Según revelan funcionarios estadounidenses, Rusia ha enviado a Siria un gran cargamento de misiles balísticos para reforzar su poderío militar en el país árabe.
Según las fuentes, 50 misiles balísticos de corto alcance, tipo SS-21, han llegado en los últimos días al puerto sirio de Tartus, a través del mar Mediterráneo.
En declaraciones a la cadena de televisión oficial estadounidense Fox News, las fuentes anónimas han confirmado que se trata de un despliegue de misiles sin precedentes por parte de Rusia en el país árabe, el mayor desde el comienzo de la intervención militar rusa en suelo sirio en septiembre de 2015.
“Para alguien que está terminando una guerra, es un gran envío de misiles. La medida rusa podría cambiar aun más las apuestas en Oriente Medio”.
De acuerdo con el medio estadounidense, en los últimos dos días Rusia ha disparado dos misiles SS-21 y cuatro Iskander SS-26 de largo alcance contra las posiciones de los llamados opositores en la provincia noroccidental siria de Idlib, que se ha convertido en la principal plaza de los grupos armados tras la plena liberación en diciembre de Alepo por parte de las tropas sirias.
Este tipo de misiles, tienen la capacidad de poder ser dotados con cabezas nucleares.
El vicepresidente del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de Rusia, Ilyas Umakhanov, declaró a la agencia oficial Sputnik que el apoyo ruso a la lucha antiterrorista del presidente sirio, Bashar al-Asad, podría incluir el envío de equipamientos militares de “alta precisión”.
“Rusia seguirá dando una respuesta asimétrica al terrorismo en Siria, una disposición que no descarta el fortalecimiento de fuerzas y medidas, y por supuesto el suministro de armas de alta precisión al Gobierno sirio”.
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