jueves, 11 de abril de 2019

El Telescopio Hubble de la NASA descubre una increíble Cruz en el Centro de una Galaxia


Señal divina es descubierta en el centro de una galaxia

La NASA ha lanzado una impactante imagen capturada por la cámara planetaria de campo ancho en el Telescopio Espacial Hubble que muestra una estructura distintiva en forma de 'X' que se desarrolla en el núcleo de la lejana Galaxia Whirlwind, también conocida como M51a.

La NASA ha explicado que esta extraña estructura en forma de cruz o 'X' ha sido causada por la absorción masiva de polvo y marca la posición exacta de un enorme agujero negro que se cree que tiene una masa equivalente a un millón de estrellas de peso similar a nuestro sol. Se cree que la barra más oscura de la estructura de la 'X' es un enorme anillo de polvo que tiene aproximadamente 100 años luz de diámetro.

Se piensa que el borde determina el ángulo de un chorro de plasma de alta velocidad que está dirigiendo la radiación desde el disco de acreción del agujero negro a dos conos de luz paralelos que ionizan el gas que pasa a través de sus haces. 





Especulativamente, la NASA ha dicho que la segunda barra de la estructura 'X' puede ser un segundo disco. Sin embargo, también es posible que sea una gigantesca nube de gas y polvo que gira alrededor del agujero negro.

La Galaxia Torbellino está ubicada a 20 millones de años luz del planeta Tierra. La NASA ha divulgado que el espacio que captura la imagen es solo de 1100 años luz, que es solo una fracción de la enorme y dinámica galaxia. 

La Galaxia Whirlwind fue descubierta por primera vez por los astrónomos pioneros en el siglo XVIII y continúa encantando a los aficionados a la observación de los cielos hasta el día de hoy, ya que se puede ver en el cielo nocturno sin equipo especializado.

El Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha proporcionado a los astrónomos lo que puede ser su primera vista directa de un inmenso anillo de polvo que alimenta un enorme agujero negro en el corazón de la galaxia espiral M51, ubicada a 20 millones de años luz de distancia. 

Sorprendentemente, encontraron que el anillo está de pie casi perpendicular a la galaxia espiral relativamente plana, como una parte superior que gira sobre su lado con respecto al suelo. 

Aún más sorprendente es el descubrimiento de un anillo secundario o carril de polvo que es contrario a todas las expectativas.

Vídeo:


              


Un analista afirma que el independentismo está abrazado a EE.UU. e Inglaterra y regado con dinero de Soros

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Juan Antonio de Castro ha presentado en Cope su libro “Soros, rompiendo España”, sobre el papel del magnate en el conflicto catalán

Juan Antonio de Castro, co-autor del libro “Soros, rompiendo España” en el que trata de destapar el entramado político, empresarial y de sociedad civil que, financiado por el empresario, habría dado cobertura al proceso independentista, ha sido entrevistado este jueves en 'Herrera en COPE'. 

Según ha dicho, George Soros es un magnate húngaro de origen judío considerado una de las tres personas más ricas del mundo que ha apoyado a “las fuerzas angloamericanas” para “derrocar gobiernos a través de las revoluciones de color”, esto es, movilizaciones políticas en el espacio exsoviético





Su propósito sería “colocar dirigentes más favorables a Occidente” en el caso de las revoluciones de color. En lo que respecta a Cataluña, su intención sería “fragilizar España y, con ello, Europa”.

Según ha afirmado de Castro, desde que se creó la Unión Europea “ha habido siempre una obsesión angloamericana por mantener bajo control esta comunidad europea”.

Dos capitanes y dos soldados del Ejército de México han sido detenidos por la desaparición y muerte de la chica

11 abr 2019 - 13:40

“Lo que está habiendo es una preeminencia de dos países y una divergencia de los intereses de EE.UU. e Inglaterra con el resto de aliados atlánticos”, ha señalado.

En este sentido, ha negado exclusivamente la injerencia rusa en el proceso independentista catalán, ya que “desde 2012 han abrazado el altlantismo más duro”.

