viernes, 15 de mayo de 2020

La Orden de Moncloa a la Policía Contra las Protestas: «Inundar con Antidisturbios las Calles»

CRISIS DEL CORONAVIRUS

El mandato gubernamental pasa por un envío exagerado de efectivos de la UIP de la Policía Nacional a una calles plenamente pacíficas


Agentes de la Policía Nacional.

15/05/2020 06:45

Los agentes de Policía no están por la labor de ir más allá de sus deberes legales y constitucionales. Y ello, pese a que Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska no dejan de presionar a sus mandos para que intimiden a la gente que, cada vez en mayor medida, participa en las caceroladas, desde los balcones o a pie de calle.

 Por ello, la última orden del Gobierno a los agentes ha decidido usar su presencia, más que la actitud de los policías, que no es connivente con los fines censores del Ejecutivo socialcomunista.

La orden se basa precisamente en eso, en llenar las calles y zonas de las principales protestas: «Incrementar la presencia policial en las calles para que no acuda gente».





La última de las protestas en la madrileña calle de Núñez de Balboa ha dejado claro que los policías son respetuosos, no sólo de sus obligaciones de control del orden público en un estado de alarma, sino también de los derechos fundamentales de los ciudadanos: entre ellos, los de libertad de expresión y manifestación.

Por ello, el Gobierno, pese a llevar semanas buscando una complicidad política en la Policía, ha tenido que optar por una orden injustificable desde el punto de vista político, pero que no necesitará de acciones policiales difícilmente defendibles y que son los propios agentes los que no las aceptan: la de llenar las calles de agentes con un único fin intimidatorio.

De este modo, la orden de Moncloa pasa por un envío totalmente exagerado de efectivos antidisturbios (UIP) de la Policía Nacional a calles plenamente pacíficas que únicamente se han caracterizado por realizar protestas tranquilas contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

Una presencia que busca impedir que se congregue gente. Pero que no podrá pasar de ahí.

De hecho, los propios mandos de las UIP han empezado a incluir en sus órdenes personales a los agentes explicaciones como que «bajo ningún concepto se subirá a los domicilios». Una indicación que surge justo cuando se acaba de generar una enorme polémica por la entrada en un domicilio de unos jóvenes en Palma de Mallorca.

Dotaciones

El Ministerio del Interior, pese a esta híper dotación de efectivos, difícilmente justificable, sigue asegurando que no ha dado órdenes excepcionales para el control de las caceroladas y, en especial, de las concentraciones en la madrileña calle Núñez de Balboa. Pero las órdenes que se han cursado son contundentes y exigen un refuerzo excepcional de las zonas que están protagonizando las protestas contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

Este pasado jueves, de hecho, OKDIARIO desvelaba las órdenes de actuación frente a la cacerolada de esa noche. Y consistían en «ocupar» la «calle Núñez de Balboa» con cerca de 100 efectivos de la UIP; la «calle Conde de Triviño» con cerca de 12 agentes UPR; la «avda. de los Madroños» con otros 12 UPR; y la «avda. Ventisquero de la Condesa, junto a gasolinera» con un refuerzo similar de UPR.

Pero los mandos policiales directos dejaron claro que el objetivo era el «cumplimiento del Real Decreto del Estado de Alarma. Paseos SÍ, PRÁCTICA DEPORTIVA SÍ, pero CONCENTRACIONES NO». Todo ello con «mucha pedagogía y convicción. Fomentar el uso de la megafonía».

Moncloa quiere que este dispositivo se mantenga «en principio, desde esta misma tarde, hasta el domingo 17 de mayo».

Presencia extra en las calles

Y es que el Plan de Desescalada Covid-19, remitido internamente a la Policía por la Dirección General del Cuerpo y el Ministerio del Interior -que ya ha publicado OKDIARIO-, recogía una doble orden expresa: de presencia extra de dotación policial, y de una actitud especialmente activa de los policías en las calles en las horas destinadas a hacer deporte. Justo las que coinciden con las caceroladas contra el Gobierno que se celebran a las 21:00 horas de cada noche.

La orden exige ese refuerzo extra. Y a todos los agentes se les ha comunicado igualmente la prohibición expresa de manifestaciones en las calles. Ambas instrucciones unidas implican que esos grupos reforzados de agentes no tienen más remedio que actuar frente a cualquier indicio de un posible foco de manifestación. Justo lo que busca Sánchez para disuadir de las protestas en las calles.


LOS AGENTES ENTRARON SIN ORDEN JUDICIAL

Habla el joven al que la Policía asaltó su casa: «Éramos 5 de cumple y dijeron que entraban por cojones»





OKDIARIO ha localizado a Pedro, el autor de la grabación y protagonista del encontronazo con la Policía en un domicilio de Palma de Mallorca al que los agentes accedieron sin una orden judicial. Ésta es su versión de los hechos


Pedro, el joven que expulsó a la Policía del domicilio en el que se encontraba en Palma de Mallorca.

CARLOS MUÑOZ
15/05/2020 06:51

Pedro, el autor de la grabación y protagonista del encontronazo con la Policía Nacional en un domicilio de Palma de Mallorca al que los agentes accedieron sin una orden judicial, explica a OKDIARIO que se encontraban celebrando un cumpleaños en casa de un amigo cuando los agentes entraron «por mis cojones», según las palabras que Pedro pone en boca de uno de ellos.

