Los expertos siguen debatiendo el origen de una misteriosa estructura de 1.300 años de antigüedad levantada en una isla en medio de un lago siberiano: ¿fue un palacio de verano, un monasterio o incluso un observatorio astronómico?
Según los expertos, los materiales de construcción y la forma en que el sitio está diseñado apuntan a que fue construido de acuerdo con una tradición arquitectónica típicamente china de la dinastía Tang (618-907 d.C.). El citado medio asevera que, concretamente, el diseño evidencia que se trataba de un complejo comunitario o palacio construido en torno a un monasterio budista.
El periódico concluye que, aunque el debate sobre los orígenes de Por-Bajin continuará durante décadas, no hay duda acerca de su belleza. El presidente ruso Vladímir Putin lo resumió perfectamente tras una visita en 2007: “He estado en muchos lugares, he visto muchas cosas, pero nunca he visto nada parecido”.
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