Sobre los mecanismos que utiliza Soros para ayudar a la independencia catalana, el escritor ha puesto el foco en “contagiar con los movimientos de la no violencia, la participación de empresas suyas en el referéndum o de ONGs”.

A este respecto, ha criticado al diario 'El País' y al corresponsal de 'ABC' en Washington, David Alandete, por “intentar ocultar con la trama rusa” a Soros.

En lo que respecta a la campaña contra el nombramiento del coronel Pedro Baños como director de Seguridad Nacional del Gobierno de Sánchez, ha dicho que hay una carta de un diputado británico dirigida al presidente del Gobierno español en la que habla de “injerencia muy grave en los asuntos de España” por parte del Gobierno británico.





Además, de Castro ha dicho que Soros es un “dinamitador” que controla un tercio de las ONGs sobre migración como Open Arms y que trata de “controlar la opinión” pública “metiendo dinero” en organizaciones como 'Pueblo Gitano' o medios como 'eldiario.es'.

A su juicio, el independentismo catalán está abrazado a EE.UU e Inglaterra y España se tenía que haber dado cuenta de ello desde 2012.

 11 abr 2019 - 10:05

Las Siete Armadas Invencibles Inglesas que fracasaron al intentar Invadir España

Resultado de imagen de Armadas Invencibles Inglesas que fracasaron al intentar invadir españaEl Revenge, buque insignia de Drake en 1589, en el momento de su captura por parte de la Armada Española en aguas de las islas Azores en 1591

Las siete «Invencibles» inglesas que fracasaron al intentar invadir España y que nadie recuerda
Si bien también hubo auténticos tropiezos, la verdadera historia de la rivalidad entre estos dos imperios atlánticos muestra que se mantuvieron el pulso y, hasta el siglo XIX, se alternaron las glorias y las penas en los dos bandos

La rivalidad entre Inglaterra y España se suele simplificar a una sucesión de fracasos por parte de las fuerzas hispanas. De la mal llamada Armada Invencible (en verdad, bautizada como Grande y Felicísima Armada) a la derrota en Trafalgar, pasando por la pérdida de Gibraltar y Menorca… 

El relato que brilla en el imaginario popular de los europeos, incluidos los españoles, transmite la sensación de que la potencia católica se pasó siglos dándose cabezazos contra un gigante.

Si bien también hubo muchos tropiezos, la verdadera historia de la rivalidad entre estos dos imperios atlánticos muestra que se mantuvieron el pulso y, hasta el siglo XIX, se alternaron las glorias y las penas en los dos bandos.





 La España de los Austrias evidenció tanto en la guerra anglo-española (1585-1604), donde el tratado que puso fin al conflicto se inclinaba a los intereses hispánicos, como en la guerra entre con la Inglaterra de Carlos Estuardo de 1625, que la Armada y el Ejército de esta Monarquía estaban aún muy por encima de las armas británicas. 

El siglo XVIII, sin embargo, demostró que Gran Bretaña había aprendido de sus errores y aspiraba, por convicción y capacidad, a dominar los mares y el comercio global. Una superioridad teórica sobre el Imperio español que, con todo, se puso en cuestión en varios choques militares donde los españoles se impusieron contra todo pronóstico.

¿Cuánta gente hoy sabe que Inglaterra fracasó seis veces, al menos, al intentar someter territorios de España y de sus posesiones de ultramar?

Veracruz (Nueva España) en 1568

Las expediciones piratas de Inglaterra, auspiciadas y promovidas por la Corona, en las posesiones españolas en América fueron frecuentes en el siglo XVI, tanto en tiempos de guerra como de supuesta paz entre ambos países.

 Los saqueos a Santo Domingo o Cartagena de Indias por parte de Francis Drake y de su mentor, John Hawkins, son archiconocidos, pero no así su faceta como esclavistas y asesinos de poblaciones indefensas, como tampoco lo son sus fracasos en estas mismas lindes.

