14 octubre, 2018
Todo comenzó en un pequeño chalet de Hydesville (Nova York) el 31 de marzo de 1848, cuando las hermanas Fox se disponían a dormir y escucharon unos repentinos golpes que azotaban las paredes, muebles y puertas de su casa.
Su curiosidad hizo que empezaran a establecer contacto con la entidad que originaba dichos poltergeist y conocieran la historia de su vida y su muerte. Fue el comienzo del espiritismo moderno.
Los hermanos Fox eran siete, pero tan solo dos fueron testigos de los hechos acontecidos aquella noche del 31 de marzo de 1848.
En aquella época Margaretta tenía 14 años y Catherine tan solo 12. Hacía días que en su casa de madera se escuchaban ruidos de pasos y golpes en muebles, puertas y paredes.
La familia llegó a atestiguar en posteriores declaraciones que la casa albergaba algún tipo de espíritu inquieto y desgraciado.
Cuando la familia fue a acostarse, Margaretta y Catherine pidieron a sus padres que les dejaran dormir con ellos, ya que los ruidos les infundaban gran temor.
En presencia de su padre y su madre, las niñas se sintieron más seguras y contestaron a los golpes que se escuchaban para establecer comunicación con el espíritu que los provocaba.
Las niñas empezaron a imitar los golpes con un ruido parecido, haciendo chasquidos con los dedos.
El sonido dio la misma cantidad de golpes al instante. Tras eso, Margaretta añadió:
“No, haga como yo. Cuente uno, dos, tres, cuatro…” mientras golpeaba las manos, y los golpes volvieron a reproducir lo que la niña hacía.
“No, haga como yo. Cuente uno, dos, tres, cuatro…” mientras golpeaba las manos, y los golpes volvieron a reproducir lo que la niña hacía.
Después empezaron a comunicarse con un código alfabético más elaborado, mediante golpes y descubrieron que estaban hablando con un espíritu que había fallecido a los 31 años de edad en esa misma casa cinco años atrás.
Sus restos habían sido enterrados en el sótano.
Sus restos habían sido enterrados en el sótano.
Al día siguiente los vecinos acudieron a la casa y también se comunicaron con el espíritu. Éste les pidió que desenterraran su cadáver, pero en cuanto iniciaron la ardua tarea de excavar en el sótano ésta se llenó de agua y tuvieron que desistir.
LA HISTORIA DE LAS HERMANAS FOX
A lo largo de la historia se han dado miles de casos en los que los muertos han dejado mensajes a los vivos, pero era la primera vez que se establecía una comunicación entre el espíritu y los vivos.
Todo el mundo parecía sorprendido, ya que los golpes, ruidos y fenómenos solo ocurrían en presencia de las hermanas: Catherine, Margaretta y también Leah.
Ésta última no estuvo presente en el primer fenómeno, pero más adelante demostró poseer los mismos dotes mediúmnicos que sus hermanas pequeñas.
Lo más increíble era que los fenómenos paranormales ocurrían dondequiera que ellas iban. Se tuvieron que mudar de Hydesville a Rochester a causa de la persecución mediática, pero los mensajes con los golpes las siguieron y eran claros:
“Sois las elegidas para convencer a los escépticos de la verdad sobre la inmortalidad”.
Poco a poco los entes les dieron instrucciones precisas de lo que debían hacer. Les dieron a entender que debían alquilar un gran salón para dar a conocer sus poderes al mundo y así lo hicieron. El 14 de noviembre del 1848 todo salió a la luz y la opinión pública se dividió claramente entre escépticos y entusiastas.
Como siempre pasa cuando no se entiende algo, las hermanas fueron atacadas de muchas maneras. Ridiculizadas hasta el límite, agredidas e incluso se llegó a querer eliminarlas.
Fueron sometidas a un comité de investigación, pero no se encontró el fraude. Luego se las hizo compadecer ante un segundo comité con el mismo resultado… Los detractores cada vez estaban más molestos y cada vez eran más repudiadas por ellos. Tuvieron que hacer varias mudanzas hasta terminar en Nueva York, en junio del 1850.
