La rebelión ciudadana contra la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en la crisis del coronavirus se está convirtiendo en un auténtico fenómeno de masas en España. Las protestas son ya un clamor por toda la geografía española. Y en barrios de clases trabajadoras, nada de zonas de ‘ricos’, como se intentó ridiculizar desde la izquierda a las primeras concentraciones en Núñez de Balboa.
Por supuesto, las movilizaciones no son sólo en el centro de Madrid. Este sábado, los ciudadanos, cabreados por la gestión de la crisis sanitaria y por las decisiones posteriores que están abocando al país a una crisis económica aún peor que los países del entorno, han salido a las calles por toda España. En la capital se han llenado de protestas barrios como Usera, Embajadores, Chamberí… También localidades de la Comunidad como Móstoles, Aravaca, etcétera.
Por todo el país se ha podido pulsar claramente el cabreo de los ciudadanos con la gestión del Gobierno. También se han lanzado a las calles los ciudadanos de Salamanca, de Zaragoza, de La Rioja… Siempre con la exigencia de la dimisión del Gobierno como ‘leit motiv’ de estas movilizaciones.
Con un gran número de banderas de España y al grito de «Sánchez dimisión» o «libertad», los asistentes han concluido su rechazo al Ejecutivo con una cacerolada 45 minutos después. En redes sociales, los convocantes de la protesta, que se denominan «Resistencia Democrática de España», pidieron a los asistentes llevar «siempre mascarilla» y mantener la «distancia social».
El enfado de la sociedad con la gestión del Gobierno es un hecho.
Los más de 38.000 muertos que hasta ahora acumula España -record en el continente europeo- y la crisis económica que se avecina, sumado a la errática política de comunicación en la desescalada, dejando atrás a algunas zonas por motivos que no aciertan a explicar públicamente, no hacen sino alimentar las ganas de dar un paso adelante entre la población para que algo cambie.
La Cacerolada contra el Gobierno llega ante la casa de Pablo Iglesias en Galapagar
16/05/2020 22:31
No es un problema de «pijos», ni de Cayetanos ni de aficionados al golf. La protesta ciudadana contra el Gobierno, por su negligente gestión de la pandemia del coronavirus, se extienden por toda España, desde Madrid a Sevilla, Zaragoza, Logroño, Valencia o Santander.
También a La Navata, la urbanización de Galapagar (Madrid) en la que residen el vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra de Igualdad, Irene Montero, en una impresionante mansión con piscina en forma de lago artificial.
Los vecinos de Pablo Iglesias han sacado esta tarde las cacerolas para mostrar su indignación contra el Gobierno, cuya cadena de errores ha provocado que España ya tenga más de 38.000 muertos por coronavirus.
Como muestra el vídeo que acompaña a esta noticia, los residentes de Galapagar, varios de ellos cubiertos con la bandera española, han recorrido las calles de La Navata tocando la cacerola para exigir la dimisión del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
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