Todavía son unos pocos casos, pero varios profesores de centros públicos de Pozuelo han comenzado a detectar niños que sólo hacen como comida fuerte del día la que reciben de forma gratuita en el comedor del colegio, según han relatado los docentes.
Los maestros explican que son cada vez más las familias que dejan de pagar el importe del comedor por falta de recursos económicos. Los centros han optado por negociar con las empresas que gestionan las cocinas y, en casos puntuales, asumir el coste con recursos propios, ante la certeza de que esa es la única comida completa que los niños hacen cada día y que realmente sus padres no pueden asumir el coste. El precio mensual del comedor en un centro público de educación infantil y primaria de Madrid está ligeramente por debajo de los 100 euros por niño.
Un comedor escolar vacío
Los profesores, que prefieren que el nombre de los colegios no se publique para evitar su estigmatización, llaman la atención sobre la ausencia de un banco de alimentos o un comedor social en Pozuelo. Lo cierto es que se da por hecho que en el municipio más rico de la comunidad de Madrid no existen pobres, cuando la realidad es muy diferente. “Quizá no los haya en la misma medida que en otros municipios, pero los hay”, explica un maestro. La intención de los propios docentes es iniciar una silenciosa movilización para crear un comedor social donde los niños y las familias más necesitadas puedan recibir alimentación complementaria a la que los pequeños reciben en los comedores escolares.
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