Los saqueos a Santo Domingo o Cartagena de Indias por parte de Francis Drake y su mentor John Hawkins son archiconocidos, pero no tanto como sus facetas como esclavistas y asesinos de poblaciones indefensas

Entre 1567 y 1568, Drake y Hawkins saquearon, al frente de seis buques, pequeños puertos y buques mercantes del Caribe, violando sistemáticamente la situación de paz entre Felipe II e Isabel I de Inglaterra. La aventura terminó tras cerca de un año de pillajes a lo largo de las costas americanas.





La flotilla pirata decidió tomar el puerto y fuerte de San Juan de Ulúa en México para acometer pequeñas reparaciones en sus embarcaciones y adquirir víveres de cara a su vuelta a Inglaterra. Haciéndose pasar por barcos de la Armada española, forzaron al virrey Martín Enríquez de Almansa a entregarles suministros. 

Para su desgracia, a los pocos días arribó en Veracruz la auténtica Armada. Cuatro buques piratas fueron hundidos, 500 tripulantes abatidos y las ganancias del contrabando de esclavos capturadas casi en su totalidad. Drake y su primo pudieron escapar de milagro.

La Contraarmada de Drake y Norris en 1589

Tras el fracasado intento de invadir Inglaterra por parte de Felipe II, la Reina Isabel consideró que, dado la pérdida de barcos en la operación debido a las tormentas y las afiladas costas irlandesas, la península española habría quedado indefensa. Por esta razón, en 1589 ordenó al pirata Drake lanzar un contraataque contra España, la conocida como «Contraarmada».

Sin embargo, a falta de la experiencia española para la organización de una operación de grandes dimensiones, que tampoco había servido de nada a éstos, la aventura de la escuadra inglesa acabó en un irremediable desastre. Según el historiador británico M. S. Hume, la campaña costó la muerte o la deserción del 75% de los más de 18.000 hombres que formaron originalmente la flota.

La flota formada por más de 150 buques ingleses y holandeses fracasó tanto en su intento por conquistar La Coruña, donde se hizo célebre la irreductible María Pita, como en una invasión a Lisboa, cuya población se levantarían en masa contra la opresión española, según los cálculos fallidos de los hombre de la Reina.

El 16 de junio de 1589, siendo ya insostenible la situación, Drake ordenó la retirada, que fue seguida de una asfixiante persecución a cargo de las fuerzas hispano-lusas. El resto de la campaña, que trasladó la acción a las islas Azores, tan solo sirvió para alargar la agonía de la expedición y tirar al traste el prestigio de Drake.

Fracaso en la segunda expedición de Drake

Sir Francis Drake quedó condenado al ostracismo tras el fracaso de 1589, negándosele el mando de cualquier expedición naval durante los siguientes seis años. Su oportunidad de resarcirse llegó cuando la Reina inglesa, cansada de no haber cosechado nada más que derrotas desde 1588, volvió a depositar su confianza en él hacia 1595. El objetivo era de nuevo el Caribe.

La expedición no pudo empezar de peor forma. En contra de la opinión de Hawkins, comandante principal de la flota, Drake ordenó atacar las Canarias y abastecerse allí antes de dirigirse al Caribe. Calculaba el pirata inglés tomar Las Palmas –defendida por apenas 1.000 hombres, la mayoría civiles– en cuestión de cuatro horas, pero los defensores rechazaron sin dificultad el primer desembarco. 





Con 40 muertos y numerosos heridos, la escuadra inglesa estimó inútil gastar más soldados en algo que iba a ser supuestamente sencillo pero no lo fue.

Una vez frente a Puerto Rico, los defensores les recibieron con una hilera de cinco fragatas –de reciente construcción y adaptadas al escenario atlántico– apuntando sus cañones hacia los forasteros. La flota invasora tuvo que retirarse momentáneamente cuando los cañones españoles penetraron en la mismísima cámara de Drake, justo cuando éste brindaba con sus oficiales. 

El jefe de la flota salió ileso, pero dos oficiales fallecieron y otros tantos quedaron gravemente heridos. Además, la salud de John Hawkins se consumió por completo poco antes de estos primeros combates, dejando a Drake como único mando.

