Del Valle comenta al noticiero digital "Atlantico" sobre el proyecto del presupuesto estadounidense 2016-2017, que estipula expandir las fuerzas armadas de la OTAN en Europa: "Desde hace medio siglo la estrategia anglosajona (en un principio del Reino Unido, luego de Norteamérica) tiene como objetivo obstaculizar el acercamiento entre Francia y Alemania con Rusia. En este sentido, el sueño del general de Gaulle —el eje París-Berlín-Moscú y una Europa compuesta por naciones soberanas, desde el Atlántico y hasta los Urales- se convirtió en una pesadilla para los estadounidenses."
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Como resultado, los estrategas de la OTAN y EEUU se esfuerzan por impedir la formación de una gran y pacífica Europa continental. Si los europeos llevan adelante una política conjunta y Rusia se suma a la defensa occidental, el dominio estadounidense en el continente perderá su sentido, y la OTAN en su actual estado será "condenado a muerte".
Desde el punto de vista de la estructura, el objetivo de la alianza atlántica, tras el desmembramiento de la URSS, es "profundizar el abismo" entre Occidente y la Rusia postsoviética, señala Del Valle.
Lógicamente, la redistribución de las fuerzas militares de EEUU en Europa es una respuesta a la incertidumbre de Polonia, las naciones bálticas y los rumanos, así como de algunas otras naciones vecinas a Rusia, como Ucrania y Georgia, que perciben como amenaza la reacción de Moscú frente al avance de la UE y la OTAN hacia el este.
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El endurecimiento de la posición estadounidense en sus relaciones con Rusia y viceversa, se debe a la crisis en Ucrania, y a las "revoluciones de colores" que les precedieron. A esto se agregaron las aspiraciones de varios países de Europa del Este en tomar revancha. Para aquellas naciones la OTAN, EEUU y la Unión Europea sirven de "escudo" en su ambición de hacer frente a Rusia y aislarla de Occidente, opina el politólogo.
A los países bálticos y Polonia, que son miembros de la UE, la crisis ucraniana fue una excusa para exigir más apoyo militar de EEUU en el marco de la "solidaridad de los países miembros de la OTAN contra el oso ruso, a quien atribuyen ambiciones neoimperiales, aunque la UE y la OTAN se portan como verdaderos imperios por no limitar su avance hacia la frontera rusa".
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En estas condiciones geopolíticas y ideológicas, subraya el experto, Occidente dio una señal muy peligrosa al apoyar la asociación prematura de Ucrania con la UE y la OTAN. "Como resultado, la política de reinicio entre las relaciones entre Rusia y EEUU sufrió un fracaso total, y ambas partes son culpables. En todo caso, Occidente tiene la mayor responsabilidad por haber violado ‘la zona colchón' entre los dos ‘imperios'", señala el politólogo.
Hablando de Occidente, Alexandre Del Valle aclaró que los dirigentes de la UE no comparten una visión única hacia la expansión de la OTAN. Por un lado, los griegos, húngaros, italianos y chipriotas muestran buena voluntad en su trato con Moscú. Por otro lado, los polacos, rumanos, ingleses y las naciones bálticas se oponen a Rusia y defienden los intereses de la OTAN y EEUU. La incapacidad de demostrar una postura conjunta y sólida es condenada por el politólogo, siendo, en su opinión, una muestra de la profunda crisis de identidad europea, que se manifiesta a nivel diplomático, geopolítico, económico e ideológico.
Además, las socialdemocracias europeas no están en condiciones de plantear el incremento de los presupuestos bélicos, indispensable para formular una viable política de defensa en la región europea, que "dejó de existir desde los tiempos de la creación de la UE". La ausencia de un pensamiento estratégico lleva a que la OTAN se encargue de asegurar la estabilidad en Europa, lo que claramente se estipula en todos los documentos de la UE.
"De modo que no puedo ponerme de lado de los que acusan únicamente a EEUU: el peso de la responsabilidad por la debilidad estratégica de Europa, la ausencia de unidad y defensa del continente, así como el dominio americano tienen que llevarlo los propios europeos", concluyó el experto.