Madrugada del pasado sábado 9 de mayo, Palma de Mallorca. Pasadas las dos de la madrugada, una patrulla de la Policía Nacional se presenta en un inmueble después de una llamada de una vecina alertando de que escuchaba ruido en una de las viviendas del edificio. Ahí comienza una discusión entre los agentes y los habitantes del domicilio que fue grabada en vídeo y que ya se ha hecho viral en las redes sociales.

«Ni había una fiesta ni leches. Éramos 5 personas en una casa de tres habitaciones. Era el cumpleaños de un amigo mío y estábamos ahí. Que si tarta, que si dos o tres cubatitas…». «Quiero aclarar que no era ni fiesta, porque por no tener no teníamos ni altavoces», explica Pedro.

Él y otro amigo habían acudido a este domicilio «a las 8 de la tarde, cuando se puede circular». Al ver que se les hacía tarde decidieron quedarse a pasar la noche «y volver cuando se pudiera de nuevo circular», reconoce.

El protagonista de las imágenes defiende que no estaban realizando ningún ruido excesivo, pero que la denuncia telefónica provino del inmueble que está frente al domicilio donde ocurrieron los hechos.»Una vecina, que es nueva además, llamó a la Policía desde el edificio de enfrente», asegura. «Se nos había quejado dos veces, que bajásemos la voz, y le habíamos pedido perdón. Pero era un poco pesada y acabó diciendo que iba a llamar a la Policía», explica Pedro. Entonces decidieron bajar la persiana.

«Sobre las dos, ¡pum! ¡pum!», relata recordando el momento en el que la Policía hizo acto de presencia. El titular de la vivienda se acercó a abrir, comprobó que se trataba de la patrulla y abrió la puerta. Ése es el momento más determinante del relato, pues los agentes aseguraban que habían recibido permiso para entrar, pero el propietario lo negó posteriormente.

«Yo escuché ‘¡que yo paso!’, que pasaba por sus cojones… y mi colega como iba un poco así así… era su cumpleaños…», señala. «Nosotros nos metimos en una habitación, diciendo ‘que no nos vean aquí a ver si nos van a poner multa por ruido'», asegura Pedro.

De pronto escucharon como la Policía entraba en las habitaciones. «La Policía entró sin consentimiento de mi amigo, entró en las habitaciones y despertó a dos chicas que ya estaban durmiendo. Imagínate la fiesta que estábamos montando».

«Mis derechos me los sé»

Cuando los agentes comenzaron a pedir la documentación a todas las personas, Pedro decidió negarse. «Mis derechos me los sé y los defendí. Y punto pelota».

«Desde el momento en que yo salgo y les digo que se tienen que ir o que me enseñen la orden judicial, se me ponen a discutir tres o cuatro minutos… que sí, que no, que sí, que no… pero ustedes no tienen permiso para estar aquí dentro, con lo cual ¡fuera!. En el vídeo se ve cómo se lo digo cincuenta veces», relata a OKDIARIO. «Incluso el policía atranca la puerta con el pie para que no podamos cerrar», recalca.



«Tres de los cinco amigos del cumple viven en la casa», dice el joven que se enfrentó al asalto policial







  • CARLOS MUÑOZ
Pedro, el joven que se ha hecho viral por el vídeo en el que expulsa a varios agentes de Policía del domicilio al que habían entrado sin una orden judicial, explica que en esa vivienda residían 3 de las 5 personas que se encontraban en ella cuando irrumpieron los agentes. Los hechos ocurrieron el pasado sábado de madrugada en Palma de Mallorca.

Era un cumpleaños. Hicieron una cena y luego «unos cubatas«. Pero «no hubo ni fiesta ni nada. Por no tener no teníamos ni altavoz», defiende Pedro, el autor de las imágenes y la persona que confrontó a los agentes hasta que se fueron del domicilio.

Según relata, en ese piso viven tres personas, uno de ellos su amigo -el titular del contrato de alquiler-. Tanto Pedro como su otro amigo estaban de visita. «Fuimos a las ocho de la tarde, cuando se puede circular. Como vimos que se nos hacía tarde, decidimos quedarnos hasta que pudiésemos volver«.

En total, explica, «tres de los cinco amigos del cumple viven en la casa«. La cosa se torció antes de las dos de la mañana, cuando una vecina del edificio de enfrente se quejó. «Le pedimos perdón, pero amenazó con llamar a la Policía». Y así hizo.

Pedro defiende que cuando la Policía llegó hasta el salón-cocina de la vivienda lo hizo «sin permiso de los inquilinos«. «Entraron por sus cojones», relata. «Yo oí ‘pues yo paso’ cuando mi amigo les abrió la puerta… y como estaba así así… era su cumpleaños…», precisa.

Lo que sucedió a continuación ha quedado reflejado en ese vídeo que ya se ha hecho viral y que ha suscitado todo tipo de comentarios. El joven, tras unos minutos de tensa discusión, acaba obligando a los agentes a abandonar el domicilio amparándose en que no tenían «orden judicial» y que el estado de alarma no era suficiente argumento para una actuación policial de ese tipo.





Algunos reconocidos juristas incluso han valorado que los hechos podrían ser constitutivos de delito por parte de los agentes, ya que desde el momento en el que el titular de la vivienda niega o revoca el permiso para que estén en su vivienda los agentes, estos deberían haberse ido de inmediato.


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