El furioso recibimiento español no amilanó a los ingleses, que lanzaron un ataque masivo con barcazas. Drake ordenó acercarse en silencio a las fragatas, que se mantenían como pétreas guardianas del puerto, para prenderlas fuego con artefactos incendiarios. Solo uno quedó inservible… El fuego iluminó la noche facilitando que los defensores rechazaran el desembarco. La jornada acabó con 400 hombres muertos en el bando británico.

Tras descartar atacar la recientemente fortificada Cartagena de Indias, la flota formada por seis galeones y una veintena de embarcaciones menores se trasladó a Panamá, donde ordenó un doble ataque, por tierra y por mar, que se saldó con otras 400 bajas inglesas. Desmoralizado, agotado y enfermo de disentería sangrante, Francis Drake buscó a la desesperada posibles presas. 

El 27 de enero de 1596, estando fondeada la flota en la entrada de Portobelo, el pirata pidió que le pusieran su armadura «para morir como un soldado». Falleció la madrugada siguiente y su cuerpo fue lanzado al mar dentro de un ataúd de plomo, en contra de su voluntad de ser enterrado en tierra firme. Dos de sus herederos, su hermano Thomas y su sobrino Jonas Bodenham, se enfrentaron en el mismo buque por algunas de las pertenencias del pirata.

El intento de conquistar Cádiz en 1625

La Tacita de Plata fue una importante plaza en la rivalidad entre ambos países. Sobra la literatura y los relatos al respecto de los saqueos que sufrió Cádiz en 1587 y en 1596, donde los ingleses incluso tomaron la ciudad y se dedicaron su tiempo a destrozar todo lo que encontraron, pero no hay casi referencias a los fracasos británicos allí.

En 1625, Carlos Estuardo declaró la guerra a España, país del que guardaba un amargo recuerdo tras su fallido matrimonio con la infanta María Ana, hija de Felipe III. Ese mismo año, el Duque de Buckingham, primer ministro de Carlos, planeó una gran expedición naval contra las costas peninsulares, al estilo de las dirigidas por Francis Drake. 

Ingleses y holandeses reunieron 92 buques, 5.400 marinos y unos 10.000 soldados, cuyos objetivos eran causar el mayor daño posible a la Corona, capturar algún puerto, preferiblemente Cádiz, y asaltar la Flota de Indias, que llegaba a finales de año. Para su desgracia, no lograron cumplir con ninguna de estas instrucciones.

El encargado de defender Cádiz fue el Duque de Medina Sidonia, Juan Manuel Pérez de Guzmán y Silva, hijo del que mandó la Armada Invencible y que protegió con tanta torpeza el puerto andaluz en 1596. Esta vez, sin embargo, el desastre lo protagonizaron los británicos.

 Asistido por Fernando Girón, un veterano militar que se movía en una silla para gotosos, Medina Sidonia rechazó el desembarco inglés, mal organizado y peor ejecutado. La Flota de Indias entró sin oposición en Cádiz el 29 de noviembre, lo cual casi agradecieron los ingleses que, de haberse topado con una fuerza así, habrían multiplicado sus pérdidas.

En este mismo conflicto, que se alargó hasta 1620, la irrupción de un buque ligero pero bien armado inventado por los españoles, la fragata, destrozó la flota inglesa desperdigada por el Mar de Flandes. Un grupo de fragatas causaron un auténtico desastre a la flota mercante inglesa desde el puerto de Dunkerque. Al menos un 20% de barcos ingleses fueron apresadas gracias a esta innovación técnica solo en el curso de 1625.

Cartagena de Indias en 1740

Aunque cada vez es más conocida la defensa de Cartagena de Indias de 1740 gracias al carisma de uno de sus defensores, el marino vasco Blas de Lezo, lo cierto es que el episodio ha permanecido varios siglos pertinentemente escondido para no fastidiar el mito de la imbatibilidad de la Royal Navy en el siglo XVIII.

En calidad de teniente general de la Armada, Lezo encabezó en 1714, junto conel virrey Sebastián de Eslava, la defensa de Cartagena de Indias frente a la la mayor flota inglesa que había cruzado hasta entonces el Atlántico. 

