Ubicados en el campus de la Universidad Estatal de Luisiana (LSU), los montículos han sido identificados como las estructuras hechas por el hombre más antiguas conocidas en América del Norte.
Crédito: LSU.
Los dos montículos miden 6 metros de altura y están coordinados en una alineación hacia una de las estrellas más brillantes del cielo nocturno. Se encuentran entre más de 800 estructuras artificiales construidas por indígenas en Luisiana.
Muchos de estos montículos han sido destruidos a lo largo de los siglos, mientras que los montículos del campus de LSU se han conservado, incluidos en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Investigadores de la universidad recolectaron muestras de núcleos de sedimentos, revelando capas de ceniza de plantas de caña y osteones (huesos de animales) quemados que indican que los montículos probablemente se usaron con fines ceremoniales —pues el fuego hubiera sido demasiado caliente para cocinar algo—. Vista de uno de los montículos en 1921.
Crédito: Michael Desmond.
Un análisis de radiocarbono del material sugiere que los montículos se construyeron durante miles de años, y que la construcción de uno de estos, el Montículo B, comenzó hace unos 11.000 años. Las raíces de los árboles encontradas en las capas de sedimentos muestran que el Montículo B fue abandonado hace unos 8.200 años, un período en el que el hemisferio norte experimentó un evento climático importante con temperaturas que descendieron repentinamente en un promedio de unos 1.6 grados Celsius que duró unos 160 años.
Luego, hace unos 7.500 años, los indígenas comenzaron a construir un nuevo montículo, el Montículo A, justo al norte del primer montículo. Según los nuevos análisis, los nativos reconstruyeron el primer montículo durante la construcción del Montículo A, y ambos se completaron hace unos 6.000 años.
El profesor emérito Brooks Ellwood del Departamento de Geología y Geofísica de LSU dirigió el estudio que ha revelado nueva información sobre los montículos.
Crédito: Eddy Pérez, LSU.
«No hay nada tan antiguo conocido que sea hecho por el hombre y que todavía exista en América del Norte, excepto los montículos», dijo el profesor emérito Brooks Ellwood del Departamento de Geología y Geofísica de LSU, quien dirigió el estudio publicado en el American Journal of Science por Universidad de Yale.
Las crestas de ambos montículos están alineadas a lo largo de un azimut que está a unos 8.5 grados al este del norte verdadero. Según el astrónomo de LSU y coautor del estudio, Geoffrey Clayton, hace unos 6.000 años, la estrella gigante roja Arcturus se elevaría unos 8.5 grados al este del norte en el cielo nocturno, lo que significa que se habría alineado a lo largo de las crestas de ambos montículos del campus de LSU.
Comparación entre Arcturus y el Sol.
«Arcturus es una de las estrellas más brillantes que se pueden ver desde la Tierra.
Y, sin duda, las personas que construyeron los montículos coordinaron la orientación de las estructuras para alinearse con ella, vista en el cielo nocturno de aquel entonces», concluyó Ellwood.
Fuente: LSU. Edición: MP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario