lunes, 1 de mayo de 2023

Cantre'r Gwaelod: El reino hundido de Gales


24 FEBRERO, 2023 - 16:01 DHWTY

La leyenda de la Atlántida es una de las historias más famosas y reconocidas de la antigua Grecia. La isla, mencionada en los trabajos del filósofo Platón, se dice que se sumergió bajo el mar. Sin embargo, la historia de la Atlántida no es exclusiva de los griegos antiguos: otras culturas también tienen leyendas similares de tierras que desaparecen bajo las olas. Una de ellas es la leyenda de Cantre'r Gwaelod en Gales.

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Según la leyenda, Cantre'r Gwaelod, que significa "La Tierra Bajo Cien", se ubicaba entre las islas de Ramsey y Bardsey, en lo que ahora se conoce como la Bahía de Cardigan, en el oeste de Gales, Reino Unido. Se dice que la tierra se extendía unos 32 kilómetros hacia el oeste de la costa, hacia la bahía.


Cuando la marea del mar está baja pueden descubrirse árboles prehistóricos fosilizados en la Bahía de Cardigan. ¿Formarían parte de la legendaria isla de Cantre’r Gwaelod? Yrhenwr/Flickr

Las leyendas relatan que durante el siglo VI, Cantre’r Gwaelod estaba gobernada por un rey mítico llamado Gwyddno Garanhir. De hecho, hasta el siglo XVII, Cantre’r Gwaelod era conocida como Maes Gwyddno. Otra versión de la historia, cuenta que la tierra fue sumergida bajo el agua cuando Mererid, una sacerdotisa del pozo de las hadas, dejó que el agua se desbordara.

Sin embargo en la actualidad existe otra leyenda diferente, muy conocida y más moderna. En esta versión Cantre’r Gwaelod es descrita como una tierra tan extremadamente fértil, que un acre de su tierra tenía el mismo valor de cuatro acres de cualquier otro terreno. Pero existía un gran problema: Cantre’r Gwaelod dependía de un dique que lo protegía del mar y las mareas. De este modo, durante la marea baja, las compuertas del dique eran abiertas y permitían drenar la tierra. Compuertas que siempre se mantenían cerradas durante las fases de marea alta.

En esta versión más reciente de la historia, el guarda encargado de cuidar dichas compuertas era un hombre llamado Seithennin, amigo de Gwyddno Garanhir y, además, era un gran bebedor. Una noche, Seithennin se hallaba disfrutando de una fiesta en el palacio real, junto al monarca e invitados mientras un tormenta se acercaba desde el suroeste. Como Seithennin lo estaba pasando estupendamente o se quedó dormido por beber demasiado o, simplemente, no se percató de la tormenta que se aproximaba y no cerró las compuertas del dique a tiempo. Entonces el mar entró e inundó la tierra fértil, ahogándose 16 aldeanos. Gwyddno y sus seguidores fueron obligados a abandonar dichas tierras y debieron comenzar una nueva vida en terrenos menos fértiles.

Sin embargo, en las versiones más antiguas, no era Seitennin, sino la doncella Mererid la persona responsable de vigilar las compuertas del dique. Se narra en ellas que Seithennin estaba visitando al rey y distrajo a la doncella con sus coqueteos amorosos. Una vez más, la tormenta llegó y Merereid, ocupada con Seithennin, no se dio cuenta de ello, no pudo cerrar las compuertas y causó el ahogamiento de Cantre’r Gwaelod.


El bosque prehistórico sumergido en la Playa de Borth, Gales. Kristi Herbert/Flickr

En la actualidad existen quienes creen en la existencia de Cantre’r Gwaelod, y se hallan realizando planes para buscar la mítica tierra perdida.Será que la Calle Bimini lleva a la Civilización Perdida de la Atlántida?

A veces, durante las épocas más tormentosas, vestigios de bosques prehistóricos emergen en la Bahía de Cardigan. Hace unos años, de hecho, fueron descubiertas huellas fosilizadas humanas y de animales, así como una pasarela con postes y diversas herramientas. Al datar estos objetos, se ha comprobado que tienen miles de años de antigüedad, indicando que sí hubo tierra habitada donde hoy hay mar.

Sin embargo, también es completamente posible que al ser testigos de los vestigios del bosque ancestral. los propios vecinos del lugar creasen la leyenda de Cantre’r Gwaelod.

Además resulta muy posible que la historia de Cantre’r Gwaelod fuera en realidad una especie de fábula moral puesto que su versión más antigua nos advierte de los peligros de la lujuria, mientras que la versión más moderna defiende virtudes como la templanza. Los cambios en la historia pueden ser meros indicadores de la propia evolución sufrida por la moral de la sociedad galesa con el transcurso de los años y siglos.

