La 67ª sesión de la Asamblea General de las Naciones
Unidas celebrada en Nueva York será recordada por el momento en el que
el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu hizo de Carrot Top:
utilizando una lámina en la que había un dibujo infantil sobre el que
trazó una línea roja para indicar el momento en el que se encontraba
Irán. Netanyahu asumió el papel de un bufón.
Pero incluso mientras los
que le escuchaban se preguntaban si el objetivo de Netanyahu era el de
infundir miedo o hacer el ridículo, el Primer Ministro se las arregló
para cumplir con tres importantes objetivos.
En primer lugar, la estrategia basada en los dibujos
animados de Netanyahu logró eclipsar el discurso pronunciado ese mismo
día por el Presidente palestino Mahmoud Abbas. Abbas habló de limpieza
étnica y de racista la actitud de Israel hacia Palestina, pero a seguro
que caerá en oídos sordos. Las payasadas de Bibi triunfaron sobre el
Apartheid.
En segundo lugar, la teatralidad de Netanyahu sirvió
para ocultar la incoherencia de toda su campaña de líneas rojas. Por
ejemplo, cuando el jueves se dirigió hacia Irán, advirtió que la
República Islámica estaba en un estado de locura muy peligroso. Y que a
diferencia de la amenaza nuclear de la Unión Soviética, en este caso la
contención y la disuasión no son políticas válidas cuando se trata de
Irán. Así argumentaba el Primer Ministro:
“La disuasión funcionó con los soviéticos, porque
cada vez que los soviéticos tuvieron que elegir entre ideología y
supervivencia, optaron por esta última.
Pero la disuasión no funcionará con los iraníes una vez que consigan desarrollar armas nucleares.
Un erudito de Oriente Medio, el profesor Bernard
Lewis lo dijo muy bien: que para los ayatolás de Irán la destrucción
mutua no es un impedimento, sino un aliciente”.
Pero poco después de nombrar al orientalista Lewis
para considerar de irracional la actitud de Irán, Netanyahu exigió el
establecimiento de una firme Línea Roja frente a Teherán, ya que de
hacerlo obligaría al Primer Ministro de Irán a detener su funesto
programa nuclear.
“Creo que frente a una clara línea roja Irán se volvería atrás”.
Pero si los iraníes se comportan de manera
irracional, ¿por qué iban a considerar cuestiones como las del coste
beneficio frente a una amenazante línea roja? Si realmente no tienen un
instinto de conservación, ¿ por qué iban a cambiar de actitud por las
amenazas de Estados Unidos e Israel?
Netanyahu, obviamente, no tiene respuestas, porque
sabe que el Gobierno iraní, contrariamente a sus afirmaciones, actúa de
una forma racional. Después de todo, desde el Presidente de la Junta de
Jefes del Estado Mayor, Martin Dempsey, hasta el Ministro de Defensa de
Israel, Ehud Barak, así lo han reconocido. Pero con su truco de las
caricaturas seguro que conseguía monopolizar la atención de los medios
de comunicación. Netanyahu, una vez más, consiguió enmascarar la
naturaleza incoherente de su campaña de la Línea Roja.
En tercer lugar, la extravagante puesta en escena de
Netanyahu probablemente lo que haga es atraer de nuevo la atención a la
cuestión de Irán en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Sin
duda, se pedirá a cada candidato que delimite dónde situaría la línea
roja en el diagrama de Netanyahu. Y para un hombre que ha intentando en
varias ocasiones mejorar las posibilidades electorales de su viejo amigo
Romney, no pierde ninguna oportunidad para hacer parecer débil a Obama.
Incluso uno puede imaginarse a Netanyahu mirando junto a su apoyo en el
discurso ante la ONU en los anuncios de los Republicanos en televisión,
y no tardando mucho.
Netanyahu, el pasado jueves, tenía que representar el
papel de tonto. Pero no debemos olvidar, que un hombre que esgrime
descaradamente el argumento de que Irán está a puto de desarrollar un
arma nuclear desde hace ya una década, su papel de bufón no resulta nada
nuevo para Bibi.
Ben Schreiner es un escritor independiente que vive en Salem, Oregón. Puede ponerse en contacto con él en bnschreiner@gmail.com
por Ben Schreiner, 28 de septiembre de 2012
Fuente: http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2012/09/28/tres-razones-por-las-que-netanyahu-hizo-el-papel-de-bufon-en-la-onu/
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