El diario del primer viaje a América por Cristóbal Colón es un texto histórico, que fue escrito para reproducir el camino realizado y elaborar por primera vez una carta de navegación que situara la primera ruta desde Occidente hacia las Indias. Hasta la publicación del mapa de Martin Waldseemüller en 1507, el territorio americano era conocido como “Indias Occidentales” y, aunque posiblemente Colón no fue el primer explorador europeo de América, puede afirmarse que descubrió un nuevo continente para la civilización europea, al ser el primero en trazar una ruta de ida y vuelta aprovechando las corrientes marinas del Atlántico, ruta que hoy todavía se utiliza.
Cristóbal Colón era, un marinero formado desde pequeño y cuya vida únicamente se encontraba en el mar.
Fue en su primer viaje a América que escribio un diario. Este diario inmortaliza hechos como el primer contacto visual de los europeos con tierras americanas o el encallamiento de la Santa María, pero también contiene avistamientos de objetos, que de acuerdo a su descripción, hacen suponer a muchos que se trata de OVNIs.
La primera referencia a supuestos hechos extraños en el cielo americano, ocurrió el sábado 15 de septiembre. Colón escribe en esa fecha lo siguiente:
“navegó aquel día con su noche 27 leguas camino al Gueste y algunas más. Y en esta noche al principio de ella vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en la mar, lejos de ellos 4 ó 5 leguas”.
¿Qué pudo ser ese fuego que cayó como un ramo luminoso a la mar? Muchos afirman que esto puede ser el indicio de los llamados OSNIs, es decir, objetos submarinos no identificados, o como ha existido en muchos casos, OVNIs que se ocultan en el mar.
El jueves 11 de octubre de 1492, momentos antes de que Colón viera tierra por primera vez, dice:
“Después del sol puesto, navegó a su primer camino, al Oeste, andarían 12 millas cada hora, y hasta 2 horas después de medianoche andarían 22 millas, que son 22 leguas y media. Y porque la carabela Pinta era la más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que el Almirante habia mandado. Esta tierra vió primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana; puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en el castillo de popa, vio lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra” (…) “después de que el Almirante lo dijo, se vio una vez o dos, y era como una candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos parecía ser indicio de tierra”.
En este relato, al parecer, muchos afirman que Cristóbal Colón presenció luces que aparecieron hasta dos veces yendo de arriba hacia abajo en el horizonte americano. Estas luces para muchos fueron OVNIs que estarían presenciando (¿o dirigiéndole?) el descubrimiento de América.
Sobre este hecho, se piensa que solamente era una fogata en tierra, pero veamos el análisis realizado por Iván Benítez:
Según el diario de Colón, desde la diez de la noche del día 11 de octubre (hora en que Colón vio dicha luz en el horizonte) y las 2 de la mañana del día 12 (hora en la que Triana divisó tierra), las carabelas navegaron a razón de 12 millas por hora (48 millas italianas en 4 horas). Cuando se avistó tierra, se estimó que ésta se hallaba a unas 2 millas de la Pinta, tras la cual se estima que la Santa María la seguía a no más de 2 millas. Es decir, al momento de ver la luz, la Santa María se hallaba a 14,5 leguas de la isla (80 km) de distancia. Y además, cálculos de la Armada española considerando su latitud, la luz debiera haber estado a una altura de 425 mts para ser divisada a esa distancia; sin embargo, la altura mayor en la isla Guanahaní (San Salvador, Bahamas) son apenas 43 mts.
Recordemos también, que los mayas y los aztecas veneraban a “dioses de las estrellas” que habian venido en sus “barcos de luz”, ¿será acaso que esto es lo que vio Colón?
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