Imagen de Portada: Cantre’r Gwaelod, o La Tierra Baja de Cien: Los tocones son los restos de un bosque antiguo sumergido que se extiende en la costa. Será este un reino hundido perdido? Wikimedia Commons


Kennedy, M., 2014. Prehistoric forest arises in Cardigan Bay after storms strip away sand. [Online]
Disponible aquí .

news.bbc.co.uk, 2006. Experts look for 'watery kingdom'. [Online]

www.bbc.co.uk, 2014. Cantre’r Gwaelod – The Lost Land of Wales. [Online]

www.coflein.gov.uk, n.d. Submerged Forest, Borth Sands. [Online]
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www.mysteriousbritain.co.uk, 2015. The Lost Land of Wales. [Online]
Disponible aquí.

https://www.ancient-origins.es/mitos-leyendas-europa/cantrer-gwaelod-002503

Células fetales en las industrias cosmética, alimentaria y médica


Stephanie Hauer.- Piensa en los artículos de tu casa por un momento. ¿Tienes crema de café en el refrigerador? ¿Enjuague bucal o crema antiedad en la repisa del baño? ¿Especias en tu alacena de cocina? ¿Qué tal un vendaje en el brazo debido a una vacuna reciente o medicamentos recetados? Si respondiste afirmativamente a alguna de estas preguntas, existe la posibilidad de que tengas un producto fabricado con células fetales humanas. Si bien no es una práctica universal, ciertas marcas en las industrias cosmética, alimentaria y médica utilizan células fetales para una variedad de propósitos, desde pruebas y producción hasta su inclusión en el producto final.

Las células fetales se han utilizado para la investigación desde la década de 1930. Para obtener estas células, se recolecta un feto abortado después de su muerte, generalmente por una empresa de biotecnología, universidad o centro médico. Se extrae una donación de tejido y la muestra se lleva a un laboratorio, donde las células se replican ampliamente. Estas líneas celulares reciben un nombre alfanumérico. Por ejemplo, la línea conocida como WI-38 se creó a partir del tejido pulmonar de un feto femenino de tres meses abortado en 1962. MRC-5 proviene del tejido pulmonar de un feto masculino de catorce semanas abortado en Gran Bretaña. en 1970. 

El proceso de replicación es extremadamente prolífico, lo que significa que una sola muestra puede usarse para muchos experimentos y procedimientos. Sin embargo, existen limitaciones; las muestras se degradan o agotan con el tiempo. Las existencias de líneas celulares deben reponerse periódicamente. Por ejemplo, en 2015 se tomó una nueva muestra de pulmón de un feto abortado de tres meses para crear una línea celular conocida como WALVAX-2.

Estas células tienen una serie de aplicaciones. Los investigadores descubrieron que la línea celular derivada de la piel de un feto masculino de catorce semanas abortado en Suiza tenía propiedades restauradoras para la piel. Originalmente, se usaba para tratar úlceras, quemaduras y cicatrices. Eventualmente, la marca de cuidado de la piel Neocutis se dio cuenta de que las mismas propiedades que curaban la piel lesionada podían usarse para rejuvenecer la piel arrugada. Incorporan células de esa línea fetal como ingrediente patentado en algunos de sus productos antienvejecimiento.

En la industria de alimentos y bebidas, la empresa de biotecnología Senomyx utiliza la línea celular HEK-293 para la investigación y el desarrollo de nuevos aditivos de sabor. Para ser claros, no están agregando células fetales a alimentos o bebidas. Más bien, utilizan los receptores del sabor en las células renales de un feto femenino abortado en la década de 1970 como incansables probadores del sabor. 

Esto le permite a Senomyx probar de manera eficiente nuevas formulaciones de aditivos de sabor o aroma, para producir la mayor cantidad de sabor con la menor cantidad de azúcar y sal. Las empresas que han desarrollado productos con Senomyx incluyen Ajinomoto, Nestlé y Firmenich. Otras empresas, como Kraft, Solae, Campbell Soup y Pepsi, cambiaron o cancelaron sus contratos con Senomyx para garantizar que no se usaran células fetales para desarrollar sus productos.

Las líneas de células fetales se utilizan más ampliamente en la industria médica, en pruebas, producción y tratamiento. Las células fetales se han utilizado para probar tratamientos para algunas afecciones degenerativas, como la enfermedad de Parkinson. Las células fetales humanas también se usan para hacer crecer los virus que se usan en ciertas vacunas, ya que los virus no se pueden replicar fácilmente sin una célula que los aloje. Las vacunas contra la varicela, la rubéola y el herpes zóster son ejemplos de vacunas que utilizan células fetales en su proceso de producción. 

No todas las vacunas se producen de esta manera y existen algunas alternativas éticas que no utilizan estas líneas celulares en su creación. Algunos medicamentos recetados, como Enbrel y Pulmozyme, en realidad contienen células fetales como ingrediente. La implantación de células fetales en el cuerpo, similar al proceso de trasplante de un órgano, se está explorando como una cura potencial para enfermedades como la retinosis pigmentaria.

A pesar de que este tipo de trabajo se lleva a cabo durante décadas, no mucha gente lo sabe. El uso de tejido fetal se convirtió en el centro de atención en los últimos años cuando se publicaron los controvertidos videos del Centro para el Progreso Médico, que mostraban a ejecutivos de Planned Parenthood discutiendo la adquisición y venta de tejido fetal. Pero la atención que los videos atrajeron a esta práctica aún no fue suficiente para convertirlo en un problema conocido; esto se debe en parte al hecho de que el rango de su uso no se anuncia claramente. Por ejemplo, la FDA no siempre exige que las empresas de cosméticos incluyan una lista de sus ingredientes, aunque Neocutis admite libremente su uso de células fetales. 

