Desde finales de 2018, geólogos de todo el mundo andan desconcertados por un misterioso fenómeno que registran sus sismógrafos pero que ningún humano percibe. ¿De qué se trata?
El misterio de las ondas sísmicas que recorren el planeta
Un nuevo misterio recorre el planeta ¡bajo nuestro pies! Nunca mejor dicho, porque a las 09.30 horas del pasado 11 de noviembre, los sismógrafos del US Geological Survey registraron una particular onda sísmica que se originaba a unos 24 km de las costas de Mayotte, una isla francesa situada entre el continente africano y el extremo norte de Madagascar, y que recorrió Zambia, Kenia y Etiopía.
Las ondas del «terremoto» que nadie notó cruzaron el océano y fueron detectadas en Chile, Nueva Zelanda, Canadá e incluso Hawái, islas situadas a casi 18.000 km de distancia del epicentro de este fenómeno.
Solo un entusiasta de los terremotos de Nueva Zelanda que monitorizaba los sismógrafos publicó en Twitter las curiosas ondas que se prolongaron en el tiempo durante los siguientes 20 minutos y que, también, llegaron a afectar a España. Nadie notó el más mínimo temblor, solo los sensores. ¿Qué estaba pasando?
La intensidad de la onda sísmica planetaria fue de gran magnitud, y a pesar de todo no la percibimos en superficie
«Nunca he visto nada igual –declaró el sismólogo Göran Ekström–. Las características de las ondas son realmente extrañas».
A la perplejidad de este científico de la Universidad de Columbia (EE UU), se sumaron otros que trataron de explicar las extrañas características de las mismas, desde su sorprendente y monótono «anillo» de baja frecuencia hasta su propagación global. ¿Pudieron ser causadas por el impacto de un asteroide o, tal vez, por una erupción submarina?
En una nota titulada ¡Tal vez un volcán!, el director de la Oficina de Investigación Geológica y Minera (EE UU), Saïd Hachim, sugirió que posiblemente fueran de origen magmático, es decir, que la isla de Mayotte –de origen volcánico– se habría movido «unos 50 mm al este y unos 25 mm al fondo», según las mediciones de las cuatro estaciones de la isla.
Pero el caso es que el descubridor de las ondas ha seguido reportando el fenómeno en fechas sucesivas, la última a las cinco de la madrugada del 6 de febrero de 2019.
Stephen Hicks, un sismólogo de la Universidad de Southampton (Reino Unido), ha explicado que, en un terremoto normal, las tensiones acumuladas en la corteza terrestre se liberan con una sacudida en unos pocos segundos y «las detectadas en Mayotte son equivalentes a ondas de superficie lentas y de largo período, que son las últimas en registrarse en un sismo».
Stephen Hicks, un sismólogo de la Universidad de Southampton (Reino Unido), ha explicado que, en un terremoto normal, las tensiones acumuladas en la corteza terrestre se liberan con una sacudida en unos pocos segundos y «las detectadas en Mayotte son equivalentes a ondas de superficie lentas y de largo período, que son las últimas en registrarse en un sismo».
CONTROVERSIA
Los científicos están de acuerdo en que las ondas registradas por sus instrumentos se parecen más a un sonido que a un movimiento, lo que explicaría por qué ningún humano las detectó en superficie. Esta idea ha dado lugar a otra teoría: el especialista canadiense John Cassidy ha sugerido que podría tratarse de potentes olas chocando contra la costa.
De hecho, un fenómeno similar hizo que Terranova, literalmente, temblara por el viento y las olas a mediados de noviembre de 2018. «Un puñado de tormentas podría producir vientos y olas lo suficientemente fuertes como para registrar la actividad sísmica en la costa este y oeste de Terranova», afirmó.
El problema es que las misteriosas ondas son planetarias y, además, se originan en un lugar libre de tormentas, que goza de Sol y playa prácticamente los 365 días del año. Todo un misterio que muchos ven como una reactivación del polémico The Hum.
Josep Guijarro
18 de Junio de 2019 (10:14 CET)
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