miércoles, 21 de agosto de 2013

WikiLeaks revela los datos que destruyó The Guardian




WikiLeaks revela los datos que destruyó The Guardian
20 AGOSTO 2013 

Unas horas después de que el editor de The Guardian Alan Rusbridger revelara que las autoridades del Gobierno británico lo obligaron a destruir el disco duro que contenía la data relacionada con la información confidencial que aportó Edward Snowden, WikiLeaks posteó en Facebook varios enlaces que contienen el material.

El diario de Reino Unido no era el único que tenía esta data, que en total suma 842,6 MB. 

De acuerdo con la organización que revela informes secretos, la destrucción del disco duro del periódico “deja claro por qué es necesario que WikiLeaks distribuya los archivos de forma segura”.


A propósito, Reuters reportó que un funcionario de seguridad les indicó que la detención de David Miranda, novio de Glenn Greenwald, reportero de dicho medio que se reunió en Hong Kong con Edward Snowden, fue dar una advertencia a los destinatarios de los materiales que el exanalista de la CIA envía.

Ahora los archivos están a disposición de cualquier usuario, en formato de torrentes.
Las personas indican que apoyarán en la difusión del material. 

Algunos usuarios, como Travis Counelisn y Vitor Dota, hasta piden que hagan las piezas más pequeñas para que más gente se anime a descargar los archivos.


Reino Unido destruye discos duros de periodistas de The Guardian con información de Snowden

Las constantes publicaciones de informaciones procedentes de Edward Snowden habían colocado al periódico en el punto de mira de la Inteligencia Británica.

En un intento de acabar con las filtraciones agentes del gobierno británico han procedido a la destrucción de los discos duros que podían contener dicha información.



Este lunes dos “expertos” en seguridad de la agencia británica GCHQ (The Government Communications Headquarters) se incautaban de los discos duros de periodistas del diario The Guardian y se cercioraban de su destrucción completa.

Alan Rusbridger, editor del periódico, se quejaba en su medio sobre la creciente preocupación del gobierno británico sobre las filtraciones entregadas a The Guardian por el ex contratista de la NSA Edward Snowden. 

En su artículo, afirmaba que Glenn Greenwald, el redactor jefe encargado de todo el tema de dichas filtraciones, estaba siendo objeto de presiones por parte del gobierno británico para que entregara toda la información de que dispone.

La redada se produjo solo horas después de otro incidente en el aeropuerto Heathrow en el que la pareja de Greenwald fue retenido e interrogado durante nueve horas bajo los estatutos que la ley antiterrorista del 2000 permite. 

Asimismo le confiscarían todo el material informático que traía consigo, que Greenwald asegura que estaba debidamente cifrado.

Greenwald, que vive y trabaja habitualmente desde Brasil, ha podido escribir libremente sobre el tema con la seguridad de permanecer fuera de las jurisdicciones estadounidense y británica.

Al parecer, el viaje de David Miranda, su pareja proveniente de Berlín estaba relacionado con nuevo material para el redactor, lo que explica el interés de las autoridades por su detención e incautación de todos sus dispositivos electrónicos. 

El conocimiento de dicha información apunta a un dispositivo de seguimiento a todo el entorno de los redactores del periódico encargados de los temas de espionaje.

El gobierno de David Cameron ha ofrecido como respuesta un comunicado del Ministerio del Interior en el que asegura que está a discreción de los agentes de policía las actuaciones dentro de los aeropuertos, a pesar de las fundadas sospechas por parte de Greenwald de un seguimiento completo de sus acciones y las de su entorno.

El siguiente capítulo de la historia se sucedería en la redacción de The Guardian, donde se personaron los agentes de la inteligencia británica para incautar todos los soportes que tuvieran información sobre el caso Snowden y sus filtraciones.

Rusbridger, aseguró a estos que disponían de más copias de estos documentos fuera de Reino Unido y que este atropello era completamente inútil. A pesar de esto, los agentes procederían con la destrucción de varios discos duros en los sótanos del edificio.

Mientras se trata de dilucidar hasta qué punto puede haber algún género de legalidad en dichas acciones, desde The Guardian aseguran que a partir de ahora todo el proceso de redacción de materiales relacionados con Snowden y el espionaje ciudadano se realizará desde fuera de Gran Bretaña.

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