mueve la “tienda” con la que cubre el cadáver, algo totalmente prohibido debido a que cuando un suceso de este tipo acontece hay un procedimiento forense que hay que cumplir.
La ¿policía?, apañando el set de rodaje
A todo lo largo, os ofrezco una serie de fotos que muestran cómo cambian la tienda de sitio; señal de que, de verdad, estamos ante un set de rodaje de una película y no de un hecho real. Hiperrealidad o realidad virtual, no realidad.
Ahora sí que lo acordonan
Fuente: http://www.rafapal.com/?p=21446
Jugada maestra del Sionismo, pone en un aprieto a los musulmanes y presiona a EEUU para la colaboración total e inmediata en la guerra con Siria e Irán.
ResponderEliminarYa consiguieron mucho con el atentado que organizaron en Boston mediante la CIA del pro-judío Joe Brennan, pero EEUU vuelve a intentar retrasar el conflicto armado.
De ahi que se improvise un fácil "atentado" en Londres. Por cierto dos de los agentes del FBI que participaron en la detención de Tsarnaev en Boston han muerto en un "accidente" al caer de un helicóptero en un entrenamiento. Lo siento por ellos, pero es de carcajada. (nota: el FBI no sabía del atentado, fue la CIA a sus espaldas, algo debieron descubrir)
ver todo el informe en: http://xurl.es/planes-ocultos-cia