Los alteradores hormonales y efectos sobre la salud humana y el medio ambiente.
Una investigación patrocinada por Corporate Europe Observatory (CEO) y el periodista Stéphane Horel, pone al descubierto cómo los grupos de presión de las grandes Corporaciones se están movilizando para evitar que la UE adopte medias sobre los alteradores hormonales (EDC).
En el Informe se exponen cómo las Empresas y sus grupos de presión están utilizando diferentes tácticas como parte de sus estrategias: alarmismo, el descrédito y tácticas dilatorias, así como tratar de obtener ventajas en las negociaciones del TTIP (Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones).
Señalan directamente con el dedo a los grupos de presión de la Industria Química, a los fabricantes de plaguicidas y al sector de fabricación de plásticos, como el CEFIC (Consejo Europeo de la Industria Química), la ECPA (Asociación Europea de Protección de los Cultivos) y grandes empresas europeas como BASF y Bayer, todas ellas muy activas en contrarrestar cualquier posible regulación de estas sustancias tóxicas.
Pero el Informe también señala a otros actores dentro de la propia Comisión Europea que han tenido un relevante papel en esta labor de obstrucción. La Dirección General de Medio Ambienterecibió el encargo de redactar las normas de regulación de los alteradores hormonales, pero no sólo fue atacada por los grupos de presión de la Industria, sino también por la DG SANCO, Trade and Enterprise. Esto ha dado lugar a un giro de 180º por parte de la Comisión Europea. En julio de 2013, la Secretaría General de la Comisión Europea decidió llevar a cabo una evaluación del impacto económico , que era la principal petición de la Industria. Debido a todo ello, el retraso es considerable: los criterios científicos para definir los alteradores hormonales no estarán listos hasta el año 2017, es decir, 4 años después del plazo legal establecido por el Parlamento.
Los alteradores hormonales están presente en muchos productos y objetos de uso diario, desde cosméticos, hasta alfombras, ordenadores, en pesticidas, plásticos y materiales de construcción. Debido a su capacidad para interactuar con los sistemas hormonales de los seres vivos,
son sospechosos de provocar graves problemas de salud y en el medio ambiente. La exposición del hombre a estas sustancias está relacionada con enfermedades como el cáncer de próstata, de mama y de testículo, infertilidad, anomalías genitales, interfieren en el desarrollo cerebral, en la diabetes y la obesidad. Un histórico Informe de la Organización Mundial de la Salud y el Programa Ambiental de las Naciones Unidas han señalado a estas sustancias como una amenaza mundial.
“El retraso de la normativa sobre los alteradores hormonales es de crucial importancia para la Industria. Esto les da la oportunidad de utilizar las negociaciones en curso sobre el Acuerdo Comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea, el TTIP, para evitar cualquier tipo de regulación sobre los alteradores hormonales”, comenta Nina Holland, que participa en el campaña de CEO y es coautora del Informe. Uno de los principales objetivos de las negociaciones del TTIP es el de aminorar las diferencias normativas entre Europa y Estados Unidos para facilitar el comercio. Por tanto, cualquier potencial regulación de los alteradores hormonales por parte de la UE sería un serio obstáculo para las conversaciones.
“Esta investigación cuenta los pormenores de esta importante batalla emprendida por los lobbies. Cientos de documentos que han sido publicados por la Comisión Europea tras la solicitud de que se diesen a conocer, muestran de manera inequívoca cómo se manipula la Ciencia en favor de unos determinados intereses, se fabrican dudas y se consigue que las normas regulatorias se vayan retrasando”.
Procedencia del artículo:
Las políticas de salud de la UE sobre los alteradores hormonales: un juego de poder de la Comisión de Servicios de Salud, SANTE
En el año 2010, la Comisión Europea encargó a la Dirección General de Medio Ambiente (DG ENV) el desarrollo de los criterios para la regulación de las sustancias químicas que actúan como alteradores hormonales. Pero el Servicio de Salud de la UE, SANCO (ahora SANTE), actuó de forma desleal.
En 2012, con cierto secretismo, SANCO colaboró con la Dirección General de Empresa de la Comisión Europea para minimizar el trabajo de la Dirección General de Medio Ambiente, de modo que asignó a la Autoridad Alimentaria de la UE (EFSA) para que rehiciese el trabajo realizado en común por la Dirección General de Medio Ambiente y Centro de Investigación Conjunta de la UE (JRC). En el año 2013, la DG SANCO continuó con sus actividades de debilitamiento y se aprovechó de la nueva y enorme influencia de la Industria, algo sin precedentes, de modo que se ganó enseguida la credibilidad de las Direcciones Generales de carácter económico de laComisión Europea: la Dirección General de Empresa, la Dirección General de Comercio y la Secretaría General.
Estas Direcciones Generales estaban dispuestas a creerse las exageradas afirmaciones de la Industria sobre las grandes pérdidas que supondrían la prohibición de los alteradores hormonales presentes en los pesticidas, y las consecuencias negativas que ello tendría en las negociaciones en curso del acuerdo comercial entre la UE y Estados Unidos (TTIP).
La Dirección General de Salud, SANTE, en su empeño por detener a la Dirección General de Medio Ambiente, unió sus fuerzas a las Direcciones Generales de carácter económico, a espaldas de la DG de Medio Ambiente. En este juego de poder, ganó. Esto es lo que se desprende de los cientos de documentos obtenidos por PAN Europa después de solicitar el acceso a una serie de documentos (1) que recogen lo que pasó a espaldas de la Comisión.
El resultado ya es conocido: no se han publicado los criterios para la definición de los alteradores hormonales, a pesar de la obligación impuesta por la legislación de la UE, y se solicitó una evaluación de impacto con una hoja de ruta que trataba de minimizar las normas de regulación de los alteradores hormonales acordadas por el Consejo de la UE, la Comisión y el Parlamento, en 2009.
PAN Europa ha llegado a la conclusión de que la Dirección General de Salud, SANCO, estaba obsesionada con humillar a la Dirección General de Medio Ambiente, de modo que contrató a laEFSA para realizar los primeros trabajos de demolición, a sabiendas de que la Industria se mostraba muy amigable con la EFSA y su oposición a la política de la UE sobre los alteradores hormonales. Según un miembro de la Comisión de dictamen de la EFSA, resultó incluso algo vergonzoso, porque contradecía los estudios sobre los alteradores endocrinos del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y de la Organización Mundial de la Salud. La segunda puñalada por la espalada a la DG de Medio Ambiente se produjo cuando se solicitó a las Direcciones Generales de carácter económico un estudio del impacto económico en caso de aprobarse políticas para la regulación de los alteradores endocrinos.
PAN Europa expresa su estupefacción porque una Dirección General de la Salud, SANCO, se olvide por completo de su misión de salvaguarda de la salud de los ciudadanos y participe en esos salvajes juegos de poder.
Corporate Europe Observatory (CEO) y el periodista francés Stéphane Horel publican hoy un Informe en el que exponen cómo las principales empresas europeas, tales como BASF y Bayer y sus grupos de presión, se han movilizado para impedir que la UE adopte medidas sobre los alteradores hormonales, con las negociaciones en curso del acuerdo comercial, TTIP, como pretexto (2).
1.- PAN Europa, análisis y cronología
Procedencia del artículo:
https://noticiasdeabajo.wordpress.com/2015/05/21/como-los-grupos-de-presion-de-la-industria-quimica-bloquean-cualquier-tipo-de-medida-en-contra-de-los-alteradores-hormonales/