Allí las investigaron con todos los medios que ofrecía la ciencia de la época.
Nadie estaba dispuesto a dejarse engañar por ellas e hicieron lo imposible por desenmascarar las supuestas trampas que ellas habían creado.
Cientos de espectadores y curiosos fueron a verlas y todos salieron con la sensación de haber visto un fenómeno inexplicable. Incluso hubo personas que se convirtieron en sus acérrimos defensores.
Uno de ellos fue Horace Greeley, director del Tribune y uno de los hombres más influyentes del país.
Por supuesto, otros intentaron emularlas y se llamaron a sí mismos médiums, pero ninguno pudo eclipsarlas y muchos fueron descubiertos como farsantes.
Con ellas se podían ver todo tipo de fenómenos; desde los golpes con preguntas y respuestas hasta la escritura automática y manifestaciones con voz alta. La culminación fue la comunicación directa por voz, cuando los entes se apoderaban de las médiums.
Pero eso no era todo; los mensajes estaban acopañados por fenómenos físicos múltiples: movimientos de muebles, teleportaciones, ruidos, fenómenos luminosos varios y levitaciones por parte de las médiums… e incluso de los asistentes.
Las hermanas se sometieron a muchas pruebas; William Crookes probó la autenticidad de estos hechos paranormales cuando sometió a Kate mientras visitaba Inglaterra. Finalmente Crookes fue tajante:
“Durante meses he disfrutado de la oportunidad de comprobar los diversos fenómenos que ocurrían en presencia de Kate, y examiné especialmente los fenómenos auditivos…
Parece que solo es necesario que coloque su mano en cualquier sustancia para que se produzcan en ella fuertes golpes, como una pulsación triple, que a veces son tan fuertes que se oyen a varias habitaciones de distancia.“
Parece que solo es necesario que coloque su mano en cualquier sustancia para que se produzcan en ella fuertes golpes, como una pulsación triple, que a veces son tan fuertes que se oyen a varias habitaciones de distancia.“
“He escuchado… esos sonidos que provenían del suelo, las paredes… de todas partes, cuando las manos y los pies de la médium estaban sujetos, cuando estaba de pie sobre una silla, cuando estaba suspendida del techo en un columpio y cuando se desvaneció en un sofá…
Los comprobé de todas las formas que se me ocurrieron, hasta que tuve que llegar a la conclusión de que eran hechos auténticos y objetivos, no producidos mediante trucos o medios mecánicos.”
Aún así, siempre siguieron teniendo detractores. Los escépticos siempre afirmaban que las hermanas hacían trampa, aunque nunca pudieron demostrarlo. Pero sus teorías se vieron reforzadas por parte de la familia de las hermanas Fox y después por las mismas médiums.
Un día las hermanas Margaretta y Catherine Fox admitieron haber cometido fraude, no obstante esta confesión fue posteriormente revocada. Más adelante, tres años después, Culver, una mujer emperantada con los Fox, declaró:
“Al principio creía en los fenómenos pero una visita a las hermanas me hizo sospechar… Decidí ayudar a Catherine y ella aceptó de buen grado, enseñándome cómo se hacían los trucos. Los golpes los producían con las puntas de los pies. ¡Hay que usar todos los dedos! Practicando junto a ella durante una semana también fui capaz de hacer esos ruidos.”
No se sabe a ciencia cierta qué llevo a la señora Culver a testificar de ese modo. ¿Amor a la verdad? ¿Celos? Nunca lo sabremos.
Lo que sí sabemos es que su confesión no puede explicar todos los fenómenos que se producían en torno a las hermanas.
En 1904, cuando todas las hermanas Fox habían muerto, una de las paredes de su vieja casa de Hydesville se derrumbó.
Entre las ruinas se encontraron los restos de un cadáver que fue imposible identificar.
Sin embargo, podría haberse tratado del primer espíritu que se apareció a las hermanas Fox cuando eran pequeñas, cuyo cadáver afiró que se encontraba enterrado en el sótano.
Este articulo es propiedad de:piedradelmisterio.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario