El Consejo Italiano de ministros ha votado afirmativamente al aumento de los controles de capital
mediante la prohibición del uso de dinero metálico sobre las
transacciones desde 1000 euros (medida que se mantiene actualmente
vigente desde julio del 2012) a cualquier transacción de más de 50
euros.
Italia es el primer país en anunciar
controles de capital sobre transacciones de capital, mediante
restricciones y prohibiciones a las transacciones para los próximos 2-3
años.
Desde 2013 los ciudadanos en Italia y quienes la visiten podrán pagar cantidades que no superan los 50 euros SOLO MEDIANTE TARJETA DE DEBITO O CREDITO. Eso es lo que ha decidido hoy el Consejo de Ministros italiano.
Se supone que todo esto lo hacen para
limitar el lavado de dinero y los pagos con dinero negro. La agenda de
control del NOM tiene la eliminación del dinero metálico como punto
destacado. Al fin y al cabo, eliminar el dinero metálico nos obligaría
a emplear el dinero de plástico del banco para cualquier compra-venta
que se produjera en cualquier momento. Eso, además de trasladar enormes
sumas de dinero, en forma de comisiones bancarias, al sistema bancario,
sumas astronómicas porque recordemos que el uso de las tarjetas obliga a
pagar entorno a un 2% a las empresas y negocios que aceptan las
tarjetas, y obliga a los usuarios a pagar, en distintos formatos de
comisiones existentes, por tenerlas y emplearlas.
Pero el verdadero objetivo, como
siempre, no es económico, sino que tiene que ver con el control absoluto
de nuestros movimientos y decisiones.
En este punto de la entrevista de Alex Jones a Aaron Russo, quien llegó a ser íntimo de un Rockefeller, Russo explica cuál es el “objetivo” de la agenda de control.
Italia acaba de dar un gran paso en la ejecución de esa agenda de control.
Italia no es el primer país que avanza peligrosamente en esa agenda. México anunció en el 2010 medidas
para restringir las operaciones en metálico; Suecia “presume” de ser
prácticamente ya una sociedad sin cash (ver vídeo).Medidas similares han
sido aprobadas y propuestas en multitud de países. En Abril del 2012,
el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció que van a limitar el pago en efectivo en España a 2.500 euros
“cuando al menos intervenga un empresario profesional”. El
incumplimiento de esta restricción podrá acarrear multas de hasta el 25%
de las cantidades pagadas.
El año pasado, Visa produjo una serie de
vídeos describiendo su visión para la próxima generación de pagos
electrónicos, en que los consumidores de todo el mundo pagarán todo tipo
de bienes y servicios empleando el teléfono móvil. En la misma línea,
International Finance Corporation ha publicado un informe reciente sugiriendo un marco donde los países establezcan un negocio del dinero móvil.
La idea de la “sociedad sin cash”, de la que cada vez más periodistas y coristas de la información
se hacen eco entusiasticamente, surgió en los años 50. El primer
objetivo fue eliminar los cheques, cuyo volúmen crecía de una manera
exponencial y supuestamente resultaban “muy costosos”.
Pero dos hombres fueron los promotores en aquellos años 50 del ideal de un futuro sin dinero metálico, John Diebold,
cuya empresa consultora, the Diebold Group, construyó varios sistemas
computerizados para bancos comerciales a comienzos de los 60.
Y su visión obtuvo el apoyo influyente de George Mitchell, miembro del Comité de Gobernadores de la Reserva Federal,
que comenzó a advertir a los banqueros en 1966 sobre los costes en
aumento de procesar el papel urgiendo a la banca a considerar “cómo el
ordenador puede cambiar drásticamente el dinero y sus usos”.
Limitar a 50 euros el uso del cash
obliga a las personas a emplear obligatoriamente la tarjeta del banco
para multitud de compras, tarjetas de la cuales hasta ahora podía
prescindir. También obligará a los negocios a ceder un porcentaje aún
mayor de sus beneficios a la banca.
El siguiente paso en la sociedad sin
cash muy probablemente será obligar a las personas a que vinculen sus
tarjetas y cuentas bancarias a un teléfono móvil. Una persona sin una
cuenta de banco o sin una tarjeta de débito o crédito por ejemplo no
podrá comprar sus muebles en Italia, ni comprar un billete de autobús
interurbano si el coste es superior a 50 euros. A cambio de esto, el
“crimen” de no tener una cuenta o de evitar el uso de tarjetas
bancarias, podrá ser castigado.
Fuente: http://www.trinityatierra.com/2012/09/12/italia-prohibe-las-transacciones-en-metalico-de-mas-de-50-euros-para-2013/
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