De manera similar, cuando los potenciadores del sabor desarrollados por Senomyx se agregan a los alimentos, se encuentran en una concentración lo suficientemente baja como para que puedan etiquetarse como “sabores artificiales”. 

Esto significa que los consumidores no pueden rastrear fácilmente qué alimentos incluyen esos aditivos. Los fabricantes de vacunas proporcionan una lista de sus ingredientes, pero no todos los pacientes leen la lista de ingredientes antes de recibir una inyección, y cuando se enumeran estos ingredientes, se hace referencia a las líneas celulares por su nombre alfanumérico. Si no sabe lo que está buscando, es posible que nunca se dé cuenta exactamente de lo que significa.

Hay algunas regulaciones que rodean la recolección de tejido fetal. Por ejemplo, a una persona embarazada solo se le puede preguntar si desea donar sangre o tejido de su aborto después de haber solicitado el procedimiento. Bajo la Ley Uniforme de Obsequios Anatómicos, es un delito federal comprar o vender tejido fetal; sin embargo, las empresas y organizaciones pueden cobrar tarifas razonables que cubran los costos de manipulación y procesamiento del tejido. 

Dado que no hay límites estrictos que definan lo que parece “razonable” en estos casos, puede ser difícil de hacer cumplir. Además, no existen regulaciones que determinen exactamente cómo se puede usar el tejido. Alguien puede optar por donar el cuerpo de su feto abortado pensando que sus células se utilizarán para desarrollar medicamentos, pero la muestra podría terminar en la industria cosmética o alimentaria.

Existen alternativas, algunas de las cuales se están probando en este momento y otras ya están en uso. Los virus para vacunas se pueden cultivar en células animales, por ejemplo. De hecho, cultivar virus en células de mono o en óvulos de gallina solía ser una práctica común; el cambio a células fetales humanas se produjo para tratar de reducir el riesgo de transmitir enfermedades animales a los humanos y garantizar la respuesta inmunitaria más precisa en el cuerpo humano. Se está evaluando la eficacia de la sangre del cordón umbilical y las placentas posnatales para reemplazar las células fetales con fines de investigación. Y las células madre donadas por adultos, que se obtienen de forma no violenta, se consideran “el estándar de oro” para la investigación con células madre. Están siendo utilizados para estudiar enfermedades como el Alzheimer. Desafortunadamente, aún no hemos descubierto una alternativa que pueda reemplazar totalmente las células fetales en todas las formas de investigación.

Una muestra de una cepa de células se extiende mucho, y los avances recientes pueden extenderlos aún más, pero aún se requieren nuevas muestras periódicamente, y se requerirán con mayor frecuencia si ampliamos aún más el uso de células fetales. Continuar con el uso de células fetales en la investigación es perpetuar la necesidad de actos de violencia para proporcionar esas células.

Para la persona pro-vida, la moralidad que rodea el uso de células fetales es complicada. El hecho de que sea una 
célula humana no es el problema; el problema es el hecho de que estas células se obtuvieron matando a niños humanos. Por un lado, las células fetales se pueden utilizar para producir medicamentos y vacunas que reducen el sufrimiento y salvan innumerables vidas. 

Por otro lado, las células fetales que se obtienen a través de abortos se derivan inherentemente de un acto de violencia. Como se mencionó anteriormente, las donaciones de placentas o células madre de un adulto no matan al donante, por lo que su uso e investigación son perfectamente éticos. Además, las células se pueden obtener éticamente a través de un feto que murió por causas naturales.

Algunos defensores de la vida optan por evitar cualquier producto elaborado con células fetales. Otros están dispuestos a aceptar su uso en vacunas y medicamentos, pero rechazan los productos alimenticios y cosméticos que los utilizan. Algunos defensores de la vida sienten que es aceptable usar las líneas celulares que ya existen con fines médicos, pero abogan por no recolectar muestras adicionales; también creen que debemos encontrar alternativas para eliminar la necesidad de la investigación con células fetales. 

Sin duda es un tema complejo. Cada individuo debe sopesar la situación de acuerdo con su propia conciencia, pero esas decisiones comienzan con información y conciencia. El destacado grupo de vigilancia, Children of God For Life, ha estado atendiendo esa misión desde 1999.

https://www.alertadigital.com/2023/05/01/celulas-fetales-en-las-industrias-cosmetica-alimentaria-y-medica/

Científica de la NOAA asegura que en investigación filmó y fotografió a representantes de otra civilización.



El océano está muy cerca, pero el espacio está muy lejos. Pero la paradoja es que menos personas han visitado el fondo de la Fosa de las Marianas que en la Luna, según la ciencia oficial. Sin embargo, en los últimos años, gracias a las nuevas capacidades técnicas, las profundidades de los mares y océanos han comenzado a estudiarse activamente. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) utiliza tecnologías de vanguardia.

