A unos 200 kilómetros de la capital sudanesa sobresalen del terreno árido e inhóspito del desierto los restos de una antigua ciudad. En medio de las dunas, las solitarias pirámides parecen haber sido olvidadas por el mundo moderno, sin restaurantes u hoteles cercanos para atender a los turistas que acuden a apreciarlas.
El complejo arqueológico de las pirámides de Meroe, en el desierto de Nubia (norte de Sudán), se encuentra a más de 200 kilómetros de Jartum, la capital de Sudán, en la ribera de una amplia curva del río Nilo, cerca de un grupo de aldeas llamado Bagrawiyah.
Éste recibe su nombre por la antigua ciudad-capital de Meroe y preserva los restos de más de 40 reyes y reinas del antiguo Reino de Kush, una civilización que tuvo su apogeo entre los años 400 a.C. y los 300 d.C., recuerda la cadena Al Jazeera.
Alrededor del año 1.000 a.C. y tras la caída de la dinastía egipcia número 24, el Reino Nubio de Kush pasó a ser la principal potencia de la región media del Nilo.
Los reyes kushitas gobernaron gran parte de Egipto entre los años 712 a.C hasta el 657 a.C. En el 300 a.C., cuando la capital y el cementerio real del Reino se trasladó a la región de Meroe, la tradición faraónica de construir pirámides para encapsular las tumbas de los gobernantes continuó en este lugar.
“Sudaneses y extranjeros visitan las pirámides, pero en el pasado solía venir más gente.
Este año no han sido tantos.
Tal vez todas las noticias acerca del Ébola y algunas guerras que tienen lugar en África han ahuyentado a los extranjeros“, explica Fouzia, que trabaja en este complejo arqueológico.
“Esta es nuestra historia. Aquí están enterrados nuestros antepasados”, explica Abdullah, oriundo de la aldea Al Tarabil, a pocos kilómetros de esta antigua necrópolis. Según él, en “un buen día” puede llegar a ganar entre 10 y 16 dólares ofreciendo paseos en camellos a los turistas.
Visitar este complejo histórico cuesta 10 dólares. Actualmente, se están realizando iniciativas para preservar las pirámides de la acción de los elementos y del daño causado por la actividad humana.
Por RT
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