EL 70% DE LOS ENCUESTADOS PIDE IGUALMENTE QUE SE DEPURE A QUIENES NO IMPIDIERON LAS MARCHAS FEMINISTAS
JUAN VELARDE 30 May 2020 - 08:40 CET
Salvador Illa, José Manuel Franco y Fernando Simón.
Mal futuro les aguarda a los responsables (o irresponsables) de haber permitido la manifestación del 8-M o de haber alentado la participación en la misma.
El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco; el ministro de Sanidad, Salvador Illa o el director del Centro Coordinador de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, deben estar desayunándose ahora con una encuesta que les habrá amargado ese primer café de la mañana.
Un estudio demoscópico de la empresa Sociométrica para el diario El Español es muy concluyente a la hora de apuntar que la gran mayoría de los españoles rechaza de plano que tuviera lugar la gran manifestación feminista del 8 de marzo de 2020 en Madrid, amén, por supuesto, de exigir responsabilidades a los cargos políticos que tuvieron en su mano la solución para evitar los contagios y muertes masivas ante un coronavirus que nunca se tomó en serio.
Con los datos en la mano, cerca del 71% de los ciudadanos encuestados contesta de manera afirmativa a la cuestión de si debía de haberse suspendido la gran marcha feminista del 8-M por las calles de la capital de España.
Obviamente, el porcentaje baja si se le pregunta a votantes de PSOE y de Podemos, pero sí llama poderosamente la atención de que más de la mitad de electores del partido de Pablo Iglesias consideran que debía de haberse cancelado ese evento. En cambio, entre los acólitos de Pedro Sánchez, son un poco más de 4 personas de cada 10 las que entienden que las marchas del 8-M debían de haber quedado suspendidas.
Entre los electores del PP, VOX y Ciudadanos se alcanza casi en 100% a la hora de asentir a favor de que las concentraciones feministas deberían de haberse frenado ante la seguridad de que el coronavirus no iba a ser benevolente y que el contagio posterior iba a desbocarse.
ALERGIA PODEMITA AL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS
Eso sí, socialistas y podemitas, pese a tener un porcentaje considerable en su rechazo al 8-M, especialmente en la orilla morada, sí tienen claro que de exigir responsabilidades penales y políticas, nada de nada.
Los ciudadanos de estas tendencias consideran que no se debe ir más allá del simple reproche por no haber impedido las marchas feministas. Encuentran fuera de lugar lo de exigir que los políticos rindan cuentas renunciando a sus cargos o teniendo que sentarse en el banquillo de los acusados.
No opinan igual los votantes de VOX, PP y Ciudadanos, que casi empatan al pedir sin fisuras responsabilidades políticas a quienes jalearon a la ciudadanía para salir alegremente a la calle.
Sí llama poderosamente la atención que, en cambió, en cuanto a la factura penal que deberían de pagar los Illa, Simón o Franco, los seguidores de la formación de Inés Arrimadas no lleguen al 8 de cada diez ciudadanos consultados.
En torno a un 20% de los naranjas no ve que sea necesario juzgar a esos cargos políticos que tuvieron su parte alicuota de irresponsabilidad en lo que sucedió después del 8-M de 2020.
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