Desde 1995 hasta 2021, trabajó allí la científica, bióloga, oceanóloga Anastasia Modeste. No hay duda de su competencia, la persona tiene varios títulos científicos. El último trabajo a gran escala supervisado por Anastasia estuvo dedicado a las ballenas varadas en tierra. En primer lugar, los investigadores estaban interesados ​​en los cadáveres que aún no habían sufrido una fuerte descomposición.

En 2016, los científicos recibieron una señal de tres grandes ballenas en la costa de California. En el momento de la llegada, los cadáveres aún estaban frescos y pudieron estudiarlos adecuadamente. Durante la inspección, se encontraron extrañas heridas cilíndricas con bordes perfectamente uniformes en los cuerpos de dos de las tres ballenas. 

Ninguna de las criaturas conocidas podía dejar tales mutilaciones. El examen de laboratorio reveló que los bordes de la herida estaban quemados. El grupo de trabajo llegó a la conclusión de que la ballena, poco antes de morir, cortó la carne del abdomen con un instrumento de alta precisión. Incluso se ha sugerido que estuvo involucrada una herramienta láser desconocida. 

Anastasia Modeste cree que esta fue la primera evidencia de la existencia de una civilización tecnológica altamente desarrollada en el océano. Un examen más detallado reveló más de 33 cortes similares en ballenas que habían llegado a la costa. ¿Quién y qué podría dejar tales heridas, si rechazamos la hipótesis de una civilización desarrollada en el océano?

El segundo incidente grave ocurrió en 2017 en el Golfo de México. A una profundidad de 2200 metros, un vehículo de aguas profundas registró el movimiento de un objeto desconocido. Era grande, alcanzando los 24 metros, mientras exudaba una dispersión de luces amarillas y rojas. 

El movimiento fue suave, razón por la cual los científicos pensaron que era un calamar de aguas profundas o una medusa gigante. Pero luego tuve que abandonar esta versión: el objeto apagó toda la luminiscencia y a una velocidad de más de 150 nudos se fue hacia un lado. Los organismos vivos no son capaces de desarrollar tal velocidad en el agua.

Un año después, los instrumentos detectaron extrañas señales acústicas en el área. Los expertos los reconocieron como mecánicos. Anastasia Modeste asegura que a una profundidad de 600 a 620 metros, el aparato de investigación filmó y fotografió a representantes de otra civilización. Llevaban trajes que parecían batiscafos de cristal llenos de metal líquido, posiblemente mercurio. Cuando los habitantes de las profundidades vieron el aparato terrestre, se teletransportaron en una dirección desconocida. El oceanólogo dijo que los materiales de video y fotografía fueron transferidos al Pentágono y la NASA.

En 2020, la investigación fue clasificada como secreta. Anastasia Modeste no estuvo de acuerdo con esta decisión y dijo que no toleraría esa actitud hacia ella y sus colegas. Un año después, la mujer y muchos científicos fueron despedidos de la NOAA. La investigadora está segura de que la razón es su actitud ante la decisión de clasificar el proyecto. Después de jubilarse, dio varias entrevistas. En el último, Anastasia habló sobre la existencia de una civilización tecnogénica inteligente en el océano. Según ella, la humanidad no debería subirse a ese frágil mundo.

La indignación del oceanólogo es comprensible, porque los militares efectivamente se hicieron cargo del asunto. Durante la entrevista, afirmó que si logran obtener nuevas tecnologías, las usarán de inmediato para crear los últimos tipos de armas. La última frase del científico fue: “Los científicos deben hacer ciencia y los militares deben hacer la guerra. 

En nuestro país es al revés”. Dos semanas después, desapareció sin dejar rastro. Desde el 8 de diciembre de 2021, el investigador de 62 años está desaparecido. La policía no pudo encontrar ningún rastro. Los familiares creen que la culpa es de la falta de voluntad para someterse al secreto y la divulgación de información peligrosa al público.

Durante el reinado de Donald Trump, el ejército estadounidense inició un proyecto ambicioso: la construcción de una instalación militar en el fondo del Golfo de México o la Fosa de las Marianas (la información varía). Oficialmente, el proyecto resultó demasiado costoso y quedó congelado tras el cambio de poder. ¿Pero tal vez los militares realmente anunciaron una cacería de vida marina e intentarán obtener su tecnología?

Los periodistas enviaron solicitudes a la NOAA, donde resultó que Anastasia Modeste había trabajado para ellos durante casi 25 años. Entonces, esta historia puede ser tratada de manera diferente. Quizás la mujer decidió realizar una campaña de relaciones públicas después de jubilarse. Estos casos no son raros en estos días. Por otro lado, ella es una científica que, en mi opinión, se ha ganado la vida no pobremente, por lo que es muy posible que todo lo que dijo sea cierto.

https://www.extranotix.com/2023/04/cientifica-de-la-noaa-asegura-que.html

Quiere Acabar con Todo: La Amenaza de Chaos GPT

La Trama Secreta para ocultar la eficacia de la Ivermectina en el país

1 May 2023



El doctor Héctor Carvallo, uno de los pioneros en el país junto con el doctor Roberto Hirsch en demostrar tempranamente la eficacia contra el covid de la ivermectina, no mereció gratitud alguna por sus aportes. Lejos de eso, sus estudios le depararon obstáculos y persecuciones, intentos por prohibir que su investigación continuara y que se conocieran los resultados, amenazas de despido, gestiones para desplazarlo, calumnias e injurias que afectaron su honor y su prestigio profesional y académico. 

