Los últimos acontecimientos abren una brecha "insostenible" entre la dirección del Instituto Armado y los mandos, que destacan las "contradicciones" de Interior sobre los ceses y dimisiones
El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la toma de posesión de la nueva directora general de la Guardia Civil, María Gámez Gámez. EFE
PUBLICADO hace 3 horas
De los rumores al clamor. La Guardia Civil atraviesa un terremoto que ha terminado con el cese o dimisión de algunos de sus máximos representantes.
La tensión con Interior es palpable.
La tensión con Interior es palpable.
Y pese a que oficialmente todo se justifica bajo un "nuevo impulso" en el cuerpo, en la cúpula subyacen las críticas hacia la máxima responsable del Instituto Armado, María Gámez, quien apenas lleva cuatro meses en el cargo: "Esto ha marcado un antes y un después", detallan los mandos del cuerpo, al mismo tiempo que denuncian la "caza de brujas" que está sufriendo la cúpula. "La situación es insostenible".
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María Gámez llegó con el cartel de haber defendido el trabajo de la Guardia Civil en el rescate del niño Julen en Totalán (Málaga).
Como subdelegada del Gobierno en la provincia andaluza y dilatada experiencia política, Fernando Grande-Marlaska encontró en ella la figura idónea para nombrarla la primera mujer directora del Instituto Armado. El nombramiento, en todo caso, no fue llano ni sencillo: el titular de Interior impuso su preferencia a la de Defensa, que apostaba por otras figuras. De hecho, Margarita Robles no acudió a la toma de posesión de Gámez.
Apuesta personal de Marlaska, María Gámez llega al cuarto mes de su mandato envuelta en un mar de tribulaciones. La epidemia del coronavirus -y su gestión política y policial- han derrumbado algunas de las estructuras de la Guardia Civil como si de un castillo de naipes se tratase. El punto de partida es, como ya se ha publicado en este diario, las investigaciones en torno a la manifestación del 8-M en Madrid.
La cronología de una crisis
El Gobierno se enteró por vías judiciales y por la prensa de los avances en las pesquisas. En concreto, de las investigaciones que se estaban llevando a cabo, bajo el nombre de Operación Sanitario, en torno al delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, y a la cara visible de Sanidad en esta crisis, Fernando Simón.
La tensión estalló el domingo. Fuentes conocedoras del caso detallan que al coronel Diego Pérez de los Cobos, jefe de la Comandancia de Madrid, se le requirió información sobre la investigación en dos ocasiones. El mando de la Guardia Civil adujo que las pesquisas las llevaba la unidad de la Policía Judicial de la Comunidad de Madrid y que los agentes departían directamente con la juez Instrucción número 51, Carmen Rodríguez-Medel. También que él no tenía acceso al contenido íntegro del informe.
Acto seguido, María Gámez, directora de la Guardia Civil, le comunicó su cese. En torno a las nueve de la noche, según las mismas fuentes, remitió un escrito al secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Ruiz -también nombrado en enero de 2020, en sustitución de Ana Botella-, en el que detallaba los motivos que fundamentaban la decisión. Un documento que consta de firma electrónica en la que se acredita la hora exacta de envío.
Los hechos, que ya levantaron una gran polvareda en la Guardia Civil, no fueron más que el preludio de acontecimientos venideros. Este martes, el Director Adjunto Operativo (DAO) de la Guardia Civil, teniente general Laurentino Ceña, presentaba su dimisión. El número 2 del cuerpo no encajó el cese de Pérez de los Cobos y, a pesar de estar a las puertas de su retiro, optó por su dimisión.
"Debe dimitir"
"La situación es insostenible", admiten desde la cúpula de la Guardia Civil. La irritación ha llegado a las más altas esferas y no se descarta que haya más movimientos en las próximas jornadas entre los principales representantes del cuerpo. Consideran que la relación entre los mandos y la directora "debe basarse en una confianza que ya no existe": "Las formas y el fondo de estos hechos son difíciles de asimilar, la relación será distinta sabiendo que cualquiera está sujeto a presiones políticas de esta envergadura".
Consideran "clave" el puesto de director de la Guardia Civil: "Es el enlace directo con el Ministerio". Y añaden: "Ser enlace no significa ser parte de él". "Es la voz de su jefe", detallan otras fuentes de la cúpula de la Guardia Civil. No faltan expresiones más duras, que califican los últimos movimientos como de "caza de brujas". El comentario general que comparten los altos cargos es el mismo: "Debe dimitir, no le queda solvencia".
En concreto, critican el modo en que gestionó la destitución de Pérez de los Cobos, un hombre que llevaba décadas en puestos clave de la Guardia Civil. "Cómo es posible que aleguen falta de confianza cuando hay un documento firmado por ella en el que recogen los motivos que fundamentan la decisión", señalan. Tampoco entienden que Marlaska redujese todos estos cambios a un hipotético "nuevo impulso" o "reestructuración" en el Instituto Armado.
