viernes, 6 de septiembre de 2019

¿Pueden ser las VIDAS ANTERIORES causantes de ENFERMEDADES, MIEDOS y FOBIAS?: Terapia de Vidas Pasadas

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3 septiembre, 2019

Está sumamente extendida la creencia de que casi todas -por no decir todas- las enfermedades que padecemos, especialmente las consideradas de origen psíquico, tienen su causa en hechos acaecidos en nuestras vidas anteriores.

Esto se debe a que en estado regresivo -casi siempre bajo hipnosis profunda- los pacientes, a requerimiento del terapeuta e inducidos por éste, narran historias que sitúan en vidas pasadas. 

Y así, se da por hecho, por un lado, que la reencarnación con su correspondiente karma es algo evidente; en segundo lugar, que toda terapia regresiva tiene que ser básicamente reencarnacionista; en tercer lugar, poco menos que toda enfermedad es causa de un hecho ocurrido en una vida pasada; en cuarto, que encontrada esa causa acaecida en una vida anterior, el enfermo ha resuelto su dolencia; y en quinto y último lugar, para no seguir alargando esta enumeración, que esa causa es tan fácil de encontrar en estado regresivo que bastan una o dos sesiones para lograrlo.





No es de extrañar, por tanto, que la bibliografía en torno a la terapia regresiva esté llena de frases como éstas: «Tenía problemas con la garganta porque fui ahorcada en una vida anterior». «Ahora sé que mis dolores de cabeza tuvieron su origen en que en una vida anterior me golpearon fuertemente en la cabeza y me violaron». «Yo fui un asesino en varias vidas anteriores, así que es lógico que ahora tenga una vida de sufrimiento».

En el Tratado Teórico-Práctico de Anatheóresis explico ya que nadie, hasta ahora, ha podido probar de forma incuestionable la existencia real de vidas anteriores, así como afirmo también que, existan o no, las vidas anteriores obtenidas en estado regresivo son sólo proyecciones analógicas de los daños que les han afligido y enfermado en esta vida. Las emociones que el paciente proyecta, por tanto, son ciertas, pero no la narración, que es simbólica. 

Si bien el simbolismo con que se expresan esas llamadas vidas anteriores es tan cercano a la verbalización fonética que un investigador poco crítico -y no digamos ya los muchos terapeutas regresistas improvisados existentes- consideran auténticas vidas anteriores. S

i el lector acude a mi Tratado Teórico-Práctico de Anatheóresis, encontrará en sus páginas no sólo una información más matizada, sino también extractos de regresiones a vidas anteriores que prueban cuanto afirmo.
Experiencias de una vida anterior

En los inicios de la década de 1980, el Dr. Brian L. Weiss, jefe de psiquiatría del hospital Monte Sinaí, en Miami, Estados Unidos, atendía el caso de Catherine, una joven con carácter depresivo y severa inseguridad.

Habían pasado dos años sin que obtuviera resultados notorios a través de psicoterapia tradicional y, ante tal problemática, el especialista decidió utilizar técnicas de hipnosis para intentar revivir momentos traumáticos de la infancia de Catherine. 

Ante la orden del médico estadounidense: «vuelve a la época en que se iniciaron tus síntomas», la paciente comenzó a relatar sus experiencias en una vida anterior, ocurrida aproximadamente en el año 1860 antes de Cristo.

Tras varias regresiones y la obtención de cambios favorables en poco tiempo, el Dr. Weiss necesitó cuatro años para decidirse a narrar lo sucedido en el libro Muchas vidas, muchos maestros, que si bien fue recibido con beneplácito y escepticismo al mismo tiempo, alcanzó notable número de ventas.

Sin embargo, el caso del famoso psiquiatra no ha sido el único, ya que en épocas recientes muchos especialistas han dedicado notable esfuerzo a la práctica y estudio de dicha disciplina.
Traumas que generan dolencias

La terapia de regresión a vidas pasadas es «un tipo depsicoterapia cuyo objetivo es hacer conscientes todos aquellos traumas que viven en nuestro interior y se manifiestan a menudo en forma de problemas o dolencias», afirma el Dr. Samuel García Galeana, psicólogo que se desempeña como instructor y terapeuta en el Instituto Biocyber, en la Ciudad de México.

La diferencia, dice el especialista, es que en psicoanálisis, por ejemplo, una persona puede pasar años en consulta sólo para recibir un diagnóstico, y luego iniciar el tratamiento. En cambio, laterapia de vidas pasadas requiere pocas sesiones para que el paciente viaje hacia su interior, identifique su problema, lo exteriorice con claridad y resuelva el conflicto”.

Para el Dr. Samuel García Galeana existen dos formas de ver a este peculiar tratamiento. La primera, explica, es «tradicional», de modo que la narración de hechos supuestamente ocurridos en vidas anteriores permite revelar conflictos subconscientes que requieren del abordaje del especialista en salud mental, tal como sucede en otros tipos de psicoterapia.

La segunda «parte de una tendencia mística, donde prevalece la idea de que la vida no es una, es decir, el ser humano viene al mundo para aprender y para ello 70 u 80 años no son suficientes. De esta forma, se cree que no se ha tenido una sola existencia, sino que ésta se encuentra unida a muchas otras».

Lo más importante no es pensar en vidas anteriores, dice el psicólogo, sino en que este procedimiento logra positivos cambios de conducta y actitud.

«En la terapia de regresión a vidas pasadas relajamos al paciente y lo llevamos a un estado en que accede a su subconsciente (sin perder la conciencia), para que fluya la información que ha quedado ‘anclada’. A veces la persona empieza a hablar de otro lugar y época, y lo primero que se puede pensar es que lo imaginó o inventó. Independientemente de si lo que dice pasó o no en otra vida, lo que narra es algo que el individuo necesita exteriorizar, un conflicto que presentado de esta forma requiere atención», afirma el Dr. García Galeana.

