El Museo Waldemar Julsrud de esta localidad una verdadera enciclopedia del pasado que guarda todo un tesoro maravilloso de piezas arqueológicas que están consideradas como una capsula del tiempo cuenta entre sus atractivos una colección de rostros humanos que comprueban que aquí convivieron una gran diversidad de razas que posteriormente se dispersaron por el mundo antiguo como lo dice la Biblia en la Torre de Babel.
En su momento para el coleccionista de estas piezas Waldemar Julsrud dejo asentado en su libro “Misterios del Pasado” que en este lugar se asentaron algunas de las razas del mundo y de aquí se dispersaron a los lugares que eligieron para vivir ya que dentro de las figuras existen: razas: Mongólicas, Chinas, Asiáticas, Germánicas, Esquimales, Tibetanos, Malayos y Africanos.
También hay razas homínidas de un pasado antiquísimo razas arcaicas hombres en trasformación entre animal- humano todavía con membranas en sus extremidades y otras señas características de su procedencia acuática que es la de todos los seres vivientes. Seres con facciones de antropófagos de aspecto salvaje entre otras características muy extrañas.
Lo mas interesante apunto Waldemar es que aparte de las razas enumeradas figuran las de todos los pueblos que vivian en los tiempos antiguos alrededor del Mar Mediterráneo, lo mismo del norte de África, Asia Menor y Sur Europeo Negros, Abisinios, Semitas y Egipcios así como figuras de personas semejantes a las figuras halladas en las excavaciones del pueblo de Ur, en Babilonia.
Hombres barbados del tipo Español, Vikingos o Atlantidense en donde dijo el coleccionista creyó ver la imagen del dios Quetzalcóatl máxima divinidad entre las tribus Mexicas pues los Aztecas creían en la inmortalidad del alma, tenían bautizos y confesiones a grado tal que después de la conquista los monjes católicos pensaron que Quetzalcóatl era una reencarnación de Santo Tomas que había llegado en tiempos atrás a enseñarles el Cristianismo.
Los Incas del Perú adoraban al Sol pero, al igual que los cristianos creían en un ser supremo y en su hijo divino representado en la tierra. No pudiendo negar que existió cierta semejanza con el Cristianismo así como con Emperadores asiáticos y soberanos Europeos que reclaman descendencia y derecho Divino gran coincidencia para tan distantes distancias.Aquel que busca la verdad en la creación no la encuentra por que, todo incluso nosotros estamos sujetos a eterno cambio.
Nada es estable, duradero ni fijo, todo queda sujeto a las leyes de la evolución a la vida y a la muerte. Y así como nosotros esta la naturaleza todo lo que nace se desarrolla, florece se marchita y muere en el olvido de los tiempos. Nadie podrá rehuir a su destino siguiendo nuestro camino y todo lo que logremos hacer en beneficio de las futuras generaciones dará merito y satisfacción a nuestra existencia.
A veces la ciencia logra echar un nuevo rayo de luz a las tinieblas del pasado pero, difícilmente se obtiene la absoluta certeza y detalles sobre los mas notorios acontecimientos de la vida terrestre que como un crucigrama nos reserva en algunas ocasiones claves para resolver esos errores cometidos por la raza humana en el pasado y sobre todo para que no los volvamos a repetir la armonía, espíritu y cosmos reclaman a nuestra conciencia.
planetaenigmatico
Fuente: http://veritas-boss.blogspot.com.es/2013/01/los-misteriosos-rostros-humanos-de.html
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