Denuncian "contradicciones" en las afirmaciones del titular de la cartera: "Si el cese de Pérez de los Cobos responde a 'un proceso natural de sustitución basado en la confianza', como dice el ministro, ¿por quién ha sido relevado? ¿Qué otro coronel le ha sustituido?".
"Nuestra condición de guardias civiles no nos permite entrar en el “y tú más” -asevera la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC)-. Teniendo en cuenta que cada provincia la manda un coronel o teniente coronel, ¿quiénes serán los siguientes? ¿Con qué criterio? ¿Los llamará María Gámez el domingo por la noche?".
No es la primera vez que el nombre de María Gámez salta a la palestra durante la actual crisis del coronavirus.
Fuentes de la Guardia Civil aseveran que la directora "ha trabajado mucho" en la pandemia, aunque algunas asociaciones representativas le reprochan la falta de apariciones públicas, la ausencia de explicaciones y la escasez de material sanitario para que los agentes desempeñasen sus funciones en primera lucha contra el virus. Algunos mandos plantearon que fuese ella quien diese las ruedas de prensa desde Moncloa por el "desgaste" que suponían estas comparecencias en los máximos representantes del Instituto Armado -incluido el DAO, Laurentino Ceña-.
Sin embargo, los últimos acontecimientos han propiciado un terremoto cuyas consecuencias son difíciles de medir. Los mandos del Guardia Civil concluyen que "el tiempo pone a cada uno en su lugar".
Losantos: «Lo de Marlaska es de vergüenza, no solo castiga a la Guardia Civil sino que le añade la sombra del soborno»
" El aún ministro del Interior dijo que no sabe conjugar la palabra injerencia. Natural. Es un sustantivo, no un verbo, así que, si se empeña en conjugarlo, no podrá. Pero rima con otro sustantivo, femenino y singular, indecencia"
JUAN VELARDE 27 May 2020 - 06:26 CET
Federico Jiménez Losantos y Fernando Grande-Marlaska.
La Benemérita, a cuchillo contra Marlaska pese a la 'paguita': "La Guardia Civil no se doblega ante nadie"
Federico Jiménez Losantos sale con el cuchillo entre los dientes este 27 de mayo de 2020 después de ver como el ministro de Interior, el hasta hace no mucho prestigioso juez Fernando Grande-Marlaska, descabezaba al jefe de la Guardia Civil en Madrid por la investigación sobre la presunta conducta delictiva que acarreó la celebración del infausto 8-M.
Tanto en su columna de El Mundo como en el editorial de las 6:00 en ‘Es la Mañana de Federico‘ (esRadio) Losantos tiene claro que la decisión de Marlaska se define con una palabra, la indecencia:
Es difícil encontrar en la larga saga delictiva del PSOE un cúmulo de fechorías como el perpetrado por Marlaska contra la independencia judicial y contra la Guardia Civil en funciones de policía judicial, que es la base de funcionamiento del Estado de derecho. El aún ministro del Interior dijo ayer que, después de treinta años de juez, no sabe conjugar la palabra «injerencia». Natural. Es un sustantivo, no un verbo, así que, si se empeña en conjugarlo, no podrá. Pero rima con otro sustantivo, femenino y singular: indecencia.
Nunca hubo tantos jueces y fiscales en el Gobierno. Nunca se demostró mejor la vigencia de dos dichos: «No hay peor cuña que la de la misma madera» y «Dime de qué presumes y te diré de lo que careces». «No sabiendo los oficios, los haremos con respeto», decía León Felipe sobre el de sepulturero. Nadie mejor que unos jueces para enterrar a Montesquieu. Los de este Gobierno acometen su fúnebre tarea con ferocidad de buitres o quebrantahuesos. Puesto a quebrantar, Marlaska quebranta hasta la gramática.
Apunta el periodista turolense que nunca tuvo afecto por De los Cobos, al que además acusa de haber sido una nulidad durante el golpe de Estado en Cataluña:
Nunca fue santo de mi devoción De los Cobos, ni con Rubalcaba, ni con Soraya ni con Marlaska. Pero si en el golpe de Estado en Cataluña fue una nulidad a las órdenes del PP, en el juicio del 1-O dio un testimonio ejemplar contra Trapero, quizá para enmendar lo que sabía bien que hizo mal.
Distinto es el caso que le ha costado la destitución, o sea, el castigo de Marlaska por no prevaricar y traicionar a la juez a cuyas órdenes servía. Guadalupe Sánchez ha recordado que el artículo 550 de la Ley Orgánica del Poder Judicial dice que «los funcionarios de la policía judicial a quienes se les hubiera encomendado una investigación no podrán ser removidos o apartados si no es por decisión o con la autorización del juez».
Recuerda Losantos que esto de filtrar y falsear informes ya lo hizo cuando las famosas agresiones contra miembros de Ciudadanos en la marcha del orgullo gay:
Pero como no podía destituir a la juez Medel (¡si la hubiera pillado cuando era pretendiente en la Corte del CGPJ!) Marlaska va y destituye a De los Cobos. Pone en su lugar al jefe de los servicios investigación y –¡milagro!– aparece, manipulado para ser desprestigiado, en los diarios de Escolar y Javier Monzón el informe que la juez ordenó secreto y Marlaska dijo no conocer. Es la misma operación de falsear y filtrar un informe que hizo con el de Ciudadanos.