Trabajo de regresión, valiosa herramienta

Asunto importante en la terapia de vidas pasadas radica en que es el paciente quien establece los objetivos y lleva a cabo el trabajo de exploración, de modo que el papel del terapeuta se restringe al de auxiliador.





«Nuestra tarea consiste en lograr que la persona se sienta cómoda y, a través de la voz y ejercicios de respiración, generamos confianza e inducimos la hipnosis. Así, la frecuencia de las ondas cerebrales disminuye y a partir de ese momento se propicia un diálogo del paciente consigo mismo, una especie de ‘sube y baja’ en su mente entre la parte consciente y el subconsciente, lo que favorece que la información bloqueada fluya. Esto es muy interesante porque posibilita rápido avance en cuestiones arraigadas, como aquellos patrones nocivos aprendidos a temprana edad y que el individuo repite sin darse cuenta».

El trabajo de regresión se realiza en dos horas, aunque los primeros 15 minutos se invierten en lograr la hipnosis. De inicio se sugiere que el paciente recuerde un hecho agradable para que se familiarice con la técnica, y luego se trabaja con los aspectos problemáticos. 

Pocas veces hay resultados definitivos en una sola sesión, por lo que se requiere un promedio de 3 ó 4 consultas (máximo 6), a veces con intervalos de un mes para asimilar la información obtenida.

Recuerdos dolorosos, pero soportables

El Dr. Samuel García Galeana especifica que en casos de experiencias muy dolorosas, como accidentes, muerte de alguien cercano o abuso sexual, la persona puede «conectar» con su vivencia y hacer una localización pronta de su bloqueo, misma que puede ser dolorosa, pero soportable.

Ahora bien, en problemas no resueltos, por ejemplo, conflictos de pareja o falta de recursos económicos a pesar de que se realiza gran esfuerzo laboral, se pueden reconocer aquellos patrones en los que el paciente falla.

Así, el especialista asegura que «en lo emocional, la regresión es excelente ayuda, muchos traumas o problemas de personalidad, como inseguridad o timidez, pueden desbloquearse, ya que al comprender su origen es más sencillo trabajar para disolver los patrones negativos».


En enfermedades mentales se puede ayudar durante etapas iniciales, «aunque reconocemos cierta limitación en casos avanzados, pues cuesta mucho trabajo y es probable que el paciente esté bajo la administración de medicamentos, la cual no puede suspenderse, por lo que interfiere en nuestro trabajo».

En lo que concierne a enfermedades físicas, el Dr. García Galeana explica que la terapia de vidas pasadas ofrece beneficios notables, ante todo en problemas psicosomáticos (de origen mental o emocional, pero que afectan al cuerpo).

Debido a que algunos daños orgánicos se deben a la acumulación de emociones negativas, el experto indica que, por ejemplo, «el paciente dice que quiere investigar sobre su gastritis (inflamación estomacal que genera acidez, indigestión y dolor), y una vez que entra en hipnosis es capaz de sentir qué genera la acidez estomacal excesiva, encuentra cómo regular su deficiencia y mejorar”.





Terapia de vidas pasadas y problemas físicos

El psicólogo García Galeana especifica: «De acuerdo con la medicina tradicional china, cada órgano trabaja con una emoción y, cuando ésta se maneja en exceso, genera un problema. Volviendo al caso anterior, durante la regresión la persona suele encontrar que su gastritis se debe al manejo excesivo del pensamiento. 

Por lo general, le atribuimos tal característica al cerebro, pero éste se responsabiliza del razonamiento; al estómago le afecta el pensamiento excesivo: tener demasiados problemas y preocupaciones, u ocuparse en tratar de resolver la vida y las dificultades de otros. Está claro que el paciente encuentra que esta tendencia es negativa y repercute en su salud».

La terapia de regresión también ayuda a lograr mejoría o curación en otros problemas físicos de consideración, aunque «tenemos que aclarar que no sólo es a través de nuestra técnica, sino que el paciente lleva al mismo tiempo un tratamiento médico y farmacológico. A nosotros nos corresponde trabajar en el bloqueo de emociones, como odio y resentimiento, y crear conciencia en el paciente para que lo resuelva».

Así, en enfermedades como diabetes, hepatitis o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), el cambio de patrones redunda en el fortalecimiento del sistema inmune y/o de la potencialidad del organismo para salir adelante. Empero, esto no significa que se trate de una solución universal para todos los problemas.

«Un caso que me agradó mucho —dice el Dr. Samuel García— fue el de una chica que vino con cáncer terminal, la cual ya había recibido tratamiento médico para esta enfermedad (radioterapia y quimioterapia); además, estaba muy delgada y tenía la cabeza rapada. 

Durante la consulta me dijo que lo único que quería saber es qué le esperaba, y en la regresión pudo observar un lugar maravilloso: un bosque con un lago, rodeado de montañas. Entonces sintió la presencia de lo que ella describió como ‘un ángel’, que le traía un pergamino; luego de insistirle en que se lo mostrara, lo observó y descubrió que estaba en blanco. 

Salió del estado de hipnosis y se fue a su casa para tratar de entender lo que vio. No hubo otra sesión, porque falleció a los 15 días, pero vinieron sus hermanas para agradecer lo ocurrido. La paciente había entendido que el papel en blanco era su vida, que había concluido, y perdió el miedo a la muerte porque supo que no era su fin, sólo el de su existencia actual».

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