En enero del 2011, tras las revueltas que se produjeron en Egipto, muchos tesoros fueron substraídos del museo de El Cairo, y entre ellos presuntamente este preciado medallón, puesto a la venta después en el mercado negro.
La aparición, en 2003, de un medallón que tiene todas las características de haber sido la pertenencia principal y un símbolo de poder de aquel faraón que lo poseyera, con inequívocas señales en sus grabados, llama a reflexionar.
De ser cierta la pieza y no el producto de una conspiración, sobre cómo fueron los orígenes del hombre en la Tierra, su evolución y el contacto que debieron tener con seres extraterrestres, vaya a saber venidos de dónde y que quizá hasta influyeron notoriamente en el desarrollo de nuestra especie.
El hallazgo de esta pieza en Egipto, cuyos estudios llevaron muchos años, marcó una característica que la distingue, por tener una señal muy marcada de lo que podría considerarse como un encuentro más que cercano entre civilizaciones, y que habría sido realizado por mano de obra Anunnaki, corroboraría aquello de que fuimos contactados en el pasado, una realidad cada vez más cercana a la confirmación.
A partir de aquel descubrimiento del paleontólogo Steve Winwood, (quien 10 años después fue acusado -y detenido- en Egipto por haber violado las zonas prohibidas donde investigó), todo se sumió en un aún más enigmático hecho. ¿Era real la pieza?; ¿se vendió en el mercado negro?
Indudablemente, si hay algo que distingue a este inmaculado medallón son unas sorprendentes imágenes grabadas, que desde el mismo momento en que salieron a la luz han generado sospechas, suspicacias, intrigas y un sinfín de otras sensaciones entre los egiptólogos y científicos que supuestamente lo estudiaron.
No quedan dudas de que en el estandarte se destaca el rostro de un humanoide, potencialmente un alienígena, un sol que está saliendo por detrás y en la parte inferior, la indubitable imagen de una nave con forma de platillo volante, como aquellos que se popularizaron a mediados del siglo pasado. Y para rematar lo impactante de la imagen, aparecen dos faraones que reciben los rayos solares reflejados por el alien.
Dada la ubicación del hallazgo y algunas de las inscripciones, el profesor Winwood siempre consideró que el medallón pudo ser vinculado a tiempos de la Atlántida, el continente perdido.
En ese contexto, hay que considerar que el filósofo Platón se refirió a esos temas en sus análisis y escritos. Y que la edad del medallón del faraón está en línea con los tiempos en que se suponía que la Atlántida desapareció como un continente.
Para el paleontólogo, el mensaje grabado era una advertencia sobre el final de un ciclo galáctico. Algo que, con la aparente desaparición de la pieza, quedó en la oscuridad de las penumbras.. ¿Qué opinas? Mira el siguiente video y déjanos tu comentario más abajo
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