El Príncipe Felipe (2d), acompañado del ministro de Indusria, José Manuel Soria (i) y el president de la Generalitat, Artur Mas (2i), en la inauguración del MWC
Como quien oye llover. Así reciben los nacionalistas catalanes los mensajes que llegan desde el exterior y que ponen en duda la viabilidad de un proceso independentista. Estos días, los mensajes han sido muchos y de calado. Por un lado, el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, recala desde el domingo en Barcelona para asistir al congreso mundial de la telefonía móvil, el Mobile World Congress (MWC). Por otro, la vicepresidenta de la CE, Viviane Reding, también se encuentra en la capital catalana y aprovechó ayer para insistir, una vez más, en que si Cataluña se independiza tendrá que abandonar la UE.
El acontecimiento de mayor peso es, sin duda, la estancia del Príncipe en tierras barcelonesas. De vez en cuando, la Corona destaca a alguno de sus integrantes para pisar territorio y acercarse al pueblo. Y esta vez le ha tocado al Príncipe el desplazamiento a Cataluña. Por algo es no sólo Príncipe de Asturias, sino también de Gerona. Además, por las especiales circunstancias coyunturales, la Casa Real ha dedicado más atención a Cataluña que a cualquier otra comunidad autónoma en el último año.
Pero la Corona (no por ella, sino como institución española) no es del agrado de los nacionalistas. Desde el domingo, Felipe no dejó de ver a su lado aArtur Mas, el presidente que insiste en abandonar España vitoreado y por la puerta grande. Pero la camaradería que las imágenes simulaban transmitir era sólo un espejismo. En el comunicado oficial de la Generalitat, se retrata cómo son las verdaderas relaciones, las que se llevan por debajo de la mesa y no por encima del mantel, como la cena que ambos compartieron anteayer.
El comunicado, de siete párrafos, era una loa al presidente catalán. No se cita a Don Felipe hasta el quinto de ellos. “En la cena también intervino el príncipe Felipe; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; el ministro de Industria,José Manuel Soria; y la directora general de la asociación GSMA, Anne Bouverot-Reymond”, dice textualmente la nota oficial. Ni una referencia más al Príncipe, ni en el texto, ni en el antetítulo ni en el título, que destacaba una frase de Mas: “Bienvenidos a Cataluña, una vieja nación europea con un lugar en la economía global”. Y destacaba en el resto del comunicado citas textuales del discurso del molt honorable, todas en el sentido de reivindicar a Cataluña como la “vieja nación” que es y que, pese a todo, “ha conseguido mantener su identidad, cultura, lengua e instituciones de autogobierno”.
El desplante ferial
El Príncipe tuvo otro mal trago ayer en el recorrido ferial tras la inauguración del congreso: el representante de una empresa catalana se negó a darle la mano, conforme explica el diario naciodiogital.cat, que muestra también un vídeo de la anécdota: “No te doy la mano porque no nos reconocéis el derecho a votar. Te la daré cuando nos dejéis hacer la consulta”, le espetó el ejecutivo. Y cuando Felipe le insistió (“Amigo, por educación me has de dar la mano”), le respondió: “No somos amigos e insisto que te daré la mano cuando nos dejéis hacer la consulta”. Luego, saludó con normalidad a los acompañantes del Príncipe: Artur Mas, Xavier Trias y el consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig.
La cena del domingo por la noche, no obstante, fue la primera toma de contacto entre el Príncipe y el presidente de la Generalitat. Les acompañaban la dirección del Congreso y comensales, entre los que se encontraban el ministro de Industria, José Manuel Soria, la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, el alcalde de la ciudad, Xavier Trias y los consejeros de Economía y Cultura, Andreu Mas-Colell y Ferran Mascarellrespectivamente. Y había importantes pesos pesados de la economía mundial, como los presidentes de Telefónica (César Alierta), de Deutsche Telecom (Timotheus Höttges), de Telecom Italia (Marco Patuano), de Nokia (Risto Siilasmaa) o de AT&T (Randall L. Stephenson).
Pero también había un elenco de distinguidos empresarios locales. Allí se encontraban el factótum de Gas Natural, Salvador Gabarró; el exbanqueroPere Fontana; el diputado de CiU Jordi Jané, considerado uno de los representantes del sector más moderado de CiU; el propio presidente de la Fira de Barcelona, Josep Lluís Bonet, o el de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), Emili Cuatrecases, que la pasada semana tuvo una enganchada con los nacionalistas en el marco del Liceu.
La revancha de la Corona
“Algunos de los extranjeros asistentes a la cena no entendieron con exactitud lo que quería decir Mas reivindicando constantemente una ‘nación pequeña’. Son grandes empresarios de las telecomunicaciones. Un sector, el de la telefonía móvil, donde no existen ya fronteras. Y viene un señor reivindicando una nación pequeña… Hubo caras de asombro entre algunos de los asistentes”, explica a El Confidencial una de las personas que asistieron al ágape.
Evidentemente, la Corona no se queda de brazos cruzados. El Príncipe cena hoy con los miembros del colectivo Puente Aéreo en la casa del Conde de Godó. Este foro engloba a representantes empresariales de Madrid y de Barcelona que siempre se han mostrado partidarios del diálogo institucional y contrarios a las veleidades independentistas. Y ahí sí que puede encontrar el calor político e institucional que desde el domingo parece no haber tenido.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2014-02-25/la-descortesia-de-mas-acoge-al-principe-pero-le-castiga-en-el-comunicado-oficial_93448/
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