Al norte de Damasco, cercanas a la carretera y línea férrea que unen Beirut y Homs en el Líbano, se yerguen, a 1.150 metros de altitud, las ruinas de Baalbek.
En los siglos I y II de nuestra era, el césar romano Augusto hizo levantar un fastuoso templo sobre las ya existentes ruinas griegas.
Los restos de este templo son hoy objeto de admiración para turistas del mundo entero. A decir verdad, las maravillas y misterios de Baalbek no son de origen griego ni romano (p.114).
Cuando los griegos, ANTES que los romanos, construyeron aquí sus templos y la ciudad de Heliópolis (ciudad del dios Sol), ¡lo hicieron ya sobre ruinas PREEXISTENTES!
El nombre de Baalbek aparece mencionado por vez primera bajo la forma Ba'li en escritos asirios que datan de 804 a.d.c.
Al igual que Tiahuanaco, el AUTÉNTICO Baalbek es un conjunto de instalaciones técnicas, con una gigantesca plataforma constituida por bloques de piedra de más de 20 metros de largo y hasta 2.000 toneladas de peso en muchos casos.
No ha sido posible datar históricamente la construcción de esta plataforma, que se pierde en la noche de los tiempos.
Tanto griegos como romanos la utilizaron en provecho propio.
Aun con la imaginación más desbordante no puede uno figurarse cómo logró llevarse a cabo el transporte de tales moles, y menos todavía si hacemos caso de las explicaciones habituales.
Lo que con cierta dosis de buena voluntad podrían llegar a hacernos creer del Alto Egipto u otros lugares, en el caso de Baalbek (p.116)se revela como una pura y simple farsa.
Con ninguno de los medios técnicos conocidos de la Antigüedad hubiera sido posible mover esos bloques.
Ni siquiera hoy existe en todo el mundo una grúa con fuerza suficiente para levantar masas de 2.000 toneladas.
¡Aquí sí que puede ofrecerse un reíno por una explicación razonable de ESTE transporte!
El antiquísimo santuario de Baalbek tiene su origen en el dios creador Baal, a quien los textos épicos de Ugarit glorifican con los nombres de "Señor del Cielo" y "El que reina sobre la montaña".
Baal se identifica con el dios Bel de los babilonios, y también con las divinidades [sumerios] Marduk y Enlil. Enlil era el "dios de los aires"; según un texto cuneiforme, este dios depositó su semilla en el seno de la doncella terrestre Meslamtaea. La mitología cierra el círculo (p.118).
[Así, según otros textos de Däniken, dios Enlil fue un gigante extraterrestre, uno de los "dioses" de la civilización de los sumerios, y así el primer santuario fue construido por los dioses, por los extraterrestres gigantes, con piedras gigantes].
geschichteinchronologie.ch/Daeniken
Posted 20 hours ago by JOSÉ GARCÍA
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