Ocho navíos de tres puentes, 28 navíos de línea, 12 fragatas, 130 naves de transporte y 2 bombardas, gobernada por una tripulación de unos 15.000 hombres, frente a la cual Lezo y Eslava pudiero recurrir únicamente a seis navíos y a una fuerza terrestre de la que solo un millar de hombres eran soldados profesionales.

Con todo, el comandante británico, Edward Vernon, no fue capaz de imponer su superioridad numérica y material sobre la plaza española en los meses que duró el asedio. Cartagena de Indias fue la acción más importante de la Guerra del Asiento, un conflicto motivado por intereses comerciales que demostró que la Armada española guardaba unos cuantos trucos bajo la manga. 

La derrota fue una cura de humildad en la que murieron 6.000 ingleses y 7.500 quedaron heridos, además de perderse 50 barcos, innumerables morteros, tiendas y materiales de todo tipo, así como el cierre de las operaciones en el Caribe.

Caso aparte fue el Pacífico, donde una escuadra británica al mando de George Anson campó a sus anchas por el otrora Lago español. Todas las plazas y arsenales se encontraban indefensos, desabastecidos y desorganizados, con una preocupante cantidad de corruptos al mando de tropas desidiosas.

Con más propaganda que gloria, Anson capturó el fuerte de Paita, tomó el galeón de Manila y, en 1744, regresó a Londres cruzando el Cabo de Buena Esperanza. Los trovadores británicos se encargaron de dibujar su odisea como una operación heroica.

La paz a una guerra tan costosa para ambos bandos se firmó mediante el Tratado de Aquisgrán en 1748.

Defensa de Santa Cruz de Tenerife en 1797

Durante tres días una escuadra británica, formada por nueve barcos bajo el mando del contralmirante Horacio Nelson, trató de tomar sin éxito el puerto de Santa Cruz de Tenerife en julio de 1797. 

El objetivo británico era usar Tenerife como lanzadera para conquistar luego el conjunto del archipiélago, sabiendo que las defensas de Santa Cruzdistaban mucho de ser las adecuadas y, de hecho, eran la única barrera militar seria en la zona. La distancia a la Península resultaba un obstáculo gigante para que los escasos defensores pudieron recibir refuerzos a tiempo.

Nelson, con nueve navíos de guerra y 3.700 soldados a su mando, intentó en vano superar varias veces las defensas isleñas, que se componían de 1.600 hombres, incluyendo integrantes de las milicias canarias, pescadores, labradores y artesanos escasamente armados.

 Al mando se encontraba el comandante general de Canarias, Antonio Gutiérrez, que con inteligencia e implicando al pueblo canario frenó definitivamente en la madrugada del 25 de julio un desembarco terrestre británico que les costó 233 muertos y 110 heridos a este bando, incluyendo el propio Nelson que aquí perdió su brazo derecho. Por parte española las bajas fueron de 24 muertos y 35 heridos.

Si bien el marqués de Lozoya en su «Historia de España» la describe como «la página más gloriosa de la historia canaria desde su incorporación a España», lo cierto es que la batalla quedó enterrada y maquillada ante el peligro de manchar el mito del victorioso Nelson, que en los siguientes años iba a convertirse en una leyenda en las Islas Británicas.

La invasión de Argentina en 1804 y 1806





Buenos Aires, capital del virreinato del Río de la Plata desde 1776, fue un importante puerto comercial para el Imperio español por su vínculo con el Alto Perú y, durante las Guerras Napoleónicas, se convirtió en objeto de deseo para los británicos.

 Francisco Miranda, precursor de las Guerras de Independencia de América, pactó con Gran Bretaña un ataque para capturar los puertos de Buenos Aires y Montevideo y una invasión a Venezuela.

Ante una Europa devastada por la guerra y con parte de la flota española herida en Trafalgar, se sucedieron hasta dos invasiones inglesas al Río de la Plata. Durante la primera, en 1806, cinco buques de guerra y varias embarcaciones de transporte desembarcaron a 1.500 soldados en la zona. 

Las tropas británicas llegaron a ocupar 46 días la ciudad de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, aunque fueron vencidas después por el ejército compuesto por milicias populares Porteñas y de los pueblos cercanos, más los refuerzos provenientes de Montevideo comandados por Santiago de Liniers.