Así lo denuncia hoy Carvallo quien, a casi tres años de que todo aquello comenzara, se decidió a exponer la trama secreta que se activó durante la pandemia para ocultar la eficacia de ese medicamento -que ya existía en el mercado y de bajo costo-, una maquinación que salpica al Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. 

Carvallo, quien ahora denunció en la Justicia a los funcionarios involucrados en la maniobra para desacreditarlo, lamenta que el fármaco para tratamiento y profilaxis del covid que él estaba investigando pudo haber salvado muchas vidas. “Por omisión dejaron que se muriera mucha gente”, asegura Carvallo en una entrevista con La Prensa. “Hay 42.000 personas que no tendrían que haberse muerto”, estima, en referencia al ámbito bonaerense.

Carvallo fue director del Hospital de Ezeiza y jefe de Clínica Médica de ese mismo centro de salud, donde trabajó durante veinte años (1984-2004), antes de que cambiara de nombre por el de Hospital Zonal General de Agudos Dr. Eurnekian y se trasladara a otro lugar. En la entrevista, este médico recibido hace más de cuarenta años, cuenta que además tenía a cargo a los alumnos del pregrado de la Universidad de Buenos Aires.

Una vez jubilado, fue convocado desde el Hospital Eurnekian para que se hiciera cargo “ad honorem” del área de Docencia e Investigación, que “estaba totalmente dormida”. A partir de entonces fue “asesor” en esa área.

Carvallo cuenta que su interés en la aplicación de este medicamento para el covid se debió a que, ya “desde un poco antes de la pandemia, venía observando los estudios que se estaban haciendo en otras partes del mundo con la ivermectina para tratar el dengue, el zika y el chikungunya”.

IN VITRO

“Estaba dando buenos resultados, al menos in vitro. Y eso era un aliciente porque hasta el día de hoy no hay un tratamiento ni una profilaxis para estas tres enfermedades”, sostiene.

“En Australia, Leon Caly y Kylie M. Wagstaff no tuvieron ninguna epifanía antes de que decidieran ponerle ivermectina a las muestras de covid para ver qué pasaba. Ellos estaban trabajando sobre dengue, zika y chikungunya, y cuando empezó la pandemia solo cambiaron el foco de la investigación pero en base al procedimiento que ya estaban haciendo. Y ahí fue que nos enteramos de que la ivermectina, in vitro, daba resultado”, explica.

“Al margen de eso, era evidente que los cuadros severos de covid eran por inflamación exagerada, lo cual requiere un inmunosupresor. Es decir, un corticoide. Entonces nosotros hicimos la primera presentación sobre el tema en la revista ‘JAMA’, en marzo de 2020, cuyo título era: ‘Ivermectina+dexametasona: ¿la combinación ideal contra covid?’”, rememora el médico.

“Como la revista no lo publicó, decidimos hacer la investigación por nuestra cuenta”, añade. “En ese momento sabíamos que las publicaciones de las revistas científicas estaban patrocinadas por los laboratorios, pero no que era un problema tan grosero”, apunta.

En su repaso de los hechos, Carvallo menciona que el dinero era la principal dificultad que afrontaban. “Para poder hacer la investigación in vivo necesitábamos tener el medicamento y nosotros no teníamos ningún recurso. Somos investigadores independientes”.

“En ese momento yo estaba en el Hospital Eurnekian y Roberto Hirsch en el Hospital Muñiz. Pero no le podíamos pedir a los directores que autorizaran comprar un medicamento que hasta ese momento era para la sarna, los piojos y los parásitos intestinales, por la sencilla razón de que todo estaba abocado a la compra de equipamiento de protección para el personal”, afirma.

“De allí que le pedimos a tres laboratorios -Panalab, Cassará y Elea- que nos proveyesen de gran cantidad de muestras y tuvimos que explicarles para qué las queríamos. Los dos primeros laboratorios fueron muy generosos. Elea ni siquiera nos contestó”, describe.

“Hirsch pidió autorización para hacer el estudio de profilaxis con ivermectina en el Hospital Muñíz y el comité de ética de ese hospital se lo aprobó. Pero cuando lo elevaron al Ministerio de Salud, a cargo de Fernán Quiros, se lo denegaron porque le pedían requisitos que él no podía cumplir”, explica. Hirsch terminaría por hacer un estudio retrospectivo, con consentimiento informado de quienes participaron, para sortear las dificultades. “Ese estudio se hizo con menos gente que el que hicimos en el Hospital Eurnekian, pero comprendió un tiempo más prolongado de observación, lo cual le da un valor fundamental”, señala Carvallo.