Y sentencia:
Para rematar el día, Marlaska anunció como subida de sueldo el pago de cinco meses de retrasos, es decir el dinero que ya se les adeudaba. Así añadió al castigo la sombra del soborno. Es de vergüenza.
LA MAGISTRADA OBSERVA CON PREOCUPACIÓN LA INTROMISIÓN DE INTERIOR EN LA CÚPULA DE LA BENEMÉRITA
La SER y eldiario.es comprometen a Marlaska: la juez del 8-M advirtió que ‘filtrar’ el informe de la Guardia Civil es delito
El ministro del Interior podrá tener que hacer frente a responsabilidades penales tras tener acceso a la investigación los medios afines al Gobierno de Pedro Sánchez
JOSÉ ANTONIO PUGLISI 26 May 2020 - 17:26 CET
Fernando Grande-MarlaskaPD
Archivado en: Gobierno | Justicia | Otros medios | Periodismo | Periodismo Online | Política | Radio
AFernando Grande-Marlaska se le acumulan los problemas.
Las investigaciones por la responsabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez por autorizar la celebración del 8-M, a sabiendas del impacto que tendría para la salud pública, tienen de cabeza al ministro del Interior.
Tras los primeros resultados de un informe de la Guardia Civil que apuntan en contra del Gobierno, Grande-Marlaska hizo ‘rodar cabezas’ dentro de la Benemérita.
Primero fulminó al coronel Diego Pérez de los Cobos por un “cúmulo de motivos”, como adelantó Periodista Digital, seguido de la dimisión del ‘número dos’, Laurentino Ceña.
La situación despertó la desconfianza de la magistrada que investiga el 8-M.
La juez Carmen Rodríguez-Medel remitió un oficio a la Secretaría de Estado de Seguridad recordando que dio orden expresa a la Guardia Civil de «guardar rigurosa reserva» sobre las investigaciones encomendadas.
En este sentido, advirtió a Marlaska y al resto de sus ‘camaradas’ que la infracción de dicho deber puede llevar a dar lugar a responsabilidades penales.
El escrito fue remitido al secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, justo el día en el que el ministro Fernando Grande-Marlaska cesó «por pérdida de confianza» al coronel Pérez de los Cobos
Una filtración prevista
A pesar de que la juez Carmen Rodríguez Medel intentó evitar la filtración, los medios afines al Gobierno de Pedro Sánchez tuvieron acceso al informe íntegro de la Guardia Civil.
La SER y elDiario.es aprovecharon el acceso al material para intentar desprestigiar tanto a la investigación, así como a los profesionales de la Benemérita que lo elaboraron. Una forma de reponer la imagen del Gobierno ante la opinión pública.
Todo apunta a que la filtración salió del despacho del propio Grande-Marlaska, ya que es el único que puede tener acceso al informe.
El Diario.es, en una pieza firmada por Irene Castro y José Precedo, desglosa el atestado, elaborado por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil y que llevará al banquillo a José Manuel Franco, secretario general del PSOE madrileño.
Esta información dice, en auxilio de Marlaska, Simón, Illa y el propio Franco, que tiene errores de bulto.
Lo que no puede afirmar eldiario.es es que ese informe que le ha llegado no haya pasado por la ‘cocina’ de Interior y que no fuera el original que manejaba Pérez de los Cobos.
Miedo socialista
A pesar de las filtraciones desde Interior, la jueza mantiene abiertas unas diligencias en las que ha encargado a la Guardia Civil que investigue cómo actuaron las autoridades sanitarias y la Delegación del Gobierno durante el origen de la pandemia.
Precisamente por esto ha citado a declarar como imputado el 5 de junio al delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, José Manuel Franco, por permitir el 8-M.
Es importante destacar que la magistrada recordó a Rafael Pérez que desde el primer día de la investigación «dio orden expresa a la Policía Judicial actuante de guardar rigurosa reserva sobre la evolución y resultado de las concretas investigaciones que les hubiera sido encomendadas, así como de todas las informaciones que, a través de ellas, obtengan».
La juez también «enfatizó» que cualquier nota de prensa que desde Guardia Civil quisiera hacerse pública «debería contar previamente» con su autorización y que sería ella quien decidiría «no sólo el hecho en sí de facilitar dicha nota sino también su concreto contenido».
En esta misma línea, la magistrada advierte al secretario de Estado que la infracción de este deber «debe ser corregida disciplinariamente, sin perjuicio de otras responsabilidades a que la misma pudiere dar lugar», entre las que se contemplan las responsabilidades penales.
En caso de producirse estas últimas, según la juez, «podría dar lugar a la correspondiente investigación por parte de este juzgado», según establece el real decreto de junio de 1987 que regula el funcionamiento de la Policía Judicial.
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