Los guaranís conformaban una extendida etnia indígena que abarca buena parte del actual Brasil, oeste de Venezuela, Ecuador, parte de Perú, Paraguay y noreste de la actual República Argentina.
Nómadas, subdivididos en innumerables tribus, clanes y lenguas, su influencia en el mundo post-hispánico es indiscutible.
Se estima su origen remoto hacia el año 12.000 antes de Cristo, siendo obvio esperar la presencia de extraterrestres en semejante lapso de continuidad evolutiva, evidente en otras culturas del planeta, el tiempo-espacio reclamaría su lugar también en este caso.
Así que, estudiando las leyendas y el lenguaje del pueblo guaraní es importante señalar algunas analogías dignas de interés. Según los estudiosos este es otro caso de presencia de los antiguos astronautas.
El Yaciyateré es un pequeño ser que según ese pueblo habitaba en las selvas del noreste argentino, en las provincias de Misiones, Chaco, Corrientes y Formosa, describiéndolo como un ser pequeño, de no más de un metro de altura pero bien proporcionado, con una larga cabellera rubia que le colgaba hasta la cintura, vistiendo un ajustado taparrabos y empuñando una Vara Dorada de su misma altura, aferrado a la cual podía elevarse a cierta altura durante algunos minutos o bien, mediante un toque de la misma, prender fuego a lo que le pareciera, inclusive las piedras.
¿Se trataría, quizás, de algún extraterrestre, náufrago en nuestro Planeta, que distraía sus horas en el planeta con los nativos aguardando el rescate de sus compañeros?
De ser así, ¿fue alguna vez rescatado?, ¿o sus restos descansan, junto a los de su nave, en algún punto de la aún hoy inexplorada selva del noreste?
Con lo cual tenemos: El ser salido de una cosa luminosa que se desplaza con movimientos bruscos (¿zigzagueantes?) por el cielo.
Con el tiempo la deformación degenero hasta la palabra Pombero. Analizando la palabra, tenemos: PO, Campana;MBÉ es, como ya viéramos, Salido de; mientras que RO es Chato, Bajo.
Es decir: El ser salido de una campana achatada. En obvia relación con una de las formas más habituales de lo que conocemos como OVNI. Incidentalmente, es interesante acotar que la Vara, llamada Verá, significa Brillante.
Quizás el accidente de un OVNI. Los hombres de los conquistadoresSolís y Gaboto, asombrados por la presencia de trozos de metal brillante y plateado colgando como amuletos del cuello de algunos indígenas y sospechando que podría tratarse de plata, si bien dejan constancia, asombrados de la liviandad del metal, infieren a sus traductores sobre la procedencia del mismo.
Los indígenas interrogados responden con la expresión MBAÉ VERÁ GUASÚ,cuya traducción sería: MBA (recogido de), É (choza o casa, es decir, algo manufacturado, no una cueva o hueco); VERÁ (brillante) y GUASÚ(grande) lo que nos hace acordar de esta expresión: YACIRETÁ.
Existe una isla, asiento del complejo hidroeléctrico del mismo nombre, que así es denominada.
En sus playas es aún hoy posible encontrar unos pequeños objetos arborescentes, de unos dos centímetros, de arena vitrificada cuyo origen es desconocido.
Esa misma explosión puede haber dejado huella en esas pequeñas TECTITAS arenosas a que hiciéramos referencia anteriormente.
Y si se piensa que el origen de MBAÉ VERÁ GUASÚ, puede encontrarse en meteoritos, señalamos además de la ubicación geográfica carente de meteoritos, la particular descripción de los aborígenes: ellos vieron algo plateado, chato, controlado, que luego, y sólo luego de haberlo visto se accidentó. Un meteorito es una bola de fuego que se precipita a tierra, sin ninguna de las particularidades abundantemente descritas en la riqueza idiomática del AVAÑEÉ.
El Yasy Yateré es el mito que encarna a la Luna. Su nombre Yasy (luna), lo está indicando, aunque Yateré parecía más una deformación del original. Pues entendemos que bien pudo haber sido Yaveté (al mismo tiempo), o algo así como su representación.
Este personaje tiene fuerte vivencia en las comunidades del NE argentino, también en el Paraguay y Sur Brasileño.
Es un ser rubio, su cabellera quizás originariamente haya sido plateada por el baño de la luna, y es probable también que sus formas originarias hayan cambiado, pero es parte, sin duda, de los mitos primigenios que en el tiempo se fueron confundiendo y mezclando.
A diferencia del pombero, el Yasy Yateré no aparece trabando amistad con la gente, aunque como señor de las siestas enamore doncellas o persiga a los niños traviesos a quienes rapta para dejarlos más tarde abandonados a su suerte, como castigando sus travesuras que perturban un orden que él parece custodiar. Su desnudez conlleva un bastón brillante como único atributo, como si fuera éste un poder inmanente.
Vive en la floresta, en los huecos de los árboles, desde donde vela por ella y sus pájaros, caminando sigilosamente sin provocar ruido alguno que denote su paso, aunque con el mango de su bastón, que en realidad es un silbato emite un fuerte silbido.
Según los estudiosos de los antiguos astronautas estamos en presencia de seres y tecnología extraterrestre en el territorio americano habitado por los indígenas guaraní hace 14000 años.
RECOPILACION INVESTIGATIVA: ING. REYNALDO PEREZ MONAGAS
Fuente: http://rey55.wordpress.com/
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