“En el caso del Hospital Eurnekian, nosotros seguimos los pasos que corresponden. Según la ANMAT en ese momento, ante una situación de epidemia, si uno iba a investigar algún producto que ya existe en el mercado farmacéutico, los pasos eran: ser aprobado por el Comité de Etica del hospital en cuestión y elevar el informe al Comité de Etica Central del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. Previo a hacer eso, tuvimos una reunión por zoom donde estaba el asesor académico del Ministerio de Salud, el doctor Mario Rovere, y le explicamos lo que queríamos hacer. Rovere nos dijo: ‘ustedes tienen que salir a seducir a los demás hospitales para que participen’. Esto fue en marzo de 2020’”, detalla.

EL INICIO

“Con la aprobación del Comité de Etica del hospital, más la aprobación extra del Comité de Etica del Municipio de Ezeiza, empezamos a hacer dos investigaciones simultáneas: una de tratamiento y una de profilaxis”, continúa Carvallo.

“Conseguimos más de 100 voluntarios (miembros del personal y familiares) que quisieron hacer la profilaxis con ivermectina y comparamos ese grupo con otro. La mayoría tenía un promedio de edad de 40 años y trabajaba en áreas críticas -médicos de guardia, ambulancieros, enfermeros de la guardia-“, puntualiza.

“La otra investigación era para estudiar el tratamiento de pacientes que ya tenían covid confirmado, para lo cual tuvimos que crear una tabla de gravedad e ir manejando la medicación de acuerdo con el estado del paciente -había ambulatorios y pacientes internados-. Hicimos un score de gravedad y estudiamos qué dosis de medicación dar a cada uno y cómo combinar los medicamentos”, prosigue.

“Sobre un total de 32 pacientes cotejados contra sus pares, tuvimos una sola muerte mientras que en el otro grupo hubo 8 muertes. Es decir que la ivermectina tuvo una eficacia de 7 a 1 frente a los otros tratamientos que se estaban utilizando en ese momento (suero de convaleciente, hidroxicloroquina, lopinavir y ritonavir, entre otros)”, se entusiasma.

“De 134 pacientes leves, no tuvimos que internar a ninguno, mientras que, en paralelo, las estadísticas oficiales señalaban que el 10% de los pacientes diagnosticados, aún leves, tendían a empeorar y terminaban internados”, compara.

Estos estudios prospectivos comenzaron en el Hospital Eurnekian en abril y concluyeron en mayo, asegura el investigador.

“En el estudio de profilaxis -cuenta Carvallo-, al cabo de un mes hubo 14 contagiados en el grupo control y en el grupo que tomó ivermectina como profilaxis no hubo ninguno”. Fue en ese momento, según indica, cuando empezó a correrse la voz de que estaban haciendo esa investigación.

El médico remarca que, tras obtener la aprobación, inscribieron el estudio en el sitio clinicaltrials.gov, que depende de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. Y cuando terminaron los estudios, elevaron los resultados al Ministerio de Salud. Sin embargo, la cartera sanitaria no respondía.

“Por eso elevamos los resultados a la Biblioteca Nacional de Medicina”, argumenta Carvallo, quien destaca que fueron los primeros resultados mundiales de ivermectina en profilaxis y en tratamiento del covid.

En el recuento del investigador aparece una visita al Hospital Eurnekian que realizaron en el ínterin el gobernador Axel Kicillof, y el entonces ministro de Salud, Daniel Gollán y su vice, Nicolás Kreplak, quien recibió en esa oportunidad de manos del director del hospital los resultados de los estudios. “Kreplak contestó: ‘Ah sí, sabía que estaban haciendo esto’”, relata Carvallo.

PROBLEMAS

A partir de entonces, según el repaso de los hechos que hace el médico, comenzaron los problemas. “En agosto me llaman desde el Ministerio de Salud de la provincia. Era el secretario privado del ministro, quien me dice que yo no puedo seguir investigando en el hospital y que no se pueden dar a conocer los resultados”.

“Le respondí que los estudios ya habían terminado y que los resultados ya figuraban en la Biblioteca Nacional de Estados Unidos y en el ‘journal’ de Infectología”, cuenta Carvallo. “El hombre se quedó cortado y me dijo que con lo que yo había hecho ponía en juego mi cargo”, afirma el médico, quien alega haberse defendido diciendo que contaba con la aprobación de los comités pertinentes y que no tenía ningún cargo que perder porque estaba jubilado, antes de perder la paciencia y cortar la llamada.

“A los diez o quince días -según Carvallo-, llegó al hospital un mail desde el Comité Central de Ética e Investigación del Ministerio de la Provincia, en el que se pedía que me desafectaran de cualquier función que yo pudiera cumplir dentro del hospital”. Para no comprometer al director, que era su amigo, Carvallo decidió renunciar por propia voluntad al cargo que cumplía ‘ad honorem’.

Tiempo después, el médico cuenta que descubrió que ese mail lo habían recibido muchas personas de su lista de contactos de correo electrónico, incluidos familiares y ex compañeros de la facultad, por lo que sospecha que su computadora puede haber sido hackeada.

