En una nueva entrevista, John Ramírez compartió lo que aprendió sobre los ovnis y los extraterrestres durante su carrera de 25 años en la CIA.
No es la primera vez que este ex oficial hace declaraciones impactantes y controvertidas.
En el pasado recordarán que habló sobre estrategias de los rusos para atraer ovnis, dijo que los humanos probablemente seamos híbridos (un experimento extraterrestre), y vaticinó que «algo grande» sobre el tema UAP/OVNI será revelado en 2027.
Ahora, en una entrevista para el canal Into the Wyrde with Holly Wood, Ramírez se explayó más aún.
Por ejemplo, se refirió al célebre caso Roswell y destacó que se estableció comunicación telepática con uno de los sobrevivientes del accidente, lo que sugiere un aspecto metafísico del fenómeno desde el principio.
En relación, explicó que la CIA tenía divisiones separadas para estudiar el tema. Una que se enfocaba en los componentes aeroespaciales y aerodinámicos de los ovnis, y la otra que abarcaba la psicología del fenómeno.
Esto último indica el interés de la agencia en explorar la conciencia, que luego se manifestó en programas de control mental tales como el MK-Ultra y Stargate (visión remota). Dioses del pasado
Cuando se le preguntó sobre el papel de la inteligencia no humana en el progreso tecnológico de la humanidad en los últimos 50 años, Ramírez se remontó atrás en el tiempo, a los mitos y leyendas antiguas que hablan de una historia humana perdida.
Él cree que los relatos antiguos documentan casos de contacto con inteligencias no humanas, que él equipara a seres divinos o «inteligencia divina».
«Si miras los textos sumerios, sabían mucho más sobre el mundo de lo que les damos crédito porque vemos la historia de manera tan lineal. Ya sabes, pensamos que somos el pináculo del conocimiento y que antes de nosotros, no tenían el conocimiento que tenemos ahora.
Pero lo que creo que sucedió fue que sí tenían el conocimiento. Sin embargo, ese conocimiento fue perdido o suprimido por otros humanos con agendas. Y ahora, estamos redescubriendo ese conocimiento a través de la ciencia.
Pero a través de esa ciencia, vamos a redescubrir nuestra conexión con lo Divino y estas inteligencias no humanas que han estado aquí y quieren ayudarnos, no destruirnos», dijo Ramírez.
Menciona que estos seres llegaron aquí para ayudar a la humanidad, pero los conflictos entre ellos pueden haber llevado a agendas contrapuestas.
Menciona ejemplos como Prometeo trayendo fuego a los humanos en contra de los deseos de otros dioses, siendo castigado por su desobediencia; mientras que aquellos súbditos que obedecían los designios «divinos» fueron recompensados con un cetro para gobernar a los demás mediante las religiones y las monarquías.
Crédito: Fernando Simpson.
«Recientemente en el Reino Unido tuvimos la coronación de Carlos III. Él sostuvo un orbe en una mano, que representa el mundo, las cosas mundanas; y en la otra un cetro representando lo divino, el derecho divino de los reyes a gobernar sobre el mundo», explicó.
«Es por eso que siempre vemos a estos monarcas sosteniendo un orbe y un cetro, porque es de ahí de donde proviene su autoridad». En cuanto a la posibilidad de que sean «demonios» y no «dioses», Ramírez sostiene que «el contacto con los visitantes que llegan aquí ahora y a través de la historia no es demoníaco como algunos quieren hacerlo ver».
«Pero sí podría haber fuerzas aquí mismo en la Tierra, residiendo con nosotros, que tendrían contactos que podrían ser percibidos como dañinos y hostiles.
El libro Skinwalkers at the Pentagon, cuya publicación fue aprobada por la Agencia de Inteligencia de la Defensa, habla sobre esto», añadió el ex oficial. Experiencia negativa con reptilianos
Durante su tiempo en la CIA, Ramírez recuerda haber tenido contactos y comunicaciones frecuentes con seres a los que no podía ver los rostros, pero que aparecían envueltos en una capa.
Ramírez menciona haber tenido una experiencia negativa donde vio a un ser descrito por muchos como «reptiliano».
Luchó con él, producto de lo cual le quedaron marcas de garras a la mañana siguiente.
Reconoce que los escépticos y los detractores pueden descartar sus experiencias como heridas autoinfligidas, pero afirma que fue un encuentro genuino. Muchos logos de misiones espaciales al mando de la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO) tienen, sospechosamente, lagartos en ellos.
Un guiño oficial hacia el tema de los reptilianos, según Ramírez. Para más inri, menciona que tuvo hemorragias en la fosa nasal derecha, lo que lo llevó a ser examinado por médicos de la CIA.
Descubrieron una incisión quirúrgica, a pesar de que nunca se había operado allí en la nariz. Sus registros médicos, incluida la información sobre sus operaciones y las vacunas requeridas para países extranjeros, ahora son propiedad de la CIA.
Intentó solicitar sus registros, pero se le negó el acceso. Eso sí, en cuanto al tema de los reptilianos y su supuesta participación en la sociedad y las estructuras gubernamentales, Ramírez aclara que cuando se hace referencia a esa vertiente conspiracionista, no se trata de lagartos reales, sino de individuos con ascendencia reptiliana que pueden parecer humanos.
Desinformación e ingeniería inversa El ex CIA menciona que han existido programas secretos para estudiar los ovnis desde la década de los 1940s y relata un evento significativo en 1952 cuando hubo un avistamiento masivo sobre Washington, D.C.
Este evento llevó a reuniones patrocinadas por varias agencias gubernamentales para abordar la situación. Ramírez revela que un oficial llamado Edward Tauss fue responsable de un programa que tenía como objetivo mostrar algunos hechos reales increíbles como ficción.
Por ejemplo, una película llamada El Platillo Volador de 1950, habría sido la primera de ovnis realizada por Hollywood y auspiciada por las autoridades para implantar la noción de la ingeniería inversa aplicada a naves alienígenas recuperadas.
También hace referencia a la película clásica El Día que la Tierra se Detuvo de 1951, donde un discurso en el filme expondría uno de los motivos de los visitantes para venir aquí: que la humanidad se está destruyendo a sí misma.
En cuanto a naves estrelladas en nuestro planeta, Ramírez señala que aunque hayamos recuperado algunas de ellas en incidentes y obtenido alguna tecnología, es imposible replicarlas de manera precisa, siendo lo más cercano una mera adaptación terrestre. «Hay un componente de conciencia en el sentido que estos vehículos se propulsan. Y es un componente sumamente importante.
Por lo que tal vez seamos capaces de construir algo con estas sorprendentes características aerodinámicas, pero nada como lo que vemos dentro del marco de las cinco observables.
Nada que pueda ir de la superficie del mar a 80.000 pies en cuestión de segundos». La entrevista completa puede verse a continuación: Por MysteryPlanet.com.ar.
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