Mientras por un lado distrae prohibiendo parcialmente los pesticidas que matan abejas, Europa impulsa una ley redactada por Monsanto que criminaliza las semillas naturales, para que la gente no pueda cultivar su propia huerta orgánica y se vea obligada a consumir cancerígenos. La gravedad de esta medida y su precedente global no pueden pasarse por alto: La nueva Ley de semillas aprobada por la Unión Europea limita el acceso a las semillas orgánicas para su utilización en el hogar y restringe los cultivos privados.
Como siempre, los diarios argentinos y mundiales, controlados por las corporaciones y bancos sionistas, no informaron al respecto. A principios de este mes, precisamente el lunes 6 de mayo, se presentó una nueva ley ante la Comisión Europea que establece nuevas atribuciones para la regulación del cultivo en todo el continente. La "Ley de Material Reproductivo de las plantas", o "Ley de Monsanto", regula absolutamente todas las especies vegetales.
Lo más dramático es que apunta contra el cultivo de verduras y la forestación con árboles orgánicos, al tiempo que genera nuevos poderes orwellianos para limitar la producción natural del resto de las plantas sea cual fuere su especie en una fecha posterior.
Así, mediante la nueva legislación, se considerará ilegal cultivar, reproducir o comercializar cualquier semilla vegetal o árbol que no haya sido ¿"probado"? y aprobado por una nueva institución llamada "Agencia de Variedades Vegetales de la UE", que elaborará una lista precisa de vegetales "autorizados" (también deberá pagarse un impuesto anual a la Agencia para mantener las semillas en la lista, si no se realiza el pago, la Ley sentencia incumplimiento de la normativa, y queda por lo tanto prohibido el cultivo de una especie en particular).
Luego de intensas protestas y presiones por parte de grupos de consumidores, agricultores pequeños, bancos de genes, e incluso ciertos Estados miembros, se hicieron algunas modificaciones de última hora, aunque esto no cambia el horrendo atropello contra la vida y los Derechos Humanos llevado a cabo por el sionismo corporativo.
Concesiones añadidas:
1. Los jardineros están autorizados a guardar e intercambiar semillas no aprobadas, sin infringir la Ley al hacerlo.
2. Individuos y pequeñas organizaciones pueden proveerse de semillas de hortalizas no aprobadas, siempre y cuando tengan menos de 10 empleados.
3. Los bancos de semillas también pueden guardar semillas no aprobadas, sin infringir la Ley al hacerlo.
4. Mediante una futura legislación (sin especificar cuándo) se regularán las semillas aptas para la agricultura ecológica.
Sin embargo, el resto de las restricciones continúan.
Con el tiempo, será cada vez más difícil para las personas conseguir buenas y saludables semillas orgánicas, para realizar cultivos caseros. Aún en su etapa de proyecto, la Ley debe ser aprobada por el Parlamento para su modificación o aprobación, por cual todavía hay oportunidades de cambios significativos, sean para bien o mal.
Ben Gabel, agricultor y director de The Real Seed Catalogue, señaló al respecto:
"En el proyecto de ley hicieron algunas concesiones importantes para el cultivo en casa y los pequeños agricultores, aunque es una pena que no se haya pensado en ellos al principio".
La Ley de por sí, es una aberración total. ¿Como van a legislar sobre el Derecho Humano de utilizar los recursos más básicos provistos por la naturaleza gratuitamente?
En Europa, los presuntos detractores del proyecto señalan con tibieza que "(...) aún existen consecuencias negativas (...). Sólo tendrán derecho a cultivar diversas variedades vegetales los jardineros, los agricultores ecológicos y los agricultores que cultiven para mercados locales a pequeña escala.
El sistema cuasi-totalitario de registro restringe la utilización de semillas en el hogar (jardines, huertas) y también las variedades para su utilización hogareña, mediante regulaciones estrictos y criterios absolutos de la Agencia de Variedades Vegetales, cuya meta principal es la aprobación de semillas utilizadas por corporaciones transnacionales como Monsanto y la Agricultura Industrial.
Prohibición e impulso transgénico
Usualmente las semilleras podían registrar y comercializar semillas para su utilización no profesional, es decir para ciudadanos comunes que deseaban tener su propia huerta o jardín. Pero mediante la nueva legislación autoritaria, que ahora denomina a las plantas como variedades "locales" sin haber realizado el registro correspondiente, cualquier privado con más de 10 empleados está impedido legalmente para realizar cultivos o utilizar semillas.
La idea de Monsanto, increíblemente tenida en cuenta por la Comisión Europea, es que las "nuevas" variedades de semillas para cultivos caseros sólo podrán desarrollarse por pequeñas organizaciones, las cuales posiblemente no tienen recursos suficientes para ello.
Como resultado, habrá muy pocas variedades profesionales para su utilización por jardineros o la agricultura sostenible a pequeña escala.
La nueva ley también pretende reducir los derechos de elección a los grandes agricultores.
Sólo serán legales las nuevas variedades vegetales orgánicas (mediante cruces y otras técnicas orgánicas) si estas son aprobadas "y se demuestra" que son mejores que las variedades listadas. No tiene sentido: Por lo general los beneficios de una nueva variedad vegetal son descubiertos tras varios años, por ejemplo, cuando se observa su resistencia ante tal o cual enfermedad. En un mercado realmente libre, debería corresponder a los agricultores decidir el uso de nuevas variedades y cuáles son las más propicias acorde a la experiencia.
El nuevo reglamento obedece a intereses financieros corporativos, de entidades que buscan controlar todas las plantas y alimentos, dado que no existe una necesidad real para el nuevo y complejo reglamento. En Europa ya existen legislaciones que cuidan al consumidor: "Las semillas deben ser aptas para su venta; deben coincidir con la descripción y corresponder con lo anunciado". La Ley de Semillas vigente cubre actualmente con cualquier requerimiento para el cuidado de la salud, la trazabilidad y la seguridad. Las personas que producen semillas son inspeccionadas y sus semillas certificadas por Agencias Estatales.
Ley escrita por Monsanto
El proyecto de Ley fue redactado en base a las necesidades financieras de las transnacionales que monopolizan la Industria Agraria y de Semillas, como el gigante Monsanto. Estas corporaciones controlan el suministro masivo de semillas y otros productos para la producción industrial. El ataque a los cultivos domésticos es un claro avance sobre la libertad humana, y contra los pequeños agricultores que producen alimentos sanos y orgánicos para mercados locales pequeños, los cuales tienen necesidades muy diferentes.
Otras corporaciones involucradas en este negocio criminal son: DuPont, Grow, Pioneer, Bayer y otras compañías internacionales que, además, nunca ocultaron que su objetivo final es controlar el flujo de semillas y alimentos a nivel global.
Lo que no hicieron público es su colaboración con la Agenda 21 de la ONU, para despoblar la Tierra con cáncer e infertilidad, en complicidad con los laboratorios de vacunas.
Resistencia
La ONG "El Arca de Noé" acompañada por otras 240 agrupaciones de 40 países europeos escribieron una carta abierta a los burócratas de los estados europeos solicitando que detengan sus acciones delictivas contra la vida. Versión en español.
Fuentes y más información
- European Commission to criminalize nearly all seeds and plants not registered with the government.
- Excelente artículo en castellano en Noticias de abajo.
- Noticia en el diario Daily Progress.
- La Unión Europea criminaliza todas las plantas y semillas que no estén registradas por el Gobierno.
- Organización Arche Noah de comercialización de semillas.
Analia Lopez
Twitter: @AnaliaLopezBWN
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