Según relata Carvallo, ese mail, fechado el 3 de septiembre de 2020 y firmado por Carlos Burger y Silvina Inés Sánchez, secretario y coordinadora, respectivamente, del Comité de Ética Central del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, lo acusaba de haber publicado los resultados de esos estudios sin que los mismos hubieran sido aprobados para su realización ni por el Ministerio (de Salud provincial) ni por el Comité de Ética, por lo que se advertía sobre el inicio de una investigación por violación de la ley 11.044 y se pedía al mencionado Comité de Ética que difundiera la situación “con el resto de las jurisdicciones”, es decir, con la totalidad del territorio nacional.

A esos dos funcionarios Carvallo les inició un juicio por calumnias, injurias y daño moral, por afectar su honor personal y prestigio profesional, académico, doctrinario y científico.

Hoy, el médico insiste en que, “tan pronto como se terminaron los estudios a fines de mayo, se elevaron por whatsapp todos los resultados al Ministerio. Si no los miraron, los cajonearon o los escondieron, no lo sé. Lo que pasa es que como tomó estado público lo que habíamos hecho y salió en diarios, revistas, y hasta en la televisión pública, no podían alegar ignorancia”.

A su juicio, el resultado de todo esto fue que, “por omisión, dejaron que se muriera mucha gente”.

“Si la mortalidad se reduce de 7 a 1, y si esta relación se proyecta en la provincia de Buenos Aires, donde murieron entre 50.000 y 60.000 personas, quiere decir que hay 42.000 que no tendrían que haberse muerto. Es un cálculo que surge de los números absolutos o porcentuales. ¿Y quién es responsable de eso?”, se pregunta, para luego concluir: “En otras partes del mundo han comenzado juicios para encontrar responsables en los gobiernos como cómplices necesarios”.

https://tierrapura.org/2023/05/01/la-trama-secreta-para-ocultar-la-eficacia-de-la-ivermectina-en-el-pais/

Dr. Felipe Botaya y Jose Luis Camacho (¿qué demonios esta sucediendo en el Mundo?)

Sánchez, la calle no te quiere


Sánchez, la calle no te quiere

ACTUALIZADO: 30/04/2023 13:50

No habían pasado ni cinco meses de la sospechosa llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa cuando un gentío le abroncó en el desfile del Día de la Hispanidad. El grito fue ensordecedor en el Paseo de La Castellana. Recordando el nivel sonoro de aquel 12 de octubre de 2018 hay que colegir que el odio público que suscita el personaje viene desde el inicio de los tiempos. «¡Sánchez, okupa, fuera de La Moncloa!», coreaba el gentío tras una monumental pitada que no ha decrecido con el paso de los años.

Juan Español y María Española tienen ojeriza al personaje desde el minuto uno por culpa de ese pecado original que es su pacto con quienes asesinaron a 856 compatriotas, es decir, Bildu, esto es, ETA, y con los que apenas ocho meses antes habían perpetrado el segundo golpe de Estado de la democracia, ERC. La ciudadanía le perdona muchísimo menos estos dos compañeros viaje que Podemos, por mucho que el partido de Pablo Iglesias represente lo que representa, que no es ni más ni menos que el comunismo bolivariano y la tiranía más aberrante. 

Esto último es impresentable en términos democráticos, lo anterior imperdonable desde cualquier plano ético, moral, intelectual, político, humano y democrático. La población tiene claro, echando mano de ese sentido común que es más común de lo que asevera el adagio, que no todo vale ni para acceder ni para mantenerse en el poder.

Al asco general que provoca nuestro todavía presidente por sus actos hay que agregar el particular que suscita su personalidad chulesca, que Alfonso Guerra describió tan genial como deliciosamente cuando su presunto correligionario no llevaba ni nueve meses viviendo en Palacio y cogiendo el Falcon hasta para ir a la esquina:

—Jamás he conocido a nadie con unas ansias más grandes de vivir en Moncloa. ¡Ni en los presidentes del Partido Popular! Ese afán de protagonismo, esa afectación por su imagen, ese estudio de sus gestos y de sus poses, ese terrible vacío en todo cuanto dice, la insignificancia de su mensajes, las ansias por que no lo saquen de allí ni con agua hirviendo, aunque para ello tenga que asociarse con lo peor de cada casa. Hemos fracasado en este partido que hoy tenemos. 

Y nada hace prever que las cosas puedan mejorar—, apuntó el vicepresidente más famoso de la democracia. Podría parecer que su descripción de «El Guapo», que es el alias que le adjudicaron en el PSOE cuando empezó a despuntar, es de ahora mismo y no de diciembre de 2018. Don Alfonso lo caló desde el minuto uno.

Al asco general que provoca nuestro todavía presidente por sus actos hay que agregar el particular que suscita su personalidad chulesca

Ciertamente, El Guapo va de sobrado por la vida. No hay más que ver con qué amaneramiento anda, los aires de perdonavidas que emplea cuando se dirige a sus oponentes, especialmente si son mujeres —Yolanda Díaz lo tildó de «machista» hace un par de semanas—. Al punto que cualquiera diría que el sublime salsero panameño Rubén Blades estaba pensando en él cuando escribió la canción Pedro Navaja allá por 1978:

—Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar con el tumbao que tienen los guapos al caminarrrrr—.

