La semana pasada publicamos en exclusiva una noticia muy importante sobre el sitio arqueológico de Tiahuanaco: ¡el hallazgo de una pirámide enterrada!
Muchos nos preguntaron por privado qué pensábamos al respecto y cuáles serían las implicaciones, otros, más pesimistas, nos participaron su opinión que nada saldría a la luz si lo que estaba escondido desafiaba el statu quo perpetrado por el establishment de la historia oficial.
Para responder a esas consultas, recurrimos a nuestro archivo, y allí encontramos algo que nos puede dar una pista sobre qué pasará, o no pasará, en el futuro. Izq: Cabeza del muro interno del Templete Semisubterráneo, Tiahuanaco. Der:
Figura de cabeza sumergida en las aguas del lago Titicaca.
La noticia publicada, a pesar de haberse destacado en nuestro sitio web y haber sido compartida miles de veces (llegando a más de 300,000 personas en pocos días), no tuvo ningún eco en los considerados medios masivos de noticias.
¿Es este otro caso de omisión y negligencia por parte de los medios? ¿Será la pirámide descubierta sometida al más descarado mutismo esperando que el tiempo se confabule con el implacable olvido? Veamos a continuación un caso que puede servir como antecedente. Hallazgos que merecen ser revisitados De acuerdo a un artículo publicado por la BBC, el 23 de agosto del año 2000, las ruinas de un ancestral templo fueron encontradas sumergidas en las profundidades del lago Titicaca —el lago navegable más alto del mundo— gracias a la expedición Atahualpa 2000, la cual contó con el apoyo de un importante grupo internacional de científicos. El hallazgo se produjo cuando los exploradores decidieron seguir un camino que divisaron bajo las aguas del lago. Al seguirlo, dieron con el templo sumergido en algún punto cercano al pueblo de Copacabana, entre la Isla del Sol y la Isla de la Luna (Bolivia).
Los buzos de la expedición se sumergieron a 30 metros en busca de las ruinas. Presuntamente habría más edificios enterrados bajo el lecho del lago Titicaca. Según las medidas tomadas por los buzos en aquel entonces, el templo sagrado mide 200 por 50 metros —casi el doble que una cancha de fútbol promedio—. Bajo las aguas del Titicaca, en los alrededores del templo, también observaron una terraza agrícola, una carretera y una muralla de 800 metros de largo.
«Con una antigüedad de al menos 1,500 años, las ruinas subacuáticas son definitivamente pre-incas, y fueron atribuidas a la misteriosa gente de Tiahuanaco o Tiwanaku», declaró Lorenzo Epis, científico de la expedición Atahualpa 2000.
Leyendas de una ciudad perdida
El lago Titicaca es amplio en leyendas, incluyendo una que habla sobre una antigua ciudad subacuática llamada Wanaku, y otra, algo más moderna, sobre oro inca robado y perdido por los españoles. Cabe destacar que los incas consideraban el lago como el lugar de nacimiento de su civilización y sus dioses, los Hijos del Sol que emergieron de las aguas. ¿Podría este descubrimiento probar la existencia de la mítica ciudad de Wanaku?
La primera imagen que ilustra este artículo muestra a la figura de una cabeza humana que yace en las profundidades del lago Titicaca junto con el templo, al compararla con aquellas de Tiahuanaco, a poca distancia, uno puede advertir el evidente parecido. Imagen satelital del lugar del lago Titicaca donde se encontraría sumergido un templo pre-inca de grandes proporciones.
Pero… ¿por qué tras casi 15 años de este descubrimiento, y con el surgimiento de nuevas e innovadoras tecnologías que asisten las labores arqueológicas, aún no se ha explorado debidamente las ruinas en el fondo del Titicaca? ¿Y si su verdadera antigüedad desafía lo establecido? ¿Son huellas de los «dioses» de los tiahuanacos?
Quizás la respuesta se halle en un comunicado de National Geographic con fecha 28 de mayo de 2002, emitido ante varios descubrimientos de ruinas ancestrales sumergidas: Las historias sobre diluvios masivos han pasado de generación en generación y en muchas partes del mundo se integraron con la tradición oral. A pesar que las historias difieren de acuerdo a la zona, coinciden cuando describen lluvias torrenciales o enormes muros de agua que destruyen todo a su paso. En muchos casos, el diluvio representa un acto de retribución protagonizado por furiosos dioses.
Científicos, historiadores, y arqueólogos, ven a estas perdurables historias como mitos, leyendas y alegorías que ilustran principios morales. Empero, los recientes hallazgos indican que parte de estas historias podrían estar basadas en la realidad y la existencia de destrucciones a gran escala en el remoto pasado.
¿Correrá la pirámide enterrada hallada recientemente el mismo destino que el templo sumergido en el lago Titicaca? ¿Pasarán décadas para que sepamos algo? Comenzamos este artículo queriendo contestar comentarios, pero, debido a los antecedentes arqueológicos existentes, nos hemos encontrado con más preguntas que respuestas… Y con más pesimismo dudoso que certezas optimistas.
Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: http://mysteryplanet.com.ar/site/el-templo-sumergido-del-lago-titicaca/
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