Los empleados públicos, pensionistas y parados suman 17,6 millones, un 27% más que los ocupados en el sector privado.
España sufre una doble crisis, económica y demográfica. El aumento del paro hace que un volumen cada vez menor de trabajadores sostenga sobre sus hombros -vía impuestos-, además de a sus propias familias, el coste de las prestaciones sociales, las pensiones y el mantenimiento de los servicios públicos. Asimismo, la baja natalidad, el progresivo envejecimiento de la población y la emigración en busca de un futuro mejor incrementan, aún más si cabe, la carga del ya de por sí costoso Estado del Bienestar.
Hoy por hoy, casi 13,8 millones de trabajadores del sector privado mantienen, de una u otra forma, al resto de la población de España, que en total suman algo más de 47 millones de personas. Dicho de otro modo, el peso del país descansa sobre el 29,3% de la población.
Según el último censo elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el total de residentes en España a 1 de enero de 2013 bajó a 47.059.533 habitantes, lo que supone una disminución de 205.788 personas respecto a un año antes. Es la primera vez desde 1939 que España registra pérdida de población. Parte de este descenso se explica por la emigración: del total de residentes, 41,5 millones son españoles (su número crece en 10.337 personas) y 5,5 millones son extranjeros (descienden en 216.125). Otro dato relevante es el relativo al envejecimiento poblacional, ya que el número de recién nacidos baja de 444.251 a 417.582, mientras que el de mayores con 65 años o más crece en 111.000 personas.
Por otro lado, la Encuesta de Población Activa (EPA) muestra que las personas que trabajan o buscan empleo alcanza los 22,8 millones en el primer trimestre de 2013 (el 48,5% de la población total). El resto se divide entre menores de 16 años (8,8 millones) e inactivos (pensionistas, estudiantes, labores de hogar, etc.), con 15,4 millones.
Así pues, en términos globales, casi la mitad de la población española (activos) es la que, en teoría, debería sostener al resto (inactivos). Sin embargo, por un lado, la crisis ha disparado el número de parados hasta una cifra récord de 6,2 millones (13,2% de la población total), mientras que los ocupados caen a 16,6 millones, el menor nivel desde 2002. Pero, dentro de este último grupo, es preciso tener en cuenta que el sueldo de los empleados públicos (2,84 millones de efectivos, el 6% del total) es sufragado con los impuestos que paga el sector privado.
De este modo, en la práctica, hoy por hoy apenas un total de 13,8 millones de trabajadores (sector privado), el 29,3% de la población total, son los encargados de mantener, de una u otra forma, al 70% restante (parados, empleados públicos, menores y resto de inactivos). También resulta relevante observar que el volumen total de empleados públicos, pensionistas y parados asciende a 17,6 millones de personas, un 27% más que el número de ocupados en el sector privado.
El siguiente cuadro, elaborado por @Absolutexe, resume la composición de la población española con los últimos datos disponibles del censo y la EPA.
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