La astronomía ha existido desde el inicio de los tiempos. Durante siglos no se relacionó con la física, sino con la religión, pero incluso cuando nuestros ancestros comenzaron a leer los cielos de forma precisa, usando matemáticas, no le quitaron lo divino al cielo. Después de todo, existían fenómenos imposibles de explicar en esa época.
Distintos movimientos estelares y fenómenos naturales fueron interpretados como señales en el pasado. Algunas evitaron guerras, otras anunciaron “el fin del mundo” y otras parecían cumplir alguna extraña profecía.
Incluso hoy somos susceptibles a creer que un fenómeno natural como un eclipse total de sol puede ser signo de cambio total, así que es lógico entender que hace miles de años, cuando los humanos estábamos mucho más conectados a los misterios de la naturaleza, fuera una cuestión central en los estudios de la ciencia.
Tres veces en la historia, un evento astronómico y su interpretación dieron un giro a la historia por completo. Esto es lo que han dejado.
1. El eclipse que terminó una guerra
Un eclipse solar en el siglo VI a.C. logró prevenir la destrucción de dos pueblos.
En esa época el rey Ciáxares de Media (una zona en lo que hoy es Irán, permitió que el pueblo nómada de los Scitianos se instalara en sus terrenos a cambio de que ellos entrenaran a los jóvenes de Media en arquería, pero poco a poco las relaciones se rompieron e incluso los scitianos mataron a uno de los jóvenes arqueros que estaban entrenando y se lo dieron de comer a la gente de Media sin que lo supieran.
Comenzó una guerra que duró seis años y después de demasiadas muertes, durante una pelea, el historiador Herodoto escribió que “un día, de repente, era de noche”. El horror de la gente fue tal que decidieron hacer la paz al casar a los hijos de los reyes.
Lo más impresionante es que Herodoto dijo que Tales de Mileto había predicho eso, por lo que hoy se sabe que se trató del eclipse del 28 de mayo del 585 a.C. y es considerada la primera predicción de un eclipse total de sol registrada en la historia.
Pocos años después del eclipse del 585 a.C., 28 para ser específicos, otra guerra terminó gracias a un eclipse total de sol.
El filósofo e historiador griego Jenofonte pasó por las ruinas de la ciudad de Larissa y escribió que cerca de 100 años antes, la ciudad era una fortaleza impenetrable para los persas, que durante 200 años intentaron invadirla sin éxito.
Fue el 19 de mayo del 557 a.C. que el sol desapareció atrás “de una nube”, por lo que el pueblo de Larissa salió de su fortaleza y corrió a refugiarse en otros lugares, dejando la ciudad a merced de los persas.
3. ¿La muerte de Jesús?
No hay duda alguna de que Jesús existió. Tal vez es más un mito que un hombre, pero los historiadores están tan seguros de su existencia que no pueden decir con exactitud qué día murió.
Sin embargo, las escrituras en el evangelio de San Lucas dicen que durante la crucifixión, el cielo se oscureció por completo.
Suponiendo que se trate de un eclipse total de sol, se podría tratar del que sucedió el 24 de noviembre del año 29, mismo que fue total en Siria e Irak, pero que pudo ser contemplado desde Jerusalén.
Los movimientos astronómicos han ganado guerras, ahuyentado al enemigo, servido de distracción e incluso como profecía. Aunque tal vez la más certera fue la de Mark Twain, que nació el año en que el cometa Halley pasó por la órbita terrestre y que dijo:
“Yo nací con el cometa Halley en 1835. Va a volver el año que viene y yo espero irme con él. Sería para mí la mayor desilusión de mi vida si no ocurriera así. Estoy seguro de que el Todopoderoso lo ha pensando: estos dos monstruos han llegado juntos, que se vayan juntos» ¡Oh, yo lo espero fervientemente!”.
Twain tenía mucha razón, el 21 de abril de 1910 el cometa Halley pudo ser visto al mismo tiempo que el escritor fallecía.
FUENTES:
por Daniel Morales
http://www.labioguia.com/notas/3-eventos-astronomicos-que-cambiaron-la-historia-de-la-humanidad
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