Ese tumbao con el que se mueve nuestro presidente saca de quicio a unos conciudadanos que en general no van de nada porque es gente normal entre la cual hay de todo: guapos, feos y mediopensionistas. El común de los mortales detesta a todo aquel que se desenvuelve cual pavo real por la vida como es el caso de Pedro Sánchez. Si tienes la suerte de que la madre naturaleza te haya agraciado con un físico privilegiado, que al menos no se te note.

Más allá de todo eso, el españolito medio no le perdona que haya optado sistemáticamente por el mal para mantenerse en Moncloa, tampoco su gestión de la pandemia, que provocó más muertos de los debidos al autorizar esa bomba vírica que fue un 8-M que a punto estuvo de costarle un disgusto a su madre y a su vicepresidenta Calvo, menos aún los indultos a los tejeritos catalanes, la derogación de la sedición, la cuasilegalización de la malversación, los acercamientos de los más sangrientos etarras (Txapote y Henri Parot) y esa ley del sólo sí es sí que él se empeñó en mantener contra viento y marea y, sobre todo, contra las evidencias empíricas de que beneficiaba a violadores, pederastas y abusadores. Por no hablar de las subidas de 50 impuestos.

El común de los mortales detesta a todo aquel que se desenvuelve cual pavo real por la vida como es el caso de Pedro Sánchez

Lo que resulta una evidencia más allá de toda duda razonable es que Pedro Sánchez ya no puede salir a la calle sin que se lleve una bronca de padre y muy señor mío. Prácticamente todas sus últimas apariciones públicas se cuentan por abucheos. Es más, no recuerdo una no controlada en la que no se le haya llamado de todo menos precisamente guapo. 

Donde quiera que hay españoles de a pie, no los pelotas de las élites, le cae un repaso. Recuerdo aquella del 4 de mayo de 2021 cuando fue a votar a su colegio electoral de Pozuelo con motivo de las autonómicas madrileñas. 

La gente se abalanzaba sobre su coche blindado para intentar golpearlo, algo que no vi con el Felipe González de los GAL, los fondos reservados y el caso Roldán, ni con el Aznar de la no-guerra o con el Rajoy del caso Bárcenas y la financiación en negro del Partido Popular. Los madrileños no le perdonaban su ruin campaña de acoso y derribo contra una Isabel Díaz Ayuso que se lo comió entonces y se lo volverá a comer con patatas dentro de cuatro semanas.

Claro que ha habido otras memorables como ese elocuente «¡Pedro dimite, el pueblo no te admite!» en Don Benito o ese no menos genial a la par que descriptivo «Pedro, traidor, ponte a trabajar!» de la Madrid Fashion Week. Manda pelotas que un presidente se vaya a un pase de modelos. 

Por no hablar de ese «¡que te vote Txapote!» coreado también en Extremadura el pasado mes de febrero. Lo de ir de la manita de Otegi, el jefe de los asesinos, es una mancha de la que se no podrá desprender jamás. Nunca se ganó el favor de Juan Español y María Española, suyos son los peores resultados electorales de la historia del PSOE, pero los acuerdos con ETA, ERC y los sicarios del narcodictador Maduro lo han rematado definitivamente.

Los únicos actos pacíficos para Sánchez son aquéllos que se cierran a los espontáneos y que se celebran con militantes amaestrados

Lo que ayer desveló Feijóo, la exigencia de mostrar el DNI para acceder a un mitin suyo en La Coruña, revela algo más que una verdad incontrovertible. Ni más ni menos que es ya, por méritos propios, el presidente menos querido de la democracia. De largo. Eso de requerir la documentación a los asistentes no lo he visto jamás en ningún acto político en España y me he chupado unos cuantos de toda suerte de partidos. Es un acto de intimidación impresentable, más propio de tiranías que de regímenes libres, para que a nadie se le ocurra soltar una palabra más alta que otra.

Felipe González supo que su baraka empezaba a declinar, que su permanencia en Moncloa entraba en tiempo de descuento, cuando los estudiantes le montaron aquel pollo monumental en el salón de actos de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma en 1993. Con la diferencia de que al presidente más longevo en el cargo le aconteció cuando cumplía 11 años en el machito y a éste a los cuatro meses de llegar al cargo tras una sentencia cuasiprevaricadora en la que se coló una frase ad hoc que sirvió como pretexto para forzar la moción de censura a Mariano Rajoy. 

Peor aún: desde aquel octubre de 2018 no ha podido ir a actos abiertos sin que se acordasen de sus muertos. Los únicos pacíficos son aquéllos que se cierran a los espontáneos y que se celebran con militantes amaestrados modelo los ancianitos de la petanca en Parla.

Pongo punto y final rememorando una frase de la canción del guapo Pedro Navaja que viene que ni pintada al caso y que, a mi juicio, retrata el final que le espera a nuestro protagonista:

—Pedro Navaja, matón de esquina, quien a hierro mata, a hierro termina

https://okdiario.com/opinion/sanchez-calle-no-te-quiere-10840301