El 12 de agosto, el comandante británico se rindió acorralado por la multitud en el Fuerte de Buenos Aires. En las primeras horas de la tarde, entre los acordes de las gaitas escocesas, los británicos entregaron al Cabildo las armas y la bandera de aquel regimiento invasor.

 La defensa de Buenos Aires dejó un saldo de 49 muertos de las tropas británicas y 58 de los defensores.Si bien los cabildos americanos demostraron defendiéndose de forma autónoma que el Imperio español no tenía colonias en el sentido legal de la palabra, también comprobaron las élites criollas que, sin una flota solvente, la Corona española tenía poco que decir

Conscientes de las desavenencias entre el poder virreinal, representante de la Corona española, y el Cabildo (órgano castellano exportado a América para dar autonomía legal a cada territorio), los ingleses realizaron una segunda invasión a la ciudad en 1807. Tras tomar Montevideo, unos 13.500 soldados ingleses fracasaron en su marcha hacia Buenos Aires. 

La defensa de la ciudad volvió a recaer tanto sobre tropas regulares como en milicias urbanas, integradas por población que se había armado y organizado militarmente durante el curso de las invasiones.

Si bien los cabildos americanos demostraron defendiéndose de forma autónoma que el Imperio español no tenía colonias en el sentido legal de la palabra, también expusieron a ojos de las élites criollas que, sin una flota solvente, la Corona española tenía poco que decir en lo que ocurriera en América. Aquello fue germen de las guerras civiles que estaban por venir.

https://www.periodicoelnuevomundo.com/2019/04/las-siete-armadas-invencibles-inglesas.html

El cambio climático está empujando a las Morsas a lanzarse Al Vacío

 Cuando piensas en los efectos del cambio climático en el Ártico y su vida silvestre, la imagen de los osos polares es lo primero que suele venir a la cabeza. 


Sin embargo, en un reciente documental de Netflix se muestra el fatal destino de morsas que se lanzan al vacío luego de escalar acantilados que nunca tendrían que haber escalado. 

La impactante secuencia de imágenes tiene lugar en el documental que estrenó el pasado fin de semana, Our Planet. Allí vemos como un grupo de morsas en Rusia escalan una ladera rocosa hasta llegar a la cima, desde donde se ve la playa.





 La gran mayoría de estos enormes mamíferos acaban perdiendo la vida. La escena se grabó en otoño de 2017, y el final, con las morsas precipitándose al vacío hasta encontrar la muerte, es tremendo, aunque no menos que el mensaje que trata de enviar el documental creado por el equipo detrás de Planet Earth de la BBC, y narrado por David Attenborough. 

La serie está claramente enmarcada a través de la lente del cambio climático, mostrando cómo el calentamiento de las temperaturas globales, el aumento del nivel del mar o la reducción del hielo están afectando directamente a muchas de las especies de nuestro mundo. 

Y una de ellas es la morsa. Imagen del documental donde se muestran cerca de 100,000 morsas en la costa del norte de Rusia.

 El equipo del documental había escuchado indicios de tales caídas, pero no estaban preparados para la sorpresa de verlos. «Es lo peor que he filmado», dice Jamie McPherson, un camarógrafo, en una secuencia. ¿Por qué lo hacen? 

Los osos polares, aparentemente, no los estaban acosando. Los equipos de cámaras estaban filmando desde lejos para que sus olores y sonidos no asustaran a los animales asustadizos. ¿Qué estaban haciendo las morsas en los acantilados?

 «Esta es la triste realidad del cambio climático», cuenta la directora de la serie. «Estarían en el hielo si pudieran». La vista de una morsa fuera del agua es pobre. Sin embargo, pueden «sentir» al resto de la manada. 

Las morsas árticas, por lo general, descansan o «salen» después de los periodos de alimentación en el hielo marino cerca de donde comen. 

Sin embargo, a medida que el hielo se encoge, los animales se ven obligados a desplazarse en grandes grupos a pequeñas franjas de playa más cerca de sus áreas. 

