Las muertes por la pandemia de COVID-19 han pasado la línea roja de más de 343.000 hasta el momento. La gente lleva demasiado tiempo confinada para poder meditar. Y aunque ahora los gobiernos han decido otorgar un “respiro” antes de la temida segunda ola, son muchos los que piensan en su propia mortalidad.
En estas circunstancias, es natural preguntarse cómo es la muerte y si hay algo después. Morir es quizás el miedo más primitivo de la humanidad. Pero tal vez no debería ser así. Probablemente no sea el final, y tal vez ni siquiera sea tan terrible como parece.
La mayoría de las investigaciones sobre las experiencias cercanas a la muerte (ECM) nos hablan de túneles, luces, experiencias extracorporales y, muy de vez en cuando, una ‘revisión de la vida’. Las personas que sobreviven a tales experiencias en ocasiones informan de cambios profundos en su personalidad, preferencias y, sobre todo, motivaciones.
Abundan las historias de personas que perdieron interés en ganar la mayor cantidad de dinero posible y cambiaron de dirección. Desde el comienzo de la investigación de ECM, estaba claro que la vida de las personas podía cambiar para siempre después de tener un contacto cercano con la muerte.
Y son muchos los médicos que están convencidos de que la muerte no es el final, solo el principio de una nueva realidad. Pero si tenemos que hablar de testimonios de las ECM, una de las más sorprendentes es la que ha explicado recientemente Will Carroll, batería de la banda estadounidense de thrash metal Death Angel.
La experiencia de Will Carroll
El batería de Death Angel Will Carroll dice que fue al infierno y ‘conoció a Satanás’ mientras estaba en coma luchando contra el coronavirus. El rockero de heavy metal, de 47 años, dio positivo de COVID-19 a mediados de marzo después de regresar a su casa en San Francisco luego de una gira por Europa.
El 18 de marzo, lo hospitalizaron de urgencia en el centro médico California Pacific Medical Center, donde lo conectaron a un respirador y le aplicaron coma inducido cuando los médicos descubrieron litros de líquido en sus pulmones.
Carroll pasó los siguientes 12 días en estado de coma, durante el cual se vio a sí mismo dejando su cuerpo y cayendo al infierno, donde Satanás lo castigó por el pecado mortal de la pereza.
Según explicó al San Francisco Chronicle, la mujer demonio lo transformó en Jabba el Hutt, la criatura de la saga Star Wars, y que vomitó sangre hasta que sufrió un ataque al corazón.
La experiencia ha llevado al músico a reevaluar su vida. Carroll dice que ha adoptado una creencia en un “poder superior” y ahora ha abandonado el alcohol y el cannabis.
“No creo que Satanás sea tan genial como solía serlo”, dijo Carroll.
Los médicos que trataron a Carroll dijeron a The San Francisco Chronicle que “paralizaron químicamente” al batería para que su cuerpo pudiera soportar estar en un respirador.
El corazón del músico falló durante los primeros días porque la medicación necesaria para mantenerlo en un respirador era muy agotador para su cuerpo. Finalmente pudo salir del coma y apagar el respirador el 30 de marzo.
“Me desperté en la cama del hospital con tubos entrando y saliendo de mí, y había una enfermera allí y mis primeras palabras fueron: “¿Todavía estoy en el infierno?” Ella me ignoró”, continuó explicando Carroll.
En las seis semanas posteriores, Carroll ha cambiado su vida por completo. Dice que ya no fuma marihuana ni alcohol, aunque continuará comiendo “comida basura” y ocasionalmente sidras.
“Todavía voy a escuchar el black metal, y todavía amo a Deicide y bandas como esa”, enfatizó el batería. “Pero en cuanto a mi vida personal y mi experiencia de lo que pasé, no creo que Satanás sea tan genial como solía serlo.”
Ahora también cree en ‘un Dios’ después de su experiencia cercana a la muerte, porque ‘siente que las oraciones de su familia y amigos lo ayudaron a salir adelante’.
Carroll fue uno de los primeros pacientes con coronavirus en estado crítico en ser tratado en el California Pacific Medical Center. Sin embargo, no es el único en haber tenido una experiencia cercana a la muerte por el coronavirus.
Son muchos los pacientes que han asegurado haber tenido un contacto cercano con el mas allá, donde extrañas personas les hicieron cambiar su forma de vida terrenal.
Tal vez sea algún tipo de respuesta psicológica, tal como explican algunos científicos, pero también cabe la posibilidad de que ciertas entidades de otras dimensiones, llámense ángeles o espíritus, están ayudando a salvar la vida de aquellos que por desgracia son víctimas de un virus de origen desconocido. Pero la salvación no es solamente física, sino que también a nivel personal.
¿Qué opinas sobre este tipo de experiencias cercanas a la muerte? ¿Tienen una explicación lógica y racional? ¿O es algo que va más allá de lo que podemos comprender?
Por MEP
Publicado el 24/05/2020
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