Estas salidas masivas involucran a miles de morsas acurrucadas en lugares cerrados. Algunas buscan alejarse de las grandes multitudes para encontrar algo de espacio para descansar, por eso vemos un momento del documental donde escalan un empinado acantilado con vistas a la playa. Al principio, la producción de Our Planet no entendía muy bien por qué estas criaturas comenzaron a escalar.

 Pero llegado un momento, después de descansar en la cima del acantilado, las morsas parecen sentir que sus compañeros en la orilla se están moviendo. Hambrientas y desesperadas por volver al agua con el resto, las morsas comienzan a lanzarse por el acantilado.

 Obviamente, no entienden que la caída probablemente las matará. Según el equipo de la producción, filmaron la muerte de cientos de morsas. Como dice uno de los miembros del equipo, «es muy difícil ver y presenciar esto.





 Es tan desgarrador». Mismos términos que Sophie Lanfear, quien produjo y dirigió el episodio, y le contó al New York Times lo siguiente: «Las escenas de las morsas fueron las cosas más difíciles que he tenido que presenciar o filmar en mi carrera.

 Realmente no estaba preparada para la escala de la muerte. Un pequeño grupo de quizás seis o siete bajaría de manera segura, y todos lo celebraríamos. Pero la gran mayoría no lo hacen. 

Básicamente, se lanzan por el precipicio. 

Las morsas están acostumbradas a un aterrizaje suave. Su percepción de profundidad no ha evolucionado para hacer frente a una situación de acantilado, ni han evolucionado para descubrir cómo regresar por donde vinieron. Así que es trágico. Es absolutamente desgarrador». 

Si bien hay algunos científicos que dicen que el cambio climático no es necesariamente el culpable de este comportamiento, la mayoría sí piensan firmemente que todo está conectado. Como le cuenta a The Atlantic Anatoly Kochnev, un investigador ruso que participó en el documental, «esto antes era muy raro que pasara. 

Cuando comencé a documentar este comportamiento hace tres décadas, solo se incluían algunos machos. Ahora incluyen hembras y crías también». 

Según el World Wildlife Fund las escenas mortales como las aparecidas en la serie de Netflix son cada vez más comunes a medida que las morsas continúan perdiendo más de sus hábitats naturales. Edición: Miguel Jorge.


Hallan en ISRAEL el 1er CEMENTERTIO FILISTEO biblíco de la ESTIRPE de GOLIATH

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Las excavaciones, que duraron 30 años, han resultado en un gran hallazgo en Israel que puede confirmar la existencia uno de los pueblos más misteriosos que aparecen en la Biblia: los filisteos.





Los arqueólogos remueven capas de tierra para revelar esqueletos enteros de filisteos, tal y como fueron sepultados hace tres milenios.

Resultado de imagen de Hallan en ISRAEL el 1er CEMENTERTIO FILISTEO biblíco de la ESTIRPE de GOLIATH Arqueólogos estadounidenses han descubierto un cementerio filisteo con restos de más de 200 personas en la ciudad israelí de Ascalón, informa The Times of Israel.

El hallazgo del primer cementerio filisteo representa una gran oportunidad para echar luz sobre el pueblo más misterioso de la Biblia. 

Los investigadores destacan que los miembros de la nación bíblica fueron enterrados junto con sus joyas, esencias perfumadas y armas, lo que ayudará a saber más sobre este pueblo. 

Resultado de imagen de Hallan en ISRAEL el 1er CEMENTERTIO FILISTEO biblíco de la ESTIRPE de GOLIATHTodos los esqueletos eran de tamaño normal, no se halló ningún gigante del tamaño del legendario . Lawrence Stager, líder de la expedición Leon Levy, ha destacado que «los filisteos ha tenido mala prensa y este [hallazgo] desmentirá muchos mitos».

Según el arqueólogo Daniel M. Master, «después de más de 30 años de investigaciones sobre qué nos dejaron los filisteos, finalmente nos hemos encontrado cara a cara con ellos». 

En la Biblia los filisteos se describen como archienemigos de los israelitas, un pueblo extranjero que se estableció en cinco de las ciudades principales de Filistea, en el territorio actual del sur de Israel y la Franja de Gaza.